MARCHANDO UNA DE TÓPICOS EN TIEMPOS DE CRISIS

Uno de los comentarios más frecuentes en estos días es aquél que reza: ¿Crisis? Si los bares y los restaurantes están llenos. Vamos a ver, queridos estultos, ¿cuántos de los que esgrimen este mensaje han ido casa por casa, especialmente de los barrios de obreros, la mayoría, para preguntar cuántos ciudadanos de ellos no llegan a fin de mes y no pueden permitirse casi ni tomar una cerveza en casa?

Han empezado a proliferar salvadores que apelan a una actitud positiva ante la vida aunque la crisis te golpee con la fuerza de Tyson. Veamos, salvapatrias, éso está muy bien para salvar la conciencia del personal, pero me gustaría, queridos gilipollas radiofónicos, que vayáis en mitad de un desahucio y le larguéis a las personas afectadas por tal situación vuestro discursito de los cojones, que sirve para ir tirando un rato, pero que se hace insostenible si llevas tres años en paro y no entra en tu casa ni un céntimo.

 Junto a los anteriores han aparecido otros "expertos" que hablan de reciclarse para encontrar trabajo, lo llaman buscar las oportunidades que la crisis ofrecen. En primer lugar, la gente cuando las pasa canutas busca trabajo donde sea. En segundo lugar, cuando ponéis ejemplos, como los que escuché el otro día, habláis de arquitectos que trabajan en un burguer o chorradas similares. Eso no es buscar oportunidades, es luchar para poder llegar a fin de mes, pandilla de gilipollas. Por último, tanto estos tipos como los anteriores en realidad pretenden dos cosas: seguir viviendo de puta madre y intentar que la gente no se organice para que abordan el problema real: buscar una solución justa a esta crisis que han causado unos pocos y que la pagamos los que no la hemos causado.

Los ciudadanos somos los corresponsables de la crisis, hemos tirado la casa por la ventana. Curiosamente no se cuenta que los bancos ofrecían crédito a todo quisque, con la connivencia de las autoridades, cosa que antes no ocurría, pues los bancos buscaban negocio seguro. En segundo lugar, muchos no hemos participado en esta orgía de gasto, adquiriendo lo necesario para vivir. En tercer lugar, esta orgía pecuniaria era lo que nos hizo "crecer" tanto antes de la crisis. Se podían poner de acuerdo los tipos que hace no mucho nos alababan por todo lo crecíamos y que ahora nos critican por derrochar.

Bajar salarios aumentará la productividad y creará riqueza de la que nos beneficiaremos todos. Mentira. Bajar salarios provocará que el dinero esté concentrado en cada vez menos manos y aumentará la pobreza. La productividad en este país, donde los salarios son de risa comparados con nuestros vecinos, si es que debe mejorar, lo hará cuando muchos empresarios sepan lo que se traen entre manos.

La productividad en España en muy baja. Mentira. Existen estudios, uno de ellos de un neoliberal español de la Escuela de Chicago, que desmienten tal hecho. Lo que realmente ocurre es que con tanto fraude no se contabiliza todo lo que se produce y, obviamente, parece que la productividad es menor en nuestro país.

Los empresarios, o su versión  moderna, los emprendedores, crean riqueza. Efectivamente, crean riqueza. La de los trabajadores que contratan y que a través de su trabajo transforman productos u ofrecen servicios y que generalmente no aspiran a comprarse un Mercedes ni a pagarse un chalé, demasiado tienen con pagar la hipoteca.

Los parados no quieren trabajar y viven muy bien con lo que reciben del paro. Pues seguramente existan casos; existen, afirmo, pero elevar a categoría la anécdota es harto hipócrita. Por cierto, para aquella gente que habla de que no quieren ir a trabajar al campo y prefieren cobrar el paro: ¿cuánto dinero pagan por trabajar ocho o diez horas a esa gente? ¿No será que muchos pagan una miseria?

Ya no existen las derechas y las izquierdas. Las ideologías han muerto. Que los dos grandes partidos de este país sean de derechas no significa que no existan las ideologías. La izquierda existe y la derecha y la extrema derecha, como vemos en ciertos canales de televisión, existen.

Todo es culpa del que ocupó el cargo antes. Aunque, evidentemente, los que ocuparon el sillón antes tienen buena parte de culpa, en nuestro caso la responsabilidad de la burbuja es responsabilidad de Aznar (en cuyo gobierno estuvieron Rajoy ,Montoro, Luis de Guindos, número 2 del Ministerio de Economía con Rato, si mal no recuerdo...) y de Zapatero por no poner remedio a la misma y fomentarla, el nuevo gobierno ha sido elegido para solucionar las cosas, no para lamentarse por el pasado. Si no es capaz, a la puta calle y que entre el siguiente.

La economía es una cosa muy compleja en la que intervienen multitud de variables. Los que dicen ésto, economistas y políticos, lo suelen hacer para escudarse de sus fracasos. Queridos amiguitos, si no tenéis ni puta idea os vais a vuestra casa y os dedicáis al encaje de bolillos, pero dejad de chupar del bote y joder cada vez más la marrana.

Las reformas laborales son necesarias para agilizar la contratación de personas. Curiosamente cada reforma laboral, que no sirve para nada, conlleva una pérdida de derechos para los trabajadores. A pesar de estas "cesiones" el desempleo sigue subiendo. ¿Se imagina el lector ir al médico por un catarro o un cólico nefrítico y que le amputen un brazo con la excusa de que así mejorará su salud? Parece una idea aberrante, ¿verdad?, pues la lógica de cada reforma laboral consiste en eso, en cercenar un miembro para buscar la sanación.

El objetivo de nuestra economía debe ser vender mucho al exterior. La idea no parece mala, pero como los "genios" de los demás países no son tontos habrán pensado lo mismo. Si todos los países del mundo enfocaran su producción a la exportación ¿quién cojones iba a comprar los productos?