YA ESTÁN AQUÍ (II)

El recorte del 20% de presupuesto en las subvenciones a  partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales parece justa y necesaria. Es más, yo recortaría en un cincuenta por cien en partidos y organizaciones empresariales (¿no apuestan por lo privado? ¡qué empiecen por dar ejemplo!). Tal vez si se recortara en los partidos políticos personas como la Cospedal no cobraría varios sueldos, incluido uno jugoso del partido, mientras ella se dedica a practicar recortes que afectan a viudas con mínimos ingresos o a personas dependientes. Respecto a los sindicatos no recortaría, cortaría la cabeza a las cúpulas dirigentes y pondría a verdaderos sindicalistas, no a personas que para saber lo que es le trabajo deben recurrir al diccionario de la R.A.E.

Tal vez, aunque ahora nadie quiera decirlo, lo más evidente que se puede extraer de todo lo ocurrido sea el fracaso del concepto de Estado descentralizado, basado en CC.AA. Las comunidades autónomas, que nacieron gracias al famoso café para todos, con una única finalidad: acercar la administración al ciudadano, se han convertido en una rémora donde políticos con una moral que menguaba proporcionalmente al crecimiento de su ansia de hacerse notar, de trincar y de codearse con los chachis oficiales, adornado todo ello con un populismo barato, pero efectivo. Nadie tiene duda alguna de que dicho aparato administrativo ha acabado cobijando a los más estultos, narcisistas, corruptos y despilfarradores del Reino de España. La cesión del urbanismo ha contribuido decisivamente a ello, junto con la competencia por tener el mejor aeropuerto, el mejor palacio de congresos. la televisión autonómica que me sirva de plataforma propagándistica y estupideces de igual y nulo calado. Si a todo ésto añadimos el nepotismo ("A ver que nos inventamos este año para nombrar asesora externa a fulanita del tal, familiar de cual", frase escuchada por un amigo mío en una consejería de una comunidad autónoma del P.P. no hace muchos años) junto con la concesión de prebendas y contratos a amiguetes (la tipa que habla de que los interinos son todos unos enchufados- manda cojones que ella lleve enchufando ocho años a gente y se dé cuenta ahora- es la misma que regala terrenos públicos a órdenes religiosas para que construyan colegios), no podemos llegar a otra conclusión: las comunidades autónomas han sido un lastre y lo poco bueno que tenían: la inversión en sanidad y educación, se lo quieren cargar ahora. Por cierto, si alguien tiene interés la única comunidad autónoma con superávit es una de las dos gobernadas por el P.S.O.E., el País Vasco.

En breve dedicaré una entrada a las comunidades autónomas y a la miasma moral y económica que ha supuesto, por lo que no considero necesario explayarme más sobre el tema.
El asunto más gracioso de todos los propuestos es él de la desgravación por adquisición de primera vivienda. Los colegas peperos han tenido lo que a priori parece una idea que ayuda a los futuros compradores de viviendas. Nada más lejos de la realidad. La cuestión es mucho más compleja y enrevesada. Lo que pretenden y no van a conseguir por motivos obvios, es que la banca, la mayor inmobiliaria, con mucha diferencia, del país, dé salida a la infinidad de inmuebles que posee sin que el precio de los mismos baje mucho, pues ésto alteraría significativamente los balances de dichos bancos y muchos irían a la quiebra inmediata. Yo, no quiero mentir, me aprovecho de tal desgravación, pero he realizado mis propias cuentas y les aseguro que una bajada significativa del precio de la vivienda sale más a cuenta al comprador que una hipoteca a 25, 30 ó 35 años que una desgravación del 15%. Máxime si tenemos en cuenta las fórmulas aplicadas para calcular lo que se tiene que pagar y la cadencia que se utiliza para pagar capital.
Sobre la congelación del salario mínimo interprofesional sólo decir que se califica por si mismo y contradice, una vez más, aquello tan manido del esfuerzo solidario y de que no paguen siempre los mismos. Mentira burda, como se puede comprobar.
Por cierto, estos tipos que hablan de competencia y dinamizar la economía se han cargado 600 millones del presupuesto para investigación. Ya se sabe: "¡qué inventen ello!". Aunque siempre se puede echar la culpa de todo al Sistema Educativo de España; ése que se dedica a exportar médicos, ingenieros, investigadores... a media Europa y parte del extranjero, a los que hemos formado con nuestro "pésimo" sistema educativo, gracias al dinero que hemos puesto entre todos, y que se disputan países como Alemania, el Reino Unido, Suecia, etc. y a los que avispados empresarios como el conseguidor Rosell no son capaces de encontrar acomodo en nuestro país, pues son incapaces de crear industrias que conlleven eso que ahora se llama pomposamente valor añadido. Aunque que nadie se engañe, eso existe en nuestro país; pero, obviamente, las personas que están implicadas en la creación de ese tipo de riqueza no pierden el tiempo intentando implantando sus ideas neoliberales, semiesclavistas, para ganar dinero sin apenas esfuerzo. Muchas personas que se ajustarían a lo que se conoce con el pomposo nombre de emprendedores, especialmente los relacionados con las nuevas tecnologías,  demasiado tienen con dedicarse a lo suyo y mejorar día a día.
El tema del no cierre de Garoña merece un capítulo aparte que dedicaré a no mucho tardar, pero que es más de lo mismo: beneficiar a las eléctricas, no apostando por renovar y por ir un paso más allá en la innovación y en el sostenimiento ecológico.

Por cierto, sobre demandar un esfuerzo solidario a las grandes empresas, algunas con beneficios escandalosos, nada de nada. Tal vez todo se deba a que ser español es una cosa muy seria, pero ser una multinacional lo es aún más.
No me gustaría que se me olvidara la nula reseña que desde el gobierno se hizo a la lucha contra el fraude. Especialmente grave resulta este aspecto, igualmente obviado por los gobiernos del pusilánime Zapatero, si se tiene en cuenta que entre  las grandes fortunas y las mayores corporaciones de este país concentran aproximadamente el 70% del fraude que existe en nuestro país (hace poco leía una reflexión basada en datos oficiales que estimaba el fraude anual en nuestro país en la bonita cifra de 54 mil millones de euros)
Parece ser que todas estas medidas han venido, o han tenido el visto bueno, de Bruselas y Berlín, lo que me consuela mucho, pues parece ser que importamos a alguien más que a los especuladores, a los que les dan cobijo.
Se avecinan tiempos muy duros, de recortes de derechos en pos de la nada, en pos de nuestra ruina. Todo para contentar a unos políticos que prefieren arruinar y masacrar a sus ciudadanos antes que dar su brazo a torcer y reconocer, como dijo hace no mucho el Secretario de Economía de EE.UU., que estaban equivocados y que nos vamos al garete. Sin embargo, existen algunas esperanzas: las elecciones francesas de este año, donde Sarkozy puede perder en favor de unos socialistas que, a priori, no van a ser tan complacientes con la Merkel y que parece han aprendido la lección española. Por otra parte el miedo tiene un uso temporal limitado y cuando no hay para comer nada hay que perder. Aunque ahora utilicen a los funcionarios como excusa y mañana arremetan contra los parados o contra los trabajadores, existirá gente que no pueda perder más, a los que las excusas y el miedo sólo les servirán como acicate para plantar cara con más fuerza a estos neonazis disfrazados de demócratas.
 Pero no sólo existen estos motivos para la esperanza. Como cualquier otro período de crisis, de cambio trascendental, se requiere un tiempo para cambiar formas, estructuras, tanto políticas como mentales, y formas de convivir. No sé cuanto tiempo es el imprescindible para dicha alteración de lo existente, pero cualquier acción siempre conlleva una reacción, tal vez no demasiado madura aún, o tal vez sí, pero no se ha encontrado una acto, un gesto, que dinamice todo este descontento ciudadano, bastante más generalizado, no sólo en nuestro país, de lo que pudiera parecer, aunque los medios de comunicación, que no de información, intenten hacernos ver lo contrario. Pero ocurrirá y la velocidad con la que ocurra va a depender de nosotros, los ciudadanos. Cuanto mayor sea la presión que sientan, cuanto más les acorralemos y exijamos lo nuestro, lo de todos, menos posibilidades tendrán de estirar un sistema caduco, que lo único que genera es sufrimiento e injusticia. Tal vez necesitemos ser más, tal vez sólo necesitemos organizarnos más, pero todo llegará y ésto no es un desideratum, es una realidad histórica. Tal vez por eso los filonazis que nos gobiernan no tengan ningún interés en que conozcamos las Historia en profundidad y nos vendan patrañas edulcoradas como realidades incontestables.
Concluyo con un dato. La prioridad de este tipo que preside el Gobierno del Reino de España, al menos antes de las elecciones, era crear empleo. Después de las elecciones ha sufrido un ataque de amnesia y parece que desea seguir el camino de Portugal, anunciado por su presidente: "más recortes, más paro, más sacrificios". Una espiral sin fin hacia la depauperación generalizada.
Un saludo.