tag:blogger.com,1999:blog-85404250632472572942024-03-14T10:29:51.095+01:00TODO SIGUE IGUALPACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.comBlogger1285125tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-34992493657269407782023-12-26T13:35:00.003+01:002023-12-26T19:06:21.137+01:00ALAS DE HORMIGÓN<p>TUVE EN OCASIONES LAS NUBES ENTRE MIS BRAZOS.</p><p>PERO SOLO PORQUE POSEÍAN NOMBRE DE MUJER</p><p>Y EL PERMISO, SIEMPRE PROPIO, PARA ENAMORARME.</p><p>EN AQUELLAS OCASIONES PRACTIQUÉ EL SENCILLO ARTE </p><p>DE ENCARAMARME A AQUELLOS LABIOS Y DE AQUELLA PIEL</p><p>ESCONDIENDO MIS ALAS DE HORMIGÓN </p><p>EN EL LUGAR DONDE SE ENUMERAN LOS OBJETOS INÚTILES,</p><p>Y ASÍ ME PERMITÍA VOLAR</p><p>DESCUBRIENDO, ENTRE LAS NUBES INICIÁTICAS,</p><p>LA SENCILLA DESNUDEZ DE LOS CUERPOS,</p><p>DONDE RESIDEN TODOS AQUELLOS SINÓNIMOS, </p><p>AÚN POR INVENTAR, DE LA PALABRA AMOR.</p><p>PERO SIEMPRE RETORNÉ A LAS ALAS DE HORMIGÓN</p><p>PRECARIO BAGAJE PARA AVANZAR SIN LASTRE,</p><p>SIN NOSTALGIA, SIN NADIE.</p><p>TEMIENDO LA ATROFIA DE ESA PARTE DEL ALMA </p><p>DONDE SE DICTAN LAS CARICIAS A ENTREGAR,</p><p>Y LOS VIENTOS GENERADOS EN CADA BESO.</p><p>Y NACE UN DESEO EXISTENCIAL Y URGENTE</p><p>DE ICINERAR EN EL COMBUSTIBLE DE LOS RECUERDOS</p><p>EL HORMIGÓN, LAS ALAS</p><p> Y TODO AQUELLO QUE DESCONOZCO Y DONDE ME RECONOZCO.</p><p>TODO SE REDUCE A VOLAR ALADO O NO, </p><p>GUIADO POR LOS VIENTOS DE LOS BESOS,</p><p>PLANEANDO SOBRE LA PIEL,</p><p>MUCHO MÁS ALLÁ DEL LUGAR MÁS LEJANO </p><p>AL QUE LOS POEMAS PUEDEN TRANSPORTARTE.</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-77366923490664995122023-05-16T17:59:00.008+02:002023-05-17T15:21:52.436+02:00EN UN PÁRRAFO<p style="text-align: justify;"> "<i>A diferencia del cazador, que encuentra placer tanto en abatir a la presa como en mostrarla, él sentía que lo importante radicaba en el proceso que conducía a que la mujer que deseaba, su presa en sentido figurado, expresara su deseo de estar con él. Después, una vez conseguido este objetivo, la relación solía perder interés, el instinto de cazador se veía saciado, excepto en los extraños casos en que sentía un interés que trascendía a lo meramente carnal</i>".</p><p style="text-align: justify;">Había leído este párrafo del libro Inquietudes de Juan Morín infinidad de veces y, por fin, las dos últimas líneas cobraban sentido para él. Había encontrado a alguien, Sonia, que transcendía más allá de lo carnal. Para él no suponía mayor problema el estado civil de ella: casada...al menos en un primer momento, pero todo cambió cuando sintió que en su interior había anidado algo más que la mera pulsión de conseguir que ese cuerpo yaciese con él. </p><p style="text-align: justify;">Llegado este momento tenía plena consciencia de que la situación resultaba compleja. El matrimonio de ella se encuadraba dentro de las uniones de conveniencia, una especie de unión simbiótica de carácter social. Él, Luis Miguel, a ojos de su entorno, ocultaba su homosexualidad , o al menos lo intentaba. Ella, además de conseguir una cantidad de dinero que añadir a su salario, poseía cierta libertad para desarrollar su vida de la manera que considerase más adecuada, siempre que mantuviese un cierto decoro y "no diese de qué hablar", como le había repetido en muchas ocasiones Luismi.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, tanto Sonia como él, Andrés, comenzaban a sentir que el marido de ella resultaba innecesario, y hasta molesto, en esa relación que había nacido como una aventura fruto del deseo de ambos y que había caminado hacia algo más complejo, forjado a base de sentimientos y necesidades diversas por cubrir. Pero aquella rendija en la relación que les llevo a conocerse, a explorarse y a enamorarse también contenía el veneno de la dificultad para obrar con libertad, pues el divorcio el divorcio no entraba en los planes del miembro de ese terceto que no participaba en dicha relación, que no mostraba predisposición alguna a romper ese vínculo artificial con su esposa. No sólo eso, un contrato firmado antes de la boda obligaba a que, de existir una futura separación, debía ser de mutuo acuerdo y, de no existir esa comunión de intereses, si una de las dos partes siguiese adelante con la disolución de la pareja debería indemnizar al otro con una cuantiosa cantidad de dinero. Cantidad de la que ella no disponía ni, muy probablemente, podría disponer en un futuro próximo.<br /></p><p style="text-align: justify;">Poco tiempo después surgió la idea, como surge la necesidad de beber agua cuando la sed llega al extremo de acartonar los labios, de una manera natural, necesaria y urgente. La solución pudo germinar en la cabeza de Sonia, o en la de Andrés, no importaba, ambos la hicieron suya de manera automática y dedicaron un esfuerzo conjunto a llevar a buen puerto su plan, aspecto que aún afianzó más su relación, como ocurre siempre que se planea conjuntamente crear algo nuevo o como sucede cuando se acomete una empresa delictiva, en la que el silencio resulta tan virtuoso como el éxito de la misma.</p><p style="text-align: justify;">A pesar de su inexperiencia en estas lides contaban con una gran ventaja: ella, debido a su trabajo, enfermera, poseía los conocimientos necesarios para que la ejecución de su proyecto fuese un éxito. Conseguir un potente analgésico no supuso problema alguno. Acceder a la ricina, procurando no dejar pista alguna sobre su adquisición, requirió un mayor tiempo, pues hubo que sortear varios obstáculos, algunos de ellos imprevistos, pero el proceso de indagación y obtención de la misma, acabo resultando más fácil para ella que para un profano en asuntos relacionados con la Medicina. <br /></p><p style="text-align: justify;">Una vez todo preparado, Sonia intentó, por última vez, resolver la situación con su marido mediante el diálogo; llegando a ofrecerle una compensación económica que, a pesar de suponer casi todo lo que poseía, resultaba muy inferior a lo que estipulada el contrato. Sin embargo, Luis Miguel rechazó tanto el dinero como las súplicas de Sonia para finalizar formalmente su relación. Se mostró inflexible, remitiéndose al convenio que ambos firmaron de forma voluntaria en su momento. Ella aguantó las lágrimas, y la rabia, lo mejor que supo y pudo, para no mostrarse vulnerable ante el hombre imperturbable que se encontraba enfrente. Ese hombre que, sin ser consciente de ella, había firmado con su intransigencia, en este caso de manera involuntaria, el fin de sus días. </p><p style="text-align: justify;">Tardaron un par de semanas en ultimar los detalles. Billetes de ferry, cerrar los vuelos, papeles falsos para ella, alojamiento en su lugar de destino, realizar transferencias de la cuenta conjunta del matrimonio a una donde Sonia figuraba como única titular, extraer dinero del cajero todos los días, hasta conseguir una cantidad en metálico que no superase el límite para viajar, pero que les asegurase poder vivir durante un tiempo largo con holgura, mientras encontraban una forma de sustento. Poseían la certeza de que un ingeniero con contrastada experiencia y una enfermera con un amplio historial y una formación actualizada no habrían de tener dificultad para encontrar un trabajo adecuado a sus capacidades en su destino, Guinea Ecuatorial, carente de personal formado en muchas especialidades.<br /></p><p style="text-align: justify;">Conseguir el sedante y la toxina, así como su utilización, constituía la parte inicial del plan. La huida de ambos a un país sin tratado de extradición, como era el lugar africano en el que pensaban recalar, representaba la culminación de la meta que perseguían: vivir juntos sin necesidad de ocultarse ni de mantener distancias físicas y temporales para responder a convencionalismos y contratos ajenos a su vínculo voluntario. </p><p style="text-align: justify;">Dejar su forma de vida atrás constituía una medida preventiva. Resultaba harto improbable que en la autopsia detectasen restos del tóxico que ella utilizaría. Cuando encontrasen el cadáver, dos o tres días después de su muerte, lo más probable es que hubiese desaparecido del organismo del muerto cualquier rastro del mismo, pero, para evitar complicaciones que acabasen en una condena penal, huir suponía una salvaguarda ante este hecho improbable, pero no imposible. </p><p style="text-align: justify;">El cinco de mayo supuso el inicio de la nueva vida de Sonia y de Andrés y el final de la de Luis Miguel. Sorprendentemente, todo resultó muy sencillo. A las 00,30, hora local de Marruecos, desembarcaron en Tánger. Continuaron viaje a Rabat desde donde embarcaron dirección Malabo. </p><p style="text-align: justify;"> Tras aterrizar en el aeropuerto de Santa Isabel de la capital guineana, recoger sus equipajes y traspasar si novedad el control de aduanas ambos sonrieron y se fundieron en un abrazo que selló para siempre el lugar donde habitaban todos los miedos e incertidumbres que les habían acompañado durante los últimos días. Como ocurre en estas situaciones, cuando llegaron a su alojamiento ambos sintieron como el cansancio se apoderaba de sus cuerpos. La adrenalina había cumplido su función y la actividad y el esfuerzo, sobre todo mental, que habían desarrollado durante estos últimos días se hacían notar. Ya no había planes que ejecutar, horarios que cumplir y miedos a fracasar. Había llegado el momento de dejarse llevar y de pintar de amaneceres ese proyecto vital de convivencia por el que habían llevado a cabo todo aquello, que meses antes resultaba inimaginable para ambos.</p><p style="text-align: justify;">No tardaron en encontrar trabajo. Sonia en una ONG, que necesitaba profesionales estables en su organización para dar continuidad a su proyecto sanitario. Andrés en un ministerio, que precisaba de ingenieros para llevar a cabo las obras públicas que el dinero del petróleo financiaba. Pronto se dio cuenta de que parte de su trabajo consistía en hacer proyectos sobre papel, atribuyendo unos precios desorbitados a cualquier apartado del proyecto, a beneficio de todo aquellos que medraban en despachos, concesionarias de obras y demás personal con algún poder sobre la ejecución de la obra. Él no se inmiscuyó en ello. Su principal interés residía en conservar aquello que le hizo llegar a ese país y lo demás sólo suponía un medio para ello. </p><p style="text-align: justify;">Por contra, Sonia si se mostraba crítica con el régimen dictatorial del país. Tal vez debido a que su experiencia laboral le llevaba a convivir con los más desfavorecidos, o con algunos de ellos, pues la pobreza en el país constituía una seña de identidad, o, quizás, debido a que su personalidad la empujaba a criticar las injusticias sociales y los abusos del poder. </p><p style="text-align: justify;">A Andrés no le importaba mucho la etiología de esa pulsión justiciera que parecía haberse instalado en ella. Lo único que le preocupaba era la energía y el tiempo que comenzaba a dedicar a dicha causa. Aspectos que, de manera progresiva, generaba una distancia entre ellos. Una brecha al principio inapreciable, pero que cobraba forma poco a poco, que les arrastraba a mundos paralelos. Él sentía que las campañas, el activismo de su pareja había sustituido a las confidencias, a los atardeceres llenos de miradas cómplices y a los abrazos que abrían la puerta al sexo y que, de igual manera, cerraban esa misma puerta, una vez satisfecha esa necesidad de sentir al otro lo más cerca posible.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, había algo que a él le fascinaba del comportamiento de Sonia. Le maravillaba que una mujer que mostró una gran frialdad para asesinar a un hombre al que le unía una relación íntima, a pesar de que esa persona impidiese su felicidad, unos meses después fuese capaz de posicionarse al lado de los más desfavorecidos contra un poder despótico y cruel, arriesgando su libertad o algo más. En un principio se sintió desconcertado, pero no tardó en darse cuenta de que ambas cuestiones respondían a un mismo principio: actuar ante la injusticia, bien se cometa con ella o bien recaiga sobre los demás, aunque sean personas con las que, a priori, no tenga ningún vínculo especial. </p><p style="text-align: justify;">Andrés barajó durante, aproximadamente, un par de semanas lo que implicaba el alineamiento social de Sonia con respecto a la relación de ambos. Del mismo lugar que surgió la idea que acabó con ellos en África nació la propuesta que él hizo a su pareja: adquirir de manera conjunta una casa más grande y, sobe todo, con vistas al mar, como ella tanto deseaba. Recordaba que en una de sus primeras conversaciones Sonia había manifestado que despertarse todos los días viendo el mar constituía su mayor anhelo. Tras la salida de Madrid todo había discurrido de manera muy satisfactoria, en especial en lo económico, y, entre ambos, no tendrían problema alguno en reunir el dinero suficiente para que el sonido del del Océano Atlántico llenase las esquinas de su futuro hogar.</p><p style="text-align: justify;">Como era de esperar, la respuesta a la propuesta fue afirmativa y, para sorpresa de la mujer, él la invitó a acompañarle a una casa en venta que, según creía, reunía todos los requisitos que ellos necesitaban. Cuando, al día siguiente, ambos salieron por la puerta ambos estaban de acuerdo ese lugar que acababan de abandonar sería su nueva residencia. Negociar el precio final, debido a los contactos de él en el Ministerio, resultó mucho más sencillo que en España, para sorpresa de ambos. Los siguientes pasos: anunciar a su casero que abandonarían su antigua casa, crear una cuenta conjunta donde depositarían el dinero del pago, gestionar todo los documentos para la adquisición de la nueva casa, concertar citas con los encargados de supervisar la venta...corrieron a cargo de él. El trabajo de él le proporcionaba un entorno que le facilitaba todo este proceso y Sonia no dudó en dejar todo en manos de su eficaz pareja, que parecía haber desarrollado una vitalidad y entrega perdida hace tiempo. </p><p style="text-align: justify;">Andrés se encontraba lejos cuando la Policía irrumpió en su casa, el mismo día que habían prefijado para zanjar la adquisición de la casa. En ese mismo momento o, tal vez, un poco antes o después acababa de colgar el teléfono para confirmar, por segunda vez, lo que ya sabía: la Policía de España no le incluía entre los sospechosos del asesinato de Luis Miguel. Solo Sonia estaba incluida en esa lista. Su abogado en Madrid, con el que había mantenido contacto durante este último mes, lo volvió a asegurar y él ya no tuvo duda alguna. Encendió el ordenador portátil y se conecto a la red wifi del aeropuerto. Cuando desbloqueó el aparato con su clave accedió a la aplicación de un banco y realizó la transferencia del total de la cuenta conjunta a una de la que él era el único titular. Después borró el archivo Confidencia de la carpeta Asuntos, ya no resultaba necesario, pues, tras imprimirlo, lo había enviado a la Comisaría Central de Malabo. El archivo Confidencia constituía un relato pormenorizado de las actividades que una enfermera de una ONG realizaba para ayudar a los más desfavorecidos. Actividades que suponían en determinados casos actuaciones perseguidas por el régimen del dictador guineano.</p><p style="text-align: justify;">Apagó la computadora y abrió un libro que sacó del bolso de viaje que llevaba con él. La página elegida se encontraba señalada por un marcapáginas y en espera de escuchar la llamada que le indicase que debía embarcar en el vuelo con destino a Madrid, leyó:</p><p style="text-align: justify;"> "<i>A diferencia del cazador, que encuentra placer tanto en abatir a la presa como en mostrarla, él sentía que lo importante radicaba en el proceso que conducía a que la mujer que deseaba, su presa en sentido figurado, expresara su deseo de estar con él. Después, una vez conseguido este objetivo, la relación solía perder interés, el instinto de cazador se veía saciado, excepto en los extraños casos en que sentía un interés que trascendía a lo meramente carnal</i>".</p><p style="text-align: justify;">Y entonces comprendió que Sonia y él tenían algo en común: la fidelidad a sus principios. Ella lo había apostado todo, y había perdido, para conseguir justicia. Él, en cambio había sido fiel a sus principios y, como ella, no había dudado en saltarse cualquier norma para conseguir a quién deseaba, pero, como decía el texto de Juan Morín, una vez conseguido lo que pretendía de una mujer ésta, más tarde o más temprano, perdía todo su interés y necesitaba encontrar otro reto, otra mujer a la que ganarse, para continuar sintiéndose vivo. </p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-46940727655148469162023-04-06T10:16:00.010+02:002023-08-19T20:04:15.926+02:00NADA IMPORTANTE <p><b id="docs-internal-guid-c48ad7e6-7fff-7401-2fa3-e685fe4a3a03" style="font-weight: normal;"></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><b id="docs-internal-guid-c48ad7e6-7fff-7401-2fa3-e685fe4a3a03"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">NADA IMPORTANTE</span></b></p><b id="docs-internal-guid-c48ad7e6-7fff-7401-2fa3-e685fe4a3a03"><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">Te reconocí en el carmín de una camarera,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">en el sabor del pan de maíz</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">y en la ausencia, que por momentos, aplasta.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">Me reconocí en la toma de decisiones,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">en la duda de los días corrientes</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">y en el cansancio que, en ocasiones, asfixia.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">Me siento, inestable,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"> sobre la pulsión </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre;">de estos caminos bifurcados,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">segmentados por la distancia a tus labios,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">a tus senos voraces y reconfortantes,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">transitando ese espacio entre tú </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">y miles de relatos imposibles</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">trufados de victorias improbables,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">contrapuestas a la realidad</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">de las vidas corrientes,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"> ancladas a sueños ocultos</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">en las profundidades de océanos domesticados,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre;">exangües tras cada claudicación.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">Ahora, detenido en este lugar desgastado,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">las mañanas aúllan una tras otra.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">Nada importante.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">Quizás no eras tú,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"> quizás no era yo,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">quizás sólo se trataba confusión</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre;">o de un sentimiento real</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre;">yaciendo en algún lugar sin nombre,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">en un lecho oxidado;</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"> hibernando en un cuarto de ventanas acenagadas</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">donde la carcoma de la esperanza</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">no encuentra su itinerario,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">y todo lo abarcable se transforma en un habitáculo interior,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"> iluminado de luna nueva</span></p></b><div><b id="docs-internal-guid-c48ad7e6-7fff-7401-2fa3-e685fe4a3a03"><p style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre;">sin resquicios</span><span style="font-family: Arial;"> al<span style="font-size: x-small;"> </span></span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre;">viento de la mañana,</span></p></b></div><b><span id="docs-internal-guid-c48ad7e6-7fff-7401-2fa3-e685fe4a3a03"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre;"> creador de caricias,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre;"> de la colisión de los cuerpos,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre;"> y del sonido de los bailes.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">Mientras, amanece hoy también, </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;">nada importante.</span></p><br /><br /></span> </b><p></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-20880413316351024142023-02-13T16:59:00.002+01:002023-02-13T16:59:39.304+01:00EDUCACIÓN CON MAYÚSCULAS<p style="text-align: justify;"> Uno, que envejece de manera irremisible y a la par se vuelve más escéptico, contempla el estado de lo que rodea y piensa que los bufones de Velázquez se han adueñado de todo aquello que podría convertirnos en una sociedad mejor. Resulta obvio, que cuando hablo de los bufones me refiero a esos personajes encargados de hacer reír a la Corte, y, por ende, a que sus descendientes en esta labor han conseguido hacer de la caricatura ley moral y también normativa.</p><p style="text-align: justify;">Mi deseo no es realizar una radiografía de esta sociedad, me apetece centrarme en exclusiva en una rama de este mundo que conozco medianamente, la Educación, y desvestir a esos reyes desnudos de toda coherencia, que solo pueden ser considerados bufones de una forma de pensar que está de moda. </p><p style="text-align: justify;">Comenzaremos, una vez más, por definir Educación y educación. Educación son aquellos procesos de enseñanza-aprendizaje que se producen en instituciones con el fin de que un individuo alcance a conocer, en la medida de lo posible, aquellos conocimientos y valores fundamentales de la sociedad en que vive. En otras palabras, se trata de que el individuo aprenda lo necesario para poder participar en todos los aspectos de esa sociedad. </p><p style="text-align: justify;">La otra educación es la que se proporciona en el hogar, donde se transmiten una serie de valores, como por ejemplo, la importancia de la responsabilidad. </p><p style="text-align: justify;">Esta primera distinción aleja a los gurús de las emociones del sistema educativo. No, el sistema educativo no debe impartir cuestiones relacionadas con la inteligencia emocional, aspecto que nadie a demostrado que exista, ni zarandajas por el estilo. La Escuela, debe contribuir a aumentar la autoestima del individuo, a su autonomía y a una capacidad crítica, mediante el aprendizaje de contenidos, y la presentación de distintos puntos de vista (razonados) de diferentes aspectos sociales y morales (cuestión que se evita a toda costa por los amantes de lo políticamente correcto).</p><p style="text-align: justify;">Una vez hecha esta distinción, pasemos a otros aspectos, también muy de moda.</p><p style="text-align: justify;">Vayamos con el asunto de la memoria. La memoria resulta imprescindible. De hecho, sin memoria no podríamos hablar, escribir, sumar, restar, multiplicar.... Y aquí es donde debemos hacer una distinción entre aquello para lo que estamos programados para aprender y aquello, que por su complejidad, nos resulta más difícil de aprender, y debemos realizar un mayor esfuerzo para adquirirlo.</p><p style="text-align: justify;">Cuestiones como el lenguaje oral, el concepto de número, la suma y la resta (existen pruebas realizadas a bebés de meses donde se muestra que a esas edades se tiene el concepto de número hasta tres y de suma y resta de estos números), ciertas nociones espaciales, nos vienen de serie. Es decir, que tenemos creadas las estructuras para el aprendizaje de este tipo de conceptos.</p><p style="text-align: justify;">Mi experiencia me dice que algo similar ocurre con el aprendizaje de la lectoescritura, que, salvo alumnos con dislexia o disgrafia, adquieren con una pasmosa facilidad. </p><p style="text-align: justify;">Estos aprendizajes se realizan sin "apenas" esfuerzo. Pero el resto de aprendizajes, requieren una mayor dedicación y la utilización de otras estrategias, entre ellas el uso correcto de la memoria. La memoria no resulta algo que está ahí y funciona sin más. La memoria va perfeccionándose a medida que madura nuestro sistema nervioso y, además, se entrena. Este proceso fundamental tiene un aspecto del que muchas veces no se habla, mucho menos los defensores de lo flower power, que es el de recuperación de la información. Para que la memoria funcione debemos ser capaces de recuperar la información y, por experiencia, una parte significativa de los alumnos que fracasan fallan en este apartado. Puede que por desmotivación, por falta de entrenamiento... No lo sé, pero fallan. La memoria, como cualquier otra actividad debe ser trabajada, mejorada y, en determinadas edades, mantenida, para evitar deterioros cognitivo. Resulta paradójico que a nuestros ancianos les invitemos a utilizar la memoria y a nuestros niños no.<br /></p><p style="text-align: justify;">Por otra parte, la memoria es fundamental para construir nuevos aprendizajes y para eso que los flower powers defienden de la creatividad. No recuerdo si fue Renzulli u otro de los grandes estudiosos de la superdotación, altas capacidades o como quieran llamarlo, que dijo que parte del éxito de estos alumnos se debe a recomponer lo que ya conocen de una manera distinta y original (en eso se basó buena parte de la obra de Leonardo da Vinci). Es decir, que para ser creativo tenemos que conocer, que tener almacenado en nuestra memoria, conocimiento con los que podamos "jugar" mentalmente para crear algo distinto. </p><p style="text-align: justify;">La memoria viene enlazada con otro aspecto, el de los conocimientos "inútiles" que aprenden los niños. Lo que voy a escribir a continuación se puede encontrar en la obra de uno de los filósofos cruciales para Occidente en los últimos siglos: Immanuel Kant y viene a decir que cuántas más cosas conozcamos mejor comprenderemos nuestro mundo. Siento decepcionar a bufones como Samantha Hudson y su afirmación absurda de que se siguen estudiando la lista de los reyes godos, parece ser que no se estudian ni en la licenciatura de Historia. Este personaje resulta un fiel reflejo de esta sociedad de la que hablaba al principio. Una sociedad en la que los bufones toman la voz y, en este caso, retransmiten lo que desean sus amos: una concepción de que lo único válido es lo útil desde un punto de vista material o porque está de moda. Una utilidad basada en la mentalidad del ingeniero o el snob, lo único válido es lo útil. Sin embargo, el sistema educativo, como se dijo con anterioridad debe hacer que el individuo conozca para comprender mejor el mundo y actuar en consecuencia, no dejándose manipular por mamarrachos como este tipo o toda la caterva que le da cabida en sus programas. </p><p style="text-align: justify;">Por cierto, Samantha Hudson, una anécdota personal. Este curso estoy haciendo apoyo dentro del aula a un alumno de 3º de la ESO con un TEA y, ¡sorpresa!, en Biología están estudiando aspectos como el consumo de calorías en la dieta, dieta equilibrada, índice de masa corporal, gasto de energía según la tipología de cada persona, lectura de etiquetas, diferencia entre fecha de caducidad, fecha de consumo preferente... Algo poco útil para la vida de los alumnos, como el lector podrá comprobar. </p><p style="text-align: justify;">Pero, volvamos al tema que nos ocupa. No todo en la Educación debe ser memoria, aunque, mal que pese a muchos, esta resulte crucial. Los defensores de la no memorización defienden que todo se puede aprender a través de actividades pintonas, que facilitan el aprendizaje sin esfuerzo. Cierto, existen actividades que pueden motivar a que se impliquen más los alumnos, pero, ¡ojo!, este tipo de actividades no conllevan que los alumnos aprendan los contenidos trabajados con solo realizar o completar este tipo de ejercicios. Esta es otra de las mentiras de los flower powers. El hecho de que una actividad sea más lúdica no implica aprender. En muchos casos el alumno deberá analizar lo que ha hecho, que conocimientos hay en dicha tarea y volver a repasarlos. Que una tarea sea lúdica, que motive más a participar a los alumnos, especialmente a algunos, no significa que vayan a adquirir de manera automática los conocimientos. Sin olvidar que muchas de estas tareas son atractivas por el efecto novedad. Cuando este decae también se pierde esa fuerza de atracción de parte del alumnado. También cabe reseñar que existen estudios desde la neurología que aseguran que uno de los problemas de este tipo de sistemas de aprendizaje tienen un problema, el mismo que el del otro tipo de actividades si no se plantean correctamente, la transferencia de los aprendizajes, lo que antes conocíamos como la generalización. El problema es que los alumnos <i>per se </i>suelen ser capaces de aplicar lo aprendido a otros contextos. Necesitan, como es lógico, que los docentes presenten otro tipo de actividades para que apliquen lo aprendido a otros contextos. En definitiva, ocurre lo mismo que en el llamado aprendizaje memorístico, siempre que no se plantean de manera adecuada la adquisición de conocimientos.</p><p style="text-align: justify;">Capítulo aparte merece ese afán de cambiar a las personas, a los niños, para conseguir que sean seres beatíficos y perfectos, debido a una educación de los sentimientos y no sé que más. A este respecto sólo decir que quien quiera milagros se haga católico y se vaya a Lourdes o Fátima. Estas zarandajas de formar seres bondadosos y demás solo se le puede ocurrir a alguien que desconozca cómo funciona la sociedad y cuál es la función de la Educación. </p><p style="text-align: justify;">Empezando por el primer aspecto. Todos los individuos, hasta los flower powers, viven en diferentes contextos, que nos influencian. Resulta obvio, que el primer agente socializador de los individuos es la familia y de ahí nacen muchas de las respuestas de los niños ante el mundo que los rodea. Entre los docentes no resulta infrecuente hablar del "ambiente que tiene en casa" para explicar ciertas cosas que ocurren en determinados alumnos de nuestros centros. Imagino que no hará falta explicarlo de manera detallada, pero que sepan los flower powers, que no todos han tenido una vida regalada y que algunos niños tienen problemas en sus hogares, que van de los más nimios a algunos inimaginables para las personas de "bien".</p><p style="text-align: justify;">Alguien puede responder: ¡Hombre, para eso están los centros educativos, para cambiar esas realidades! Hasta cierto punto tienen razón, siempre que sea factible. Si el tutor habla una y otra vez para que su hijo haga las actividades, estudie o, simplemente, acuda al centro limpio (sí, esto sigue ocurriendo) y no se produce una respuesta adecuada por parte de los progenitores, existe un problema. Una reflexión antes de seguir profundizando en el asunto: Para cualquier docente es mejor que los alumnos sean todos muy listos, aprendan sin esfuerzo y se porten bien en clase, pero eso, por la diversidad de todo tipo que existe: social, intelectual... es imposible.</p><p style="text-align: justify;">Volvamos al asunto de cambiar a las personas, los alumnos son personas, nunca lo olvidemos. Una persona puede cambiar una conducta por dos motivos: porque ella lo desea y se pone a ello, porque alguien se lo impone.</p><p style="text-align: justify;">Un ejemplo de lo primero sería cuando una persona decide dejar de fumar, adelgazar... Y, como el lector habrá inferido, no siempre se consigue llevar a cambio ese tipo de cambios voluntarios. Alguien puede preguntarse si los niños no tienen la capacidad de cambiar <i>motu proprio </i>para alcanzar lo que se le pide o lo deseable. Para contestar a esta pregunta lo primero es distinguir entre lo funcional y que socialmente funciona.</p><p style="text-align: justify;">Lo funcional es aquello que a una persona le sirve para desenvolverse en su entorno, sin que ello implique que sea lo deseable para alcanzar todo su desarrollo y/o conseguir los objetivos que debería alcanzar. Lo podemos ver con nuestros hijos, sobre todo los adolescentes. El orden parece ser su enemigo, en especial en su habitación. Este desorden conlleva continuas reprimendas, cuando no pequeños castigos. ¿Por qué no cambian si conocen la conducta correcta? Porque no les aporta nada sustancial en su vida y en sus necesidades y preferencias. </p><p style="text-align: justify;">Imagine el lector que un niño pequeño o un adolescente solo ha conocido una determinada forma de relacionarse con su entorno cercano, entre el que se incluye la Escuela, porque es lo que ha conocido en casa. Lo normal es que lo reproduzca, sin mayor cuestionamiento. Son niños y jóvenes con un número de experiencias limitadas, que no pueden comparar. </p><p style="text-align: justify;">Para entenderlo mejor bastará poner un ejemplo. Un niño sin gafas, por lo general, no va a decir que ve mal a un adulto, por el mero hecho de que siempre ha visto mal y no puede comparar lo que implica tener una agudeza visual correcta y lo que no lo es. Ha crecido con ese problema y no concibe que sea tal, porque nunca ha podido comparar. Esto es lo que ocurre en muchos niños con problemas, no en todos, y por eso es complicado que cambie. Es complicado que cambie porque no tiene modelos y porque ese cambio es incertidumbre, lo que hace hasta ese momento le sirve para ir tirando y lo que le dicen que tiene que hacer es complicado y, sobre todo, incierto.</p><p style="text-align: justify;">El segundo tipo de cambios, la imposición externa de otro tipo de conductas resulta más complejo y, al igual que en el anterior caso, no siempre da buenos resultados o los cambios no resultan todo lo importantes que quisiéramos. Existen múltiples formas de hacerlo, por lo general asociados al conductismo, trabajando a la vez aspectos como la autoestima y el sentimiento de autoeficacia tanto en lo académico como en lo social, que no siempre dan buenos resultados y para que funcionen, en especial en lo académico, hay que trabajar a pico y pala con el alumno, día tras día, para conseguir logros muchas veces pequeños, casi nunca grandes (excepto al principio, una vez más la novedad), y en ocasiones de regular tamaño (que permiten al alumno tirar para adelante sin grandes alaracas y con gran dependencia del docente).</p><p style="text-align: justify;">Pero, que quede claro, como he escrito en el párrafo anterior, que los avances, por lo general, son en el campo académico, porque desde los centros no se pueden cambiar las dinámicas familiares, y mucho menos si las propias familias no quieren. </p><p style="text-align: justify;">Crear seres de luz es una estupidez digna de estúpidos flower powers, que ante los problemas reales, que en muchos casos desconocen, utilizan discursos huecos, llenos de vaguedades y presuntas buenas intenciones, que lo único que dejan ver es su estulticia y el desconocimiento de lo que es la Educación. Los flower powers, que tanto hablan de Educación, necesitan conocer quien es el mejor docente del año y luego descubren que los alumnos <a href="https://www.lavozdelsur.es/actualidad/educacion/rajan-ruedas-coche-mejor-profesor-secundaria-tenemos-parar-ya-violencia-en-aulas_274533_102.html#:~:text=Antonio%20P%C3%A9rez%20Moreno%2C%20profesor%20de,ataque%20violento%20en%20su%20instituto.">le rajan las ruedas del coche</a>. La gente que nos dedicamos a trabajar no tenemos tiempo para gastarlo en darnos publicidad, como hacen todos estos tipos que suelen ser un fraude. Pero los pijos necesitan tener un referente que les diga que todos somos malos y que hay gente que sí sabe como hacer bien las cosas. ¡Error! No existen fórmulas mágicas en Educación, solo el trabajo diario, a veces repetitivo y monótono por la insistencia, por ejemplo, en la adquisición de hábitos que lleva a que nuestros alumnos aprendan, especialmente aquellos alumnos que tienen más dificultades para adquirir los contenidos trabajados en el aula. </p><p style="text-align: justify;">Me gustaría acabar aclarando una cosa: el sistema educativo y la gran mayoría de docentes (en todos los colectivos hay ovejas negras) nos dejamos los cuernos para que todos, repito: TODOS LOS ALUMNOS, tengan las mismas oportunidades, que en eso consiste la Educación y no ideas de cuatro pagafantas. Si alguien defiende que eso no es cierto, que no dude en escribir un mensaje en esta entrada y hablamos de datos de asistencia a clase, implicación de las familias... También es verdad, que el pagafantismo da más dinero, porque sus seguidores suelen ser de clases medias altas, que son los que tiene la pasta. Basta ver como un tipo como Seligman, que en 1975 andaba definiendo la indefensión aprendida ahora se dedica al buen rollito y ser líder los flower powers pagafantes del orbe. </p><p style="text-align: justify;">Espero haber ayudado a aclarar algunos conceptos y desenmascarado a algunos estafadores.</p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"> <br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-46127951740155257892022-12-04T13:33:00.002+01:002022-12-04T13:33:54.934+01:00¡BUENOS DÍAS!<p style="text-align: justify;">Esa mañana de domingo amaneció junto a ella en la cama. Se detuvo a contemplarla mientras dormía. A pesar de que sus preciosos ojos permanecían ocultos, él disfrutaba mirando su hermoso rostro plácido, que en nada se asemejaba al que unas horas atrás dibujaba en sus facciones una mezcla primigenia de amor y deseo en porcentaje fluctuante, en función de una hermética fórmula que nadie había sido capaz de desentrañar, ni, por otra parte, a nadie debiera interesarle hacerlo, por la inutilidad de tal hecho.</p><p style="text-align: justify;">Y allí, en la penumbra de su habitación, embelesado por ese pequeño y hermoso rostro que no se cansaba de ver, comprendió que hasta hace bien poco no hacía el amor, practicaba sexo, ocasionalmente, y volvió a recordar la diferencia entre hacer el amor y tener sexo. En realidad, según él, solo se trataba de un matiz. Un matiz tan necesario, y tan inmenso, como estar vivo o estar muerto; como desnudarse externamente o internamente; como sentir solo placer o a la otra persona dentro de uno mismo mientras se entra en ella.</p><p style="text-align: justify;">Escuchó su propio corazón en ese silencio solo roto por la respiración de ella y sintió que esa mezcla de sonidos rítmicos esenciales, componían una melodía básica en la que se fundamenta todo lo que vivía en ese momento. La respiración de ella y el latido del corazón de él. En resumen: la vida de la persona que amaba. </p><p style="text-align: justify;">Por un momento pensó en esa imagen que podía transmitir a quienes no le conocían y lo diferente que en realidad podía llegar a ser. Quienes se habían tomado la molestia de saber cómo concebía y sentía el mundo le definían como un tipo con un sentido del humor ágil y, en ocasiones, irreverente, que escondía a una persona sensible, en ocasiones extremadamente sensible. Tal vez, solo tal vez, de ahí que el sentido del humor se hubiese convertido en su tarjeta de presentación. Mostrar sensibilidad solo debe hacerse con las personas y en los contextos apropiados. Poseía la certeza de que el mundo podía seguir girando con una pequeña dosis de sensibilidad institucionalizada (el día de..., un hecho luctuoso repetido hasta la saciedad en los medios...) y él no quería cambiar esos esquemas de funcionamiento. Solo quería mostrarse como era a quienes consideraba que podía hacerlo.</p><p style="text-align: justify;">Un ligero movimiento de ella le hizo olvidar todo y volvió a concentrarse en su rostro y en el bulto, su cuerpo, que se perfilaba bajo el edredón. ¡Cuántas veces había deseado ese cuerpo! ¡Cuántas veces se había quedado con ganas de decirle lo que sentía! Hasta que un día decidió quemar sus naves y, de una manera torpe, como corresponde a la persona tímida que era, se lo expuso. En estas situaciones siempre le ocurría lo mismo: la sensación de alivio tras hacer participe a la otra persona de lo que le corroía por dentro se adueñaba de él. Hasta los sonidos del exterior se amortiguaban para sentirse imbuido de esa paz, que precedía a la inmediata respuesta que modificaría esa sensación, para bien o para mal. </p><p style="text-align: justify;">¡La deseaba tanto! ¡La amaba! Necesitaba hacer el amor con ella en cuanto se despertase. Necesitaba repetirle, una y otra vez, que la amaba mientras se sentía dentro de ella; mientras la recorría de manera lenta; mientras le recibía con la necesidad tranquila y compulsiva de quien espera fundirse en el espacio, en el tiempo, en una respiración, con aquel con el que ha construido un universo sin puertas ni ventanas, solo con la energía gravitacional de lo recién construido en torno a dos cuerpos, a dos pasiones, a dos personas deseándose infinitamente en los limites sustanciales de sus cuerpos y de su tiempo. </p><p style="text-align: justify;">Sentía la necesidad de que despertarse; de que abriese sus preciosos ojos; de sentirla por completo junto a él, de ella, pero poseía la certeza de que observarla así, a su lado, constituía una experiencia magnífica, que hace no mucho tiempo resultaba impensable. Se sentía afortunado de poder observarla con el detenimiento que proporciona la seguridad de que ella se encontraba junto a él. Con la seguridad de que había renunciado a muchas cosas para poder compartir ese lecho con a él. </p><p style="text-align: justify;">Un silencio inespecífico se apoderó del momento tras las frases en las que él exponía sus sentimientos hacia ella. La terraza en la que se encontraban parecía sellada al mundo exterior en espera de una respuesta, de una solución al ese acto teatral real, que aún no tenía un género asignado, ¿comedia o tragedia?. "Me gusta mucho lo que me has dicho, pero no puedo. Lo siento". Y el mundo explotó en mil pedazos, que él estaba dispuesto a recoger con prontitud. En el fondo esperaba escuchar algo similar. Creía conocerla y en su mente anticipó, tiempo atrás, que optaría por la opción más fácil: seguir como hasta ahora. Sin embargo, él se enfrentaba a un gran reto: descubrir si sus sentimientos eran recíprocos. El asunto radicaba en saber si sus palabras se correspondían con la realidad o con la lucha entre sus sentimientos y su situación personal, sus obligaciones y su férrea moral uncida por el sentimiento de lealtad hacia los suyos, anteponiéndolo a sus propios sentimientos y necesidades. </p><p style="text-align: justify;"> Sintió la necesidad de darle un beso en la frente. Un beso lento, casi una caricia, que no la despertarse. El calor de su cuerpo casi inmóvil impregnaba todo, el cuerpo de ella, el de él, la penumbra, la espera hasta que despertase, la razón, el deseo. En ese momento sintió la impresión de ese calor atravesando su piel y ya no la miraba con los ojos, solo la percibía a través de lo que ella irradiaba y sentía que la amaba aún más, como cuando se descubre la felicidad tras la desgracia o unos ojos nuevos que te hacen enfebrecer solo con mirarte. Y volvió a depositar con suavidad sus labios en su frente, para intentar transmitir sin palabras todo aquello que en ese momento sentía.</p><p style="text-align: justify;">En ese instante ella abrió sus ojos y sonrió, pero los volvió a cerrar. Él no pudo evitar recordar ese momento en el que ante la negativa de ella respondió diciéndola: "Sé que yo también te gusto. No sé cuanto ni como, pero te sientes atraído por mí". Se la jugó, tal vez de farol, pero era lo que correspondía en ese momento. "¡Qué más da! No puedo, tengo obligaciones. Aunque quisiera...". Había ganado la partida y ambos lo sabían. El sentimiento resultaba mutuo. Aunque aún desconocía como hacerlo, todo consistía en envolverla en el amor que él sentía por ella. En ilusionarla. En hacerla sentir especial. En contarla, de mil formas diferentes, lo que sentía por ella. </p><p style="text-align: justify;">De nuevo ella volvió a abrir los ojos, a sonreír y mirándole dijo: ¡Buenos días!. Él respondió: ¡Buenos días! ¡Te amo! Se acerco a ella. La besó en los labios despacio, a modo de preludio al nuevo día, para luego besarse con la necesidad de escucharse en el otro, de generar un inicio para poseerse y entonces ella comprendió que había tomado la decisión correcta cuando se dejo llevar por sus sentimientos.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-53481032963607182042022-10-07T19:58:00.002+02:002022-10-07T19:58:54.364+02:00EL MOMENTO ADECUADO<p style="text-align: justify;"> A pesar de su edad hasta ese momento no había comprendido que en lo relacionado con el amor y con las relaciones asociadas el dolor podía constituir un elemento tan importante y común como el placer o el bienestar que este genera. La convivencia, el final de la misma. La unión, la separación. La compañía, la soledad. El deseo de estar solo, el sentimiento de soledad. El conformismo, el inicio de una nueva búsqueda... El anverso y el reverso. Disfrutar y sufrir.</p><p style="text-align: justify;">Él, Manuel, ahora se encontraba en algún lugar del reverso, ya conocido con anterioridad, pero con unos matices distintos a lo vivido hasta entonces. Con absoluta certeza esta mutación se debía a dos cuestiones: un cansancio indefinible, cimentado en una acumulación, tampoco excesiva, de fracasos y el escepticismo que empezaba a adueñarse de él sobre su propia capacidad para convivir con alguien. Esta forma de afrontar esta etapa lo encaminaba a seguir el sendero de la prudencia, de la frialdad racional antes de tomar decisión alguna sobre hacia dónde encaminarse y, sobre todo, con quién debía rehacer el camino. Él lo resumía esta forma de vivir esta situación en tres palabras: ¡La puta edad!</p><p style="text-align: justify;">Todo ello no le impedía utilizar algunas plataformas de citas, "para no aburrirse... Y si cae algo, pues...", explicaba a algunos de sus conocidos. De ahí salieron varias citas y alguna aventura de una noche en la cama, que no tuvieron continuidad. Ni él ni su compañera ocasional tenían mayor interés en volver a verse de manera concertada. </p><p style="text-align: justify;">Manuel se dejaba llevar. Los días no resultaban iguales, pero sí faltos del aliento vital, que convierte lo cotidiano en algo excepcional. Cabalgaba sobre las semanas, sobre los meses, con la tranquilidad de quien no espera nada, absolutamente nada, y solo se deja llevar revestido por la certeza inapelable del paso del tiempo. Acompañaba al frío de las noches de enero, al calor de las tardes del estío, el nacimiento de la luz y la vida en primavera y la paulatina claudicación de la luz en otoño, reflejada en los ocres que tintan el suelo de antiguas y efímeras existencias vegetales. </p><p style="text-align: justify;">De vez en cuando escuchaba <a href="https://www.youtube.com/watch?v=yD_s675ZbzQ">La canción del daño</a>, de León Benavente, y, aunque trataba de no hacerlo, se sentía identificado con la cruda letra, una historia de mil historias tan certera como lúcida. De manera automática, como si de un resorte que le impelía a salir del abismo se tratara, se proponía hacer mil y una cosas diferentes, que con el paso del tiempo iba olvidando. </p><p style="text-align: justify;">En una de estas fases agudas que le empujaban a cambiar, a abandonar su abandono, conoció a Blanca. Blanca puede describirse como todo aquello que necesitaba Manuel, sin él intuir siquiera que lo necesitase. Tal vez solo buscase, en un primer momento, que todo fluyese sin grandes pretensiones ni expectativas. Lo esencial, lo nuclear, radicaba en que todo parecía avanzar con facilidad. No existían preguntas innecesarias ni respuestas abruptas, solo aquello que los unía. </p><p style="text-align: justify;">Por supuesto, Blanca le resultaba atractiva. Miente quien defiende que el físico no tiene importancia a la hora de iniciar una atracción; la primera impresión, positiva o negativa, entra por los ojos. Después ya cada cual debe jugar sus cartas, pudiendo modificar esa primera impresión. </p><p style="text-align: justify;">Cuando Manuel describió a Blanca a sus amigos, que aún no la conocían, dijo de ella que "era morena, guapa, bajita y con un buen culo". Por supuesto también habló de su personalidad, pero eso pareció importar menos a sus oyentes y lo que verdaderamente provocó la curiosidad en ellos tenía que ver con aquello que se puede percibir a través de los ojos. Cuando la conocieron no dudaron en felicitar a su amigo porque "parecía muy maja", mensaje que, de manera eufemística, significaba que concordaban con la descripción inicial que su amigo les dio de su nueva pareja, al menos en la parte que a ellos les interesaba. </p><p style="text-align: justify;">La relación volvió a hacer que Manuel volase a ras de suelo, de nuevo. Había olvidado esa sensación. Tal vez porque hubiese desterrando la posibilidad de volver a vivirla en ese caldo espeso formado por la dejadez, que durante los últimos tiempos le había invado. Ahora le importaban poco las horas, los días o las noches, la lluvia o el viento, el Sol o la Luna, los sueños o la realidad, la sed o el hambre, viajar o permanecer en la cama... Porque las horas, los días, las noches, la lluvia, el viento, el Sol, la Luna, los sueños y la realidad solo constituían un escenario en el que vivir junto a Blanca, que daba sentido a todo. La sed era un anhelo de los labios de Blanca o de los fluidos de su vagina y el hambre solo existía cuando no podía poseer su cuerpo en la cama de sus casas o en cualquier otro lugar donde se encontrasen de viaje.</p><p style="text-align: justify;">Manuel aún seguía en la fase de enamoramiento, Blanca también, cuando ella, por primera vez, le invitó a compartir unas rayas. Era sábado por la noche, se encontraban en un local de moda para gente que se encontraba en el entorno de los cuarenta y le dijo que fuesen al servicio a "meterse unos tiritos". Él se sintió desubicado. Respondió que había fumando mucha maría y mucho costo, pero que hacía tiempo que lo había dejado, y que "nunca se había metido farlopa, porque se conocía y sabía que iba a acabar enganchado".</p><p style="text-align: justify;"> "Mira, yo suelo pillar medio pollo algún sábado, más o menos una vez al mes, lo suelo compartir con una amiga. Nos metemos tres rayas cada una, como te he dicho, igual en un mes o en un mes y medio no vuelvo a probarla. Si tienes cuidado no acabas pillado. Yo llevo así unos cuantos años", explicó mientras le enseñaba con mucho sigilo la bolsa donde se encontraba el medio gramo de cocaína. </p><p style="text-align: justify;">Indeciso, Manuel demoró su respuesta. Por una lado quería compartir la sensación con Blanca, pero, por otra parte, sentía pánico ante la idea de la adicción que generaba esa droga y él sabía que si la probaba le iba a gustar y iba a repetir con demasiada frecuencia. Tras unos segundos, confuso aún, declinó la invitación. </p><p style="text-align: justify;">"No pasa nada. Lo entiendo", contestó ella antes de darle un beso en los labios e irse al servicio. Cuando volvió, varios minutos después, él la observó y no notó nada, tal vez los ojos un poco más abiertos, pero dos minutos después ella cambió. Comenzó a moverse, bailar, acercarse a él de manera sugerente. Fue en ese instante donde Manuel se decidió: "Vamos al servicio, yo también quiero estar como tú" y ambos se encaminaron al servicio de hombres, en el que no había que esperar para entrar. </p><p style="text-align: justify;">La noche discurrió de manera divertida y frenética. Al menos así lo recordaba él, cuando se despertó, ya con el mediodía superado, junto a ella. A su lado Blanca seguía dormida, mientras la miraba embelesado. La amaba. Era feliz. No necesitaba nada más. </p><p style="text-align: justify;">Ambos seguían enamorados algún mes después, pero la rutina diaria de cada uno iba reclamando su lugar en la vida de ambos. La magia comenzaba a desvanecerse, aunque querían, y necesitaban, seguir el uno junto el otro. Sin embargo, no varió la necesidad de seguir saliendo los fines de semana para romper con todo aquello que la semana conllevaba. Pero, como todo aquello que se repite por sistema, este aspecto también terminó por adoptar el color gris de lo predecible y solo algún viaje ocasional conseguía rebajar la tonalidad cenicienta. Esta previsibilidad, con total certeza, influyó en que ambos aumentasen la cantidad de cocaína que adquirían y consumían La euforia que les procuraba cada raya conseguía que abandonasen todo lo que en su mente les lastraba, abandonándose el uno en el otro y en sí mismo.</p><p style="text-align: justify;">Durante más de un año limitaron este estilo de vida a fines de semana, algún viernes, cada vez más, y todos los sábados. Los domingos no solían probar la droga, pero, de vez en cuando, hacían excepciones. </p><p style="text-align: justify;">Llegado ese momento, Manuel sabía que el siguiente paso en esa recorrido que habían emprendido Blanca y él hacía tiempo poseía un nombre: adicción. De nuevo, como cuando ella le ofreció consumir por primera vez, se sentía confundido. De nuevo, analizó los pros y los contras. </p><p style="text-align: justify;">Dos días después había tomado una decisión, que Blanca sabría cuando llegase el momento oportuno.</p><p style="text-align: justify;">Esa misma tarde el móvil de Blanca sonó. En la pantalla aparecía una foto de Manuel, mientras sonaba un tema de Vetusta Morla. "¿Qué se le habrá olvidado?", pensó. Cuando pulsó el botón verde sobre la pantalla escuchó una voz femenina: "¡Buenas tardes! Conoce usted a Manuel Sánchez Vela", inquirió la voz. Ella, sorprendida, respondió: "Sí, es mi pareja". "Siento comunicarle que ha fallecido hace unos minutos debido a un accidente de tráfico". No oyó nada más. La luz se desvaneció, el alma, en el que no creía, pareció deslizarse fuera de ella a través de todos y cada uno de los poros. Apenas escuchaba a alguien preguntándole desde el otro lado del teléfono si seguía ahí. Haciendo un esfuerzo hercúleo, como el boxeador que se levanta por enésima vez del suelo del ring para continuar el combate, solo acertó a articular: "¿Dónde está?". La voz femenina le explicó que estaban trasladando el cuerpo al Instituto Anatómico Forense...</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Pasaron dos o tres meses desde el fallecimiento de Manuel antes de que ella se atreviese a enfrentarse a los papeles, recuerdos conjuntos y demás objetos de él. No cabe duda de que el hecho de recibir la notificación de la autopsia, donde certificaba que cuando tuvo el accidente no se encontraba bajo el efecto de la cocaína, contribuyó a abordar esta tarea, pospuesta hasta ese momento <i>sine die</i>. El contenido de esa carta había liberado a Blanca de un sentimiento de culpa que la asfixiaba desde el trágico día en que perdió a la persona a la que amaba. Nunca se hubiese perdonado que la causa del fallecimiento, o la posible causa, hubiese estado vinculada al uso de la cocaína, que él no había probado con anterioridad hasta que ella se la había ofrecido aquel sábado. </p><p style="text-align: justify;">Al poco de entrar en la casa encontró un sobre en el que se podía leer: Para mi amada Blanca. Se tomó un tiempo antes de cogerlo y ver su contenido, porque el significado de lo que acababa de ver descartaba todas las certezas que poseía sobre el luctuoso suceso que había acabado con la vida de Manuel. Aunque desconocía el contenido, tenía conciencia plena de lo que implicaba: él sabía que iba a morir. </p><p style="text-align: justify;">Un día antes del accidente había comprando un gramo de cocaína, que no había consumido. Hoy la llevaba en el bolso, "por si acaso", y ante lo que acababa de ocurrir decidió hacer uso de la misma. Se hizo una raya y la esnifó antes de abordar la lectura de la carta dirigida a ella. </p><p style="text-align: justify;">Cinco minutos después, cuando decidió que su ánimo era el adecuado, abrió el sobre y extrajo un único folio de él y leyó en voz baja:</p><p style="text-align: justify;">"Querida Blanca, si está leyendo esto lo primero que debo hacer es pedirte disculpas. </p><p style="text-align: justify;">Como ya intuirás mi muerte no se debe a un mero accidente. En realidad, se trata de un suicidio. De nuevo te pido disculpas. </p><p style="text-align: justify;">Sé que, seguramente, no vas a entenderme ni a perdonarme, pero, al menos, me gustaría explicarte lo que me ha llevado a tomar esta decisión. Espero que lo leas hasta el final, aunque después acabes odiándome.</p><p style="text-align: justify;">Unos días antes del accidente me di cuenta de que íbamos camino de convertirnos en unos adictos a la coca y pensé en las opciones que se presentaban ante esta realidad. Las dos opciones, obvias, eran dejar de consumir o seguir hasta el final. </p><p style="text-align: justify;">La primera opción nos privaría de esos momentos, los mejores de nuestra relación desde hacía unos meses, y, muy probablemente, acabaría separándonos, pues el día a día no nos gustaba a ninguno de los dos y necesitábamos ese escape, controlado, para salir de la realidad que nos envolvía. Sabes, no quería volver a pasar por el dolor que implica una ruptura, el sentimiento de soledad, la nada. </p><p style="text-align: justify;">Seguir consumiendo nos llevaría a no ser nosotros nunca más y yo estoy enamorado de ti, y no creo que lo estuviese de una persona adicta, que solo viviese para meterse rayas. Una persona que no es la que yo conocí y a la que, hasta la fecha de mi muerte, seguía amando.</p><p style="text-align: justify;">Ante esta disyuntiva, el dolor o la adicción, y lo que ello conllevaba, solo parecía existir una salida, dejar todo tal como estaba en este momento y lo que he hecho me ha parecido la única forma de mantener todo suspendido en el tiempo, aunque sea a través de tu recuerdo. De nuevo te pido disculpas, pero creo que es lo mejor para ambos. Tú, con el tiempo, podrás rehacer tu vida. Yo no sufriré ni dependeré de ninguna sustancia para ser feliz.</p><p style="text-align: justify;">Te amó."</p><p style="text-align: justify;">Mientras arrojaba lo que quedaba de la cocaína a la taza del váter, mascullaba entre dientes: "Podías habérmelo dicho, en vez de suicidarte, ¡hijo de puta!" Y en ese momento lloró, porque recordó que en las fechas anteriores a su suicidio ella también había pensado lo mismo que él la había contado por escrito y tampoco se lo dijo. Simplemente lo pospuso hasta que llegase el momento adecuado.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-77749818901445184842022-10-03T16:24:00.003+02:002022-10-03T16:26:07.363+02:00EN REALIDAD<p style="text-align: justify;"> El mar se encontraba a unos metros. La Luna Llena, mucho más distante, formaba una línea que iba ganando en grosor a medida que se acercaba a la orilla, atravesando el agua desde el horizonte hasta los espuma que se formaba en el borde de la arena. Esta distribución de la luz no podía evitar recordar a los cuadros tenebristas, dotando al conjunto de la misma potencia que alguna de las obras del genial Caravaggio.</p><p style="text-align: justify;">Lo que no se podía ver, se podía sentir, o no sentir, como el aire que se encontraba detenido. Esta quietud pudiera hacer pensar que esa ausencia de viento se pudiese deber que ese aire quería participar en la escena como un mero espectador o, tal vez, en realidad estaba descansando del inmenso trabajo que había supuesto mantener a flote el Terral, que había elevado las temperaturas sobremanera, en los tres últimos días y que, por fin, había amainado. La escena en su conjunto parecía sostenerse en un delicado equilibrio que invitaba a sumergirse en él sin preámbulo alguno. </p><p style="text-align: justify;">En realidad, invitaba a que ambos se abrazasen y se besasen, formando parte de ese magno decorado...</p><p style="text-align: justify;">Así comenzaba la novela que lo había afianzado entre los escritores más conocidos, y vendidos, del país, y de algún otro de habla hispana. </p><p style="text-align: justify;">El argumento, en el fondo, no aportaba ninguna novedad a la Literatura. Un hombre de unos cuarenta años se traslada a una población nueva, bastante lejana de aquella en la que residía, para comenzar, en muchos aspectos, de nuevo. En ese lugar costero conocía a varias personas, solía veranear allí, y quiere profundizar en una relación con una mujer por la que siente una cierta atracción, tanto física como intelectual. </p><p style="text-align: justify;">El inicio de la novela narra el momento en que vuelven a revivir una situación que hacía unos cuantos años había tenido lugar entre ellos. En las siguientes páginas se describe como esa relación se va afianzando, y ambos parecen haber encontrado lo que llevaban tiempo buscando (tal vez, únicamente, no sentirse solos).</p><p style="text-align: justify;">Hasta aquí nada haría presagiar el éxito que tendría Luis Orellana, que así firmaba su autor, con su opera prima. Sin embargo, en este momento se encontraba rodeado de una serie de personalidades de la cultura y de la vida social, que le iban acompañar en la entrega de uno de los más prestigiosos premios literarios, al menos por la cuantía del mismo. Galardón que reconocía el más de medio millón de ejemplares vendidos de Lejos de la hipocresía, el título del libro, que unía en ese momento a toda esa gente tan dispar en aquel lugar. </p><p style="text-align: justify;">En el amplio salón, junto al premiado, se encontraban personalidades de la cultura patria; prohombres de los medios de comunicación, entre ellos tertulianos de diverso pelaje y la misma condición; representantes de la Política de diversos partidos, todos con la mejor sonrisa y con necesidad de aparecer en la foto junto al homenajeado; algunos actores asociados a una forma de pensamiento en boga en ese momento; unos cuantos cantantes de la misma cuerda ideológica, así como ciertos representantes de colectivos varios, entre ellos un muy destacado y conocido miembro de una asociación gitana, que se encontraba allí porque la novela, en un giro inesperado, se inmiscuye en el mundo calé y en sus costumbres. Aunque sería más preciso apuntar que refleja las costumbres de ese colectivo, y de toda la sociedad española, a finales de los años noventa. </p><p style="text-align: justify;">Tras ese reencuentro descrito al inicio, que sirve de base para crear una relación entre ambos protagonistas, el hilo argumental vira de manera brusca cuando el protagonista, Pablo, conoce a una adolescente de etnia gitana de 15 años y se enamora como solo se puede hacer cuando se arroja al infierno el miedo a equivocarse. </p><p style="text-align: justify;">Pablo conoce a Saray, la adolescente, casi mujer, que le incendia cada una de sus células, en clase. Es su alumna. Él ejerce de profesor de Lengua y Literatura en un instituto y ella es la única alumna de etnia gitana que acude regularmente al centro educativo, el resto apenas hacen acto de presencia, estando muchas de ellas ya casadas y, en algún caso, siendo ya madres a temprana edad. En realidad, Saray es el único miembro de ese colectivo que acude con regularidad a clase. Por suerte para Pablo, que cuenta cada uno de los segundos que restan hasta la próxima que coincidan en el aula. </p><p style="text-align: justify;">No resulta difícil encontrar el paralelismo entre el planteamiento de Luis Orellana y el clásico de Nabokov Lolita. Al menos en un principio porque la historia se iba adentrando en recovecos trágicos, pero nada que ver con la obra del ruso, nacionalizado estadounidense. El best seller del español incidía, además de en la diferencia de edad de los amantes, que generaba un rechazo en la sociedad de la época, en la relación entre personas de diferente etnia y el rechazo que este aspecto creaba tanto en la comunidad gitana, como en la paya, por diferentes motivos. Para algunos por puro racismo; para otros, los más progresistas, por un extraño concepto de contaminación cultural. </p><p style="text-align: justify;">Las críticas que recibieron los dos enamorados, desde diversos estamentos sociales, les llevó a huir lejos del lugar donde se conocieron, diluyéndose en las sombras del anonimato en una gran ciudad. Allí, lejos de las miradas de unos y otros, refugiados en el olvido de lo que una vez fue actual, para pasar a ser una cuestión privada e íntima, lejos del juicio histriónico de los puristas morales, gestaron la hercúlea epopeya de tener una vida en común. El relato concluye así, con los dos protagonistas juntos, sumergidos en la cotidianeidad, lejos de todos aquellos que intentaron modificar lo que ambos sentían en nombre de no sé sabe que leyes no escritas en lado alguno. El triunfo de la constancia, del amor, de lo íntimo, sobre aquella gente que mira hacia afuera, hacia los demás, para buscar dar sentido a su vida, en nombre de unas creencias o unas normas.</p><p style="text-align: justify;">La novela y su argumento daba vida a un amplio corrillo en el gran salón donde, unos minutos después se entregaría al autor el premio creado y financiado por un grupo de comunicación. El escritor como eje vertebrador del grupo, daba coherencia y consistencia a esa variopinta amalgama de personajes, acostumbrados a participar en este tipo de eventos, formando parte del paisaje en los distintos premios, presentaciones y actos varios relacionados con la Cultura o, al menos, la Cultura oficial.</p><p style="text-align: justify;">En ese preciso instante, un conocido tertuliano radiofónico, con un estudiado gesto teatral y una de sus peculiares chaquetas, que constituían su seña de identidad, defendía la imposibilidad de que un hecho así ocurriera en nuestros días. "Por suerte, este país ha avanzado en ese aspecto muchísimo, y nadie juzgaría un amor intergeneracional entre razas. La transversalidad del pensamiento resulta evidente". Aseveración que provocó el asentimiento de los miembros de esa improvisada tertulia.</p><p style="text-align: justify;">Acto seguido tomó la palabra el miembro de la asociación gitana que no dudó en hablar, de igual modo, de la evolución que la etnia a la que pertenecía había vivido en las últimas décadas, "A pesar de toda la incomprensión de la sociedad y de todas las trabas que nos hemos encontrado, hemos luchado para abrirnos a las nuevas formas de pensamiento, sin olvidar el legado de nuestros ancestros". Discurso que fue refrendado por parte de las personas que conformaban la audiencia con movimientos de cabeza afirmativos o breves frases hechas.</p><p style="text-align: justify;">Un tercer integrante de esa improvisada tertulia, un conocido periodista que había hecho de los derechos de las minorías su bandera, se centró más en el autor y en sus circunstancias. Alabando el hecho de que una persona, dedicada profesionalmente a la hostelería, fuese capaz de realizar una obra literaria de tanta calidad. También recalcó lo inusual, y estimulante, que le resultaba que una persona con una edad que se acercaba más a los cincuenta que a los cuarenta, se hubiese decidido a dar rienda suelta a su anhelo, escribir una novela, dedicando parte de su tiempo libre y su energía a ello.</p><p style="text-align: justify;">El aludido se limitó a dar las gracias, acompañando con las palabras con una mínima sonrisa, casi circunstancial, en su rostro.</p><p style="text-align: justify;">Un cuarto integrante de aquel animado círculo retornó al tema sobre el que pivotaba el relato premiado. Contrariamente a lo que los anteriores intervinientes habían defendido, él dudaba de la aceptación hoy en día, al menos por una parte significativa de la sociedad, de una experiencia como aquella.</p><p style="text-align: justify;">Unos y otros no tardaron en rebatir este argumento, con mayor o menor firmeza, en función del estatus que cada cual tenía en el grupo. Lo curioso es que, en algún caso, los discursos defendían causas tan dispares, para oponerse a que esa situación se repitiese en nuestra época, que a alguien no introducido en ese maraña de personajes, tan dispares entre sí, al menos en lo formal, podría parecerle que los unos se rebatían a los otros, en vez de defender la imposibilidad de discriminar a alguien por un acto de amor entre personas de diferente edad y raza.</p><p style="text-align: justify;">El laureado escritor no parecía prestar mucha a la discusión del grupo. Miraba, una y otra vez, hacia el lugar donde se encontraba la entrada, con gesto preocupado. La insistencia de gesto acabó siendo observada por todos los participantes en el animo grupo, provocando un silencio incómodo. Parecía que al novelista no le importasen los argumentos de aquellos conocidos, y según ellos, distinguidos contertulios. Ante este silencio espeso Orellana se disculpó, explicando que su intranquilidad se debía a que estaba esperando que su mujer llegase. Tenían dos hijos de corta edad y precisaban que una persona adulta estuviese con ellos en todo momento. Habían contratado una canguro, conocida por ellos, pero una pequeña avería en su automóvil, un pinchazo, había impedido que llegase a la hora. Él, protagonista del evento, dejó a su mujer en casa, a la espera de que apareciese la cuidadora de sus pequeños, para, cuando ya todo estuviese arreglado, incorporarse ella al acto. </p><p style="text-align: justify;">El, hasta hace un momento, silente grupo aceptó unánimemente la explicación, retornando a su animada conversación. </p><p style="text-align: justify;">Quedaban cinco minutos para el inicio del acto, cuando hizo acto de presencia en el recinto una joven mujer, rondaba los veinte años, morena, de una gran belleza, que atrajo la mirada de muchos de los que allí se encontraban. Luis se dirigió hacia ella, alzando la mano derecha para llamar su atención mientras se acercaba a la recién llegada. Ella le reconoció de inmediato, como anunciaba su amplia sonrisa. </p><p style="text-align: justify;">Tras unas palabras, Orellana acompañó al grupo a la recién aparecida. La reacción en el corrillo varió entre quien esbozó una sonrisa bobalicona ante la mujer y aquellos, dos o tres, que no supieron que decir. Alguien se aventuró a romper el hielo, comentando que desconocía que Luis tuviese una hija tan mayor y, por cierto, tan guapa. La ocurrencia provocó una ligera carcajada en algunos de los que escuchaban. </p><p style="text-align: justify;">"No, no es mi hija. Ella es Saray, mi mujer", comunicó con total naturalidad él.</p><p style="text-align: justify;">"Hola, tío. Hace cuatro años que no sé nada de ti, desde que me vine con mi marido a Madrid. Mi número de teléfono sigue siendo el mismo", dijo la recién llegada al representante de la asociación gitana, cuyo rostro había mudado desde el momento en que vio como el escritor se dirigía a la que enseguida reconoció como su sobrina. </p><p style="text-align: justify;">A continuación, como si todo estuviese previamente ensayado, tomó la palabra el escritor para aclarar algunos aspectos: "Mi nombre real es Pablo Martín, Luis Orellana es un pseudónimo, y hasta hace cuatro años era profesor de Literatura de Educación Secundaria. Posiblemente eso explique por qué alguien que se dedica a la hostelería ha sido capaz de escribir un libro".</p><p style="text-align: justify;">La sorpresa en las personas que escuchaban a la persona ahora llamada Pablo iba en aumento, lo que se reflejaba en la expresión de sus rostros y en su silencio. </p><p style="text-align: justify;">"A Saray y a mí nos conocen todos ustedes. O eso creen. Unos cuantos de ustedes dedicaron, hace unos cuatro años, parte de su tiempo a calificar en tertulias televisivas y radiofónicas, así como en alguna columna de periódico, nuestros sentimientos. Como recordarán, todos ustedes no tuvieron ningún pudor en descalificar nuestra relación sin conocernos y, lo más importante, sin tener intención alguna de hacerlo".</p><p style="text-align: justify;">Saray cogió la palabra para corregir a su marido. "En realidad, alguien si nos conocía, al menos a mí, mi tío. Pero tampoco se tomó la molestia de hablar conmigo para interesarse por conocer lo que yo sentía o pensaba. Solo importaba algo que nos representaba a todos los gitanos... Menos a mí". </p><p style="text-align: justify;">El escritor retomó la palabra: "Tuvimos que alejarnos de nuestro lugar de residencia, de los nuestros, sobre todo Saray, para poder amarnos lejos de la mirada inquisitorial de quienes nos despreciaban por no amoldarnos a sus cánones. No, una historia, casi un relato autobiográfico, como el que desarrollo en el libro puede producirse hoy en día, aquí y en cualquier otro lugar". Dicho lo cual siguió las órdenes que le daba el conductor del acto, subiendo las escaleras y sentándose tras una mesa en la que había varios ejemplares de su libro. </p><p style="text-align: justify;">Tras la introducción del presentador del acto y la entrega del premio, el escritor se dirigió a la audiencia, señalando a su mujer antes de decir: "En realidad, los protagonistas de esta novela somos esa mujer y yo, pero también el amo y la falsa moral que siempre ha existido y siempre existirá. O, tal vez, en realidad, el protagonista de la novela sea el afán de dos personas por continuar, pese a todas las trabas, es el afán de creer en lo que sienten y en el otro, junto con el derecho de acertar o equivocarse por uno mismo. En definitiva, esta obra solo intenta ser un alegato a favor de que cual escriba su propia novela. Gracias."</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-60179162184908100252022-09-29T16:10:00.002+02:002022-09-29T16:10:19.315+02:00IDIOTARIO (CXI)<p style="text-align: justify;"><b>Antiguo Régimen: </b>en términos de Historia, dieta que se hizo hace tiempo.</p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"><b>Consentimiento sexual: </b>con una disposición emocional inclinada a todo lo relativo al sexo.</p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"><b>Empanadilla: </b>mujer que tiene una confusión pequeña.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Escorbuto: </b>enfermedad producida por la carencia de vitamina C, que produce síntomas como cantar: "Mucha policía, poca diversión, mucho hijo de puta vestido de marrón" o "Para vivir alegre y contento, Eskorbuto al parlamento"</p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"><b>Fascitis: </b>patología caracterizada por la inflamación del tejido fibroso, con una alta prevalencia entre los personas con ideología de extrema derecha.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Modernidad: </b>dícese de lo que en un breve periodo de tiempo se considerará antiguo.</p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"><b>Terraplanista: </b>persona con una acentuada discapacidad visual, tanto física como mental.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Wonder, Stevie: </b>cantante y músico multinstumentista encuadrado en el movimiento que gira en torno a la compañía Motown. Ciego de nacimiento fue elegido por la Dirección General de Tráfico de España para encabezar una campaña contra el uso del alcohol en el acto de conducir. La campaña fue muy aplaudida, entre otras cosas porque el cabeza visible de la misma posee una dilatada experiencia a la hora de ir ciego en un automóvil.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-20616303949511722482022-08-28T11:39:00.003+02:002022-08-28T11:39:32.592+02:00CUADERNOS DE VIAJE <p style="text-align: justify;"> En determinadas circunstancias, cuando se emprende un viaje, se hace de dos formas diferentes. Una, la obligatoria, aquella que te traslada en el espacio a un lugar diferente del que resides. La segunda, prescindible, o no, en función de la situación personal, es el que se realiza en tu interior. En este caso, con alguna excepción, he pospuesto esta segundo variable, aunque hubiese un reencuentro, que me hecho pensar y cuestionarme decisiones anteriores (al menos en un primer momento superficial y falto de una reflexión más profunda), que puede que, aunque quisiese repararlas hiciesen imposible volver a un punto anterior. Tendré que invitar a un café o a una cerveza, o a más de una, a esa persona, en ocasiones bastante hermética, que <i>motu proprio </i>me ayudó a demoler la indecisión. </p><p style="text-align: justify;">Imagino que el lector no tendrá mucho interés en mis cuitas personales, imprescindibles, pues ayudan a comprender como percibe el viajero lo que está viviendo, pero poco trascendentes para describir un templo, un río, el desierto, una ciudad o las pirámides. Parece obvio, tras estas pistas, que escribiré sobre Egipto. Egipto, el país de los faraones, de las botellas y las bolsas de plástico inundando el suelo de las ciudades, del desierto y algunos puntos del Nilo; el país del calor, de los contrastes. Contrastes al menos para los turistas, que pueden estar por la mañana en una ciudad con unas infraestructura de los años 60 en España o bañarse en el Nilo ("donde no está contaminado"), para pasar a estar por la noche en un hotel de cinco estrellas, perteneciente a una conocida cadena internacional, en la capital del país, viendo desde el bar de la última planta del rascacielos, una buena parte de ese caos ininteligible que es El Cairo, tanto de día como de noche, mientras te bebes un gintónic. Egipto el país de los contrastes entre el Sur y el Norte, entre la tradición que se resiste a desaparecer y la acomodación del modelo de vida occidental tamizado por la herencia secular musulmana.</p><p style="text-align: justify;">Aún no he procesado toda la información, creo que sí la básica, la que alimenta lo que me resulta imprescindible, pero si tuviese que escoger momentos o lugares me quedo con algunos de estos:</p><p style="text-align: justify;">La puesta de sol navegando en un barco sobre el Nilo, con el canto a la última oración del día por parte de los muecines de Luxor. </p><p style="text-align: justify;">Karnak y su sala hipóstila. La desmesura arquitectónica, realizada con tal equilibrio que sólo puedes sentirse fascinado y atrapado, sintiéndote tan maravillado como cuando visitas el Museo del Cairo y tienes ante ti los sarcófagos de Tutankamon y parte del ajuar funerario que encontró Howard Carter. </p><p style="text-align: justify;">Abu Simbel y el viaje de tres horas por carretera hasta allí en un convoy de autobuses escoltado por la Policía, para evitar "problemas" con bandidos o combatientes de la guerra civil que se desarrolla en Sudán, país limítrofe. Si a ello le añades una tormenta de arena que vivimos y anécdotas varias, que no merece la pena narrar, pero que nos alegraron el resto del viaje a los que las vivimos, resultó un cóctel más que interesante, y no sólo por la majestuosidad del lugar.</p><p style="text-align: justify;">Para uno, al que le apasiona el arte y en especial la arquitectura, Sáqqara se convirtió en algo así como un orgasmo intelectual. Sáqqara, el lugar donde se concibió en toda la Historia de la Humanidad un edificio monumental con tejado, con las incertidumbres plasmadas del gran Imhotep ante esta colosal tarea. Con la pirámide escalonada, del mismo autor, que dio el pistoletazo de salida para lo que después habría de venir y que podemos contemplar en Guiza.</p><p style="text-align: justify;">Ahora que lo pienso, a pesar de que pueda interrumpir lo más agradable para el lector, sí ha existido ese viaje interior. Ese viaje dentro del viaje y que, como de costumbre, ha estado protagonizado por los demonios de siempre, aunque creo haber aprendido la lección, de una vez por todas. Empiezo a tener claro que debo ser una persona mucho más interesante de lo que yo sospechaba, a pesar de todos mis frenos y de los fantasmas. Los fantasmas implantados, de manera consciente o inconsciente, desde los tiempos primigéneos, y que espero hayan saltado por los aires de manera definitiva. Tal vez, solo tal vez, por fin tenga una idea clara de mi sitio. Cuando más pienso en ciertas cuestiones, más considero que todo se debe a un error de enfoque por mi parte. </p><p style="text-align: justify;">El templo de Filae, situado en una isla, y último construido de este tipo, ya en época romana, en cuya construcción está implicado un paisano nuestro, un tal Trajano, nacido en Híspalis. Resulta imprescindible.</p><p style="text-align: justify;">Imagino que el lector estará esperando que hable de las pirámides, que son impresionantes, y que consiguieron lo que los faraones querían, que pasaran a la eternidad, al menos su nombre, que ha llegado hasta nosotros. Sinceramente, me pareció algo magnífico, pero a mí lo que más me impresionó es la visión de la Esfinge alineada perfectamente con la pirámide de Kefrén. También me pareció algo fabuloso el paseo en dromedario y observar sobre este animal las tres grandes pirámides. Consejos, si tienes miedo a las alturas, como yo, atrévete, merece la pena. Si eres muy escrupuloso con las condiciones higiénicas, ni lo intentes.</p><p style="text-align: justify;">El viernes por la mañana en El Cairo. Tuvimos la suerte de estar allí, al lado de una gran mezquita, cuando los fieles debían acudir a ella. Resulta sorprendente ver a una infinidad de hombres (sí, solo hombres) empujándose para acceder al recinto de oración a través de una puerta minúscula, pero más impactante es aún ver como las calles aledañas se llenaban de grandes alfombras, el que suscribe, y alguno más pisamos una porque no sabíamos para que eran y recibimos, con razón, una regañina, que se llenaron de hombres arrodillados para escuchar el mensaje del imán, entre ellos nuestro guía. Impresionante.</p><p style="text-align: justify;">El tráfico de El Cairo. No voy a describirlo, se puede buscar en Internet, aunque intuyo que no dará una idea real de lo que pudimos contemplar. Podría contar anécdotas variadas, pero intuyo que perderían parte del significado que tenían para todos los que las vivimos y no lo haré. Solo decir que el tráfico rodado y el peatonal, capaces de atravesar una carretera de varios carriles sin mirar en exceso, constituye en sí mismo parte del paisaje imprescindible y un atractivo más. Los que tengan problemas auditivos con sonidos como los de las bocinas no deberían visitar esta ciudad.</p><p style="text-align: justify;">Seguro que se me quedan más lugares, circunstancias o situaciones dignas de narrar, pero tampoco me voy a enrollar mucho en este aspecto, porque creo que a nadie le interesará mucho saber que fuimos a tomar un té con menta a un local muy afamado, que frecuentaba uno de los escritores egipcios más famosos del siglo XX, que murió a finales del mismo, y que tuvimos el honor de compartir nuestro espacio con una cucaracha, que apareció bajo un banco y que nos proporcionó un momento de angustia para las más aprensivas y un momento de risa para los menos escrupulosos.</p><p style="text-align: justify;">Los turistas somos vacas a las que ordeñar para muchos egipcios, en especial en el Sur del país, desde Luxor a Aswán, pero también, en menor medida, en el Norte. La idea está clara: debes gastarte la mayor cantidad de dinero posible. Para ellos te pedirán dinero por comprar, por ayudarte, aunque no lo hayas pedido, por hacer algo que ya has pagado, por... Además, no dudarán, si pueden, en estafarte, aunque sean pequeñas cantidades, sobre todo en los cambios. Somos el maná del desierto con forma de euros.</p><p style="text-align: justify;">Una de las cosas que suelen hacer es pedirte cambiar monedas de euro en billetes de cinco o de diez. ¿Por qué? Porque todo es "un euro". Y uno se dio cuenta de que esa gente que te cambia diez monedas por un billete ha hecho una gran recaudación. En especial cuando te enteras de que la botella de agua que a ti te cobran a un euro, y que es imprescindible porque no puedes beber agua del grifo y además para evitar la deshidratación cuando haces visitas en lugares que están situados al lado del desierto o en pleno desierto, a ellos les cuesta tres céntimos. </p><p style="text-align: justify;">Existe pobreza, sí, mucha, muchísima, pero también existe gente que consigue sobrevivir de manera holgada gracias a nosotros. Para que el que lea esto se haga una idea, en el mercado que había en Abú Simbel los compradores decían: "sin agobiar", como forma de atraer al cliente. En todos los lugares, más acentuado en el Sur, niños, adolescentes, adultos, siempre hombre, excepto en el poblado Nubio, que también lo hacían las mujeres, se abalanzan con un objeto y con las palabras: "un euro". Incluso en los mercado te ponían prendas en las manos, cuyo precio era un euro de inicio, pero, misteriosamente, cuando entablabas conversación con ellos ese precio se multiplicaba por quince o por veinte. La verdad, era divertido regatear y siempre, yo al menos, me iba con la impresión de poder haber rascado más. Por cierto, lo de irse en medio del regateo da buen resultado, porque te van a buscar, pero cuando van a por ti hay que seguir regateando para aún más el precio del vendedor.</p><p style="text-align: justify;">Anécdota, de paseo por un mercado de El Cairo pasamos por un puesto de comida típica, faláfel, que estaban haciendo allí mismo, olía de muerte, y a la vuelta me acerqué (creo que nadie de los que me acompañaba tenía el espíritu aventurero que tenía yo a la hora de probar comida, cocinada, en la calle) me dieron uno y les pregunté el precio, como solo hablaban árabe no nos entendimos y decidí darme la vuelta y pirarme mientras me comía el falafel. Imagino que se cagarían en mis muelas. El mejor de todos los que probé. </p><p style="text-align: justify;">Compartí habitación con alguien que no conocía que era homosexual. Resultó una experiencia nueva y enriquecedora. En el fondo era como cuando en alguna ocasión he compartido cuarto con alguna amiga en un viaje. Nunca me había planteado esta situación y lo único que puedo decir es que nos organizamos muy bien para los turnos de baño y para ayudarnos si alguno necesitaba algo que el otro le podía proporcionar . Una nueva vivencia que añadir al carro de situaciones diferentes que conforman mi paso por esta vida. </p><p style="text-align: justify;">Más anécdotas. Fuimos un grupo de 21 personas y llegamos a la conclusión de que Tinder y Grinder (versión de la primera para personas homosexuales, además de mi compañero había otro) funcionaba y si alguno no mojó, con una árabe o con una pareja de homosexuales, fue porque lo que comenzó como una broma de grupo, quedó en broma. En ambos casos había determinada hasta la hora de cita en los hoteles.</p><p style="text-align: justify;"> Una cosa que nos llamó la atención sobremanera: las casas parecían estar inconclusas. Siempre había vigas a la vista sobre el último piso construido, sobre todo en las casas más bajas, muchas más en el Sur. La explicación nos la dio nuestro guía. Los hijos varones se quedaban a vivir en casa de los padres cuando se casaban, construyendo encima de ellos su hogar. Los hijos varones son los que deben mantener con sus sueldo a sus padres si no pueden trabajar y a sus hijos, que, a su vez, mientras dure la tradición, deberán mantener a sus padres cuando estos sean mayores y construir una nueva casa sobre la de sus padres.</p><p style="text-align: justify;">Cuando volvía ya en coche desde Barajas me di cuenta del error de enfoque de parte de este viaje, creo que más importante que la muesca que podía haber sido, es ser consciente de que lo que una vez funcionó hubiese funcionado si no me hubiese perdido en laberintos interiores míos, una vez más, porque el trabajo inicial estaba realizado el primer día que fue posible. </p><p style="text-align: justify;">Si vais a Egipto debéis saber que podéis tocar los jeroglíficos de paredes o columnas de los templos o la mayoría de las esculturas del Museo de El Cairo. No son conscientes del deterioro que a la larga puede producir eso, por suerte para nosotros y para desgracia de su patrimonio. Merece la pena tocar ciertas esculturas o ciertas paredes para comprobar la extraordinaria habilidad para pulir piedras que los egipcios tenían hace más de 4000 años, con unas herramientas toscas, que ni tan siquiera eran de hierro en muchas ocasiones. </p><p style="text-align: justify;">La minivisita que realicé al Barrio Copto (cristianos que ayudaron a los árabes, que prometían tolerancia, a conquistar Egipto, liberándolos del yugo bizantino, con los que disentían en aspectos "fundamentales" de la fe cristiana y que les reprimían por desviarse del credo oficial) me provocó la necesidad de volver a El Cairo. El Barrio Copto es una isla de paz en medio de un ciudad que se alimenta de tráfico, ruidos de bocinas y multitudes. Por cierto, aquí se puede visitar la Iglesia, merece la pena verla, en la que se sitúa, según la tradición, el lugar donde José, María y Jesús se refugiaron cuando huyeron a Egipto. Los coptos (palabra que significa cristiano) son un 10% de los 105 millones de habitantes del país. </p><p style="text-align: justify;">El contraste con las dos mezquitas que visitamos, espacios abiertos rotos por las columnas, es abrumador. Como el lector sabe un no creyente no puede entrar en una mezquita. Sin embargo, durante nuestra visita tuvimos la suerte de acceder a dos, una inmensa como la de Muhammad Ali y otra más pequeña. En ambos casos, además de los espacios diáfanos, de los que he hablado con anterioridad, hay otra característica, la altura de los techos, de las cúpulas, que proporcionan al que la frecuenta una sensación de amplitud y de pequeñez frente a ese dios, o a ese arquitecto si no resultas ser creyente.</p><p style="text-align: justify;">Resulta curioso este tipo de viajes en los que la mayoría de la gente no se conoce y como se va conformando el grupo, los roles, las interacciones, las personalidades, pero, sobre todo, lo que cada cual puede aportar para que él y los demás se lo pasen lo mejor posible y eso también va a formar parte de la geografía de Egipto, al menos en mi recuerdo. </p><p style="text-align: justify;">A continuación de publicar esto tengo que volver a mi vida cotidiana, a una conversación pendiente, a decidir que hacer sobre ciertos aspectos pendientes, pero antes de todo ello deseaba contar, aún sin haber asimilado todo, como he vivido en mi interior las ciudades, el desierto, casi infinito y al que he decidido volver para vivirlo de otra manera, el Nilo, la miseria, la grandeza de las 20 dinastías, la convivencia, los errores, la autoestima, el carisma, el calor, el sudor, la sensación de ser solo una fuente de ingresos para los lugareños, la gran cantidad de Policía que había por todos los lados con el Kalasnikov como compañero inseparable (chavales de no más de 20 años lo llevaban como si se tratase de un juguete), la suciedad, la belleza, la facilidad para adaptarse a los diferentes entornos... En fin, escribir sobre una experiencia agotadora, insuficiente, pero magnífica.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-27142284156067124682022-08-17T17:17:00.006+02:002022-08-17T20:27:15.970+02:00ESPERO Y DESEO QUE TE VAYA BIEN<p style="text-align: justify;"> Creo llegado el momento de contarte, y contarme, porqué. Por qué todo acabo de esa maner,a inesperada y abrupta, a través de una llamada, ni tan siquiera cara a cara.</p><p style="text-align: justify;">Puede que deba comenzar por el final, por la forma. Como sabes, como sé, las decisiones importantes en la vida ocurren tras un tiempo de reflexión, sufrimiento, incertidumbre o cualquier otro aspecto que pueda conmover los cimientos de una persona. Por tanto, no se trató de un hecho irreflexivo, fruto de la impulsividad. Hacía meses que en mi mente rondaba la idea y en los dos o tres meses anteriores a transmitírtelo se había convertido en una certeza. Por supuesto, mi intención era hablarlo contigo en persona, pero la maldita distancia, interpuesta por las circunstancias, lo aplazaba semana tras semana. </p><p style="text-align: justify;">¿Qué me llevó a tomar la decisión de hacerlo a través del teléfono? El dolor. El dolor de no decirte que te quería a través del altavoz por no mentirte. El dolor de que no te dieses cuenta de que llevaba un par de semanas sin hablarte de amor y sentimientos y que tú no te dieras cuenta. El dolor de no saber cuando podría estar frente a ti para contarte que no quería seguir junto a ti. El dolor de alargar algo que para mí ya no tenía sentido.</p><p style="text-align: justify;">Puede sonar absurdo que, tras ser yo el culpable de la ruptura, hable de dolor propio. Pero así lo viví.</p><p style="text-align: justify;">Mi punto de vista puede resultar extraño, pero creo que, en el fondo, se basaba en el respeto hacia ti. Yo no puedo controlar cuando amo o dejo de amar a otra persona; pero sí puedo tener control sobre el respeto que siento hacia alguien y considero que comunicar a tu pareja que ya no deseas seguir, cuando en tu interior ya murió ese latido con su nombre, se puede considerar un acto de respeto. Porque, sabes, difiero de ti en algo: las palabras no se gastan por usarlas. Lo que se deterioran son los sentimientos y lo que degrada una relación, casi hasta lo humillante, es pronunciar palabras huecas, que perdieron su sentido hace tiempo. El respeto hacia quien quieres consiste en que esto no ocurra. Y te respeto, como te respeté cuando tuve ocasión de estar con otra mujer de manera ocasional y no lo hice, porque merecías y aún mereces todo mi respeto. </p><p style="text-align: justify;">He comenzado por el final, o casi, y, tal vez, debería contarte qué ocurrió para dejarte de amar. Podría parecer absurdo narrar cómo se empieza a dejar de amar a alguien. ¿Existe un punto de inflexión en el amor? En este caso sí, e intuyo que si te hablo de la ciudad donde nos conocimos y la segunda que volvimos a ella, casi seguro que recuerdas lo que aconteció. Lejos de pedirte fidelidad o zarandajas por el estilo, solo quería que compartieses conmigo el poco tiempo que teníamos para estar juntos. En el fondo, ya que no solías decir que me amabas o que me querías, ese interés por estar juntos me hacía sentir querido o amado. </p><p style="text-align: justify;">Después hubo alguna otra circunstancia similar que me empujo a tomar la decisión. El estilo de relación que teníamos nos proporcionaba una infinidad de tiempo libre para que cada uno, por su cuenta, hiciese lo que apeteciese dónde, cuándo y con quién quisiera. Pero el tiempo, el escaso tiempo, del que disponíamos para estar juntos para mí era importante. Quería vivir el mundo contigo, a través de ti. </p><p style="text-align: justify;">Una cuestión que suele pasar desapercibida tiene que ver con mi tiempo libre. Por mis circunstancias tengo mucho más espacio para ocio y para descansar que la mayoría de gente. Cuando la persona con la que tienes una relación no dispone de unos períodos semejantes de descanso, se debe rellenar esa diferencia de alguna manera, siempre esperando. Lo haces porque deseas compartir hasta el último segundo con ella, sin más. Tal vez por ello, cuando tú insistías aquella vez en irte de vacaciones sin mí me sentí mal. </p><p style="text-align: justify;">Como bien sabes, jamás te pedía cuentas de con quién ibas o lo qué hacías, como tú tampoco lo hiciste conmigo (comprobaste que existía otra forma de libertad), pues nuestra relación se basaba en la confianza y eso me parece algo maravilloso. Algo que siempre recordaré de ti. Igual que siempre tendré presente cuando escuchaste esa canción de León Benavente, Estado provisional. Me dijiste que era muy bonita, pero muy triste. Ahora sé que eso me cautivó de ti. Conseguías, casi siempre, que la tristeza quedase lejos, en un país sin nombre ni accesos. Eso me gustaba tanto de ti. Tal vez sea lo que reflejaba tu sonrisa, que sigo representando en mi recuerdo en ocasiones.</p><p style="text-align: justify;">Teníamos nuestra canción, esa versión que hizo Manu Chao de un tema que se volvió muy famoso, poco después de adoptarlo como nuestro, en boca de una artista muy famosa. En perspectiva, creo que el que tema que mejor nos reflejaba era Ser brigada, también de León Benavente. Una mujer y un hombre que se encuentran, con sus cargas respectivas, y que deciden, a pesar de todo, construir su pequeño universo, por el mero hecho de arrojarse juntos hacia lo que haya de venir. Fuimos brigada y siempre sentiré añoranza de ese período.</p><p style="text-align: justify;">Te amé igual que después me sentí vacío y necesitaba estar lejos de ti. En ese momento me inventé, ahora lo sé, la excusa de que amaba a otra mujer. Siempre utilizo esa excusa y esa mujer, pero tengo plena conciencia de no amarla, a lo sumo puedo llegar a desearla, como a otras mujeres, pero sin que exista una verdadera posibilidad de que nada pase del plano mental al real. Cada cual construye sus castillos en el aire para seguir avanzando en la vida y el mío fue ése. Tal vez, ese constructo me ayudó a dar el paso de dejarte, estoy dándome cuenta de ello según escribo esto.</p><p style="text-align: justify;">Como bien sabes, me encanta viajar y junto a ti se convirtió en una constante. Me encantaba esa faceta tuya, como me gustabas con gafas cuando visitábamos monumentos. Reconozco que te hecho de menos en ese aspecto. Como hecho de menos, los restaurantes, las excursiones de un día.</p><p style="text-align: justify;">Te dije que había comenzado por el final, o casi, pero aún queda algo que contarte sobre ese período. Tarde un tiempo en dejar de sentirme como un cabrón cuando rompí contigo. Aunque no te lo creas te quiero, para mí, como ya sabes, es algo distinto a amarte, y sentí infinitamente el dolor que te había provocado. Te considero una persona maravillosa y lo último que deseaba era hacerte sufrir. Aunque intuyo que de poco sirva esto que te cuento, me odiaba por generarte sufrimiento. Como te he dicho, desde mi perspectiva, no existía otra opción, pero sentí, siento, haberte provocado dolor. </p><p style="text-align: justify;">Cuando la gente me preguntaba por qué había roto solo podía decir que la culpa era mía. Te considero una bellísima persona, creo que mejor que yo, y esto se lo decía a todo el mundo que te conoció. Dudo mucho que encuentre alguien mejor que tú en ese sentido y, en ocasiones, hecho de menos estar contigo, pero sé que hice lo correcto, para los dos. </p><p style="text-align: justify;">Espero, y deseo, que te vaya bien.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">P.D.: Noches de bohemia podía ser la otra canción que nos representaba en aquella época. He vuelto a escucharla hace unos meses, después de mucho tiempo.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-84143001191021753882022-08-13T17:23:00.004+02:002022-08-13T17:35:39.084+02:00CUADERNO DE VIAJES<p style="text-align: justify;"> El mar se está convirtiendo en un elemento necesario y casi imprescindible. Vivir tierra adentro, con horizontes lineales y predecibles, comienza a resultar insufrible. Sin embargo, existen dos mares distintos en uno solo: el de los que lo conocemos fugazmente y el de aquellos que son parte de él.</p><p style="text-align: justify;">Los primeros, en su mayoría, rozan con él lo mínimo imprescindible. Bañarse un rato ínfimo en él y coger el color de piel necesario para que poder presumir a la vuelta de haber estado en la playa. Por la tarde la piscina del hotel, las actividades organizadas, una cerveza o un refresco de cola... La noche se hizo para el paseo marítimo. Hordas caminando, la mayoría en la misma dirección, hacia ningún lugar. No se molestan en mirar la Luna sobre el mar, ni en acercarse al agua o pasear por la arena. ¿Para qué? Han estado en la playa. La marabunta, ciega, seguidista, casi avasalladora (en especial si caminas frente a ella) se conforma con repetir, fuera de lugar y de horas, los hábitos cotidianos. </p><p style="text-align: justify;">Creo que tuve la suerte de compartir el sonido del agua mientras la Luna rielaba en el mar con la persona que más quiero en el mundo y creo que tuve la suerte de enseñarle a ver y, casi seguro, a disfrutar de ese retazo nocturno que la gente apresurada en busca de la nada se niega a disfrutar.</p><p style="text-align: justify;">Los que forman parte de la geografía del mar, aquellos que viven a su lado día tras día, tienen sus playas, lejos de urbanizaciones y extraños, haciendo allí lo que han hecho siempre, sea lo que sea que hayan hecho. No existe el horario invisible de las comidas masificadas del hotel ni los juegos estereotipados; solo viven allí con el mar de fondo.</p><p style="text-align: justify;">Este mar, padre de culturas milenarias, que en esta ocasión emerge rodeado del desierto conquistado por el plástico. Mar de navegantes de cabotaje, de creadores de dioses, de filósofos y de formas de gobierno. Mar de sol, de Luna Llena, de futuro, de todo lo que no tenemos los que moramos aferrados a la dura tierra estival.</p><p style="text-align: justify;">Comer para subsistir o para deleitarse. Existen pocas cosas más sublimes que una buena comida y pocas experiencias más insatisfactorias que una mala vianda, y más si pretende disfrazarse de algo sofisticado. Ambas experiencias vividas en un solo día, de lo esperpéntico a la casi divino. La reflexión surge con la rotundidad de quien se siente estafado y horas después mimado: demasiada gente haciéndose pasar por cocineros ilustres, cuando en realidad solo son unos iluminados que inflan la factura de sus platos, para disimular su mal hacer. Pero, a cambio, conviene dar las gracias a todas esas personas que apuestan por la buena cocina, que no siempre debe ser ultravanguardista, utilizando buenos productos, puntos de cocción adecuados y presentaciones que incitan a comer. Una simple fritura de pescado, un costillar con salsa barbacoa, un pulpo a la brasa sobre espuma de patata o un rape con alcachofas (mientras se contempla la Luna Llena sobre el mar) pueden contener ese mismo amor por una profesión y respeto hacia los clientes que la creación más sofisticada o vanguardista.</p><p style="text-align: justify;">Creo que una de las cosas que he hecho bien con mi hijo es educar su paladar, lo tiene más selecto que yo. Paladear un pequeño manjar, disfrutando todo lo que puede aportar a los sentidos. Un legado que espero transmita a sus hijos, si los decide y puede tener.</p><p style="text-align: justify;">El mar. Siempre el mar. Promesa de redención y de huida. La Luna Llena como símbolo de todo lo que pudo ser y nunca fue y de esa búsqueda que continúa. Mar de rayos lejanos, que rasgan la noche con la brusquedad de lo instantáneo e imprevisible y, a la vez, con la dulzura de lo nuevo.</p><p style="text-align: justify;">Reflexiones sobre sexo, casi perfecto, permanecen en el recuerdo. Tal vez la medida de como creció todo, hasta que todo saltó por los aires por la codicia. </p><p style="text-align: justify;">Soledad como trabajo titánico. Soledad como hábitat tiránico. Soledad como un todo. </p><p style="text-align: justify;">Y allí, casi de vuelta, en medio de nada, aparece ella: rubia, preciosa (hubo que mirarla una segunda vez para cerciorarse de que en realidad era tan bella), no muy alta, acompañada. De inmediata la mente lanza un mensaje contundente: es esa mujer de la que uno se podría uno enamorar con facilidad. Cruce de miradas continua. No existen los acompañantes. Al final vence la sensación de una cafetería en medio de una autovía no puede ser el inicio de nada. Pero por el cerebro pasa una y otra vez que podía haber sido ella. Una última mirada de despedida. Despedirse de nada.</p><p style="text-align: justify;">Y cerca del hogar aparece cierta ansiedad; un ahogo que impide terminar las frases enjuagado hasta ese momento en el agua salada. De nuevo, volver a empezar y, en cierta manera, volver a terminar.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-9564084664247351372022-06-23T11:21:00.000+02:002022-06-23T11:21:00.809+02:00EL PROCESO ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN LA MODERNIDAD.<div style="text-align: justify;">Se avecinan cambios en Educación, al menos de forma nominal. La Ley Wert era un bodrio, copiada, en cierta forma, del ideal estadounidense, un sistema educativo puesto en entredicho mil veces, que tiene unas grandes universidades, pero una enseñanza elemental que deja mucho que desear. </div><div style="text-align: justify;">El hecho de que la Ley Wert fuese un bodrio no significa que la LOMLOE sea mejor. Tal vez, solo sea distinta. </div><div style="text-align: justify;">Pensando que el gran hacedor de esta ley es César Coll, con la colaboración de otros expertos como Elena Martín, gente que ya estaba en la época de la LOGSE (que no fue tan mala ley, pero tampoco la panacea), uno se da cuenta de que la vanguardia educativa son gente que andan por los setenta años y que no han pisado un aula en mucho tiempo o nunca. Teniendo en cuenta que los Coll, Marchesi, otro que tal baila, y compañía nunca han reconocido errores y siempre han cargado la culpa en los docentes, pues parece que la cosa no empieza bien.</div><div style="text-align: justify;">Anécdota, he leído que Álvaro Marchesi, impulsor de la LOGSE, de nuevo está inmerso en un proyecto para evaluar a los centros. Existe la posibilidad de que algunos, como yo, vivieran evaluaciones hace unas dos décadas, de otro proyecto en el que estuvo involucrado. No recuerdo muy bien todo lo que evaluaba, pero sí que en la evaluación a los alumnos había alguna pregunta obsoleta sobre la Unión Europea y que los chavales, en muchos casos, tras un bombardeo de pruebas (creo recordar que duraban dos días), respondían lo que les salía del nardo. Lo que da mucho que pensar sobre su capacidad real y su conocimiento de cómo funcionan los chavales a los que quieren ayudar.</div><div style="text-align: justify;">Pero en esta entrada hay para todos y no vamos a dejar inmaculados a la derecha y a la ultraderecha y su burda maniobra sobre el adoctrinamiento en las aulas, que no existe (tal vez sí, casi seguro, en los centros religiosos). Es más, si supiesen en que consiste el adoctrinamiento desde el punto de vista de la Instrucción, verían que los verdaderamente adoctrinados son ello, pues desconocen la ley que critican, y solo repiten consignas lanzadas, intencionadamente, por políticos y pseudoperiodistas. Uno escuchó que explicar que Felipe V centralizó el poder, con la excepción de vascos y navarros, que le ayudaron contra el candidato de los Austrias (eligieron el bando ganador; lo que no ocurrió en las Guerras Carlistas) es adoctrinamiento. En realidad, Felipe V siguió lo que ocurría en la Francia de su abuelo, Luis XIV, y de paso castigó a los rebeldes (que no les vendan el cuento, los más castigado fueron los valencianos, a los que se les prohibió hasta el Código Civil, cosa que no ocurrió con los catalanes). </div><div style="text-align: justify;">En fin, ruido.</div><div style="text-align: justify;">Una de las cuestiones que no cambia, pero que está generando mucho ruido, son las competencias. Las dos leyes anteriores, una del PSOE y otra del PP, hablaba de las competencias (aunque cada una tuviese las suyas, muy parecidas), pero es ahora cuando parece, al menos en algunos lugares, que está generando polémica. ¿Por qué?</div><div style="text-align: justify;">En primer lugar aclarar que esta idea viene de Europa y que conceptos como la educación a lo largo de toda la vida, relacionadas con las competencias claves, son uno de los estandartes de la UNESCO desde hace décadas.</div><div style="text-align: justify;">Ahora convendría conocer que son las competencias claves Educación. Las competencias clave son una de las preocupaciones de siempre de los que nos dedicamos a la Educación Especial: la generalización de los aprendizajes. Es decir, usar lo aprendido en los diversos contextos. Todo esto va acompañado de los palabrhostios de rigor: transversalidad, educación permanente, dinamismo (que uno piensa que las competencias van a marcarse una sesión de baile de salón) y demás.</div><div style="text-align: justify;">Hasta aquí, por mi parte, no hay ningún problema... o sí. Sí, porque algunos contenidos han de ser teóricos, muchos. Sí, porque se deben trabajar aspectos como la memoria, porque la memoria es algo más que almacenar información. La memoria también consiste en saber rescatar la información cuando es necesaria (aunque muchas veces lo hagamos sin darnos cuenta) y saber que conocimientos, actitudes o procedimientos debemos aplicar en cada momento también es competencial. ¿Y para qué sirven los contenidos teóricos? Para lo mismo que trabajar por proyectos, para nada si los contenidos trabajados no tienen interés para el alumno. </div><div style="text-align: justify;">Alguien podrá pensar que soy el típico tío que enseña la lista de los Reyes Godos (a los que defienden que se enseña la lista de los Reyes Godos en la Educación Obligatoria solo decirles una cosa: ¡gilipollas!, a ti también te han adoctrinado, pero los del otro bando), pues no. Me apoyo, cuando lo considero oportuno, en el ordenador, he utilizado alguna vez Kahoot, hago presentaciones cuando explico habilidades sociales a un par de grupos, utilizo el role playing para explicar ciertas cosas a esos grupos, el móvil y sus diccionarios para comunicarme con algún alumno inmigrante recién aterrizado, e incluso, a un alumno con altas capacidades le he enseñado a hacer una Site y un blog. Pero, por el tipo de alumnos que tengo sigo utilizando la explicación magistral, los bloques en base diez ensartables... </div><div style="text-align: justify;">¿Por qué critico entonces las competencias?</div><div style="text-align: justify;">En primer por la excusa que se da: dar respuestas a un futuro cambiante, incierto, desconocido. ¿Pero como vas a dar respuesta a lo que no conoces? Y, por otra parte, desde que yo comencé en esto de la Educación ha habido muchos cambios y, la gran mayoría de los docentes, nos hemos adaptado. Pero no solo los docentes, también se han adaptado mis amigos, algunos cincuentones, a los nuevos requerimientos del sistema. ¿Y cómo lo han hecho si no estaban formados para aprender a aprender (alguno se saco el Graduado Escolar ya mayorcito y han sido capaces de tener trabajo y sacar adelante a una familia)? Que cada cual aporte su respuesta.</div><div style="text-align: justify;">He hablado del trabajo por proyectos, esa gran novedad que nos venden cada poco, y que, en realidad, surgió hace un siglo. Trabajar por proyectos consiste en buscar un tema, problema o cuestión y, de manera interdisciplinar, llevarlo a cabo, partiendo de los conocimientos previos... En realidad se trata de poner en practica el aprendizaje por descubrimiento de Jerome Bruner y que, no me parece mala idea, ni tampoco el andamiaje, tan usado en Educación Especial. Lo que sí me parece cuestionable es su implementación en muchos casos, que sea la única forma de trabajar (en la vida no se suele trabajar por proyectos) y su validez.</div><div style="text-align: justify;">Uno, que ha visto proyectos muy chulos, sabe que algunos padres se acaban convirtiendo en ejecutores de una parte del proyecto de sus hijos. Alguien podrá decir: "los padres deben ayudar a aprender a sus hijos". Falso. Los padres deben educar en valores, no enseñar, ni mucho menos realizar las actividades en nombre de los niños. Esto es tan absurdo como ayudar o hacer los deberes de los niños. Si alguien ayuda constantemente a su hijo a hacer los deberes, debería ir a hablar con el docente de su hijo para comunicarle que su pequeño o su adolescente, no aprende nada con él. </div><div style="text-align: justify;">Por otra parte, ¿quién asegura que lo trabajado en un proyecto hace dos trimestres o dos años permanezca en la memoria del alumno? ¿Cómo se sabe cual es la utilidad real para el futuro de lo trabajado en un proyecto en el futuro del alumno, si en muchos casos no saben si será útil hoy? </div><div style="text-align: justify;">Voy a poner un ejemplo personal. El alumno de altas capacidades al que he dado clase este año ha participado en un concurso literario, que eligió entre tres que le presenté, tras aceptar el chaval la idea. Como acto final tuvimos que ir a la oficina de Correos del pueblo donde vivimos, porque había que enviar todo por esa vía. Le ofrecí la experiencia, junto con la directora de la oficina, de conocer los pasos para enviarlo , además por correo urgente porque vencía el plazo de presentación. ¿Le va a servir en su futuro? Ni p... idea, pero era lo que había que hacer y era parte de una tarea más amplia, que era presentarse a un concurso. Saben dos cosas: trabajar con un chaval con altas capacidades y muy motivados es un lujo, que no responde al día a día. Y dos, fuimos a finales de abril a hacerlo, si le preguntasen a día de hoy los pasos que tenía que dar, estoy convencido que recurriría al último: si no sabes como hacerlo, pide ayuda. </div><div style="text-align: justify;">He introducido un aspecto como el de la motivación, que considero crucial, junto al de la respuesta a los alumnos con necesidades educativas, sobre todo los que tienen necesidades educativas especiales. </div><div style="text-align: justify;">Uno de los mantras de la "buena nueva" es que este tipo de actividades van a motivar más a los alumnos, consiguiendo que la motivación intrínseca sea el pilar sobre el que se asienten toda la acción de los educandos. Esta idea es más que cuestionable. Los alumnos van a seguir encontrando dificultades en determinadas áreas en función de sus capacidades,gustos o intereses. Posiblemente, con el paso del tiempo, se ceñirán a aquello que dominan y se repartan el trabajo de esa manera, porque, en el fondo, es una forma de trabajo en equipo, donde cada uno da lo mejor de sí, en el área que ya domina. A los niños más pequeños es más fácil controlarlos, a los adolescentes no tanto. </div><div style="text-align: justify;">Sin embargo lo que más preocupa son aquellos alumnos con problemas para comprender el término n de una progresión aritmética, los que no comprenden la formulación química o son incapaces de realizar una comprensión de un texto oral o histórico. ¿Cómo se trabaja eso por proyectos? Porque, saben, competencias también es trabajar, e insistir, conceptos y procedimientos una y otra vez, para que sean capaces de analizar e interpretar un texto literario, histórico o periodístico. Porque hay alumnos que tienen problemas cuando llega el pensamiento hipotético-deductivo, con la única finalidad de crear unos esquemas de pensamiento que puedan aplicar a su vida.</div><div style="text-align: justify;">De igual manera existen alumnos con problemas que nada tienen que ver con la Escuela, que arrastran esos problemas al entorno educativo y lo que primero necesitan es lo que no tienen fuera. Todos los que nos dedicamos a esto sabemos que en este tipo de casos el problema está en el entorno familiar y/o social y es aquí donde deben producirse los cambios (servicios sociales). Ya se puede ofrecer lo mejor de lo que mejor, que si un niño no duerme las horas necesarias, carece de afecto, no desayuna... ni César Coll va a obrar el milagro. </div><div style="text-align: justify;">Por no hablar de la desmotivación de ciertos adolescentes, que los están porque es lo que toca en una edad conflictiva, en la que chocan con sus padres, los docentes y, en muchas ocasiones, consigo mismos. Sería una temeridad obviar que esta etapa de la vida no es fácil y, en muchas ocasiones, no tiene nada de bonito, ni de fácil ese proceso de tránsito hacia la edad adulta. </div><div style="text-align: justify;">Uno también tiene reparos hacia este tipo de proyectos cuando se habla de alumnos con necesidades educativas especiales. ¿Por qué? Por conocer cómo se estructuran los refuerzos que esos niños precisan, dada la importancia de este que este tipo de apoyos tienen para los alumnos. Y antes de que nadie diga nada me gustaría reseñar que los apoyos de Educación Infantil los hago siempre dentro del aula, siendo mucho más complicado los de Primaria, porque suelen coincidir alumnos de diversas clases. Uno, que lleva tiempo en esto, conoce casos donde esta metolodogía tan nueva y chachi importaba más que el niño con un Trastorno del Espectro Autista, con los consiguientes problemas, algunos muy serios por las características del alumno, para el crío de Educación Infantil. </div><div style="text-align: justify;">Para concluir, estoy leyendo con asombro que en la Comunidad Valenciana en Educación Secundaria va a haber profesores de ámbitos y no especialistas. Uno considera que no parece muy oportuno que un profesor de Matemáticas imparta Geología, por ejemplo, porque, evidentemente, el dominio de ese área no es el mismo. De hecho, uno recuerda como se apelaba en la LOGSE a la Epistemología para la mejora de la práctica docente. Si, de verdad, como estoy leyendo se está sacrificando el conocimiento profundo de una área en pos del modelo, tenemos un serio problema. </div><div style="text-align: justify;">Un saludo. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-26091792269792717462022-06-11T12:32:00.000+02:002022-06-11T12:32:44.969+02:00IDIOTARIO<p style="text-align: justify;"><b>Amistad entre hombre y mujer: </b>cuando el hombre o la mujer, o también se puede producir de manera mutua, piensan que su amigo o amiga no tienen un buen polvo.</p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"><b>Amor: </b>forma diferida de negocio para los abogados matrimonialistas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Buena Vista Club Social: </b>agrupación musical cubana creada en los años 90, que grabaron un disco de gran éxito con música tradicional cubana. Se sabe que, a pesar de su empeño por pertenecer a dicho club, ni Steve Wonder ni José Feliciano fueron admitidos.</p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"><b>Hortocultor: </b>persona cuyo oficio es cultivar y cuidar la huerta, que está hasta el culo de tanto cavar, quitar malas hierbas y agacharse.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Inflación: </b>estado en que se encuentran los testículos de mucha gente ante la subida desmedida de precios que estamos sufriendo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Me gustaría volver a la infancia: </b>forma sutil de decir que tu vida de adulto es una mierda. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Piscifactoria: </b>fábrica donde exclusivamente trabajan personas nacidas entre el 19 de febrero y el 20 de marzo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-41194951110463642472022-06-09T19:32:00.004+02:002022-06-09T19:32:45.320+02:00¿EL SENTIDO DE LA VIDA? PREGUNTA ERRÓNEA<p style="text-align: justify;">El que suscribe, que se va haciendo viejo y casi gruñón, observa su entorno con dos sensaciones encontradas: desinterés y curiosidad. </p><p style="text-align: justify;">Desinterés, porque existe una gran previsibilidad en lo que acontece, incluida la guerra de Ucrania, donde Pedro Sánchez ha mostrado su parte más rastrera, postrándose de hinojos ante el amo, el viejo senil, que jaleaba la invasión de Irak en su día. Previsible como la campaña de la derecha, y de cierta parte del progresismo, para bajar los impuestos para facilitar la vida a los ciudadanos y a los pequeños empresarios, mientras las multinacionales duplican sus ganancias. Previsible como los absurdos progresistas y su pseudofeminismo, pseudofeminismo y su pseudomoral y sus aberrantes leyes, que tanto daño están haciendo a la clase trabajadora y a todo aquel que consideran su enemigo. Previsible como la ultraderecha, que decían combatir los progres y que han alimentando con sus pseudocreencias, y sus discursos vacíos, adaptados al oyente, que intentan ocultar su única finalidad: favorecer a las multinacionales, culpando de todo a rojos, inmigrantes... Previsible como esa mujer que me pudo gustar y solo brillaba cuando abandonaba su papel de perfecta equidistante. </p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, sigue moviéndome la curiosidad. Curiosidad por conocer de dónde venimos (la Historia); cómo hemos llegado hasta aquí (los descubrimientos de l Física, de la Química, de la Astronomía...) y qué motiva a las personas a comportarse de una u otra manera. Me parece fascinante este último aspecto. Al igual que me parece fascinante la curiosidad y también me sorprende que existan personas, muchas, sin curiosidad; empeñadas en vivir sin mirar más allá de su propia nariz. Las cosas pasan a través de ellas, sin más. ¡Curioso!</p><p style="text-align: justify;">Pero si hay algo que me causa desinterés, a la par que curiosidad, es toda aquella gente que enarbola como algo trascendental esta frase: ¿Cuál es el sentido de la vida? </p><p style="text-align: justify;">Si lo respondemos desde un punto de vista individual es el que cada uno quiera darle: ayudar a los demás, ser multimillonario, no tener curiosidad, comprarse un adosado y veranear en Marina d`Or...</p><p style="text-align: justify;">Por contra, si la respuesta se intenta dar desde un punto de vista del ser humano como especie, no cabe duda de que el sentido de la vida es perpetuarse, como ocurre en el caso de cualquier otra especie.</p><p style="text-align: justify;">Alguien me puede tildar de simple, pero cuando lea lo que voy a argumentar a continuación puede que opine distinto, o no. </p><p style="text-align: justify;">La pregunta, al menos si se intenta responder abarcando a toda la especie humana, está mal planteada (lo siento, pero la cuestión no admite otra interpretación). La cuestión debería ser algo parecido a esto:</p><p style="text-align: justify;">¿Qué ha supuesto para la raza humana tener la capacidad de ser conscientes de nuestra existencia, de que esta es finita y de que formamos parte de un entramado, el Universo, mucho mayor, al que no podemos dominar?</p><p style="text-align: justify;">Preguntas como la del sentido de la vida, la existencia o no de vida después de la muerte, incluso las formas de organización social ( influidas por creencias religiosas y de otro tipo. que tienen que ver con nuestra capacidad de ver más allá de nuestra vida, véase por ejemplo la monarquía) provienen de nuestra capacidad de ser conscientes de nuestra consciencia.</p><p style="text-align: justify;">Nosotros, mal que le pese a alguno, no dejamos de ser animales y nuestra existencia no difiere en esencia de la de cualquier otro ser vivo: nacemos, crecemos, nos reproducimos (la mayoría de nosotros) y, por último, acabamos siendo pasto de los gusanos, como cualquier otro ser vivo. Lo que nos diferencia es nuestra capacidad intelectual, que tiene una herramienta fundamental para acceder al simbolismo y a manejar ideas abstractas, que ningún otro animal posee: el lenguaje oral y su alter ego, el lenguaje escrito. Nuestros dioses, nuestras preguntas filosóficas (como la del sentido de la vida), nuestra organización social, en especial la de las sociedades complejas y otros sinfín de cuestiones, solo pueden existir porque tenemos un lenguaje oral que nos permite realizar unos constructos simbólicos imposibles sin él (al menos en todo aquello que conocemos hasta el momento); siendo este lenguaje y este simbolismo el que facilita que podamos acceder a pensar en nuestra existencia, en nosotros a través del tiempo y en nuestra especie en conjunto dentro de un contexto natural y social, cada vez más amplio.</p><p style="text-align: justify;">Por tanto, en mi modesta opinión la pregunta no debería ser: ¿Cuál es el sentido de la vida? Si no: ¿Esa capacidad simbólica que nos ha llevado a ser conscientes de nosotros mismos, de nuestra finitud, cómo ha influido en nuestra evolución como especie?</p><p style="text-align: justify;">Aunque pudiera parecer una nimiedad, creo que la trascendencia, en este caso sí, de la pregunta y de su respuesta, o respuestas, puede que diese una percepción más ajustada no sobre el sentido de la vida, pero sí de ciertos aspectos de nuestra evolución, que, muy posiblemente, hayan marcado parte de lo que somos ahora. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-50351549269760599582022-04-14T20:40:00.003+02:002022-04-14T20:40:33.572+02:00EL ETERNO RETORNO<p style="text-align: justify;">Solo veía sus ojos verdes, que penetraban en él con la dulzura de lo que conmueve, porque la mascarilla tapaba el resto de su rostro. También cabe la posibilidad de que se fijase en ellos, casi en exclusiva, por su belleza. Jamás se lo planteó. No lo necesitaba. Nadie reflexiona sobre aquello que resulta más poderoso y placentero que la lógica de los hechos.</p><p style="text-align: justify;">Varias veces se había armado de valor para hablar con ella, pero nunca encontró la situación adecuada. Bien porque la osadía se había diluido en el intervalo de tiempo que discurría desde que él se lo propuso hasta que tuvo ocasión de hablar con ella; bien porque no encontró la situación adecuada o bien porque se sentía tan feliz junto a ella, hablando de temas baladíes o importantes, que le resultaba suficiente con disfrutar de esos momentos, que con casi total probabilidad resultarían los mejores del día.</p><p style="text-align: justify;">A pesar de sus dudas, inseguridades y demás cuestiones relacionadas con un posible fracaso, consecuencia de algo parecido a una declaración de sus poderoso y confusos sentimientos hacia ella, no podía obviar que ella había cambiado su forma de actuar, mostrándose cada vez más cercana a él. Mucho más cercana, implicase esto lo que pudiese implicar. Desconocía sí solo buscaba paliar la soledad que sabía sentía ella, o había algo más profundo. Tampoco había realizado cábalas sobre esta nueva situación, simplemente la aceptaba y la disfrutaba, ni tenía la más mínima intención de hacerlas. Sólo sabía que se había entreabierto una puerta.</p><p style="text-align: justify;">No recordaba el momento en que se sintió atraído por ella, ni tan siquiera si en un principio solo existió atracción física o hubo algo más. Sí tenía conciencia, con la nitidez del relámpago que asalta la oscuridad de la noche, del momento en que haciendo el amor con su expareja se la imaginó a ella, con sus caderas voluptuosas, ocupando el lugar de la persona con la que se encontraba en esos momentos practicando sexo. Lo rememoraba casi tan diáfanamente como la excitación que eso le supuso. </p><p style="text-align: justify;">Desde ese momento, con vaivenes debidos a diferentes cuestiones, siempre pensó de manera regular en ella como algo más que una amiga. De hecho, esa parecía ser la única certeza que tenía sobre la cuestión. Podía asegurar que la deseaba, casi de manera irracional. A veces tenía dificultades para no confesarla en voz alta todo lo que despertaba en él su pequeño y a la vez rotundo cuerpo. Sus caderas, sus no muy grandes pero bonitos pechos, su aparentemente duro y bonito trasero... Pero, en otras ocasiones sentía la necesidad de que ella estuviese cerca, como si se tratase de un creyente que está perdiendo la fe y necesitase una señal de su dios. Precisaba de ella con la vehemencia de quien no quiere que su mundo se desmorone.</p><p style="text-align: justify;">En ese estrecho margen, entre lo carnal y lo platónico se movía él...hasta el día que él, con otras palabras, le contó todo lo anterior y sintió, a la par, alivio y vergüenza, amor y deseo, fracaso y valentía, invierno y verano, el universo y un átomo y silencio... El de ella.</p><p style="text-align: justify;">A partir de eso momento todo aconteció con la naturalidad de aquello que, desde hace tiempo, solo hace falta ensamblarlo para que tome sentido. Robaron a Cronos tiempo para sellarse el uno al otro, para mirarse, para acariciarse, para hablarse palabras propias, para quererse por sus imperfecciones o para hacer el amor de nuevo, ya que ambos hacía tiempo que habían olvidado lo que suponía esto, aunque hubiesen practicado sexo en muchas ocasiones desde aquel la última vez que sintieron algo más que placer junto a otra persona. Después, él acariciaba su pelo negro y la abrazaba y ella se dejaba abrazar, haciéndose un ovillo, sintiéndose protegida y amada y él sentía el aire de su respiración lenta sobre su pecho, mientras la besaba la frente. Hasta que ella, poco después, huía hacia su otra vida. </p><p style="text-align: justify;">Él volvía a su cama tras acompañarla y cerraba los ojos, dejándose llevar por el olor del perfume de ella, uno, único e inconfundible, aún presente en la habitación , a la par que rememoraba lo ocurrido hacía no más de una hora. No se lamentaba de no poder disfrutar junto a ella más tiempo. Al revés, daba gracias por saber que se sentía correspondido y poder disfrutar de su atención, de sus sentimientos compartidos, de su cuerpo, de su respiración cuando la abrazaba.</p><p style="text-align: justify;">Y allí, en su cama, escuchó de improviso: "Pick me up been bleedin too long. Right here, right now..." y, tras un primer momento de desconcierto, comprendió que en el despertador de su móvil sonaba Alone i break de Korn. En ese instante una nube de frustración descargó sobre su aún abotargado cerebro y maldijo todo lo que había soñado o, tal vez, haber despertado. Despertar de nuevo solo o, al menos sintiéndose solo, a pesar de que a su lado dormía una mujer, a la que la voz de Jonathan Davis no había conseguido desvelar de su profundo sueño. </p><p style="text-align: justify;">El sentimiento de vacío y de frustración le hizo plantearse que no se trataba de un sueño lo que su mente pergeñó hacia unos minutos, más bien se podía considerar una pesadilla. Como una pesadilla había sido la noche anterior practicar sexo con la mujer que yacía al otro lado de la cama, mientras él pensaba en una mujer morena, de ojos verdes...</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-40173874653465464032022-01-06T16:37:00.005+01:002022-01-06T16:37:49.184+01:00COMAMOS<div style="text-align: justify;">16 de octubre de 1981, Villamarciel<br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Le resultaba imposible dormir. Por primera noche en muchos años, no compartía el lecho con ella y, también, por primera vez, sentía que el frío recién descubierto de la cama se componía de una infinidad de silencios y añoranza. </div><div style="text-align: justify;">Cuarenta y dos años juntos, que se dice pronto. Nueve hijos, de los cuales cuatro fallecieron en diferentes momentos de la infancia, debido a enfermedades conocidas o desconocidas. Siete nietos, por el momento, todos sanos como robles, que diría Don Nemesio, el viejo, y ya jubilado, médico del pueblo. Siete pequeños, alguno ya no tan pequeño, a los que echaba de menos, pues todos vivían lejos del pueblo, en la capital de la provincia o en Madrid. Todos sus hijos emigraron, en cuanto pudieron. Se marcharon de ese lugar donde él aún vivía, como buena parte de la gente de su edad, para buscar una mejor vida y, por lo que ellos cuentan, lo consiguieron. Él no podía juzgar si lo habían conseguido, pues sólo había estado en sus casas de visita y, por otra parte, la única referencia que poseía para poder comparar era su propia forma de vida en el pueblo, donde él se sentía feliz. Al menos hasta ese momento, en que todo constituía una novedad impregnada de dolor.</div><div style="text-align: justify;">Ahora se encontraba solo y pensaba en todo aquello que anhelaba haber hecho o dicho. Haber hecho hecho o haberle dicho a ella.</div><div style="text-align: justify;">Se desdibujaba en el recuerdo el día en que la conoció en la verbena de San Juan. Existía algo en ella que le llamaba poderosamente la atención. No la encontraba excesivamente guapa, tampoco fea, por supuesto. Su cuerpo, o lo que intuía de él, no podía considerarse un conjunto perfecto y excitante de curvas, aunque él si intuía ciertas formas sensuales bajo su ropa de fiesta. A pesar de ese análisis lógico, que en realidad tenía mucho de instintivo e irracional, existía algo que hacía que la desease, como solo acontece cuando no existe explicación ni resulta necesaria. Y así comenzó todo en esa noche de junio de hace más de cuatro décadas.</div><div style="text-align: justify;">Muchas veces pensó, y nunca se atrevió a decir a nadie, incluida su mujer, que podía considerarse afortunado. Él se desposó con una mujer por la que sentía algo, aunque jamás tuvo interés en poner nombre a ese estado que provocaba María, que así se llamaba su esposa, en su interior. ¿Para qué? </div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, otros amigos suyos, unos cuantos, acabaron contrayendo matrimonio con mujeres cuya aspiración era la misma que la de la ellos: no acabar solos y señalados por la gente de orden del pueblo, que eran casi todos. Podía decirse que seguían una política de evitar problemas individuales y disfunciones sociales. </div><div style="text-align: justify;">Tras la boda todo discurrió como debía. Al año siguiente, casi un año y medio después de los esponsales, nació el primer hijo, Lorenzo, que murió meses después debido a una infección. Tal vez ese fue el momento en que más unido estuviese a mi mujer. Por primera, y casi última vez, se permitió llorar en público. En aquella época mostrar no se consideraba apropiado que los hombres mostrasen sus emociones. Existían excepciones como la muerte de un hijo, en especial si era el primogénito, y algún otro hecho aislado. </div><div style="text-align: justify;">El llanto no ocasionó esa unión, más bien puede decirse que esa comunión vino propiciada por el hecho, socialmente aceptado en estas circunstancias. de compartir el dolor con María. Pero pronto todo volvió a su ser. La rutina, las jornadas interminables de trabajo de ambos, en las que no se veían, porque cada uno tenía su cometido establecido desde mucho antes de que ellos nacieran. Dos personas que convivían bajo el mismo techo, con una ocupación común: subsistir. Y el domingo, el día de holganza, la misa, el bar para él, y las amigas para ella, constituían un breve quiebro a la variada rutina marcada por las estaciones. </div><div style="text-align: justify;">Llegaron más hijos, otros ocho, como antes se dijo, y con ellos nuevas ocupaciones y preocupaciones. María, la mayor, rápidamente se puso a cuidar de sus hermanos más pequeños y a ayudar en los quehaceres de la casa. Encarnación, la tercera, en cuanto tuvo edad, alivió las obligaciones de la primogénita, ayudando en las labores del hogar.</div><div style="text-align: justify;"> Ellos, a los 9 años, cuando terminaba la escuela, echaban una mano al padre en las tareas del campo. </div><div style="text-align: justify;">Las unas y los otros aprendieron en la escuela las letras y a hacer cuentas. Lo básico para poderse desenvolver en la vida, les dijo el maestro a los padres un domingo después de la misa. </div><div style="text-align: justify;">Si alguna vez tuvieron aptitudes para el estudio nunca lo supo. El docente nunca les dijo nada al respecto, ni lo contrario tampoco, y las circunstancias en aquel entonces tampoco .</div><div style="text-align: justify;">Tuvieron hijos por lo mismo que sembraba el trigo a finales de octubre, porque es lo que tocaba y no se podía hacer otra cosa. </div><div style="text-align: justify;">Ahora, con la perspectiva que produce el paso del tiempo y las circunstancias vividas, le hubiese gustado estar más tiempo con ellos. Mejor dicho, le hubiese apetecido conocer como pensaban, como sentían, pero ahora ya era tarde. Ellos tenían sus parejas, sus hijos y él para sus descendientes se podía definir como el padre que los crio, que trabajó de sol a sol para que siempre tuviesen algo que llevarse a la boca, en una época de hambre. Un hombre recio, de pocas palabras y parco en afectos. Un anciano que parecía diferente cuando estaba con sus nietos, que sin ellos pretenderlo, le dibujaban una sonrisa perenne cuando estaba en su presencia. Una sonrisa pocas veces vista por sus hijos y que, en un principio, les resultó tan extraña como desconcertante, pero a la que se acostumbraron con el paso del tiempo. Al igual que se acostumbraron a ver como jugaba, como si le fuese la vida en ello, con esos pequeños que conseguían extraer de él algo desconocido hasta entonces para sus propios hijos.</div><div style="text-align: justify;">Su cuerpo y lo que quedaba de su alma en esos momentos seguían en esa solitaria casa en aquella fría noche castellana de octubre. Sin María. Con su presencia constante, pero incompleta. Con el peso de todo aquello que tuvo que haberla dicho en todas aquellas ocasiones en que la miraba embobado porque la encontraba guapísima o cuando llegaba más allá de donde él podía llegar o cuando, simplemente, algo en su interior le hacía sentirse bien junto a ella y sentía la necesidad de decírselo, pero no lo consideraba apropiado, porque nunca vio a un hombre hacer ese tipo de cosas. </div><div style="text-align: justify;">Ahora sabía que era tarde. Ya no podía remediarlo. Se sentía huérfano de María y traspasado de decepción hacia sí mismo, por todo aquello que esquivó durante muchos años de convivencia con ella y que ahora fluía casi tan intenso como el dolor de la pérdida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">24 de diciembre de 1981, Villamarciel.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un año más todos sus hijos, sus parejas y sus nietos se encontraban en la casa familiar del pueblo. En Nochebuena siempre había acontecido así, excepto el año que Encarnación dio a luz a su segundo hijo, Andrés, que fue así llamado en honor a su abuelo materno, el 23 de diciembre. </div><div style="text-align: justify;">Todos menos María. Al menos en cuerpo presente, porque su recuerdo envolvía a los adultos que se encontraban ese día allí. </div><div style="text-align: justify;">Cuando comenzó la cena, también por primera vez, Andrés, el anfitrión, interrumpió todas las conversaciones porque quería dirigirse a todos los que allí se encontraban: "Tengo algo importante que contaros".</div><div style="text-align: justify;">Esas palabras abrieron un silencio denso. Un silencio denso y expectante, cargado premonitoriamente de recuerdos y de ausencia, al menos para los adultos. Un silencio de extrañeza entre los niños, que nunca habían presenciado ese rostro serio y grave en el rostro de su abuelo, que acompañado de ese tono de voz desconocido, resultaba desconcertante para ellos.</div><div style="text-align: justify;">Comenzó a hablar con de manera pausada, con la facilidad de quien ha estudiado un guión y tiene capacidad para la interpretación. En el fondo, iba a interpretar la obra de su vida, y aunque no estuviese acostumbrado a la oratoria, esto facilitaba la fluidez del discurso.</div><div style="text-align: justify;">"María, mi mujer, vuestra madre, vuestra suegra, vuestra abuela, nos dejó hace dos meses. La hecho de menos. Mucho. Imagino que vosotros, sus hijos, mis hijos, también sentiréis esa pena por su partida. </div><div style="text-align: justify;">Sabéis, durante este tiempo, estas semanas sin mi mujer, he tenido ocasión de vivir el dolor, la soledad, el vacío más absoluto y otras cosas a las que no sé poner nombre. De todo ello lo que más me duele es aquello que yo pude hacer y no hice cuando ella se encontraba entre nosotros. Y no, no me refiero a tratar mejor a vuestra madre. Jamás la falté al respeto. Al contrario, siempre la respeté. Jamás visité un prostíbulo ni la insulté ni mucho menos la pegué. Sin embargo, lo que jamás oyó de mis labios es que la quería, y la quería mucho. En ninguna de las muchas veces que lo pensé, que lo sentí, tuve el valor de comentárselo, aunque sintiese una necesidad imperiosa de ello. Cuando esto ocurría existía en mí un vacío generado por la cobardía, que se rellenaba, en falso, porque sabía que hacía lo que se esperaba de mi, de un hombre. Fuimos educados para trabajar de sol a sol, con la única finalidad de crear y mantener una familia. </div><div style="text-align: justify;">En aquella época no se nos permitía pensar ni expresar sentimientos. Todo lo más ahogar nuestra monotonía en el vino peleón del bar; lo que llevo a más de uno al alcoholismo. Como a Lucio, que cuando llegaba borracho a su casa era frecuente que pegase a Charo, su mujer. Por más que hablé con Lucio no conseguí que la dejase en paz. Cuando estaba sereno lloraba y decía arrepentirse de ello, pero tras beber se convertía en otra persona, una bestia para la persona a la que debía respetar por ser su mujer y por la consideración que debía sentir hacia la persona que en el día a día del pueblo intentaba tapar la miseria en que se había convertido la vida de Lucio y de los que le rodeaban.</div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, jamás la dije . que la quería ni lo guapa que la encontraba cuando se vestía para la fiesta o para ir a misa ni lo feliz que era con el nacimiento de cada uno de vosotros ni...</div><div style="text-align: justify;">Pero eso, por desgracia, ya no puedo remediarlo. Sin embargo, sí puedo contaros lo feliz que me sentí cuando María aprendió a leer. Sabes, fuiste la primera persona en mi familia que leyó con fluidez y que escribía sin tener que deletrear. También me sentí orgulloso cuando el maestro me contó que tú, Mauro, eras muy bueno haciendo cuentas. Cuando tú, Andrés, me dijiste que querías irte a la ciudad y que además de trabajar ibas a estudiar, aunque no hice ningún comentario, la alegría y el sentimiento de felicidad me invadió por dentro. </div><div style="text-align: justify;">Podría seguir hablando largo rato, pero la cena se enfriaría, y a vuestra madre eso no le gustaba. Recordad como se ponía cuando no teníamos prisa en sentarnos a la mesa porque las conversaciones atrasadas se convertían en más importante que lo que ella había cocinado durante todo el día para nosotros, su familia. </div><div style="text-align: justify;">Sólo quiero añadir algo más: Aunque a ella no se lo dije nunca, quiero que sepáis que amaba a vuestra madre con todas mis fuerzas. Y también me gustaría que supieses que me siento orgulloso de todos vosotros, hijos míos. Os quiero y os agradezco que estéis aquí en este día con vuestras parejas y con vuestros hijos, mis nietos.</div><div style="text-align: justify;">Al final, ha resultado mucho más fácil decirlo de lo que pensé durante décadas que sería.</div><div style="text-align: justify;">Gracias por escucharme y hagamos caso a vuestra madre. Comamos". </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-19262278113340850032021-11-01T10:50:00.004+01:002021-11-01T10:50:38.990+01:00CUENSOS (CUENTOS DE VIDA CASI EN VERSO)<p style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">FOTOGRAFÍAS</span></b></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"> <span style="font-size: medium;"><b>SIEMPRE REHUÍ LAS FOTOGRAFÍAS,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ESAS PEQUEÑAS AUTOBIOGRAFÍAS DEL INSTANTE,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>PENSANDO QUE NUNCA ME ENCONTRABA EN ELLAS,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b> MI ALMA PARECÍA ESCAPAR</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>SIN REMISIÓN</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>A LOS COLORES CONGELADOS DE ESE SEGUNDO VENCIDO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>EN EL QUE SE PLASMA LA IMAGEN,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b> PERO AHORA SÉ LO INCUESTIONABLE</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>LOS COLORES NO VENCEN</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>LOS SEGUNDOS FUERON Y SON DE MI PROPIEDAD,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>SIEMPRE ME PERTENECIERON,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Y NADA, NADA,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>TIENE SIGNIFICADO SI NO EL ATRIBUIDO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>EN LA CRUZADA DE CADA INSTANTE VIVIDO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>EN ESA LUCHA ENTRE LA ACEPTACIÓN Y LA NEGACIÓN</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>A VECES CONSCIENTE,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ILUMINADA COMO ESE NEÓN PEREZOSO Y SEMPITERNO,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>CONOCIDO PERO OBVIADO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Y EN OCASIONES CALLADA, ENMASCARADA</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ENTRE LAS ESQUINAS,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b> APACIGUANDO LA EXISTENCIA DE LA AGONÍA</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>NINGUNA INSTANTÁNEA REFLEJARÁ ESA LUCHA</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>POR MUCHA PRECISIÓN QUE EN ELLA EXISTA</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>LA ÚNICA INTERPRETACIÓN, </b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>LA INFALIBLE INTEPRETACIÓN DE LO CAPTURADO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>RESIDE EN LA MEMORIA PROPIA</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ANEXA A MÍ HASTA EL FIN.</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>ME GUSTÓ</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ME GUSTÓ TU INSISTENCIA</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>EN LA QUE DESCUBRÍ LA LUNA,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b> EL DESASTRE</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Y QUE EL MAR ES ALGO PARECIDO A TUS MANOS</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ENTRELAZADAS CON LAS MÍAS.</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>SIN...</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>NO EXISTE UN UMBRAL</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ENTRE LA VEJEZ Y LO ANTERIOR</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>¿ALGUIEN LO CONOCE?</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>SE PUEDE HABLAR DE AÑORANZA</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>DE BÚSQUEDA DE PAZ ENTRE BRAZOS AJENOS</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>DE AMAR DESPACIO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>SINTIENDO EL SEXO,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>EL TUYO Y EL MÍO,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>COMO COMUNIÓN ENTRE EL SENTIMIENTO Y EL DESEO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>DESBROZANDO LO INNECESARIO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>CON LA SOLA HERRAMIENTA DE LA ENTREGA</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>PERO NO EXISTE UN UMBRAL</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ENTRE LA VEJEZ Y LO ANTERIOR</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>SOLO LOS CUERPOS CURVADOS EN EL ESPACIO</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>ATRAYÁNDOSE DE MANERA IRREMISIBLE</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>SIN EDAD, </b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>SIN RECUERDOS,</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>SIN PASADO.</b></span></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-29823044417800330312021-10-17T18:09:00.006+02:002021-10-17T19:18:29.336+02:00LA ÚNICA DIVERSIDAD<div style="text-align: center;">"Lo mejor que el mundo tiene</div><div style="text-align: center;">está en los muchos mundos </div><div style="text-align: center;">que el mundo contiene"</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Eduardo Galeano</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La reproducción sexual de los animales produce individuos distintos, incluso dentro de una misma camada. Resulta obvio, que esto ocurre exactamente igual en nosotros, seres humanos, que no dejamos de ser un animal. Fruto de este tipo de reproducción, cada uno de nosotros es diferente a cada uno de los, aproximadamente, siete mil millones de personas que pueblan este planeta. Y eso, querido lector, es la diversidad, que tanto aporta para que no se transmitan errores genéticos, al menos una parte de ellos, a nuestros descendientes. </div><div style="text-align: justify;">Por supuesto, reconocer que todos y cada uno de nosotros somos diferentes (tal vez, con la excepción de los gemelos univitelinos), a ciertas personas les chirría y no les convence, porque es más fácil, al menos para ellos, agrupar a las personas por cuestiones anecdóticas secundarias, como pueden ser el color de la piel, la religión, el sexo, la edad o cualquier otra cuestión que el amable lector pueda conocer o imaginar. Cabe destacar, que esto se puede utilizar para despreciar a las personas que responden a las características elegidas o para ensalzarlas, bien como héroes, bien como víctimas. </div><div style="text-align: justify;">Durante siglos las personas que practicaban la religión judía estuvieron perseguidos por el hecho de pertenecer a esta fe. Véase los pogromos, las expulsiones de los practicantes de esta creencia de Francia, siglos XII y XIV, Inglaterra, siglo XIII, Granada (almohades), siglo XII, o España, siglo XV. O asuntos mucho más cercanos en el tiempo como el Caso Dreyfus, Francia siglo XIX. Sin olvidar la barbarie nazi, que alcanzó, por desgracia, no solo a personas judías, también personas de etnia gitana, eslavos, personas con discapacidad, homosexuales (aunque no debemos olvidar que Ernst Röhm y parte de su cúpula de las SA eran homosexuales)... sufrieron la locura de unos tipos que les negaban cualquier derecho, solo por ser "distintos".</div><div style="text-align: justify;">¿Distintos a qué? A un ideal que no deja de ser eso: un ideal, algo inexistente en la vida real. Todos, repito, todos, somos distintos, irrepetibles, con nuestras virtudes y nuestros defectos, que variarán en función de quién los analice. El ideal de persona es, únicamente, un intento vacuo por unificar aun colectivo con una doble finalidad: que una minoría alcance el poder político, buscando para ello crear unos enemigos o unos tipos distintos, que impiden que ese ideal se lleve a cabo. No se juzga a las personas por sus actos, se les encasilla por un estereotipo, pretendiendo borrar la esencia del ser humano: su irrepetibilidad.</div><div style="text-align: justify;">Como dije al principio este intento de unificar, de no juzgar a las personas por sus actos si no por una característica, generalmente aleatoria y que no depende del individuo, no solo se aplica con un sentido discriminatorio. En nuestros días se utiliza por parte de cierto sector de la que antes era la izquierda, para justificar una pretendida superioridad de ciertos colectivos por ser "discriminados", generalmente por el mismo colectivo los hombres blancos. </div><div style="text-align: justify;">Ni que decir tiene que la vida de Carmen Polo, esposa de Franco, Pilar Primo de Rivera o cualquier mujer noble durante el franquismo, no se acerca, ni de lejos, a la vida que a tenido mi padre (trabajando de sol a sol desde los nueve o diez años, aprendiendo a leer y escribir ya adulto), pero ese detalle no importa a cierta gente, porque no importan las circunstancias y los hechos, importa el colectivo.</div><div style="text-align: justify;">Esa importancia del colectivo les lleva a cometer disparates como el de recomendar a una pretendida mujer, Carmen Mola (en realidad tres hombres que escriben bajo ese pseudónimo) como un ejemplo de escritora feminista (véase que el Instituto de la Mujer de Castilla la Mancha solo recomienda leer a mujeres).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a href="https://www.europapress.es/castilla-lamancha/noticia-margaret-atwood-irene-vallejo-carmen-mola-lecturas-feministas-recomendadas-instituto-mujer-verano-20200711144538.html">https://www.europapress.es/castilla-lamancha/noticia-margaret-atwood-irene-vallejo-carmen-mola-lecturas-feministas-recomendadas-instituto-mujer-verano-20200711144538.html</a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un breve inciso. Cuando uno lee esto se acuerda de la película Europa Europa, que narra la experiencia real de un joven judío que se hace pasar por ario para escapar a una muerte casi segura. Y me recuerda ese film, porque en un fragmento de la película el experto nazi pone como ejemplo de ario puro al protagonista de la película, el joven hebreo Solomon Perel. </div><div style="text-align: justify;">Pero volvamos a la diversidad y su utilización espuria por parte de unos y otros.</div><div style="text-align: justify;"> La bandera de la diversidad, sea eso lo que fuere, la ha enarbolado una pretendida izquierda, mejor llamarlo progresía, que se ha dedicado a realizar paquetes de personas, atendiendo a una característica, dos a lo sumo, con una única finalidad: poner la etiqueta de buenos o malos. Para colocar dicha etiqueta solo es preciso un aspecto: haber sufrido discriminación o no. ¿Discriminación? Sí, discriminación y, a ser posible, por el hombre blanco heterosexual. Eso ya da carné de colectivo discriminado para la eternidad. </div><div style="text-align: justify;">Pero, pero, pero, es que la mujeres de la jerarquía franquista vivían mucho mejor que mi padre, mis tíos o mi abuelo. </div><div style="text-align: justify;">Ya, pero ellos oprimían a las mujeres. </div><div style="text-align: justify;">Pero es que eso no era así en casa de mi5s padres. </div><div style="text-align: justify;">Eso es mentira, porque lo digo yo y porque lo dice fulana o fulano de tal.</div><div style="text-align: justify;">Por no hablar de quién preside el mayor banco español o quién es la número dos, que será la uno cuando muera su padre, de la empresa más grande española, y una de las más importantes del mundo, Inditex. Pero es que la mujer está discriminada. Y el hombre que se pasa años en paro también. Pero es que...</div><div style="text-align: justify;">No. Ni la gente de extrema derecha ni la gente progresista defiende la diversidad humana, que, a pesar de ellos es la base de nuestra existencia. Unos y otros defienden concepciones de la sociedad que distan muy mucho de la realidad diaria, que es la que vemos envueltos las mayoría de nosotros, pero, en ambos casos, intentan hacernos creer que su visión, por lo general rayana en la paranoia, es la verdadera.</div><div style="text-align: justify;">Además de esta percepción distorsionada de la realidad, unos y otros tienen otra cosa en común: no quieren acabar con un sistema irracional y cruel, que solo interesa a quienes acumulan las riquezas de todos, privando en muchos casos hasta de lo más básico, casi un 10% de la población mundial, manteniendo en un estado de precariedad severa a cerca del 40% de la población mundial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a href="https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2020/10/07/covid-19-to-add-as-many-as-150-million-extreme-poor-by-2021">https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2020/10/07/covid-19-to-add-as-many-as-150-million-extreme-poor-by-2021</a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No, ninguno de ellos quieren abordar los problemas reales, en España el porcentaje de personas que viven en pobreza extrema es casi <a href="https://www.rtve.es/noticias/20210910/pobreza-extrema-sociedad-pandemia/2170029.shtml">del 10% de la población</a>, (y no, las mujeres no son más pobres que los hombres en España , como se puede encontrar en los <a href="https://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259925455948&p=1254735110672&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout">datos del INE</a>). Ni unos ni otros quieren luchar contra la desigualdad económica, buscando el reparto real de la riqueza, aunque sea confiscándola. Queda mucho mejor culpar a los "moros" o al hombre blanco de todo. Y esto resume bien lo que son ambos enfoques: una panda de débiles intelectuales, con el mismo trasfondo ideológico, que lucha contra la diversidad, la que dice que cada ser humano es diferente y especial, para buscar una uniformidad ideológica, evitando con ello analizar y luchar contra el problema que hombres, mujeres, blancos, negros, indios, chinos, heterosexuales, homosexuales, transexuales... tenemos y padecemos: la desigualdad económica.</div><div style="text-align: justify;">La verdadera diversidad es respetar a todas y cada una de las personas por el mero hecho de serlo. Y, si a nivel individual, hay que juzgar a alguien por sus actos, se juzgan los hechos de esa persona, no a toda la persona, porque a pesar de todo, por lo general, los seres humanos tenemos muchas facetas, en función del papel que asumamos en cada momento (padre, pareja, trabajador, hijo...). Alguien puede atropellar a otra persona y dar positivo por alcohol. Ese acto reprochable no conlleva el infractor pueda ser un tipo maravilloso con su pareja, un excelente padre, un amigo leal... </div><div style="text-align: justify;">Me gustaría concluir con una reflexión: piensen en un colectivo "malo" para un facha o "discriminado" para un progre. Imagínese ahora que ese moro pertenece a la familia real saudí o que esa mujer o esa persona homosexual sean hijos de un multimillonario. ¿Cree de verdad en lector que el facha pensara que ese miembro de la realeza saudí o esa mujer o homosexual están discriminados? </div><div style="text-align: justify;">Un ejemplo que sirve para desmitificar a esos colectivos "perseguidos". Siempre se ha dicho que los homosexuales han estado perseguidos, no es cierto, aunque no voy a profundizar en ello. Solo quiero poner un ejemplo de que incluso en los peores momentos, cuando una ley de la II República, la de Vagos y Maleantes, se amplió durante el franquismo para incluir en dicha ley a personas homosexuales. Sin embargo, sí que había homosexuales que no corrían peligro en ese periodo: los sacerdotes, que violaban a niños de manera impune. </div><div style="text-align: justify;">Tal vez, aceptar la diversidad depende en un alto porcentaje del dinero o poder que se posea o de hablar de actos individuales y no de colectivos.</div><div style="text-align: justify;">Un saludo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-1385129194295239862021-09-11T10:56:00.003+02:002021-09-11T11:22:06.105+02:0011- S. CULPABLES.<p style="text-align: justify;"><b>Hace veinte años que se produjeron los ataques terroristas contra varios símbolos de Estados Unidos. Cuatro aviones secuestrados se estrellaron, al menos tres de ellos (el cuarto fue derribado por cazas estadounidenses, por mucho que lo intenten vestir de otra forma) contra edificios emblemáticos del país norteamericano. </b></p><p style="text-align: justify;">No es mi intención narrar que estaba haciendo ese día, me acuerdo perfectamente, ni hablar de que este hecho cambió el mundo, una mentira como otra cualquier, como se ha demostrado veinte años después (lo que realmente ha cambiado el mundo es el auge de China). Tengo mucho más interés en hablar de una realidad poca veces contada. </p><p style="text-align: justify;">En 1978, como respuesta a la dura represión del Gobierno afgano hacia el partido comunista, anterior aliado suyo en la lucha que concluyó con la deposición del monarca cinco años antes, se produjo un golpe de estado, denominado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_de_Saur">Revolución de Saur</a>. Cuando los nuevos gobernantes comienzan a aplicar programas como la condena de las deudas de los agricultores, muchas de ellas verdadera usura, el acceso de la mujer a la vida pública, programas de sanidad o de alfabetización (el 95% de las mujeres y el 90% de los hombres lo eran), reparto de tierras... se encuentran frente a ellos a los grandes terratenientes, que poseían más del 50% de las tierras fértiles del país, siendo ellos una minoría, y a otros ultraconservadores, los muyahidines. Unos y otro se organizan y plantan cara al nuevo gobierno. </p><p style="text-align: justify;">En el gobierno se suceden las tensiones y los intentos de golpe de estado, promovidos por diferentes facciones, o personas, del partido en el poder. En el fondo, se trata de un juego de geopolítica, EEUU y la URSS mueven a sus peones para controlar el país. Finalmente, a pesar de haberlo descartado con anterioridad y de hacerlo más por necesidad, para proteger sus intereses en un país limítrofe, que por convencimiento (intuían las dificultades, o algunas de las dificultades, que podían ocurrir) la URSS invade a su vecino afgano, con las consecuencias, una derrota, que por todos es conocido.</p><p style="text-align: justify;">Desde el primer minuto, tras la revolución de Saur, Occidente apoya a la resistencia, de corte ultraconservador e islámica. Dicha ayuda se ve incrementada con la invasión de las tropas soviéticas, a partir de 1985 se dota a los muyahidines de misiles Stinger, por ejemplo. Hasta aquí nada anormal, en el juego de la geopolítica unos y otros llevan décadas haciendo eso mismo, como se ha hecho durante toda la Historia (EEUU debe, en parte, su independencia a españoles y franceses que apoyaron con armas y hombres su alzamiento contra los británicos, enemigos de hispanos y galos). Lo que llama mucho más la atención es el blanqueamiento de estos aliados ocasionales por parte de las potencias occidentales, que decían representar la democracia y la libertad.</p><p style="text-align: justify;">Ronald Reagan, presidente de EEUU en esos momentos, llegó a comparar a los muyahidines con los padres fundadores de EEUU (pinchar <a href="https://twitter.com/geoestratego/status/1426583696388329483">aquí</a>) y desde el país norteamericano no se sonrojaron en llamar a estos fundamentalistas islámicos como luchadores por la libertad.</p><p><a href="https://elpais.com/diario/1982/12/27/internacional/409791609_850215.html"> https://elpais.com/diario/1982/12/27/internacional/409791609_850215.html</a></p><p>Por supuesto, su gran amiga y aliada Margaret Thatcher no se queda a la zaga y dice en una reunión con representantes de los fundamentalistas islámicos que estos están luchando por defender su libertad y su religión (recordemos que por esa época la británica consideraba a Nelson Mandela como terrorista)</p><p><a href="https://gustos-personales.blogspot.com/2017/05/thatcher-los-muyahidines-en-1981-los.html">https://gustos-personales.blogspot.com/2017/05/thatcher-los-muyahidines-en-1981-los.html</a></p><p style="text-align: justify;">Obviamente, como he dicho con anterioridad, se trata de geopolítica y se buscan aliados para combatir al enemigo, pero lo chocante es como se intenta vender a unos tipos, fundamentalistas, ultraconservadores, que nada tienen que ver con los valores que decía defender Occidente como unos luchadores por la libertad. Cuando, en realidad, hasta los líderes tribales de algunos de los grupos que luchan contra los invasores soviéticos, son conocidos por las atrocidades que han cometido, no solo contra los soviéticos, sino también contra miembros de otras tribus afganas. </p><p style="text-align: justify;">Por supuesto intervienen otros actores durante este tiempo, en especial Pakistán, con fuertes vínculos con los talibán afganos, y Arabia Saudí, que proporciona ingentes cantidad de dinero y armamento a los muyahidines, sunitas como ellos y, en muchos caso, wahabitas, como el país donde se encuentra La Meca. </p><p style="text-align: justify;">Obviamente, el cóctel, no puede ser más prometedor: dinero a raudales, fundamentalismo islámico, geopolítica, preparación militar y experiencia en la guerra, lavado de cara de aliados con una ideología anclada en el medievo... ¿Qué podía salir mal? Pues, como todo o casi todo lo que se gestó en esa época auspiciado por Reagan y Thatcher todo fue un desastre que arrastramos cuatro décadas después: el apoyo a fundamentalismos de ideología medieval, la desregulación económica y las políticas de privatización que iniciaron estos tipos, el apoyo a regímenes dictatoriales que derrocaron a gobiernos legítimos cuya preocupación era un mayor reparto de la riqueza en sus países... Todo lo que estos nefastos personajes, que sí cambiaron el mundo, pero para peor, algún día será juzgado con la suficiente objetividad y entonces, cuando se hable del 11 de septiembre, lo primero que aparecerán serán los rostros de el exactor y de la mujer que reprimió el movimiento obrero con saña.</p><p style="text-align: justify;">No me gustaría concluir esta entrada dejándome en el tintero una curiosidad. Una fuente principal de financiación del talibán ha sido la venta de amapola, que sirve de base para fabricar heroína.</p><p style="text-align: justify;"> Durante los años 90 y principios de siglo los médicos en EEUU recetaban opiáceos para cualquier dolor, el dolor no debía existir. La famosa Vicodina que tomaba el doctor House es uno de esos opiáceos. Esta forma de actuar por parte de los médicos generó pingües beneficios a las farmacéuticas, que alentaron esta forma de actuar. En un momento determinado este tipo de prácticas médicas comenzaron a remitir, debido a lo innecesario de las mismas en muchos casos. La retirada repentina de este tipo de medicación hizo que muchas personas, adictas a estos opiáceos, buscasen quitarse el mono en el mercado negro, consumiendo heroína. Heroína que provenía, en un alto porcentaje, del talibán, que en esos momentos estaba luchando contra las tropas estadounidenses. Dándose el curioso caso de que los propios estadounidenses ayudaban a financiarse a un ejército que estaba luchando contra el suyo propio.</p><p style="text-align: justify;">Aquí dejo un vídeo, extremadamente duro, sobre este problema en una ciudad como Filadelfia.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/cOBoDT-3oM0" width="320" youtube-src-id="cOBoDT-3oM0"></iframe></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Un saludo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Para una mejor comprensión o conocimiento de lo ocurrido durante esos años en Afganistán, recomiendo este magnifico artículo.</p><p style="text-align: justify;"><a href="https://www.despertaferro-ediciones.com/2021/afganistan-historia-invasion-derrota-sovietica-ascenso-talibanes/">https://www.despertaferro-ediciones.com/2021/afganistan-historia-invasion-derrota-sovietica-ascenso-talibanes/</a></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-22409922112899478812021-09-07T10:42:00.001+02:002021-09-07T10:42:37.345+02:00RELATOS CORTOS EN EL CAOS<div style="text-align: justify;">"Buscas alguien con quién convivir. Buscas una pareja". Cuando ella se lo dijo no dio importancia a estas palabras. Un par de días después comprendió que tenía razón, pero que el mensaje obviaba algo: ella también la buscaba, pero ambos sabían que no podían reconocerlo en voz alta; como tampoco permitirse el lujo de decirle el uno al otro que se habían encontrado hacía tiempo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recordó, una vez más, que la empatía navegaba lejos de las fórmulas preestablecidas y de las apariencias de persona enrollada. Cuando recibió una de esas respuesta por su parte, comprendió, una vez más, que aquella persona que se encontraba enfrente y que tanto le excitaba desde un punto de vista sexual, solo era eso: deseo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nunca llegó a comprenderla del todo bien. Sabía que en ella existía una parte de personaje de culebrón, de mujer esquiva, que apela al histrionismo para hacerlo notar. También poseía la certeza de que existía un problema de autoestima (¿quién no tenía problemas de autoestima?), que condicionaba su comportamiento, pero, por otra parte, existía en su interior una necesidad de dominar la situación, dirigiendo desde un pedestal invisible, todo lo que ocurría entre ellos. A él le daba igual todo eso, solo recordaba cuando desnudos en la cama en la cama ella decía: "Estamos locos". Para construir algo se necesita entregarse y esa forma de locura ella no la tenía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Navegaba por uno de esos mares en los que el autoconcepto se encontraba en una fosa abisal. Con la edad había aprendido a torear con cierta eficacia esas situaciones, dando mucha más importancia a lo que se ha de hacer, que a los sentimientos que esa situación genera, pero tenía el convencimiento más absoluto que, incluso cuando emergiese y el Sol volviese a colorear su universo, necesitaría seguir haciendo para encontrar alguien que tapase la oscuridad que seguiría existiendo en la parte superior izquierda de su tronco.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ella le dijo que buscaba a alguien normal. Una persona con la que compartir los buenos y los malos momentos. Él desconocía si entraba en lo que ella consideraba una persona normal, pero prometió esforzarse en serlo durante los pocos días que estuviese con ella, conociendo su paraíso y practicando sexo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No le interesaba en absoluto. No le atraía ni su forma de entender la vida ni su físico, pero estaba tan solo que hubiese muerto por verse rodeado por su brazos.</div>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-23334742663514845532021-08-14T12:41:00.006+02:002021-08-14T12:42:15.971+02:00VIEJA HISTORIA<p style="text-align: center;">SERGIO </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"> Su rostro yerto y cerúleo aún le atormentaba, en especial en las noches de insomnio, en las que el dolor y la añoranza le empujaban hacia un abismo, que le atrapaba sin remedio durante las prescindibles, al menos para él, no de madrugadas de tormento. La aparición en su mente de su imagen en el depósito de cadáveres, donde acudió para confirmar que se trataba de él, de Jaime, de su pareja, le suponía una tortura dolorosa e intuía que necesaria para superar, en el momento que fuese, el duelo por su pérdida.</p><p style="text-align: justify;">Se habían conocido cinco años atrás, estudiando inglés en la Escuela Oficial de Idiomas de su ciudad y antes de acabar el primer trimestre ya se había convertido en pareja. Ambos tenían muchas cosas en común, pero, sobre todo, la atracción mutua que sentían por el otro. Se habían convertido en una especie de agujeros negros, que atraían irremediablemente al otro, con la virulencia de lo que no se ha vivido con anterioridad. Agujeros negros, que alumbraban el interior del otro con la llama de lo más imprescindible. </p><p style="text-align: justify;">Si le hubiesen dicho en aquella época que viviría sin él, aunque fuese atravesado por las puñaladas de dolor que sentía cada vez que le recordaba, como durante aquella noche de vigilia, no lo hubiese creído. De hecho, tampoco hubiese pensado que él, su gran amor, Jaime, hubiese desaparecido así, de repente, sin previo aviso. Ni tan siquiera su trabajo conseguía apartarle de ese talud por el que despeñaba una y otra vez. En realidad, debería considerarse afortunado en ese aspecto. Tras más de una década persiguiendo su sueño, había conseguido hacerse un nombre en el mundo de la actuación. Desde hacía un par de años su rostro y su nombre, Sergio Andrés, aparecían en diversas series y comedias, tan previsibles como taquilleras. Pero, a pesar de su éxito profesional, nada ni nadie podía alejar esa angustia, ese sufrimiento que le invadía por la desaparición repentina y violenta de su pareja.</p><p style="text-align: justify;">Su ascenso en el mundo del espectáculo se lo debía a Jaime, que fue quien le presentó en una fiesta a un conocido productor, Julián Altuna, que le dio la oportunidad decisiva. Altuna apostó por él en una serie que consiguió un gran éxito en la pequeña pantalla. A partir de ese momento, siempre bajo el paraguas de Julián, le comenzaron a llegar propuestas de trabajo de manera regular, teniendo que rechazar algunas, por ser imposible abarcar tanto trabajo. De igual forma tuvo que declinar varias ofertas de su mentor en el mundo del espectáculo para practicar sexo con él. Aunque le parecía un tipo con cierto atractivo, él se sentía unido y enamorado de Jaime, al que no pensaba traicionar de manera alguna. </p><p style="text-align: justify;">En realidad las insinuaciones y proposiciones de Altuna no le preocupaban lo más mínimo, a lo sumo le resultaban un halago, o algo parecido, como podía serlo toda proposición de interés en cualquier aspecto de una persona hacia otra. Sí, le generaba cierta desazón esa sensación de ausencia que le transmitía su pareja cuando hablaba con él. Algo parecía preocupar a Jaime, pero éste se escudaba en el ritmo de trabajo, el calor o en cualquier otra excusa, cuando era preguntado por él respecto a esa actitud distante. Esto sí le preocupaba, y mucho.</p><p style="text-align: justify;">Recordar aquellas últimas semanas de convivencia y la sensación de que la persona que más quería en el mundo le ocultase algo tras esa expresión abstraída y las respuestas huidizas cada vez que le preguntaba por su ensimismamiento, provocó que volviese a llorar, que desease morir y que se maldijese por no tener el valor de acabar con todo. Nada merecía la pena sin Jaime.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: center;">JAIME</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Le preocupaba el estado anímico de Sergio. Cada vez gestionaba peor la situación que estaba viviendo. Los continuos rechazos en los casting para interpretar papeles importantes y que solo consiguiera participar en anuncios o con apariciones casi residuales en series de no gran categoría estaban afectando a su ánimo y, como consecuencia, a la relación entre ambos. No sabía como abordar la situación, hasta que se acordó de un antiguo amigo de correrías, algunas poco confesables, que ahora era alguien importante en el mundo del espectáculo patrio, al que no dudó ni un segundo en llamar.</p><p style="text-align: justify;">Dos días después se volvieron a ver, tras varios años sin contacto alguno, y, sin dilatarlo mucho en el tiempo, él le habló a su amigo Julián de su pareja y de su situación laboral. Julián omitió que, en su fuero interno, consideraba que Sergio no era lo que podía denominarse un gran actor, porque en ese momento lo único que deseaba con toda su alma era ayudar a su pareja. No podía soportar ver sufrir a la persona que le había enseñado lo que era el amor y la felicidad.</p><p style="text-align: justify;">El productor no le prometió nada. Simplemente le invitó, a él y a Andrés, a una fiesta que celebraría el sábado en su casa, donde iría mucha de la gente con capacidad de decisión en el mundo del artisteo, como llamaba Altuna a su entorno laboral. "Es posible que allí alguien pueda echarle un cable", concluyó Julián.</p><p style="text-align: justify;">Jaime comprendió que esa puerta entreabierta constituía una buena oportunidad para su pareja de meter en el mundo del espectáculo y, aunque hubiese preferido una audición para algún papel protagonista, agradeció a su viejo amigo el ofrecimiento. Asegurando que no faltarían al evento.</p><p style="text-align: justify;">Cuatro días después Sergio y él se encontraban en la fiesta sabatina, a la que no parecía faltar nadie o casi nadie de los que se encontraban en lo más alto del mundo de la televisión y el cine nacional. </p><p style="text-align: justify;">Al poco de llegar ambos a la fiesta el anfitrión se acercó a saludarlos. Dibujó una sonrisa, que igual podía ser la de un profesional que sincera, que volvió a ejercitar cada que vez que coincidía con ellos durante la noche. Una sonrisa que resultó ser de aprobación, pues dos días después, el lunes, Jaime recibió una llamada de la productora de Altuna, Trampantojo S.A., para que Sergio se presentará el miércoles para realizar una prueba para una serie de televisión. </p><p style="text-align: justify;">Y ese fue el inicio de su carrera meteórica. </p><p style="text-align: justify;">Y ese fue su secreto. Jamás le contaría que ese primer papel protagónico lo consiguió gracias a que él había hablado con un antiguo amigo.</p><p style="text-align: justify;">Tampoco le contaría que hacía unas semanas había hablado con Julián y éste le había contado que él también estaba enamorado de Sergio. Altuna también le dijo que se lo había dicho, se lo había declarado, pero que éste le había respondido que estaba enamorado de él y que jamás le engañaría. En ese momento, Jaime se sentía, por un lado, repleto de felicidad por saber, aunque fuese por fuentes indirectas, que la persona que amaba y con la que compartía su vida, sentía lo mismo por él, pero, por otro lado, la declaración de su amigo y rival, le generaba malestar e intranquilidad; tal vez porque intuía que ese amor que su viejo amigo de juergas era, al menos, tan potente como el que él también sentía por su pareja.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: center;">JULIÁN</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: justify;">"La muerte, el asesinato, de Jaime, pareja sentimental del gran actor Sergio Andrés, al que hoy represento, nos ha dejado a todos conmocionados. Hoy estoy yo aquí porque Sergio necesita un tiempo para asimilar todo lo ocurrido y debemos respetar su dolor y su pérdida. </p><p style="text-align: justify;">Este acto criminal, seguramente de carácter homofóbico, debe ser investigado y el, o los, autores deben ser castigados por tan cruel e inhumano acto. </p><p style="text-align: justify;">El respeto a las personas, sean cual sean sus preferencias sexuales y sentimentales, deben situarse por encima de cualquier otra cuestión. .</p><p style="text-align: justify;">Este lamentable hecho nos demuestra que queda aún mucho camino por recorrer en este aspecto y debería hacernos pensar y replantearnos muchas de nuestras convicciones.</p><p style="text-align: justify;">Respecto a la investigación del trágico suceso, solo puedo decir que está bajo secreto de sumario y desconozco cualquier aspecto de la misma.</p><p style="text-align: justify;">¡Gracias!"</p><p style="text-align: justify;">Julián terminó su discurso y se encaminó hacia una puerta situada a la derecha del atril, desde el que había dado este breve discurso a los diferentes medios de comunicación, que harían de altavoz para que el mensaje llegase claro y contundente a todos los rincones del país. </p><p style="text-align: justify;">Cuando llegó al cuarto contiguo, tras cerrar la puerta, se sentó en un sofá de dos plazas en silencio y dejó volar los recuerdos.</p><p style="text-align: justify;">Rememoró el día que había conocido a Sergio Andrés en la fiesta que organizó en su casa y como sintió una punzada que le atravesó el alma cuando le vio por primera vez. Una punzada cargada de una sensación que, a pesar de no haberla sentido con anterioridad en su vida, no le costó identificar con esa sensación que se conoce como amor. Durante días no pudo borrar una sonrisa bobalicona de su rostro y no dudó, ni por un segundo, en contratar a Sergio como protagonista de la comedia que estaban a punto de rodar. Necesitaba estar a su lado. Precisaba compartir el mismo aire que el respiraba para sentirse vivo. </p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, con el paso de los meses, esta cercanía no resultaba suficiente. Deseaba poseer su cuerpo y que él poseyera el suyo. Tenía la necesidad, casi obsesiva, de pasar del amor platónico a la traslación carnal de este sentimiento.</p><p style="text-align: justify;">Armándose de valor, se declaró y Sergio le rechazó, con tranquilidad y amabilidad, argumentando que él también estaba enamorado, pero de Jaime y que, por nada del mundo, se separaría de él, ni mucho menos le sería infiel. Concluyó su respuesta negativa con aquello que más podía dolerle, diciéndole que siempre le estaría agradecido por todo lo que había hecho por él, ayudándole a llegar al estrellato, y que por eso él siempre le vería como un gran amigo... O mejor, como un hermano.</p><p style="text-align: justify;">Recordó como esta vez también le atravesó una punzada, pero en esta ocasión la composición de la misma era dolor negro y viscoso, que se adhería a cada micra de su cuerpo. También le vino a la cabeza que en esa ocasión esbozó una sonrisa, como cuando conoció a la persona que estaba frente a él, pero esta vez la composición de la misma solo estaba formada por un ingrediente: la derrota. </p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, el seguía enamorado, y eso nada podía remediarlo. Tras pensarlo, o tal vez sin pensarlo mucho, habló con Jaime y le expuso la situación. Jaime escuchó sus palabras con atención y, como única respuesta, le comentó que el sentía lo mismo que Sergio por lo que no había nada más que hablar. A pesar de la insistencia del productor, y de alguna amenaza velada sobre un futuro incierto para la carrera profesional de la persona que ambos amaban, no obtuvo ningún otro tipo de contestación del otrora amigo suyo.</p><p style="text-align: justify;">El sufrimiento de aquellos días no lo había conocido con anterioridad. Ni tan siquiera cuando perdió a su madre, por la que sentía veneración. Decidió retirarse lejos durante un tiempo. Abandonó todas sus obligaciones y alquiló una lujosa casa en una isla del Mediterráneo. Allí, solo, el paso del tiempo le ayudó a mitigar, al menos parcialmente, esa sensación de desgarro. De hecho, una semana o diez después después de comenzar su exilio voluntario organizó una fiesta con unos pocos invitados y allí fue donde conoció a Mario, que no tardó en hacerle una proposición sexual, que aceptó inmediatamente. </p><p style="text-align: justify;">Vino a su cabeza el momento en que, a la mañana siguiente, mientras desayunaban él le conto a su amante ocasional todo lo que había motivado que se hubiesen conocido. Mario escuchó con atención y silencio el relato de su anfitrión. Al acabar el mismo, le pidió un bolígrafo y un papel, escribió un número de teléfono sobre la superficie de la cuartilla, se la acercó y le dijo que la forma de acabar con el problema es llamar a ese número de teléfono, diciendo que es amigo suyo, e indicando que tenía un problema con el que deseaba acabar. Le iba a costar varias decenas de miles de euros, pero el resultado estaba garantizado.</p><p style="text-align: justify;">Parecía estar viviendo en ese momento la sensación de perplejidad que sintió al recibir ese papel en el que siete números quebraban el blanco inmaculado del mismo. Ese instante de perplejidad fue roto por Mario que le recordó la decisión era exclusivamente suya, no habiendo necesidad alguna de marcar el número si el no lo consideraba oportuno. Ese aspecto solo dependía de él. Julián le dio las gracias y terminaron el desayuno en un denso silencio.</p><p style="text-align: justify;">Algo menos de dos semanas después, repuesto en buena medida, de aquello que le había impulsado a alejarse de su día a día, volvió a su ciudad y a sus quehaceres diarios. Visitó el set de grabación de la comedia de situación que en unos meses iba a inundar las carteleras de todos los cines nacionales y allí vio a Sergio. Sintió algo muy tenue en su interior, pero nada que no pudiese controlar o que le hiciera sentirse desgraciado. De hecho, decidió hablar con él para superar esa situación y todo hacía indicar que la pasión por el actor se había reconducido hacia un lugar situado en el mundo de los recuerdos. </p><p style="text-align: justify;">Durante varios días todo discurrió de esa manera y tuvo la certeza de que la tormenta ya había escampado. De hecho, vio a Mario en el set de grabación un día y el rencor que sentía hacia él parecía constituir una cuestión lejana. Incluso llegó a acercarse a él y saludarle. Todo había pasado, pensó. </p><p style="text-align: justify;">Al finalizar la sesión de grabación Sergio se acercó a Mario y ambos se besaron, con la serenidad de quienes se aman sin más artificios. Él, desde la lejanía del productor, les miraba y sonreía. Lo tenía claro, no podía hacer nada para cambiar lo que sentían esas dos personas. Cuando lo comprendió se limitó a rebuscar en su cartera, extraer una cuartilla de la misma, sacar su teléfono móvil y marcar el número de teléfono que alguien había escrito en esa hoja en blanco.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-60971953071530149362021-08-09T18:05:00.002+02:002021-08-09T18:26:22.207+02:00NO SÉ QUÉ ES LA EDUCACIÓN<p style="text-align: justify;"> Leo y escucho a cierta gente hablar sobre la Educación y la importancia de la Educación para cambiar mil y una cosas de las personas y no puedo estar más en desacuerdo. </p><p style="text-align: justify;">Ya he escrito otras veces sobre ese falso mantra que defiende que la Educación puede cambiar a las personas de arriba a abajo (eso solo funciona en las películas) y no me voy a extender más sobre el asunto. Tampoco voy a explicar la diferencia entre adoctrinamiento, Educación y educación (posiblemente si esta gente lo supiese no diría semejantes majaderías) y sabrían a quién corresponde la Educación, a quienes la educación y que lo que ellos defienden es adoctrinamiento. </p><p style="text-align: justify;">Tal vez sí sea aconsejable recordar que aquellos que defienden que el sistema educativo puede cambiar a las personas por el mero hecho de ser partícipes del mismo son unos botarates. Baste pensar un par de cosas: si las dictaduras no han conseguido que todos comulguen con ellas, a pesar de controlar totalmente el sistema educativo, ni las leyes (que además de su carácter coercitivo, tienen un carácter punitivo) han sido capaces de abolir las conductas indeseables, las palabras poco pueden hacer en ciertos casos (es importante ser conscientes de que siempre habrá desvíos de la norma, guste más o menos esta idea; a lo único que podemos aspirar es a que de esta desviación participen el menor número posible de personas).</p><p style="text-align: justify;">También resulta oportuno decir que la Educación universal nace para formar a personas, para darlas la oportunidad, sin distinción de procedencia social, de que puedan acceder a los mismos conocimientos y oportunidades. En otras palabras para proporcionar a las personas igualdad de oportunidades (al menos sobre el papel) y no para que se repita las necedades huecas que cada iluminado o colectivo que desconoce la función de le Educación, tenga a bien dictar en función de sus intereses o de sus revelaciones absurdas.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, a pesar de los cuatro párrafos que ya me he marcado, no pretendo hablar de eso, porque he venido a hablar aquí de mí. De mi experiencia de dos décadas y pico como docente y, sobre todo, de lo que siento como enseñante.</p><p style="text-align: justify;">Tal vez lo más adecuado sea decir que desconozco si soy un buen o un mal docente. No debo ser yo quien juzgue mi labor, pues, obviamente, no sería objetivo. Intuyo que tendré mis cosas y mis momentos mejores y peores, como todo ser humano. Esa valoración de mi ejercicio de la docencia se la dejo a mis alumnos y exalumnos, a sus padres y a mis compañeros (que aún tienen que disfrutar de unos días más de sus más que merecidas vacaciones).</p><p style="text-align: justify;">Lo que si que tengo claro es en que consiste mi trabajo como maestro de Pedagogía Terapéutica: en una labor de pico y pala para intentar sacar de los alumnos lo mejor que ellos tienen (yo no puedo conseguir nada que ellos, con o sin mi ayuda, no sean capaces de hacer). Y en este sentido, creo que no soy muy distinto del resto de mis compañeros. La constancia resulta crucial a la hora de que los alumnos aprendan, con la excepción de unos pocos alumnos brillantísimos que no nos necesitan apenas. </p><p style="text-align: justify;">En el fondo, todo consiste en intentar que los pequeños adquieran unos aprendizajes, cada vez más complejos, que, en muchos casos, necesitan de otros aprendizajes previos para ir construyendo el edificio. Y esta labor solo se consigue insistiendo, presentando los contenidos trabajados de diferentes maneras y no cayendo en la frustración cuando parece que nada de lo trabajado con anterioridad ha quedado en la memoria del alumno. </p><p style="text-align: justify;">Por cierto, la memoria es fundamental. De hecho, la memoria, como la atención, las habilidades motrices, el lenguaje... van evolucionado en el alumno debido a su desarrollo y a lo que se trabaja en clase. Para los pedagogos progres y demás seguidores de esta teoría estúpida, como el ministro de Universidades, que dice que la memoria no sirve para nada, baste decirles que hasta para comprender un pequeño texto se necesita la memoria y que el problema no está en la memoria o en el esfuerzo, el verdadero problema de la Educación reside en generalizar los aprendizajes (eso que ahora se llama competencias). En otras palabras, el verdadero aprendizaje se produce cuando lo aprendido, siempre que sea posible, se lleve a la práctica.</p><p style="text-align: justify;">Por ejemplo, si un niño aprende de memoria las tablas de multiplicar (suele ser el primer gran reto para la memoria de cualquier estudiante en su vida escolar) no está haciendo nada mal, porque es como se aprende. Pero el proceso no estará completo hasta que el niño sepa que para comprar cuatro cosas que valen 5 euros debe multiplicar 4 x 5 para saber cuanto dinero se va a gastar.</p><p style="text-align: justify;">Volviendo a como veo yo mi labor como docente, me gustaría decir que, en ocasiones, me cuestiono qué estoy haciendo y para qué. No sé si estoy preparando a los niños o adolescentes con los que trabajo para abordar mejor la vida. No lo sé. Me lo he preguntado en muchas ocasiones y reconozco que no tengo una respuesta clara. Tal vez el único feedback que tengo es cuando me encuentro a algunos de ellos, años después de que me hayan perdido de vista, y me saludan; me hablan con familiaridad y me cuentan cosas de sus vidas. </p><p style="text-align: justify;">A lo mejor, y solo a lo mejor, la Educación es, en parte, eso, que unas personas con las que un determinado momento de su vida has tenido una relación asimétrica (un docente no es un amigo) te busquen, te saluden y te cuenten como les va la vida. Puede ser que, además de enseñar la multiplicación, la división o a leer, esto de educar tenga mucho que ver con hacer ver que los de uno y otro lado de la mesa del profesor somos personas, con nuestros defectos y nuestra virtudes. Personas que hemos compartido mucho tiempo de nuestra vida, como docentes o como alumnos, en un aula y que en un momento de ésta, cuando ya no exista esa relación asimétrica, no dejamos de ser personas que tenemos una afinidad porque los unos hemos ayudado, o lo hemos intentado, a los otros a crecer. Y tal vez, una conversación entre maestro y discente, años después de haberse separado sus destinos, en la que se hable poco de como fue esa época en común y sí de cómo le ha ido la vida al más joven de los dos y de los proyectos de éste o que te presente orgulloso a su retoño,<span><span><span> </span></span></span> sea un buen indicador de que las cosas no se han hecho mal del todo y ellos tengan la impresión de que intentaste hacer por ellos, aunque puede hubiese formas de hacerlo mejor.</p><p style="text-align: justify;">Un saludo.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-90957354758144712732021-07-27T19:32:00.008+02:002021-07-27T19:39:30.006+02:00SILENCIOS<p style="text-align: justify;"> Una vez más se encontraba luchando contra su timidez. Sabía que este momento había de llegar, como había acontecido en ocasiones anteriores, y no desconocía que debía afrontarlo de tal modo que lograse superar ese muro. La importancia de todo radicaba en esa pared vertical que sentía ante él cuando debía dar el paso. </p><p style="text-align: justify;">De nuevo, como cada vez que se veía inmerso en este tipo de situaciones, pensó que ser hombre, al menos en este tipo de ocasiones, sólo podía definirse como una mierda. Como una absoluta mierda, para ser más exactos. Resultaba mucho más confortable que desde la otra parte alguien saltase esa tapia inhóspita, que no ofrecía la seguridad de conseguir lo pretendido al otro lado de la misma y ser uno mismo quien pudiese decidir en última instancia e incluso quien marcase el ritmo. </p><p style="text-align: justify;">Pero, no. Nada de eso resultaba posible en aquel momento y, para bien o para mal, había decidido que el próximo paso iba a ser tender su mano hacia la de ella. Total, ¿qué podía salir mal? La luna llena, el mar, los dos solos en aquel lugar... y una bonita boca para mandarte a paseo o a algún otro lugar más escatológico. La suerte estaba echada y, en el fondo, necesita conocer lo antes posible el resultado de aquel pequeño gesto. Pero nada discurrió como pensaba... o sí, pero llegando a ello a través de un camino tortuoso, que él contribuyó sobremanera a hacer aún menos transitable con una torpeza que llevaba días cultivando sin poder evitarlo.</p><p style="text-align: justify;">Dentro de aquel disparate volvió a odiar, esta vez con palabras perfectamente audibles, ese juego de roles, no por conocido menos abominable, en el que orinar de pie o sentada era el único criterio para el reparto de papeles... Hasta que ella, tras la enésima metedura de pata de él, hizo saltar la banca, y decidió que todo debía seguir el curso que parecía más lógico en ese contexto, que no hubiese desentonado en una película romántica previsible y sensiblera con una protagonista rubia y guapa y un tímido tipo que lucha contra los elementos y su torpeza para conseguir estar a su lado.</p><p style="text-align: justify;">Él, como si hubiese asumido el papel de torpe pretendiente, siguió volcando su torpeza en forma de palabras, mientras sus manos, ajenas a todo, intentaban paliar el pequeño desastre. Y fueron sus manos, las de ambos, y unos fugaces besos suyos, los únicos que rompieron el silencio que generaba la luna llena rielando sobre el mar. En ese momento no deseaba el cuerpo de ella, solo anhelaba que ese momento no acabase y, como comprendió poco después, que a él le abrazasen. En realidad, era consciente desde hacía tiempo que necesitaba abandonarse en los brazos de alguien. Su vida había comenzado un cambio que afectaba a las raíces, a su esencia y se sentía como Atlas necesitado de un pilar invisible de cariño para abordar la labor. No se trataba de buscar amor ni de una relación. Más bien se podía definir como encontrar a alguien que le demostrara, aunque solo fuese con palabras, que él era importante en su vida y, tal vez, por eso estaban allí, porque él buscaba eso y porque ella era importante para él. Hubiese mucho más honesto haberse abierto a ella, mostrarse en carne viva y vulnerable, pero de esto se dio cuenta días después- </p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, en ese momento seguían juntos, abrazados. El silencio ingrávido se rompió en la cabeza de él cuando llegó a la certeza de que existe un lugar entre el amor y la amistad, donde ocurrían cosas como las que estaba viviendo. Un lugar sin nombre, del que no quería salir, pero ella decidió que había llegado el momento de irse. Él no opuso resistencia, aunque hubiese deseado con todas su fuerzas seguir allí, pero no quiso decir nada. Más tarde, se cogieron de la mano cuando él se la ofreció, hasta que él volvió a interpretar ese papel de torpe metepatas, que esa noche estaba bordando. Y la noche acabó como había discurrido: con la prisa de lo que es mejor que acabe cuanto antes.</p><p style="text-align: justify;">Al día siguiente la luna y el mar seguían ahí y ellos la volvieron a ver, pero separados, por mucho que ambos sonriesen cuando alguien se lo hizo notar. Resultaba posible que esa luna y ese mar, tan parecidos a los del día anterior, no fuesen los mismos que habían capturado en el silencio de un abrazo.</p><p style="text-align: justify;">Varios días después, lejos, muy lejos de todo aquello, él pensó en lo necio y hasta maleducado que había sido con ella. De nuevo apareció el muro de la timidez, apuntalado por la vergüenza que le generaba su forma de actuar, y esta vez no tuvo intención de saltarlo y evitó cualquier contacto con ella. Se prometió a si mismo que alguna vez la escribiría unas líneas para pedir disculpas, pero lo pospuso, enterrándolo en la sima de lo prescindible. Aunque resulta posible que, si algún día se decide a plasmar ese arrepentimiento negro sobre blanco, el resultado sea algo muy parecido a esto que aquí se puede leer.</p><p style="text-align: justify;"> </p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-83768729730203283222021-06-18T11:11:00.004+02:002021-06-18T11:11:33.602+02:00PUNTO FINAL<p style="text-align: justify;"> El cielo estival no mostraba rastro de nube alguno. El azul del impoluto firmamento se encontraba diluido en la potente luz generada por el vertical sol veraniego, que a esas alturas del día se enseñoreaba de todo aquello que la vista y la imaginación abarcaba. Todo parecía dominado por el sopor que genera la canícula en las personas, los animales y los edificios. Hasta las paredes parecían querer preservar la calma, reteniendo los sonidos entre ellas generadas en la densidad asfixiante del aire abrasador. </p><p style="text-align: justify;">Todo parecía flotar en calma sobre el tórrido tiempo detenido, generado en aquel clima veraniego . Todo menos ella, que se afanaba desafiante por terminar todo aquello que la conduciría a un nuevo lugar en el espacio, en el tiempo y en sí misma. Colocó dos blusas, perfectamente dobladas, sobre el resto de ropa que contenía la maleta. A continuación cerró la maleta, la más grande de las dos que conformaban su equipaje, agarró cada una de ellas con una mano; abrió, como pudo, la puerta que comunicaba la casa con la calle y no paró hasta llegar al vehículo negro de su propiedad. Soltó su equipaje para buscar en su bolso la llave del coche y, cuando la encontró, procedió apresuradamente a abrir el maletero e introducir en él la pareja de maletas. Con la misma celeridad cerró el portón trasero del vehículo, abriendo a continuación la puerta que permitía acceder al asiento del conductor. Se sentó en él, se ajusto el cinturón de seguiridad y arrancó. En unos pocos segundos desapareció de aquella calle, de aquel lugar, de aquella ciudad, de aquella forma de vida.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">A las cuatro y media, algo pasadas, llegó a su casa, tras finalizar su jornada laboral y, para su sorpresa, ella no se encontraba allí. Solo existía el silencio incómodo que nace en los momentos de desconcierto, que presagian, aún sin saberlo, cataclismos universales que caben en un solo corazón y en un único instante casi eterno.</p><p style="text-align: justify;">No fue hasta después de llamar de manera repetida a su teléfono móvil, obteniendo siempre una respuesta inmediata de una voz pregrabada: "El teléfono está apagado o fuera de cobertura", que advirtió que parte de la ropa de ella no se encontraba en su lugar habitual del armario. También pudo comprobar que faltaban las dos maletas más grandes que ella poseía. El hueco dejado por los objetos anunciaba un hueco mucho más grande y difícil de reemplazar. Una sima repentina, que atraía de manera indefectible hacia lo más hondo, hacia lo más oscuro, hacía el dolor. Justo antes de comenzar ese descenso imposible de controlar, pensó: Al menos ella se encuentra bien.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Unas horas después, a algo más de trescientos kilómetros del lugar que había abandonado hacía no mucho, se encontraba ella, acompañada por la persona con la que, desde hacia varios meses, compartía algo más que buenos momentos. Su, hasta hace unas horas amante, había ido hasta allí con ella, para iniciar una nueva existencia en común. Lejos de todo aquello que había constituido la rutina de sus vidas. Un comienzo huyendo de la soledad, de la sensación de espera eterna, del sentimiento de soledad perenne. Huyendo de su vida rutinaria en que se había convertido todo. Huyendo de su pareja y de la impresión continua de sentirse minusvalorada. Al fin y al cabo, huyendo para comenzar de nuevo. Su nueva media naranja era amable con ella. Se desvivía por agradarla y había conseguido que algo, enterrado hace tiempo bajo el paso de las hojas del calendario, volviese a renacer con la energía que ya pensaba haber perdido para siempre. Esa persona que se encontraba ahora frente a ella había contribuido de manera decisiva a ello.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Sentía una extraña lucha en su interior, en la que pugnaban la necesidad de volver a escuchar su voz contra el orgullo y parecía que este último iba ganando. Orgullo de persona abandonada, que no quiere mostrar la necesidad de ella. Una sola humillación, la pérdida, la fuga, inesperada resulta más que suficiente en estos momentos. El orgullo es lo único que, en estos momentos, logra mantener a flote lo poco que queda en su interior. Una tabla de salvación provisional a la que aferrarse en medio del naufragio. Una vez desaparecido el capitán que guiaba su destino y las cartas de navegación, solo queda la sensación de no dejarse humillar aún más. La amaba casi tanto como la odiaba y, aunque se negase a reconocerlo en estos momentos, ahí residía el quid de la cuestión y de ahí nacía todo el dolor que recorría su cuerpo y su espíritu, e impregnaba cada átomo de todo lo material e inmaterial que le conformaba, de manera inmisericorde. </p><p style="text-align: justify;">Para evitar la tentación de volver a marcar su número lanzó con fuerza contra la pared su teléfono inteligente, buscando romper ese vínculo que le unía a ella de manera permanente con ese gesto, que dejaba entrever la rabia que también sentía por todo lo que estaba aconteciendo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Ella no pensó mucho en lo que había dejado. Tal vez no tenía tiempo o, quizás, necesidad de hacerlo. Rodeada por los brazos de su actual pareja, en la cama, se aferraba al presente y al futuro, que podía construir junto a esa persona que la abrazaba por detrás, exorcizando con los brazos que la rodeaban, y con su cuerpo, pegado a la espalda de ella, todos los males encerrados en el pasado. Allí se sentía segura. Lejos de los miedos que la atenazaban hacía solo unas horas. Lejos de la sensación de que su vida estaba controlada por una pareja que aportaba el dinero al hogar y, debido sobre todo a su trabajo, marcaba los ritmos vitales de ambos. Sin embargo, entre esos dos brazos sentía el alivio que suele generar haber tomado la decisión correcta. La decisión de que nadie gobierne su vida. Decisión que trae aparejada la consecuencia de sentirse amada, como antes de que la memoria se diluyese en un recorrido de rutina y melancolía. Nunca más se dejaría dominar como hasta entonces. Ella era la dueña de su vida y de sus decisiones. Y había tomado la decisión, tiempo atrás, de acabar con todo aquello que la limita.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">No pudo evitar recordar las varias infidelidades que ella había cometido, y de las que se había enterado (posiblemente hubiese tenido más relaciones que no conocía). Tras el sentimiento de humillación (de nuevo humillación) siempre había terminado perdonándola. Ella decía que se sentía sola y que necesitaba el cariño que en casa no tenía. Ese argumento conseguía desarmar todo atisbo de rabia, de humillación o la necesidad de abandonarla. Sentía que no podía dar aquello que ella, la mujer más maravillosa que había conocido, necesitaba. Ella conseguía que el sentimiento de culpa apagara todos los incendios que sus escarceos provocaban. Tal vez, pensó en ese momento, todo se reducía a que la amaba y lo que ella hacía le beneficiaba, pues impedía que tuviese que decir sobre continuar junto a ella o abandonarla. La culpa propia, real o ficticia, inducida o autoinducida, resultaba el pretexto ideal para no decidir, a pesar del sufrimiento que ello conllevaba. Por un momento pensó que, visto desde fuera, el término bragazas definía muy bien su comportamiento. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La persona junto con la que se encontraba en ese momento era la décima o la undécima con la que había tenido una relación desde que se emparejó con quien había compartido su vida los últimos siete años. Con la excepción de los primeros meses, esos en los que las hormonas permiten volar bajo a los enamorados, jamás contempló la posibilidad de mantener una relación monógama. Necesitaba vivir nuevas experiencias, sobre todo sexuales. Descubrir aspectos novedosos en una relación sexual y experimentar formas de placer desconocidas. </p><p style="text-align: justify;">Ella consideraba que los mimbres de la existencia iban más allá de encerrarse en otra persona, con las limitaciones que ello conllevaba. Esta perspectiva hacía que no sintiese arrepentimiento ni sentimiento de culpa alguno por sus actos. Algo que sí percibía en su expareja cuando esta se enteraba de sus infidelidades (al menos de alguna de ellas). En realidad, esta asunción de responsabilidades propiciaba que sintiese una cierta comodidad cada vez que yacía junto a una mujer que no fuese la suya.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Tuvo un pálpito y se aprestó a confirmarlo. De manera atropellada accedió a la aplicación de su banco, a través de su móvil, y pudo comprobar que en la cuenta conjunta sólo aparecía una cantidad: treinta y cinco céntimos. Había vaciado la cuenta, transfiriendo el dinero compartido a otra cuenta suya personal (reconocía los cuatro últimos números de la cuenta bancaria donde había ido a parar el dinero compartido). Aunque su sueldo , y sus ahorros personales permitían que abordase todas las situaciones económicas presentes y futuras con holgura, esta nueva traición suponía una nueva humillación y aportaba una nueva pista sobre la intencionalidad y la minuciosa planificación de todo lo que estaba viviendo. </p><p style="text-align: justify;">Si la balanza entre el odio y el amor aún estaba, hace unos momentos, en un extraño y frágil equilibrio, tras la comprobación ésta se inclinó de manera notoria hacia el balancín que contenía el odio. El peso de éste resultaba cada vez mayor en su interior y no quería, ni seguramente podía, modificar esa situación. La odiaba como sólo se odia cuando te rompen el amor. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Su nueva pareja estaba encantada con el regalo que acababa de entregarla: un magnífico colgante realizado por una afamada firma de joyería. La joya, pagada con parte del dinero que había en la cuenta corriente conjunta, le sentaba a la mujer que se encontraba frente a ella, con la que había decidido iniciar un proyecto de vida conjunta, extraordinariamente. Eva, que así se llamaba la mujer con la que había emprendido esta nueva aventura, dejaba traslucir la felicidad que generaba en ella el magnífico presente recibido. </p><p style="text-align: justify;">No existe mejor forma de comenzar algo nuevo que recibiendo una joya donde los diamantes, símbolo de la eternidad, no escasean, pensó ella mientras elegía la magnífica pieza de orfebrería para su nueva amante. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Ella, sola en la que había sido la casa de ambas hasta hace bien poco, sentía que las paredes supuraban recuerdos dolorosos, en los que siempre estaba esa persona que, hasta hace bien poco, era cada una de las letras de la palabra vida . </p><p style="text-align: justify;">Su cerebro, en un acto de supervivencia básico y de amnesia momentánea, sintió que tenía hambre. Llevaba casi doce horas sin probar bocado, aunque hasta ese momento no se percatara de ello. Se dirigió al frigorífico como un robot sin vida al que le han programado esa misión, abriendo la puerta del electrodoméstico cuando llegó a su altura. Solo encontró un par de yogures y un táper, del que desconocía su contenido. La curiosidad pudo más que la desgana y abrió la tapa. Alitas de pollo con salsa barbacoa, ese era su contenido. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La mañana antes de partir ella había pasado un buen rato en la cocina de su ya antiguo hogar. La preparación de las alitas de pollo con salsa barbacoa, el plato favorito de su expareja, no resultaba rápida y pretendía tener dicha comida terminada antes de abordar la cuestión de hacer las maletas. Como iba ser la última vez que cocinara para ella decidió añadir un extra a la salsa: varios frutos secos triturados. El objetivo era que aportara un toque afrutado, pero sin notarse en el paladar su presencia. Esto último resultaba fundamental, porque de otra manera no ingeriría la comida y los alérgenos que contenían no harían el efecto deseado en ella. Y tampoco habría servido de nada que hubiese vaciado de epinefrina todos los inyectables que ella tenía casa, para paliar los efectos de una reacción alérgica grave generada por la ingesta de frutos secos. Cuando tomo la decisión de abandonarla decidió acabar con todo lo que ella representaba y lo planificó a conciencia.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Ella se encontraba allí, sujetando la puerta abierta de la nevera, decidiendo, sin saberlo, sobre su futuro. Decidiendo si comerse un yogur o esas alitas con salsa barbacoa que, a pesar de lo que le decía a su expareja, no le resultaban un plato irresistible. Simplemente ella cocinaba mal, muy mal, y casi lo único aceptable, al menos para su paladar, que salía de la cocina cuando la mujer que la había abandonado se enfrascaba era ese guiso. </p><p style="text-align: justify;">Y allí siguió, durante casi medio minuto, con la puerta abierta sujeta por la mano derecha, hasta que decidió qué comer.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8540425063247257294.post-1874208712067551302021-05-20T17:31:00.003+02:002021-05-20T17:31:30.414+02:00LO OCURRIDO, LO QUE PUEDE OCURRIR<p style="text-align: justify;"> Esta entrada llevaba tiempo en mi mente, pero por motivos personales, que no vienen a cuento, se ha ido demorando su escritura. Hoy, por fin, ha llegado el momento de plasmar mis pensamientos sobre diversos aspectos de la vida política, y no tan política, de este país.</p><p style="text-align: justify;">Creo imprescindible comenzar por lo ocurrido en Madrid el 4 de mayo (parece que ha pasado una eternidad desde esa fecha) y la victoria apabullante de alguien con mucha ambición, pero no especialmente brillante en la faceta intelectual.</p><p style="text-align: justify;">Existen interpretaciones de todo tipo y vendettas verbales, absurdas e inapropiadas, de los perdedores hacia los votantes, que les han dado de lado. Yo, por mi parte, voy a hacer una interpretación algo distinta del asunto, que puede explicar parte de lo sucedido.</p><p style="text-align: justify;">Por un lado, parece obvio que el desplome de Ciudadanos (la marca blanca del PP, impulsada por el poder económico para suplir o ayudar a un PP, que no hace mucho era sinónimo de corrupción) ha contribuido al ascenso del Partido Popular; pero dicho ascenso no se explica solo por esa captación de votos provenientes del partido naranja. La mujer que dirigía y dirige los destinos de la Comunidad de Madrid tuvo un regalo maravilloso de la progresía patria, que sus asesores supieron explotar de manera admirable: el enconamiento con los madrileños que los partidos progres, y sus medios afines y no tan afines, pusieron sobre la mesa para intentar desgastar a Ayuso. Los madrileños se iban de puente durante el confinamiento, se pasaban el día en los bares (el mismo argumento que los nacionalistas catalanes usaban con extremeños y andaluces) y otro tipo de patrañas similares que, y lo digo con conocimiento de causa, tocaban mucho las narices a mucha gente de Madrid. Los asesores de Díaz Ayuso recogieron este caramelo y la presidenta de la comunidad comenzó a hablar del modo de vida de los madrileños como algo bueno. </p><p style="text-align: justify;">Alguien puede alegar que este argumento es absurdo. Puede ser, pero España ens roba es una falacia y ha calado hondo en muchos votantes de otro lugar del país. Las proclamas que van a las tripas no necesitan excesiva reflexión.</p><p style="text-align: justify;">Esto, junto a los votos que recibió por mantener ciertos negocios abiertos en plena pandemia(votos que, en su mayoría, provenían de los dueños de esos locales, muchos de ellos proclives per se al PP), contribuyó a aumentar aún sus ya de por sí buenos resultados.</p><p style="text-align: justify;">Por otra parte, los resultados de los partidos progresistas reflejan bien a las claras lo que es ese sector político en este momento. El PSOE de Gabilondo, hasta la bufonada del debate en la SER, proponía no subir impuestos, no cerrar bares... En otras palabras: lo mismo que Ayuso. Si una cosa parece clara es que los votantes suelen preferir al original, enviando al ostracismo, con el paso del tiempo, al sucedáneo. Si los socialistas, de nombre solo, plagian el programa del PP, o parte de él, para que votarles, si encima sus gerifaltes nacionales no hacen más que cargar contra Madrid. </p><p style="text-align: justify;">Lo de Unidad Podemos es el resultado de una gestión de un partido calamitosa, lo que es muy preocupante porque dicha agrupación está dirigida por un profesor universitario de Ciencia Políticas. Tal vez bastaría reseñar para ilustrar lo acaecido la evolución de un partido que nació asambleario y terminó rindiendo culto al líder. Sin embargo, me voy a explayar un poquito más sobre el asunto.</p><p style="text-align: justify;">Además de las purgas internas ocurridas en el partido, con el beneplácito de las bases, de demostrar que todo lo que decían cuando empezaron, o cuando les convenía, era solo un trampantojo: abandonaron Vallecas para irse a vivir a un casoplón (cosa que dijeron que nunca harían), las fuerzas de seguridad del Estado les protegen día y noche (unos pocos años antes defendía Pablo Iglesias que dichas fuerzas solo protegen a los poderosos). El jarabe democrático parece que solo es bueno si lo reciben los otros. Los insultos solo resultan adecuados si van dirigidos a los otros... Unidas Podemos ha caminado hacia la especialización en ciertos sectores, minorías según ellos, llegando a caer en representaciones esperpénticas, esperpénticos y esperpéntiques, que han alejado aún más al votante de dicho partido. Cualquier partido con vocación de gobernar debe dirigir su mensaje al mayor número de votantes posible (no se trata de orillar a las personas que necesiten ayuda, se trata de abordar los problemas diarios de la mayoría de los ciudadanos). Estos teóricos expertos en Política han hecho todo lo contrario. Lo cual dice mucho sobre su incapacidad y/o conocimiento de la realidad de los ciudadanos de este país. </p><p style="text-align: justify;">Por otra parte, su entrada en el Gobierno, casi de manera testimonial (con la excepción de Yolanda Díez, poca o ninguna capacidad de decisión real tienen sobre lo que ocurre en el país), les ha llevado a la irrelevancia (no hace falta ser muy listo para saber que la jugada era apoyar la investidura desde fuera del Gobierno de Sánchez, apoyando aquellas leyes más progresistas o de izquierda, desmarcándose de las políticas de derechas/neoliberales). Cabe reseñar también que las cuestiones de su programa que se han implementado han sido un desastre o una farsa. La Renta Vital Mínima, que realmente prometió el nada progresista ministro Escrivá la misma tarde que prometió su cargo, ha sido un desastre. La derogación de la reforma laboral ha sido otra entelequia (de hecho los ERTEs son parte de esa reforma) y el único artículo que ha cambiado de dicha reforma ha sido una farsa: se ha pasado de considerar el despido por enfermedad procedente (20 días de indemnización) a improcedente (33 días de indemnización, pero sin obligatoriedad por parte de la empresa a readmitir al trabajador). Si en la reforma del artículo se hubiese escrito que el despido por esta causa es nulo la empresa no podría despedir al trabajador. </p><p style="text-align: justify;">Se debe reconocer la contribución por parte de Unidas Podemos a la subida del Salario Mínimo Interprofesional y alguna otra medida que ha redundado en el bienestar de los ciudadanos, pero, en líneas generales, su acción de Gobierno es pobre e ineficaz.</p><p style="text-align: justify;">Para finalizar con el análisis sobre este partido, decir que la campaña en torno al fascismo que se montaron solo sirve para movilizar a sus votantes, alejando a otros muchos que buscan soluciones y no problemas fingidos.</p><p style="text-align: justify;">Sobre el partido de Errejón decir que ha sido el segundo en la carrera en todos los sentidos. Los votantes buscan opciones que aún no les hayan decepcionado y Más Madrid supone una alternativa relativamente reciente a los partidos establecidos, que además ha hecho propuestas nuevas como, por ejemplo, indagar sobre la posibilidad de la jornada de cuatro días laborales. </p><p style="text-align: justify;">Parece oportuno concluir con VOX, partido de extrema derecha, que no fascista, recoge, al igual que Más País, el voto de aquellos descontentos que han votado o militado en otros partidos y que no han encontrado respuesta a sus necesidades. No comparto el mensaje neoliberal, vacío en muchos sentidos y retrógado en lo social de los de Abascal, y jamás optaré por un partido de derechas o de extrema derecha, pero entiendo a esa gente desilusionada que busca respuestas dentro del sistema. Porque, nos guste más o nos guste menos, VOX, como tampoco gusta EH a los de derechas, son partidos que están dentro del sistema y la gente busca alternativas a, cada vez peor, calidad de vida en muchos casos.</p><p style="text-align: justify;">Y esto debe hacernos reflexionar. Por un lado, muchos votantes siguen buscando dentro del sistema, no queriendo destruirlo, solo cambiarlo. Por otra parte, los partidos progresistas, que no de izquierdas, han sido incapaces de articular una respuesta al neoliberalismo, porque todos lo aceptan como un hecho consustancial al sistema, y, por mucho que hagan propósito de acabar con sus tropelías, no son más que unos cómplices necesarios para que siga existiendo.</p><p style="text-align: justify;">Lo ocurrido en Madrid no se puede desligar de lo que acontece en Cataluña, que supone otro problema para el PSOE. A pesar de que el PSC ha sido el partido más votado, el gobierno de esa comunidad autónoma seguirá en manos de los nacionalistas. Esto implica que ERC, uno de los puntales sobre los que asienta el gobierno de Pedro Sánchez, puede hacer lo que le dé la gana, apoyando al PSOE cuando le venga bien o "castigándolo" cuando les venga bien. Además, la unión de los republicanos catalanes con la derecha nacionalista catalana (no hay tanta diferencia entre ERC y los de Puigdemont) va a conllevar una serie de acciones, gestos, de cara a la galería (votantes separatistas), que van a poner, más de una vez, en un brete al gobierno de España. </p><p style="text-align: justify;">Si a eso le unimos que la desaparición, o casi, de Ciudadanos, cuyos votos, en su mayoría emigrarán al Partido Popular, lo que implicará un aumento significativo del número de diputados, entre otras cosas gracias a la Ley D´Hont, parece que la cosa no pinta bien para el PSOE a medio plazo. </p><p style="text-align: justify;">Un saludo.</p>PACOhttp://www.blogger.com/profile/09041162603443497402noreply@blogger.com0