jueves, 31 de enero de 2019

RIQUEZA PARA RICOS

"El comunismo no priva a nadie
 de apropiarse de productos sociales;
lo único que no admite 
es el poder de usurpar,
 por medio de esa apropiación,
el trabajo ajeno"

Karl Marx

Existe una creencia ámpliamente extendida, y casi aceptada como una verdad revelada, que postula que crear empleo es generar riqueza de manera automática. Stricto sensu, siguiendo los postulados neoliberales, puede ser verdad: se genera producción y eso hace que la compra y la venta fluya, pudiendo llegar a generar beneficios (no siempre se consigue). Pero eso no basta para generar riqueza o, al menos, no para que todo el mundo implicado en el proceso se beneficie.
Imagino que habrá gente que haya leído el párrafo anterior y se habrá rasgado las vestiduras con argumentos que se pueden asemejar a estos: 
  • Es mejor trabajar, aunque sea por poco dinero, que estar viviendo de la sopa boba.
  • Crear puestos de trabajo genera más riqueza, porque los nuevos asalariados tienen más poder adquisitivo y pueden consumir más.
  • El dinero que gana un empresario se invierte y genera aún más riqueza...
Una serie de clásicos, que se caen por su propio peso.
Si alguien no tiene trabajo ni recibe una prestación, resulta imprescindible trabajar por el salario que sea. La gente tiene la costumbre de comer, utilizar electricidad, beber agua, vestirse... Y eso se obtiene mediante el dinero. Resulta evidente que recibir en un hogar, por ejemplo, los 900 euros brutos de salario mínimo interprofesional (el SMI se refiere al dinero bruto que cobra el trabajador, antes de pagar Seguridad Social, IRPF...) puede solventar las dificultades extremas de una familia o constituir un buen acicate para un joven que vive con sus padres, pero, obviamente, no aporta calidad de vida.
No sólo eso, desde un punto de vista moral, resulta cuestionable que se gratifique con una aportación económica misérrima la aportación de fuerza de trabajo que realiza el obrero al proceso. Por mucho que los empresarios pongan el grito en el cielo por la subida del SMI, unos doscientos euros mensuales por trabajador, en el mejor de los casos, tras el pago de impuestos, su argumento es absurdo y amoral.
Una empresa que depende de que sus trabajadores generen un gasto de doscientos euros más al mes para ser viable, tiene un problema muy serio de subsistencia. El problema no es la subida salarial es el negocio en sí mismo, que funciona con márgenes absurdos, que, a corto plazo, le van a llevar al cierre. De ser así, el problema lo tendría el empresario con su adaptación al adorado mercado de los neoliberales, que parece no precisar de una empresa como ésa. De ser así no resulta entendible como los autoproclamados liberales no aplican el laissez-faire, del que tanto hablan cuando se trata del mercado laboral.
O, tal vez, el problema es moral, y lo que ocurre es que no desean repartir sus plusvalías con los trabajadores. 
Esto nos lleva al segundo punto: crear puestos de trabajo crea riqueza. Depende de lo que entendamos por riqueza. Si generar riqueza es repartir dinero de manera desigual, acabando cada vez más en manos de menos, pues sí, se genera riqueza. Si generar riqueza es pagar salarios dignos, no recortar derechos laborales y repartir el trabajo, pues, obviamente, no. 
Se puede pensar que esta reflexión se debe a un rojo, que quiere acabar con el sistema. Tal vez. Pero no hace falta ser un rojo peligroso para darse cuenta de que la situación laboral se acerca cada vez más a algo parecido a esto: los trabajadores, una buena parte de ellos, reciben lo mínimo indispensable para vivir y poder seguir produciendo. Baste acordarse del término mileurista y su significado.
Existe una percepción, dirigida de manera sabia por lo popes del neoliberalismo y difundida hasta la saciedad por su voceros de los medios (hasta los deformadores, no se les puede llamar periodistas, más progres defienden este postulado) que asegura que los que crean riqueza son los empresarios. No puede existir una aseveración más imprecisa. Los empresarios tienen el capital (a veces ni eso, pero dicen tenerlo) y lo invierten para intentar obtener más capital. Este proceso es el que más aprecia el modelo neoliberal, porque aquellos que lo hacen bien, o tienen la suerte de hacerlo bien, son los que escriben el relato, a veces con épica incluida. Sin embargo, ninguno de estos triunfadores hubiesen sido nada sin la mano de obra necesaria para que su capital se hubiese multiplicado. Pero la visión imperante política-económica se olvida de ese sutil detalle. Es más, en la épica neoliberal, es el empresario el que nos saca a todos de la pobreza, aunque sea a costa de nuestro trabajo y de unos salarios indignos. 
Por otra parte, los que ensalzan al empresario como el creador de riqueza, el elegido calvinista, se olvidan de que no lo hacen por solidaridad con los trabajadores, sino por beneficio propio. Lo cual es lícito, pero dista mucho de la imagen que nos pretenden vender de repartidores de riqueza.
De hecho, estos adalides de la épica empresarial muestran aversión hacia todo lo Público, que igualmente genera riqueza y permite a sus trabajadores consumir, porque allí no existe ese hecho heroico del éxito. Aunque, como por ejemplo se demuestra con los modelos privados sanitarios estadounidense y suiza, funcione mucho mejor lo público y produzca menos problemas a los ciudadanos. 
El tercer punto: la inversión de las ganancias, pues hombre, sí y no. Basta ver la proliferación de paraísos fiscales en las últimas décadas, la cantidad de amnistías fiscales que se han llevado a cabo en diferentes países, con condiciones muy ventajosas para los delincuentes o casos como el de Carlos Ghosn, famoso por sus medidas draconianas, que ha sido detenido por presunto fraude. No, acumular mucho dinero no supone volver a invertirlo, ni tan siquiera pagar impuestos por él. 
La imagen idílica de los enclouseres, que fue el motor de la Revolución Industrial, resulta eso, irreal, por mucho que los neoliberales nos la quieran vender. En el fondo, se trata de lo mismo: repartirse lo de todos; acumular el dinero en pocas manos, a costa del sufrimiento de muchos, anteponiendo lo "exitoso", sobre otras circunstancias menos confesables (empobrecimiento de las campesinos, emigración forzosa buscando condiciones de subsitencia...).
No, crear empleo no supone, de manera automática crear riqueza. Es más, cada vez supone un mayor empobrecimiento de la clase trabajadora. Confunden contar ganancias con mejorar las condiciones de vida del trabajador.
Un saludo.

lunes, 28 de enero de 2019

CUADERNO DE VIAJES Y ESTARES

En ocasiones las deudas se deben pagar y cualquier momento resulta bueno para satisfacerlas y satisfacerse. Un agujero de tiempo sin precisar puede resultar excelente para contemplar la genialidad y el simbolismo de un encargo, de una guerra perdida, de unos ideales enterrados entre miles de muertos ocasionales o voluntarios. Un grito desgarrador a otros países, cómplices por inacción con el fascismo recién descubierto,  que hoy retorna sin eufemismos, moldeado por la misma Hidra que lo gestó hace casi un siglo.
Una ciudad arrasada por las bombas. Un cuadro simbolizando la destrucción, la muerte de inocentes en día de mercado, la madre con el hijo muerto. La barbarie, siempre la barbarie, recreada por un genio, nuestro genio, en un siglo de genios que rompieron con todo lo establecido y que, en algunos casos, se situaron frente o a favor de esa destrucción, de esa aniquilación del ser humano, por no considerarlo como tal al pensar diferente.
Un poco más allá, otro genio. Un genio exiliado también, recreando en imágenes la misma destrucción, la misa barbarie, interpretada por unos actores reales, que representan el papel del atraso secular. No necesitan cuarta pared, ellos son los protagonistas y el público. Ellos viven, recrean y contemplan la miseria de la escasez, de la subsistencia, de la enfermedad, de la muerte en su Tierra sin pan. Media hora de desolación, rodada por el autor de "El perro andaluz", con un mensaje final de esperanza, de lucha.
Hace poco anduve por esas tierras, llegando hasta donde finaliza la carretera, y volví a contemplar la existencia, cada vez más anecdótica, de esa generación de niños retratados por el director aragonés, hoy ya ancianos. Ellas aún lucían, sentadas al sol en poyos escuetos, el pañuelo en la cabeza. Pero, intuyo, que también lucían, en el final de sus días, el  sentir inconsciente de saberse triunfadoras ante la necesidad, la enfermedad y la muerte prematura.


Siguen hoy en día las colmenas y un vivir diferente, caracterizado por la necesidad de un tiempo sin prisas. El resto, ha mudado, siendo sólo los ancianos y la arquitectura abandonada los últimos vestigios de esa infamia, tan dolorosa como un bombardeo sobre civiles.
Podría hablar de Gris, Miró, Dalí, Óscar Domínguez, Blanchard, Benjamín Palencia o el costumbrismo de Zuloaga... pero para este relato resultan prescindibles.
El azar, las retenciones o la improvisación me condujeron, un día después, al otro extremo del mundo. Al lugar donde el hambre se combate con bodegones que resultan el entrante favorito de comidas pantagruélicas, obtenidas con el sudor de aquellos que a los que se desconoce, pero a los que se dice reinar en su nombre.
Un palacio construido con la finalidad de alejar de la Corte a una ambiciosa e intrigante mujer, que años antes había sido reina consorte. Un capricho para dicha mujer, que, al final, fruto de la muerte prematura del rey, acabó coronando a su hijo como rey de España. Un capricho para detener intrigas y mostrar las grandes diferencias entre los predecesores de esas personas que aparecen en el documental y una minoría que conspira para acaparar aún más poder.
Dos mundos opuestos en el sentido material, pero con una perspectiva similar a la hora de abordar la existencia: en lo esencial, nada puede cambiar, aunque en un caso sea por conveniencia y en otro por la imposibilidad de concebir como hacerlo y, en algún caso, por la nula necesidad de dicho cambio.
Oropel para ocultar las miserias de un hombre homosexual, ejerciendo de rey consorte, y de una reina promiscua, corrupta y caprichosa en lo que se refiere a la gestión del país que recibió como premio de su padre felón y que tuvo que retener para sí, a sangre y fuego, de las apetencias montaraces de parte de sus súbditos, espoleados por su propio tío.
Y, entre el cuadro que supone un grito de ayuda ante lo que habría de asolar todo o entre ese ejercicio descriptivo de la existencia para y por la existencia y ese palacio proyectado para alejar las intrigas de la corte y disfrutado por los descendientes de aquellos, especialistas también en conspiraciones, que les aseguren el poder y el lujo, en ese espacio de tiempo la geografía humana del deseo, enredada hasta alcanzar un estado absoluto de extenuación.
Un saludo.

jueves, 24 de enero de 2019

DIARIO DE UN MAESTRO GRUÑÓN (23-1-2019)

Querido diario, hacía tiempo que no te dedicaba tiempo. Lo siento, entre unas cosas y otras, y algo de pereza, te he tenido abandonado; pero, como reza el dicho: Nunca es tarde, si la dicha es buena.
No te voy a mentir, lo que me ha llevado a escribir es una noticia que aparecía en un diario nacional, en la cual se decía que un científico español tuvo problemas durante su periodo de escolarización obligatoria. Parece que algunos profesionales de la docencia no daban una higa por él. La noticia, una más de este cariz, parece querer apuntar a un sistema deficiente (seguro que tiene muchas que mejorar), que no sabe distinguir a la gente brillante que transita por él. Puede ser, pero en este caso, a primera vista, parece que no fue eso lo que ocurrió. De otra manera no hubiese llegado a finalizar una carrera universitaria, que le ha permitido ser uno de los mejores en su especialidad, con premio en reconocimiento a su labor incluido. 
Por supuesto no aparece la versión de los docentes a los que se alude, que tal vez se equivocaron, pero eso no lo sabemos, porque sólo aparece el punto de vista del exitoso investigador. 
Existe una costumbre, profundamente arraigada en ciertos sectores, tanto entre noeliberales como entre progres, que consiste en desacreditar el sistema educativo, en muchos casos basándose en hechos puntuales (que a veces son percepciones individuales) o, otros casos, en una supuesta incapacidad para generar profesionales cualificados. 
Desde un punto de vista rigurosos ambas cuestiones no pasan de ocurrencia absurda y, en algún caso, de majadería malintencionada, dependiendo del quién emita el mensaje. 
Lo de que el sistema educativo no atiende como debiera a todos los alumnos es ciertos, fue cierto y será cierto. Cualquier organización donde hay implicadas millones de personas tiene errores, nos guste o no, entre otras cosas porque todo depende de seres humanos, con sus virtudes y sus defectos. Lo que se ha de perseguir es minimizar errores, hasta acercarlos a cero. 
Puede, querido diario, que esto escandalice a cierta gente, que seguro nunca ha cometido fallos en su vida ni en su trabajo, y que han cometido un error no dedicándose a la Educación, porque ve en la Educación algo muy importante. Y lo es. Por eso es importante que un niño "pase" por las manos de docentes variados y, si como en el caso del premiado, alguien se equivoca, otros profesionales puedan subsanar los errores.
Por otra parte, la gente que critica el sistema educativo por ineficaz en lo referido a la cualificación laboral es casi seguro que se olvida de que exportamos ingenieros, médicos, enfermeros... a países con un PIB bastante más alto que el nuestro y con un sistema educativo universal implantado unas cuantas décadas antes que el nuestro. Algo se estará haciendo bien.
Por otra parte, resulta curioso que hablan mal sobre lo que se hace en Educación tipos que han triunfado en sus campos. Tan mal no habrá ido la cosa. Tal vez, sólo tal vez, tendría más lógica que se quejasen aquellos que, teniendo potencial, han visto cercenada su carrera académica por una serie de malos docentes.
La conclusión de todo esto parece clara:

  • Los errores existen, somos humanos y no tienen porque marcar a los alumnos. En un sistema donde trabajan y conviven tantas personas, por estadística, se deben producir errores. El objetivo es minimizarlos, pero parece claro que resulta imposible que desaparezcan.
  • Parece que cualquier excusa es buena para atizar al sistema educativo que, siendo mejorable, proporciona un alto número de personas cualificadas que, por desgracia, no encuentran acomodo en nuestro país y son acogidos y reclamados en otros países de nuestro entorno.
  • No conviene hacer juicios de valor por la experiencia, objetiva o no, de una o de unas pocas personas. Es más, conviene escuchar a la otra parte, cuestión que creo se enseña en las Facultades de Periodismo, pero que, en muchas ocasiones, no ponen en práctica los allí formados.
Todo lo anterior, querido diario, me lleva a pensar que mucha gente tiene soluciones mágicas, en muchos casos bien distintas, y que, por desgracia, nadie es capaz de llevar esas ideas tan fantásticas y maravillosas a la práctica, ni tan siquiera quienes las proponen.
A pesar de todo este pesimismo que rezuma el párrafo anterior considero, querido diario, que esta profesión, la de docente, tiene cosas bonitas, no sé si muchas o pocas, pero las tiene. Hace un par de días reflexionaba sobre el trabajo realizado con un alumno y los logros conseguidos en lo referente a la conciencia fonológica y me sentí orgulloso de lo que conseguido a través de ese trabajo silencioso, diario, del que ningún medio hablará, y que había conducido a que un niño que hace cinco años no hablaba sea capaz de leer y comprender palabras de tres sílabas. De ese trabajo que, de una u otra forma, la gran mayoría de nosotros realizamos, porque es nuestra obligación y porque nos motiva para seguir en este asunto de la docencia, no se habla. Resulta más chulo hablar de gurús, de fracasos y de otras cuestiones impactantes y anecdóticas que desenfocan la realidad.
Por todo ello, querido diario, a pesar de los fallos que he cometido, y que presumíblemente seguiré cometiendo, me siento orgulloso de lo que hago, porque sé que he contribuido a mejorar la vida de ciertas personas. Escribiendo esto pienso que sería bueno que, de una u otra forma, docentes y padres, fuésemos capaces de transmitir a los pequeños que los errores existen y se comenten, sin que ello signifique que seamos mejores y peores. Lo que nos hace mejores o peores es reconocer o no que los hemos cometidos y aprender, o no, de ellos.
No tengo mucho más que decir, querido diario, por lo que no voy a llenar más líneas. Prometo volver a visitarte pronto y contarte mis penas y alegrías como docente.

lunes, 21 de enero de 2019

EL TREN DE EXTREMADURA

En los últimos meses se oye hablar mucho de diversos incidentes ocurridos con los trenes extremeños. Los incidentes son variados y, en algunos casos, pintorescos. Valga como muestra:

Trenes que arden



Falta de personal

https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/suprimen-trayecto-sevilla-caceres-tren_1112477.html


Sin trenes suficientes

https://www.eldiario.es/eldiarioex/Renfe-trenes-suprime-Huelva-Merida-autobus_0_787771663.html

Sin gasoil

https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/tren-extremadura-fuenlabrada-quedarse-sin-gasoil_1119253.html

Y podríamos seguir, pero no es cuestión de aburrir al lector.

Este cúmulo de incidentes ha llevado a la creación de la plataforma ciudadana Milana Bonita, cuya última acción va a ser presentar una demanda colectiva contra RENFE Y Adif

https://www.hoy.es/extremadura/milana-bonita-promovera-20190102125141-nt.html


Antes de continuar me gustaría reseñar que Milana Bonita es una plataforma, sin color poĺítico alguno, que en los últimos tiempos ha abanderado la lucha por un ferrocarril digno para Extremadura, con actos como éste:


Al que le pueda interesar, aquí podrá encontrar información sobre dicha plataforma:

https://es-es.facebook.com/milanabonitaextremadura/
https://twitter.com/bonita_milana?lang=es

Pero el problema del tren en Extremadura viene de muy atrás. 
A continuación se hará un recorrido cronólogico en sentido inverso, que narra como esta región acabó sufriendo este problema.
La última estocada se produjo cuando , sin previo aviso de RENFE, entre mayo y junio de 2013 se suprimieron varias líneas ferroviarias en Extremadura. Interesante comprobar que de las cuarenta y una líneas  afectadas en toda España seis corresponden a servicios prestados en Extremadura.


Por supuesto esto genero movilizaciones manifestando su oposición a tal tropelía. Como ejemplo podemos referirnos a ésta:

http://www.extremadura7dias.com/noticia/anuncian-concentraciones-para-que-no-supriman-el-tren-zafra-huelva

Un año antes, en 2012 se suprimió el tren que comunicaba Extremadura con Portugal (la distancia entre Badajoz, la localidad más poblada de Extremadura y la frontera portuguesa no llega a diez kilómetros). Dicho tren, conocido por el nombre de Lusitania, comunicaba Lisboa con Madrid. Cabe reseñar que, de nuevo, se debe a una decisión de RENFE.

https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/adios-lusitania_672020.html

En 2010 se produce la supresión del TALGO Badajoz- Madrid en 2010, restituido recientemente, en marzo de 2018, tras las protestas de plataformas como Milana Bonita, pero con la misma velocidad que los trenes convencionales, lo cual resulta, cuanto menos, sorprendente.

https://www.hoy.es/extremadura/talgo-queno-emocionaa-20180302220300-nt.html


Pero el primer, y durísimo golpe llegó, con la supresión de la conexión con la Meseta Norte en 1985 del tráfico de pasajeros y en 1996 con el cierre definitivo tras la supresión del tráfico ferroviario de mercancias en la la línea Plasencia-Astorga:

https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADnea_Plasencia-Astorga

Pondremos un ejemplo que ilustra lo que supuso este cierre. 
Plasencia y Salamanca distan 130 kilómetros por carretera, una estupenda autovía. Si usted, querido lector, quisiera ir utilizando el tren desde Plasencia hasta Salamanca debería tomar un tren hasta Madrid, más de tres horas de trayecto, si no se avería, y 250 kilómetros de viaje, y una vez en Madrid tomar otro tren con destino Salamanca, otros 200 kilómetros de viaje, esta vez en un tren que puede ser un Alvia. Unas cinco horas de viaje, con suerte, cuando por carretera supone un poco más de un hora a lo que hay que añadir un gasto de dinero exagerado si decide viajar en tren. 
El lector podrá alegar que se puede viajar en autobús, pero tampoco encontrará una gran oferta de horarios.
En este enlace el lector podrá encontrar una cronología de todos los movimientos realizados para reactivar la Vía de la Plata y el uso felón que Zapatero y su ministro Jesús Caldera, natural de Béjar, pueblo por donde discurría dicha vía, hicieron de este asunto, prometiendo antes de llegar al poder la reapertura de la línea, cuestión que obviaron una vez situaron sus posaderas en la Moncloa.

https://movtrenrutaplata.blog/2017/09/20/cronologia-del-trenrutadelaplata/

Por supuesto, está el tema del AVE, cuya construcción se demora año tras año, y que para muchos extremeños no supone solución alguna a sus necesidades. Una línea de alta velocidad que comunique Madrid con Badajoz, parando en cuatro localidades extremeñas antes de llegar a Badajoz no parece la mejor solución para solucionar un problema serio. Además, el gobierno portugués decidió hace tiempo no dar continuidad a la línea de alta velocidad desde Badajoz hasta Lisboa.

https://www.hoy.es/extremadura/portugal-pide-tiempo-20181120221144-nt.html

Tal vez esta imagen  sobre los servicios de comunicación normal y mixta de Adif sirva para ilustrar porque no es tan prioritario un tren de alta velocidad


Extremadura, incomunicada con el norte y con el oeste. Con una baja densidad de comunicaciones y si un sólo kilómetro de vía electrificada. ¿De verdad es prioritario una AVE que refuerce lo que ya existe y que, como toda la alta velocidad española sea deficitaria? Porque esa es otra de las cuestiones se suprimen vías convencionales por se deficitarias, pero toda la alta velocidad española genera déficit.

https://blogs.elconfidencial.com/economia/laissez-faire/2018-01-24/el-ave-no-es-rentable-pero-si-es-un-gran-negocio-para-algunos_1510550/

Para comprenderlo mejor se puede leer este artículo, donde RENFE defiende que gana dinero con la alta velocidad, pero obvia la deuda de Adif.

https://www.eleconomista.es/transportes/noticias/8306588/04/17/Renfe-ya-gana-dinero-con-el-AVE-141-millones-en-2016.html

O este otro donde se habla de déficit de la sección de alta velocidad de Adif, cuyo monto es astronómico y se va incrementando años tras año.

https://www.eldiario.es/economia/Adif-Alta-Velocidad-Frob-millones_0_756975091.html


Entonces, ¿por qué no destinar dinero a un ferrocarril convencional para una de las zonas peor comunicadas de España? Eso, querido lector, no lo sé responder, pero lo que sí que sé es que en Extremadura los políticos autóctonos ayudan poco. La división entre ellos, motivada en muchos casos por quién gobierna en España y su afinidad o no con el partido que gobierna Extremadura, genera situaciones absurdas, que mucho tiene que ver con el postureo y aparecer en los medios.
El futuro no parece ser el mejor para la región extremeña en lo que a las comunicaciones ferroviarias se refiere, pero eso no lo puede asegurar nadie y, ¡ojalá!, me equivoque.
Un saludo.

jueves, 17 de enero de 2019

PARENTAL ADVISORY

"We've got the right to choose
And there ain't no way we'll lose it
This is our life, this is our song
We'll fight the powers that be just
Don't pick our destiny, 'cause
You don't know us, you don't belong..."

We`re not gonna take it. Twisted Sister



Llevan unos días planeando por mi cabeza tanto el documental Bowling for Columbine de Michael Moore, una crítica feroz contra la libertad de portar armas en EEUU, como las declaraciones de Dee Snider en un comité del Senado de los EEUU, encargado de velar por la moral y, por qué no decirlo, por la censura creativa. Y esto es así por algo que he leído hace no mucho, que me ha retrotraído a lo anteriormente expuesto. Pero, querido lector, vamos por partes, como dijo Jack el Destripador, e igual, si soy capaz, mi reflexión cobra sentido.
Cuando hablo del documental de Michael Moore me refiero a la parte en la que se expone como una parte del ala conservadora del país achaca hechos como el trágico suceso ocurrido en el instituto a las letras de canciones heavy, en concreto a los temas de Marilyn Manson. El vocalista, un tipo que cultiva una imagen de malo, es entrevistado en el documental y, para sorpresa de mucha gente de bien, parece un tipo cabal, que desmonta la argumentación absurda y basada en razonamiento etéreos y, por supuesto, no causales. Achacar la violencia en EEUU a las canciones de un grupo, o de varios, resulta algo sorprendente, para empezar porque parecen despreciar la capacidad intelectual de la gente y, para terminar, porque no aportan ni una sola prueba científica que sustente tal afirmación. Esa idea es tan válida como la de que aquellos que atacan a Marilyn Mason son unos reprimidos y vuelcan sus frustraciones en aquel que da una visión del mundo que a ellos les atrae, pero no se atreven a llevar a la práctica.
Esto mismo ocurrió con la comisión del Senado que fue creada en los años ochenta gracias a la ocurrencia de Tippy Gore (sí, la mujer del exvicepresidente demócrata de EEUU, que luchaba contra el cambio climático desde su mansión repleta de luces). La tal Tippy y otras mujeres de senadores y algún otro cargo importante impulsaron una acción contras las letras de ciertos temas musicales, alguno de Madonna y Prince incluidos. Según ellas las letras pervertían a la juventud y mandaban un mensaje equivocado a los niños y adolescentes.
Tras la insistencia de las mujeres que se aburrían en casa, como dijo Dee Snider, vocalista del, en ese momento, exitoso grupo Twisted Sister (Dee Snider llegó a ser portada de Time debido a su quehacer musical), se creó una lista de canciones "peligrosas" y se pretendió censurar previamente aquellos temas que hablasen de temas como drogas, sexo o violencia.
Si el lector lo desea en este artículo encontrar más información.


https://hipertextual.com/2016/12/parental-advisory-explicit-content


No resulta difícil comprender que, como pasaba en el caso anterior, se busca culpar a gente famosa que, en teoría, no puede defenderse de cuestiones, reales o imaginadas, que subvierten el orden ideal de una serie de personas y/o colectivos, empeñados en querer imponer una visión de la vida al resto de la sociedad.
Toda ello viene a cuento de la campaña que existe asociando pornografía a violencia de género, asesinatos de mujeres y el mantenimiento de un sistema patriarcal. Desde estas blog no vamos a defender la pornografía ni a denostarla tampoco, las personas mayores de 18 años que lo consumen tendrán sus motivos, que no voy a cuestionar. Los menores, lo que tienen es un acceso a páginas  web cuyo contenido no parece el más indicado para ellos, en especial cuanto menor sea la edad. La responsabilidad del acceso a esas páginas es de los padres y de los dueños de los sitios web. Pero este asunto tampoco resulta trascendente para esta entrada.
Lo trascendente es como se intenta asociar algo, de nuevo lindando con lo marginal, a un hecho mucho más complejo. Basta ver este enlace (pinchar aquí) pretendidamente científico, donde se juega con el concepto correlación, intentándolo vender como algo causal (como el lector bien sabe, un hecho correlativo es un acontecimiento que coincide con otro, pero no se ha demostrado que tenga nada que ver, mientras que un hecho causal es aquel que ocurre siempre que ocurre otro).
Resultan curiosos este tipo de planteamientos en los que no existe causalidad alguna, no se estudia si esos pretendidos agresores que consumen porno ya tenían esa agresividad antes de acercarse al mundo de la pornografía, no existen estudios comparados entre agresores que ven porno y no ven porno, sobre el tipo de porno que consumen los agresores, sobre cuánto tiempo hace falta consumir pornografía para generar ese estado de embrutecimiento y, por supuesto, sobre la influencia real de la pornografía sobre la gran cantidad de hombres, y de mujeres, que acceden a él. Eso si, se recurre a la alta tasa de feminicidios, sin desglosar causas y sin tener en cuenta que el índice de asesinatos general en un país es de los más altos de Occidente, pero, los datos, convenientemente descontextualizados, cuadran.
Uno, que lleva años oyendo que los seguidores del heavy éramos poco menos que la reencarnación de Satán; que los programas de televisión generaban violencia en los niños; que los juegos de rol eran el caldo de cultivo ideal para asesinos fríos y despiadados; que los videojuegos fomentaban la violencia y si jugabas a ellos podías acabar siendo un émulo de Hitler. Sin embargo uno jamás escuchó decir que si leías El Quijote te volverías majareta o que si veías Apocalipsis Now te entrarían ganas de rociar a tu vecino con napalm por la mañana. Tampoco he escuchado a nadie defender que si ibas al Mueso del Prado te entrarían ganas de fusilar a gente el 3 de mayo. Sin embargo, con aquello marginal o chocante para cualquier botarate, no hay problema a la hora de cargar, porque, al final, siempre se trata de lo mismo: de un tipo de moral pública rayana en la mojigatería, con un alto componente de hipocresía a la hora de poner en práctica lo que predican y, por qué no decirlo, en algunos casos una forma de hacer caja, viviendo del cuento. Y, por qué obviarlo, también se trata de una forma de imponer una visión del mundo basada en defender la idea de que lo que ellos proponen es lo único válido, siendo lo de los demás una apuesta herética, encaminada a destruir la Arcadia feliz, e inexistente, que ellos dicen saber como conseguir para todos nosotros.
Por cierto, que toda esta panda que intenta implantar su idea de bienestar y bondad se olvidan de que todo lo que atacan es un producto, se vende y se compra, y la gente es muy libre de adquirir la música que le salga de las narices, de ver pornografía o de leerse El Quijote. Otra cosa bien distinta es el papel de la industria que comercializa alguno de estos productos, por ejemplo el de la industria musical, que ante el caso de la censura musical, se plegó a las exigencias del comité, porque, no lo olvidemos, la industria sólo quiere ganar dinero y si un rapero que insulta a todo dios le proporciona a un discográfica pingües beneficios, editarán sus discos, pero si la censura impone su ley, se plegarán ante ella y pondrán etiquetas y sólo contratarán al Enrique Iglesias de turno. La industria sólo tiene una normal moral: ganar el mayor dinero posible.
Me gustaría concluir con un enlace donde se habla de lo que supuso para Dee Snider enfrentarse con argumentos a una panda de censoras y a algún otro tipo anexo:


https://www.vix.com/es/cultura-pop/178035/el-dia-que-dee-snider-enfrento-a-washington-para-pelear-contra-la-censura





Un saludo.

lunes, 14 de enero de 2019

INTRAHISTORIA DE UN PAÍS.

"Al poder le ocurre como al nogal,
no deja crecer nada bajo sus sombra".

Antonio Gala


Parece que las nuevas filtraciones de las andanzas de Villarejo, muy probablemente ofrecidas por el mismo, han pasado desapercibidas, porque otros aspectos de la actualidad, como el frío en invierno, resultan mucho más interesantes para el ciudadano.
Por si para el lector han pasado desapercibidas aquí dejo un enlace donde se pueden conocer algunas de las nuevas perlas que han ido apareciendo:

https://www.elconfidencial.com/espana/2019-01-11/operacion-trampa-bbva-compro-villarejo-conversaciones-de-la-vega-sebastian_1751450/

De nuevo, como se reflejó en la entrada de este mismo blog, conversaciones con el comisario, que se puede leer aquí, la implicación de políticos y, en este caso, banqueros, grandes empresarios, en maniobras turbias para copar el poder, queda al descubierto. 
Si en las anteriores entregas quedó la descubierto como jueces, fiscales y políticos aportaban su granito de arena para enturbiar la vida de este país, en esta ocasión banqueros, empresarios, encargados del buen funcionamiento de las instituciones económicas y políticos (algunos de ellos con fama de mear colonia) se ven implicados en las luchas de poder. De nuevo, como en las anteriores filtraciones, dos bandos teniéndoselas tiesas para sobreponerse al enemigo. Y, de nuevo, el recurso a las alcantarillas para salvar la cabeza y derrotar al rival.
De toda esta información se pueden extraer algunas conclusiones, que parecen definir a la perfección el funcionamiento de este país, que, intuyo, no debe diferir en mucho, o en nada (sólo cambian los nombres), de la forma de proceder de las élites dominantes en otros países de nuestro entorno:

  1. Parece muy claro que la trabazón de políticos, miembros significados del aparato de la Justicia, empresarios, banqueros, periodistas... es algo más que una conjetura y que, aunque separados en bandos, cuando confluyen intereses todos van a una.
  2. La existencia de una comunión de intereses entre políticos y élites económicas siempre redunda en beneficio de dichas élites, por lo general a costa del ciudadano. En alguna ocasión se ha llegado al caso extremo de realizar prácticas de una deshonestidad absoluta, denunciadas por los  funcionarios encargados de abordar este tipo prácticas, como se puede leer aquí, en la que estaban implicados banqueros afines al gobierno de turno, en este caso el de Zapatero.
  3. No importan las siglas del partido. PSOE o PP siempre han favorecido a los suyos, y no sólo los que se cobijan bajo las siglas de uno u otro partido, cuando han llegado al poder. Uno intuye que los favores dados siempre han de ser recompensados.
  4. Además de existir una competencia del libre mercado, de la que tanto alardean los neoliberales,  en las altas esferas del poder económico existe una competencia sucia, barriobajera e ilegal en ciertos casos, que busca, por casi cualquier medio, conseguir triunfar sobre el rival. 
  5. Si hemos de creer toda la información presentada hasta ahora, resulta preocupante el fácil acceso que cierta gente tiene a información que debería ser confidencial, cuyo origen se encuentra en Moncloa a sus alrededores. No parece transmitir mucha confianza la seguridad con la que cuenta el lugar de donde emanan una parte significativa de las cuestiones vitales de este país. 
  6. Las conversaciones aparecidas antes, junto con las de ahora, dejan claro que la forma de actuar y proceder de Villarejo, e imagino que de otros Villarejos, era vox populi entre las personas que detentaban el poder de una otra forma (incluidos miembros del sistema de Justicia de este país).

Por supuesto, ahora los medios nos presentarán (nos presentan) a Villarejo como un tipo ruín, mezquino, urdidor de un complot tras otro, que actuaba sólo en beneficio propio. Por supuesto, los medios dominados por algunos de los bancos, grupos de presión y/o afines a ciertos partidos políticos, obviarán que Villarejo era ese tipo que, por su falta de escrúpulos, difernetes miembros de la oligarquía de este país, utilizaban para realizar los trabajos sucios que ellos necesitaban hacer. Los Villarejos de este mundo no existirían si nadie los contratase para realizar lo que no tiene cabida a la luz de los focos. Siempre habrá alguien dispuesto a dar la cara, a cambio de dinero, para realizar los trabajos sucios de aquellos que pueden pagar.
Las filtraciones de Villarejo han rascado sobre la corrupción establecida en este país, consiguiendo que la mayoría de los españoles conozcan la verdadera faz de un rey, del que los periodistas sólo escribían y comentaban bondades. Las conversaciones de Villarejo han sacado a la luz del día el comportamiento de juristas, políticos, comisarios, empresarios, banqueros y sus tejemanejes, en algunos ámbitos lejanos de la legalidad. Lo grabado por Villarejo ha aireado las luchas por el poder entre facciones políticas (en muchos casos debido a divergencias personales) de un mismo partido y la forma de proceder de los aliados externos de esto (lo de Baltasar Garzón me resulta especialmente escandaloso).
Ninguna estancia de este país queda bien parada con las conversaciones: desde el rey, hasta los comisarios de Policia; desde una vicepresidenta del gobierno, hasta el banquero más influyente. Desde jueces y fiscales, hasta empresarios importantes... Todos los ámbitos de poder y decisión han sido retratados en las conversaciones grabadas de Villarejo. 
Mientras tanto, los medios no anestesiarán, o lo intentarán, con la última desgracia ocurrida en el país, en especial si dicho suceso tiene visos de que puede dar de sí para varios días: una desaparición, un accidente con final incierto... Conviene recordar que mientras nos meten en la sopa la desgracia de un niño que ha sufrido un accidente o de una mujer desaparecida, algún tipo como Villarejo estará maniobrando por debajo para satisfacer las necesidades oscuras de alguien que detenta el poder y quiere seguir ostentándolo al precio que sea, para beneficio suyo y de sus amigos, otros que también forman parte de esa cúpula dirigente. Conviene no olvidar que sus intereses no tienen nada que ver con los nuestros y que toda esa lucha en el poder tiene una única finalidad: el poder no debe cambiar de manos, debe seguir permaneciendo en sus manos y en las de sus afines.
Un saludo.

jueves, 10 de enero de 2019

SOBRE LA REVOLUCIÓN

"El primer deber de un hombre es pensar por sí mismo".

José Martí


En los últimos tiempos se utiliza, con demasiada frecuencia e inexactitud, la palabra revolución a cuestiones peregrinas o a movimientos sociales difusos y sin un contenido ideológico definido. Lo que supone, dicho sea de paso, una excusa perfecta para maquillar muchas cosas y no cambiar lo fundamental, objetivo último y primordial de cualquier revolución.
Tal vez, antes de continuar, conviene definir, en la medida de lo posible, el término revolución. Aunque no existe un consenso absoluto sobre el significado del término, podemos utilizar ésta: Cambio o transformación radical respecto al pasado inmediato, que se suele producir de manera simultánea en varios ámbitos (social, económico, cultural, religioso...). Los cambios producidos por una revolución tienen consecuencias trascendentales y suelen ser percibidos como súbitos y violentos, ya que se trata de una ruptura del orden establecido...".
Como se puede observar, las revoluciones se caracterizan por no ser procesos largos y por suponer un cambio abrupto en las relaciones del poder político y, por ende, del poder económico. Tal vez, el ejemplo paradigmático pueda ser la Revolución de 1917.
Según los autores, y la corriente ideológica de los mismos, existen diversos tipos de revoluciones: política, social, económica..., utilizándose a veces uno u otro concepto para definir a un mismo hecho revolucionario, por lo que no vamos a profundizar en dicho aspecto, que poco o nada aporta a esta entrada.
Una vez realizada estas acotaciones, vamos a retomar el asunto central de esta entrada: el uso bastardo del término revolución para justificar la inexistencia de respuestas viables a un sistema político y económico neoliberal que ha borrado casi cualquier atisbo de resistencia a sus excesos. Uso abusivo y bastardo realizado por aquellos que provienen de aquellos partidos, sindicatos o movimientos sociales que, en su momento, más cerca estuvieron de la revolución o, al menos, de intentar cambiar las estructuras sociales en busca de un sistema más justo. En el fondo, la estrategia es sencilla, difuminar toda resistencia en pequeñas luchas fraccionadas y deformadas hasta el paroxismo, para intentar ocultar que lo sustancial, la desigualdad entre los más poderosos y la gran mayoría de los ciudadanos, se está agrandando día a día, porque no se modifican las estructuras esenciales.
Me gustaría poner un ejemplo que ilustra lo que estoy planteando, para facilitar la comprensión de lo expuesto.
Imagino que al lector, en un principio, lo que va a leer le va a chocar, pero le pido que llegue hasta el final de la exposición y comprenderá lo que quiero decir.
A nadie se le escapa que la introducción de tecnología en el mundo laboral ha supuesto en determinados ámbitos: agricultura, industria, incluso en el comercio con la llegada de Internet, una necesidad de menos mano de obra para realizar un trabajo. Sin embargo, esta verdadera revolución tecnológica se ha topado con la "necesidad", al menos en Occidente, de incorporar al mayor número de personas en edad de trabajar al mundo laboral. Imagino que el lector se acordará que no sólo se aportan cifras de parados por parte de las administraciones y organismos económicos, también se habla de tasa de ocupación o, por ejemplo, de la Encuesta de Población Activa, que nos habla de las personas que trabajan o están en disposición de trabajar en la franja que va desde los 16 años hasta la edad de jubilación.
No resulta muy difícil pensar que si los puestos de trabajo han disminuido, o no han aumentado lo suficiente, tras la incorporación de ciertos sectores con menor porcentaje de ocupación en nuestros país: mujeres o inmigrantes, la demanda de empleo se ha disparado y la oferta no. La conclusión para obvia: en un supuesto sistema de libre mercado, el trabajador ha perdido todo tipo de derechos, incluido salario.
La incorporación de la mujer al mercado laboral se puede considerar una revolución, tengo muchas dudas al respecto, pues en lugares como Sevilla, en pleno siglo XVII y XVIII llegaban a trabajar varios miles de mujeres en la Real Fábrica de Tabaco, por ejemplo, o en la antigua URSS resultaba algo normal, sin olvidar que antes del franquismo en España muchas mujeres trabajaban. Sea como fuere, la incorporación masiva de diferentes colectivos, junto con la automatización de los procesos, ha supuesto que, con las mismas estructuras de funcionamiento, la abundancia de mano de obra, haya abaratado los costes laborales y enterrado derechos laborales adquiridos a través de la lucha obrera. Como resulta obvio, no ha existido un ajuste "revolucionario" ante tal hecho. Simplemente se ha construido sobre lo existente.
Ajustes revolucionarios podían ser desde aplicar las ideas marxistas sobre la organización social y económica, hasta, dentro del capitalismo, disminuir las horas de trabajo, sin que eso repercutiese en el salario y, de esa manera poder contratar a más personas. Por poner un ejemplo. Sin embargo, nadie de los que defienden la bondad de esta incorporación masiva al mundo laboral postula la necesidad de repartir beneficios entre el empresario y el trabajador, para conseguir unas condiciones dignas de trabajo (basta recordar que los sectores afines a los poderes económicos han puesto el grito en el cielo por subir un mísero salario mínimo interprofesional ciento y y pico euros al mes, lo que intuyo que unos trescientos euros al mes tras impuestos al empresario).
Parece obvio que construir sobre lo existente pretendidas revoluciones sólo lleva a ahondar en las desigualdades. Nada es revolucionario si no aspira a buscar la mejora en las condiciones de vida de la gran mayoría de la población.
Existen expertos en confundirnos y transmitir la idea de revolución, que tantas conciencias limpian a aquellos que no necesitan en realidad muchos cambios, pero que se sienten unos tipos enrollados. Deberíamos pararnos a pensar y considerar hacia dónde vamos y en manos de quiénes ponemos nuestras expectativas de cambio y, de paso, saber cuáles son esas expectativas de cambio. Tal vez, los que tanto hablan de revoluciones, en plural, sólo hayan sembrado la semilla de la involución.
Un saludo.

domingo, 6 de enero de 2019

EN LOS MUNDOS DE YUPI

"A aquellos que han apagado los ojos del pueblo,
reprochadles su ceguera".

John Milton


Resulta curioso, incluso sorprendente, escuchar a analistas (sea eso lo que fuere), políticos vendiendo medidas y demás recua de personajes de la farándula de la opinión y la solución fácil, haciendo análisis y proponiendo medidas regeneradoras de la moral y la convivencia. Veamos de qué hablo.
Antes de ayer escuchaba en una emisora de radio a un fulano, fino y experto analista, hablando de todo lo positivo que, según él, había traído el fin del siglo XX y de todo lo negativo que había ocurrido en este siglo, fruto de la crisis. Entre lo positivo, para él, figuraba la caída del bloque soviético, nido de represión, y , por ende, el triunfo de las democracias occidentales (imagino que el fulano no se fijaría mucho en África, por ejemplo). Entre lo negativo destacaba la crisis, que iba a marcar a toda una generación para siempre. Independientemente de la estupidez de marcar a toda una generación (Ana Patricia Botín, la hija de Amancio Ortega o los hijos de Aznar no tendrán graves problemas para llegar a fin de mes), resulta curioso que, en ningún caso, se hable de la "crisis" como el efecto de las políticas neoliberales llevadas a cabo por esas democracias occidentales, que tan estupendas le parecen al fenómeno. 
Por supuesto, entre lo malo del siglo XXI citaba a los populismos de extrema derecha, que, aunque él no lo dijo, en ciertos casos: Hungría, Brasil, VOX... lo que hacen es ahondar en ese neoliberalismo. El programa de VOX en ese sentido es escalofriante (no olvidemos que Abascal es uno de los cachorros de Esperanza Aguirre). Y, aunque los medios progres hablen de otras historias, el verdadero problema es el programa ultraneoliberal de VOX, que podía tener consecuencias para los trabajadores que se asemejasen a, por ejemplo, la denominada Ley de Esclavitud, aprobada por el gobierno húngaro de Orban. Si esto ocurriese, que no se preocupen los progres feministas, que hombres y mujeres íbamos a igualarnos, perdiendo todos los derechos conquistados durante más de un siglo.
Volviendo al fulano del programa de fin de semana de Onda Cero, a este tipo no parecían importarle muchos los orígenes de que esa generación pudiera perderse o el hecho de que las opciones de extrema derecha incidieran en una fórmula neoliberal, ya demostrada ineficaz en países como Argentina o Brasil, bajo sendas dictaduras militares.
Lo mismo ocurre con periodistas de la corriente progresista (no confundir con la izquierda), que viven en un mundo extraño donde la ósmosis con el mundo real parece un imposible. Veamos un ejemplo.
Hace unos meses Isaac Rosa, dentro de los periodistas progres uno de los más sensatos, defendía en Twitter que el Partido Popular se iba a dar un batacazo electoral con sus políticas contra la inmigración. Cuando le respondí que no pisaba mucho los barrios, me dijo que vivía en un barrio y que él no veía ese ambiente por ningún lado. Mi respuesta: debemos vivir en barrios diferentes. Poco tiempo después surge con fuerza VOX. Lo reconozco, puse un tuit en mi TL con su nick, recordándole lo hablado y no contestó.
 Uno, pensando, pensando, se dio cuenta que tal vez el problema no sea donde se viva, sino a quién se escucha y cuál es el grado de permeabilidad con la realidad. Si te rodeas de los que opinan como tú, el mundo será así. Si pones las orejas y escuchas en la calle, en el trabajo, en los medios con los que no tienes afinidad ideológica, sucede que el mundo es mucho más complejo y poliédrico.
 Por cierto, no hace falta ser muy listo para saber que si un partido hace una apuesta rompedora es porque existe/n un/os estudio/s previo/s que indican que allí se pueden pescar votos.
Ya hemos hablado de analistas, periodistas y ahora vamos a por algún político.
Escuchaba, también en la radio, que en la comunidad autónoma donde vivo, gobernada por el PSOE, se iban a dar ayudas para el alquiler y la compra de viviendas a jóvenes. Lo que me dejó patidifuso. Un partido progresista que, en vez de crear un parque de viviendas (no vamos a hablar ya de expropiar aquellas que no se usan por sus dueños, porque me pueden llamar revolucionario), construidas con el dinero de todos y amortizadas en su mayor parte o en su totalidad, mediante el pago de una hipoteca o el alquiler de un ciudadano, propone dar el dinero de todos a los jóvenes para que lo destinen a pagar parte de su alquiler a un tipo o un fondo buitre o a pagar el piso a un constructor. En otras palabras, en vez de buscar que los ciudadanos tengan una vivienda con un coste cero para el resto de ciudadanos, dan nuestro dinero para que se lucren otras personas. ¡Con dos cojones! Y encima la política de turno se vanagloriaba de ello. ¡Oiga, regale usted su dinero! El nuestro lo administra para que revierta en todos de la mejor forma posible. 
Por supuesto, a raíz de todas estos acontecimientos luctuosos se ha puesto de moda reivindicar el feminismo, no la igualdad y se habla del heteropatriarcado, como generador de todos los males de este mundo y de Marte. 
Uno, que considera que en los países islámicos, lugares como la India o en ciertos lugares de Hispanoamérica el machismo es una seña de identidad (curiosamente las culturas que defienden los adefesios intelectuales que defienden el heteropatriarcado, incluido el estómago agradecido de Eduardo Garzón) tiene claro que en Occidente las mujeres mandan y han mandado en las últimas décadas. De hecho, dos de las grandes impulsoras internacionales de este neoliberalismo salvaje que nos empobrece material y moralmente son mujeres: Margaret Thatcher y Ayn Rand. Por no hablar de personajes patrios como Esperanza Aguirre y la recién condenada por el Tribunal de Cuentas, Ana Botella. 
De nuevo, distracciones, fuegos de artificio para intentar ocultar la realidad. 
He puesto estos cuatro ejemplos para ilustrar lo que deseo plantear en esta entrada. Existe gente, encantada de conocerse o de tener un cargo o de pertenecer a un colectivo, que lejos de intentar comprender los problemas en toda su amplitud, consideran el mundo un lugar de buenos y malos, sin matices intermedios (lo que resulta muy cómodo, porque ellos siempre se encuentran entre los buenos) y sin analizar otras cuestiones de la realidad. Luego, como a Isaac Rosa, te pilla el toro y no comprendes lo que pasa. Luego, como a ciertos colectivos, que han conseguido legalmente la igualdad y, a pesar de todo siguen dando la turra, reclamando un mundo perfecto para ellos y sus ideas (que se lo digan a los que están esperando a las puertas de Cruz Roja o Cáritas) y llevándose dinero a espuertas en forma de subvenciones, les sorprende que aparezca la extrema derecha (muchos de ellos llamaban hace un año extrema derecha al Partido Popular) y quiera cargarse los logros, la igualdad de derechos, que muchos ciudadanos, la mayoría, consideramos justos. Luego, los analistas parapetados tras los muros de la universidad, se llevan las manos a la cabeza con el retroceso de derechos. Luego, los que dicen representar a colectivos que hace tiempo han conseguido, con toda justicia, igualdad de derechos, se llevan las manos a la cabeza cuando la gente se harte de su llanto continuo y de que se les dé dinero público con cualquier excusa. Luego, los políticos, no comprenden que la gente no les vote, cuando lo que hacen es proporcionar parches a los jóvenes, cuando los proporcionan, para que vayan tirando, si no tienen que vivir de sus padres. 
He escuchado un par de veces en lo que va de año, que durante el mismo se espera una nueva crisis (por suerte lo han dicho economistas y finos analistas, que no suelen tener un gran nivel de acierto en sus predicciones, casi las misma que Sandro Rey). De ser ciertos estos augurios, veremos que excusa se inventan unos y otros para no abordar los problemas reales de la gente. 
Un saludo.

miércoles, 2 de enero de 2019

IDIOTARIO (CIV)

Cadena perpetua revisable: hipoteca de interés variable.


Caza de brujas: período de las historia de EEUU que discurre entre 1950 y 1956 en el que, de manera pretendida,  perseguían las actividades comunistas en dicho país y a las suegras.


Coche oficial: lo que distingue al que ha ascendido en el partido del que se ha quedado a medio camino.


Experto en inversiones: persona que dice saber cómo hacerte ganar más dinero, caracterizada por su altruismo, porque, lejos de querer acaparar ese conocimiento y forrarse él sólo, lo comparte con los demás por una módica cantidad.


Hollar: pisar una superficie o un lugar. Cuando se hace para joder se denomina follar.


Poner los puntos sobre las íes: escribir


Prehistoria: período del hombre que comprende desde la aparición de éste hasta la aparición de la escritura. Se trata de un período muy amplio en el que se pueden encontrar diferentes producciones humanas, ya en desuso, entre las que encontramos: pinturas rupestres, instrumentos de piedra y hueso, objetos de metal, la cabina de teléfono, el teletipo...


Youtúber: actividad profesional que sustituye a la de torero, la de futbolista permanece, cuando de alcanzar el éxito profesional se habla por parte de niños y adolescentes.