jueves, 6 de abril de 2023

NADA IMPORTANTE

NADA IMPORTANTE


Te reconocí en el carmín de una camarera,

en el sabor del pan de maíz

y en la ausencia, que por momentos, aplasta.

Me reconocí en la toma de decisiones,

en la duda de los días corrientes

y en el cansancio que, en ocasiones, asfixia.

Me siento, inestable,

sobre la pulsión de estos caminos bifurcados,

segmentados por la distancia a tus labios,

a tus senos voraces y reconfortantes,

transitando ese espacio entre tú

y miles de relatos imposibles

trufados de victorias improbables,

contrapuestas a la realidad

de las vidas corrientes,

ancladas a sueños ocultos

en las profundidades de océanos domesticados,

exangües tras cada claudicación.

Ahora, detenido en este lugar desgastado,

las mañanas aúllan una tras otra.

Nada importante.

Quizás no eras tú,

quizás no era yo,

quizás sólo se trataba confusión

o de un sentimiento real

yaciendo en algún lugar sin nombre,

en un lecho oxidado;

 hibernando en un cuarto de ventanas acenagadas

donde la carcoma de la esperanza

no encuentra su itinerario,

y todo lo abarcable se transforma en un habitáculo interior,

iluminado de luna nueva

sin resquicios al viento de la mañana,

creador de caricias,

de la colisión de los cuerpos,

y del sonido de los bailes.

Mientras, amanece hoy también, 

nada importante.