Hace unos días murió un disidente cubano tras una huelga de hambre, el segundo en poco tiempo, que pedía libertad. El gobierno cubano, por contra, defiende que se trata de un delincuente común, un maltratador más concretamente, que se unió, una vez en la cárcel, a un movimiento disidente del régimen, buscando con ello mejorar su situación personal.
Ante la posible duda, si es que la pudiera haber, me quedo con la versión de Human Rights Watch: se trataba de un preso de conciencia. Recuerdo que Human Rights Watch son los que han denunciado el uso abusivo de la fuerza contra las diferentes manifestaciones ocurridas en los últimos meses por parte de todos aquellos que estamos Indignados.
Si he traído aquí este tema ha sido para realizar una reflexión sobre el transfondo de esta cuestión: los bloques ideológicos, basados en el antagonismo, no en el análisis frío de los datos.
Uno, que cree en la participación democrática de las ciudadanos (en la participación real, no en esta pantomima que estamos sufriendo), no puede alinearse con Cuba, Corea de Norte, China o cualquier otro país cuyo poder esté en manos de unos pocos, que hacen y deshacen a su antojo en todos los ámbitos de la vida del ciudadano. Por si algún lector está sorprendido, me gustaría recordarle que, por ejemplo, la crítica contra las monarquías feudales árabes, aliadas de Occidente, han sido una constante desde estas páginas. Aquí no hay buenos y malos por pertenecer a uno u otro bloque. De la misma manera se ha criticado la injerencia de las supuestas democracias occidentales en diversos lugares del mundo, especialmente cuando actúan buscando su beneficio económico y no el de los ciudadanos de los países que dicen defender, casi siempre (si alguien quiere ver lo hipócritas que pueden llegar a ser los "líderes" occidentales le recomiendo que repase la forma de encarar el problema de Túnez de Sarkozy).
No hace falta ser muy avispado para comprobar que la prensa oficial occidental, mayoritariamente en manos de la derecha, restriega situaciones como la del disidente cubano muerto, intentando socavar la "credibilidad" de las diferentes dictaduras. Habitualmente lo hace obviando como países "amigos" aplican la pena de muerte, reprimen a sus ciudadanos de todas las formas imaginables. Diría más, en algún medio se atreven a tildar de Cuna de la Democracia al país que todavía en muchos estados tiene la pena de muerte como forma de solucionar la delincuencia. Tampoco es necesario haber superado un master en comunicación para descubrir que la prensa a favor de otros regímenes, los atacados por la prensa derechista, ensalza a los países "disidentes", obviando cualquier crítica a la actuación de sus dirigentes o a la situación que viven ciertos ciudadanos disidentes o no, debido a las actuaciones de estos jerifaltes.
Uno, que considera que el maniqueismo está bien para andar por casa (¿cómo nos iban a caer bien o mal ciertas personas si no?), no considera coherente que esta confrontación sea la que rija las coordenadas de aquellos que aspiramos a que todo lo que ocurre en este planeta mejore.
Para empezar, ni todo es malo completamente ni todo es bueno de manera absoluta. Si alguien considera que todo en EE.UU. o en Cuba es malo o bueno por completo le falta un hervor. Tal vez deberíamos centrarnos más en dos aspectos básicos de la cuestión.
- ¿Qué cosas buenas tiene cada país, régimen o como se quiera llamar?
- ¿Merece la pena que a cambio de esa bondad del sistema en algunos aspectos los ciudadanos sufran otras consecuencias adversas?
La primera respuesta variará en función de la visión ideológica de cada individuo, aunque considero que no sería muy difícil establecer unos mínimos que pudieran servir de baremo: educación gratuita y universal, sanidad igualmente universal, alimentación de los ciudadanos, libertad de expresión, trabajo...
La segunda pregunta tiene una contestación bastante más compleja. Los efectos colaterales del sistema pueden ser valorados por una u otra persona como inevitables y asumibles, o todo lo contrario. Por tanto el consenso, al menos de manera aparente, se torna más complejo. Sin embargo, tal vez todo sea más simple y el quid de la cuestión radique en la primera pregunta: en las estructuras de funcionamiento que proporcionan calidad de vida a los ciudadanos. En lo bueno.
Sin embargo, tras todo este presumiblemente fácil consenso hay una dificultad mayor de la que pudiera parecer: el modelo de humanidad que pretendemos.
Tanto el modelo capitalista, especialmente este modelo salvaje que padecemos, como el marxismo se caracterizan por una cuestión que en el fondo les hermana: la concepción economicista de las relaciones interpersonales. Todo gira en función de un modelo basado en quien es dueño de los medios de producción, o de especulación en el caso de este capitalismo: el individuo o la sociedad. Pero ambos se olvidan de algo: todo tiene que estar hecho por el ser humano, para el ser humano. Sé que alguien podrá alegar de lo a cada cual según sus necesidades, pero en el fondo tras todo ello subyace una idea economista del asunto, pues todo se plantea en función de una lucha, tal vez inevitable en alguna forma, de intereses entre los poderosos y los que sufren a estos poderosos, que somos la mayoría. Como ejemplo meridianamente clarificador de lo que quiero decir podemos citar la concepción que Marx tenía del papel de los padres, la paternidad en sí, subyugado a la idea de producir. Curiosamente la misma idea que defienden personajes tan siniestros como Esperanza Aguirre.
Yo intento ir un poco más allá. No es tan importante como llamemos a las cosas, como considerar al ser humano como el instrumento de medida. Todo ser humano, por el mero hecho de serlo debe tener derecho a unos mínimos que confieran a su vida dignidad. Entre estos mínimos se deberían considerar algunas opciones que ninguna teoría basada en lo meramente económico recoge y que Maslow recoge en su famosa pirámide. Especialmente algunas de las recogidas en las tres franjas inferiores de la base de dicha pirámide: seguridad moral, familiar, descanso... En otras palabras: cualquier modelo debe incluir las necesidades que jóvenes y viejos, hombres y mujeres necesitan para que su vida sea medianamente plena.
Todo lo que estoy contando en este último párrafo puede parecer una mala versión de un edulcorado culebrón, pero no es así. ¿De qué narices sirve tener las necesidades materiales cubiertas si no puedo disfrutar de mi hijo porque no tengo tiempo para ello? ¿Para qué quiero mucho dinero si no puedo estar con mis seres queridos o mis amigos? ¿Es aconsejable crear una gran industria que proporcione muchos empleos en una zona si dicha fábrica está envenenando el entorno en el que viven los trabajadores? ¿Qué tiene de bueno una sociedad con mucha capacidad de crecimiento en él que la gente no tenga tiempo ni de ligar, como ocurre en China, donde los padres empiezan a hacer de casamenteros para que sus hijos de 30 años les den nietos?...
No sé, tal vez no haya acertado con todos los ejemplos, pero creo que la idea queda bastante clara. Debemos huir de modelos basados en términos económicos para dejar paso a modelos respetuosos con el desarrollo del ser humano en todas sus facetas y con el respeto al medio ambiente. Curiosamente vivimos inmersos en una sociedad donde todo lo fía a cuestiones como: competitividad (que en el fondo se basa en machacar al de al lado), creatividad para producir más, disciplina, acaparar bienes, la mayoría innecesarios, y memeces por el estilo. Y digo vivimos porque el, en teoría, mayor país comunista, China, se basa en lo mismo.
Tal vez todo se deba a que el verdadero desarrollo no consiste en lanzar un satélite que vaya a los confines del Sistema Solar, si no en conseguir que todos los seres humanos que habitamos este planeta consigamos un nivel de vida digno, tanto en el apartado material como en otros aspectos más individuales.
Lo siento, debo ser un tipo de izquierdas atípico, pero no creo en cielos en la Tierra. Creo en una mejora progresiva que lleve a conseguir que los humanos tengamos una vida digna sobre este planeta. No deseo que nadie muera por pedir sus derechos o que una persona que vive en Afganistán muera mientras celebra una boda por una bomba lanzada desde un avión no tripulado estadounidense y que, para más INRI, a ésto se le considere un daño colateral. Tan execrable me parece lo uno como lo otro.
Evidentemente, como ya he contado en otras ocasiones, el decrecimiento económico contempla esa forma de ver las relaciones humanas y no dudo en alinearme con dicha teoría. Es más, considero que la verdadera izquierda se encuentra en estos momento ahí. No en la defensa de Cuba o de Corea del Norte. Y, tal vez, todo se deba a que se debe construir desde lo preexistente para mejorar todos y no vivir de alinearse incondicionalmente contra los enemigos de lo que nos parece abominable, con mayor o menor motivo.
Pudiera parecer que en esta entrada dedico pocas energías a dar estopa a los neoliberales, pero el lector habitual conocerá mi opinión sobre estos tipos que basándonse en su opinión, que a través de la historia han quedado suficientemente demostradas que son un fracaso, por lo que la repetición de los mismos errores de manera intencionada para favorecer a unos pocos es una estafa criminal, nos están llevando a la más absoluta de las ruinas materiales y morales.
Si he sido capaz de expresarme con cierta claridad el lector habrá comprobado que mi idea es construir y no buscar la confrontación como modo de justificarme. Se trata de perseguir una meta que nos beneficie a todos, olvidando que existen buenos y malos. Basándome exclusivamente en que existen seres humanos, iguales y distintos entre ellos.
Repito a alguien le puede parecer una narración almibarada, está en su derecho, pero prefiero tener una visión almibarada de hacia donde quiero ir que vivir de buscarme enemigos.
Un saludo.
P.D.: Me gustaría dejar dos enlaces que, en el fondo, transmiten lo mismo. Los integrantes de las comunidades, bien sean nacionales o de intereses, no tienen que pensar todos de igual forma y que hay gente luchando por hacer un mundo mejor.
El primero es de hace tres años.
Y un segundo enlace, publicado este mismo mes, remitido por un amable lector y que me ha parecido interesante, pues en su blog denuncia desde dentro la falsedad y, por qué no decirlo, la brutalidad del sistema financiero y económico en el que trabaja. Lo que demuestra que gente desde dentro del sistema también considera necesario que algo varíe. ¡Gracias por enviarlo!
2 comentarios:
Hola Paco.
Hay una cosa que es una de las bases de mi vida y es mirar a las personas como personas, quiero decir, que me da igual,que sea negro, judio, comunista, maestro, de derechas o de izquierdas, miro ante todo que sea persona. No me gusta el clasicismo ni social, ni el intelectual, ni de ningún tipo.
Mi blog es pajasmentales- encefalograma plano, esto no está porque si, al contrario tiene su sentido. No soy profesor, ni tengo carrera, soy un obrero cualificado y profesional en paro, sin más.
¿Porque te digo esto? Pues sencillamente me considero una persona sin apenas estudios pero más normal que algunos que van de normales, es una declaración de intenciones personal.
Por otro lado todos y cuando digo todos somos unos puros hipócritas, esto lo digo yo y peritos psiquiatras.
Fidel y su gobierno son unos farsantes( no digo lo que pienso porque iba a sonar mal) con una dictadura bananera anclada en el siglo anterior creador de miseria y mentiras.
Así como Fraga se fue de rositas y con honores teniendo antecedentes sangrientos en su época franquista y sin olvidar otro como Carrillo que también tiene lo suyo y también se ira de rositas.
Otra es lo que diga Human para unos creíble y para otros no lo es tanto.
Que digan que en las cárceles españolas no hay torturas es otra de que unos u otros pueden o no creer, pero si es cierto que la tortura sigue existiendo y no solo en las cárceles, las comisarias y comandancias siempre hay verdugos para este fin y si hay alguien que dice lo contrario miente.
El 15m se le atribuye a la extrema izquierda son perroflautas, vagos y botas negras dicen la derechona de este país, mienten, como mienten y manipulan las historias a través de los tiempos.
Parece ser que mientras más hijo puta y mafioso es uno más poder tiene y es cierto en la mayoría de los casos, en un mundo de locos donde nos hacemos pajas mentales y llegamos a un encefalograma plano que al final ni es todo como lo pintan, ni lo pintan todo como es.
Las intenciones parecen ser buenas pero solo eso parecen.
Aquí cada uno va a lo suyo, la hipocresía impera desde el más misero al más rico y la honestidad que es de color verde se la comió una vaca.
Aquí la libertad, la dignidad,y tantas cosas de derechos tienen un precio y las obligaciones solo de unos pocos.
Para finalizar siempre es mejor hacer amigos que enemigos.
Saludos Paco.
Hola E.P.
En primer lugar me gustaría decirte que es indiferente los estudios que tenga la gente. Nadie es mejor que nadie por esa cuestión. Ni tan siquiera más inteligente. Cada cual ha tenido unas circunstancias en su vida, ha tomado unas opciones que son las que marcan su devenir y eso no implica ni mayor inteligencia ni ser mejor o peor persona.
Respecto a que todo el mundo va a la suyo, es una realidad a medias. Mucha gente se dedica a ayudar a otra, bien porque son de su entorno próximo, bien porque se lo pide el cuerpo. Es evidente, que si tú estás parado lucharás por encontrar trabajo y eso impedirá que otra persona lo consiga, pero incluso ahí hay gente ayudando, o intentando ayudar a otra, lo sé de primera mano. Sin embargo, aunque pueda parecer que lo diga desde la comodidad propia, existen otras cuestiones además del trabajo, lo sé por propia experiencia. Cuando yo pasé algunos de los momentos más aciagos de mi vida tuve gente al lado que me ayudaron a dar los pasos necesarios para volver a retomar mi vida y a superar una enfermedad que me dejó aterrorizado e indefenso. Y estoy hablando de una patología psíquica o psiquiátrica, como quieras decirlo. Tal vez, a pesar de que de vez en cuando me chino y me sigo comiendo el coco por estupideces, si no hubiera sido por esa ayuda, por esa comprensión de mi pareja, por esa pregunta de mi amiga, por esas llamadas de otros amigos desde cientos de kilómetros... tal vez sin eso seguiría medio zombie y en vez de casi un año, seguiría aún postrado en mi miseria.
Eso es lo que puedo alegar ante lo que me cuentas de que la gente va a lo suyo, sin negar que a todos nos mueve en ocasiones el egoísmo. Pero la gran mayoría de nosotros tenemos muchas caras y sería aconsejable no olvidarlo.
Un saludo.
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