"Quieren cortarnos la lengua
con la tijera de la intransigencia,
con la tijera de la necedad,
con la de la autoridad (...)
Quieren taparnos la boca
Para que nadie nos pueda escuchar,
para que solo se oiga su mensaje,
y nadie pueda dudar.
Los que gestionan la percepción
solo les dan la palabra a sus amos,
sumisos a la mano que les paga,
a unos dan voz y a los otros los callan (...)Barato les sale usar a sus siervos
para que echen mas leña al fuego,
para que quemen en la hoguera
a los infieles a su régimen..."
"Piedra contra tijera"
Soziedad Alkohólica
Oasis catalán. Hecho diferencial. Pueblo catalán. Cultura catalana enfrentada a cultura española... Seguramente al amable lector le suenen estos términos. Si le preguntase donde los ha escuchado o leído no tendría dificultad a la hora de responder que en cualquier medio. Si volviese a preguntar en qué medios de comunicación, que no de información, han escuchado o leído este tipo de expresiones asociándolo a algo bueno, incluso contrapuesto a una España oscura, presa de vicios ancestrales, sujeta a un atraso secular y casi imposible de superar, lo más probable es que el lector cite a alguno de los medios, o a alguno de sus voceros, de corte ¿progresista? Como hoy me he levantado muy, muy, muy preguntón me gustaría permitirme el lujo de plantear otra cuestión a las personas que estén leyendo estas líneas: ¿Qué opinan a fecha de hoy los medios, y sus voceros (que, por casualidad, todos han evolucionado de la misma manera en su forma de pensar) sobre el proceso independentista catalán?
La contestación: Hasta hace poco la culpa era de Rajoy, que no escuchaba. Ahora la culpa del asunto reside en la tozudez de Mas, que no desea bajarse de la poltrona, llevando a Cataluña a un proceso ilegal y absurdo.
¡Joder! ¡Cómo ha cambiado, de manera unánime, la percepción del asunto de los voceros del régimen!
¿Alguien puede creer que "periodistas" como Iñaki Gabilondo, Carlos Herrera, Francisco Maruhenda, Federico Jiménez Losantos... no conocían los trapicheos de Jordi Pujol (consentidos a cambio de sostener el sistema bipartidista y monáquico)?
¿Alguien puede creer que Iñaki Gabilondo, Pepa Bueno, Gemma Nierga, Carles Francino... no sabían que esa historia, que tanto defendían, del oasis catalán (Cataluña, la arcadia feliz sin corrupción) era una milonga?
Soy un pesado, pero siempre hago la misma pregunta: ¿Alguien cree que realmente los medios privados, financiados por la publicidad de grandes empresas (también por las subvenciones públicas, no lo olvidemos), tienen interés en acabar con las desigualdades, generadas muchas de ellas por dichas empresas, bien mediante su labor de contratador, bien mediante su participación en diferentes lobbys de presión para cambiar las leyes a su conveniencia?
A uno se le abren las carnes cuando escucha, de vez en cuando, a Pepa Bueno clamar contra las desigualdades salariales entre hombres y mujeres y, acto seguido no duda en incluir en su programa publicidad de unos grandes almacenes con varias sentencias en firme, donde se afirma que practican de manera sistemática dicho tipo de discriminación.
El lector habrá observado que me he detenido en voceros "progres" y he pasado por encima de aquellos de corte derechista, muy derechista y extremadamente derechista. Resulta obvio que ha sido algo deliberado. Personajes como Maruhenda, Losantos, Carlos Cuesta, Herrera... defienden el orden económico establecido y/o el orden moral imperante. Altavoces de sus amos. Sin embargo, los personajes que trabajan en los medios progres han secuestrado las verdaderas ideas de la izquierda y, lo que resulta más vomitivo, permiten que en su entorno laboral se practiquen con saña todo aquello que ellos dicen condenar. Ellos, que dicen preocuparse por la igualdad y el bien común, no dudan en trabajar en medios que malpagan a sus trabajadores, les despiden amparándose en la Reforma Laboral aprobada por el Gobierno del P.P. que tanto critican (véase lo ocurrido en el diario de papel Público o en la cadena SER) o, como en el caso de El País, les despiden por criticar su política liberticida.
En mi muro colgué el caso de un grupo de heavy, Soziedad Alkohólica, perseguido con saña por la asociación ultraderechista que responde al nombre de Asociación de Víctimas por el Terrorismo. Esta asociación per se no sería nada sin el apoyo del ala más reaccionaria del Partido Popular (la que encabezan Aznar y Aguirre). Pero todo buen político del Partido Popular sabe que si quiere triunfar en cualquier elección debe hacer un guiño a esta agrupación. Cristina Cifuentes no iba a ser menos y, el año pasado, secundó la actuación del Ayuntamiento de Madrid, que prohibió actuar a los vascos en Madrid. La actual mandamás de la Comunidad de Madrid instó a la Fiscalía a que investigue si S.A. difunde mensajes afines al terrorismo (cosa que la Audiencia Nacional, en sentencia firme, desmintió hace casi una década). Esta actuación, desde mi punto de vista liberticida, y que se ha convertido en una costumbre (Soziedad Alcohólica llevaba siete años intentando que no le prohibiesen tocar en Madrid) demuestra la calidad del personaje. Un año y pico después la política del P.P. se pasea por radios progres y programas de televisión aún más progres (¿verdad Wyoming?) y los voceros le ríen las gracias a coro. Tal vez, al menos en el caso de la radio, todo se deba a que Cifuentes se ha erigido en la oposición a Aguirre y comparte ese interés con la cúpula nacional del P.P. Cúpula del P.P. que desde el Gobierno ha conseguido mediante gestiones varias salvar al grupo PRISA de la bancarrota.
Podríamos contar como Roures, el autodenominado"troskista" (¡manda cojones!), fundó La Sexta o Público... y lo vamos a hacer.
El lector recordará que hubo una vez un candidato del PSOE llamado Josep Borrell. Borrell no le caía bien a Jesús de Polanco, dueño del grupo PRISA, el órgano oficial del PSOE. Por qué no hacían buenas migas el uno y el otro lo desconozco. Pero lo que sí es público es la maniobra del grupo PRISA para descabalgar al catalán de la dirección de su partido: el diario El País publicó una noticia acusando a antiguos subordinados de Borrell de corrupción. El antiguo ministro tuvo que dimitir.
Vista la experiencia, el artista conocido anteriormente como ZP, o alguien de su entorno, busco limitar la influencia del grupo PRISA. ¿Cómo lo hizo? Concediendo una licencia de televisión a un coleguilla, afín a él, que además creo un periódico.
Me gustaría contar otra anécdota, que a los más futboleros conocerán. El diario As, perteneciente al grupo PRISA, acuñó la expresión Villarato. El Villarato no era nada concreto, y servía para justificar un fallo arbitral o que el Real Madrid no ganase la liga. El concepto lo ideó, o lo difundió a los cuatro vientos, Alfredo Relaño, hoy director del diario As. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que este ataque contra el nefando presidente de la Real Federación de Fútbol Española se inició cuando Villar se negó a vender los derechos de la selección española de fútbol a Canal Plus.
Mientras escribía esta entrada me acordaba de un cartel que se encontraba en los campos de concentración y en los de exterminio de la Alemania Nazi; Arbeit macht frei (El trabajo libera). No es mi intención comparar a los tipos que pululan por el periodismo patrio con los nazis. Nada más lejos de mi intención. Pero el grado de hipocresía de estos salvapatrias, portadores del mensaje de las buenas formas, no dista mucho de lo que representa, al menos para mí, el mensaje.
Sois la voz de vuestro amo. Por mucho que queráis hacernos creer que os preocupa nuestro bienestar sólo os interesa el vuestro y el de vuestros amos. No resulta criticable que no mordáis la mano que os da de comer, pero, ¡por favor!, dejad de darnos lecciones de moral y decirnos lo que está bien y lo que está mal.
Un saludo.
En mi muro colgué el caso de un grupo de heavy, Soziedad Alkohólica, perseguido con saña por la asociación ultraderechista que responde al nombre de Asociación de Víctimas por el Terrorismo. Esta asociación per se no sería nada sin el apoyo del ala más reaccionaria del Partido Popular (la que encabezan Aznar y Aguirre). Pero todo buen político del Partido Popular sabe que si quiere triunfar en cualquier elección debe hacer un guiño a esta agrupación. Cristina Cifuentes no iba a ser menos y, el año pasado, secundó la actuación del Ayuntamiento de Madrid, que prohibió actuar a los vascos en Madrid. La actual mandamás de la Comunidad de Madrid instó a la Fiscalía a que investigue si S.A. difunde mensajes afines al terrorismo (cosa que la Audiencia Nacional, en sentencia firme, desmintió hace casi una década). Esta actuación, desde mi punto de vista liberticida, y que se ha convertido en una costumbre (Soziedad Alcohólica llevaba siete años intentando que no le prohibiesen tocar en Madrid) demuestra la calidad del personaje. Un año y pico después la política del P.P. se pasea por radios progres y programas de televisión aún más progres (¿verdad Wyoming?) y los voceros le ríen las gracias a coro. Tal vez, al menos en el caso de la radio, todo se deba a que Cifuentes se ha erigido en la oposición a Aguirre y comparte ese interés con la cúpula nacional del P.P. Cúpula del P.P. que desde el Gobierno ha conseguido mediante gestiones varias salvar al grupo PRISA de la bancarrota.
Podríamos contar como Roures, el autodenominado"troskista" (¡manda cojones!), fundó La Sexta o Público... y lo vamos a hacer.
El lector recordará que hubo una vez un candidato del PSOE llamado Josep Borrell. Borrell no le caía bien a Jesús de Polanco, dueño del grupo PRISA, el órgano oficial del PSOE. Por qué no hacían buenas migas el uno y el otro lo desconozco. Pero lo que sí es público es la maniobra del grupo PRISA para descabalgar al catalán de la dirección de su partido: el diario El País publicó una noticia acusando a antiguos subordinados de Borrell de corrupción. El antiguo ministro tuvo que dimitir.
Vista la experiencia, el artista conocido anteriormente como ZP, o alguien de su entorno, busco limitar la influencia del grupo PRISA. ¿Cómo lo hizo? Concediendo una licencia de televisión a un coleguilla, afín a él, que además creo un periódico.
Me gustaría contar otra anécdota, que a los más futboleros conocerán. El diario As, perteneciente al grupo PRISA, acuñó la expresión Villarato. El Villarato no era nada concreto, y servía para justificar un fallo arbitral o que el Real Madrid no ganase la liga. El concepto lo ideó, o lo difundió a los cuatro vientos, Alfredo Relaño, hoy director del diario As. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que este ataque contra el nefando presidente de la Real Federación de Fútbol Española se inició cuando Villar se negó a vender los derechos de la selección española de fútbol a Canal Plus.
Mientras escribía esta entrada me acordaba de un cartel que se encontraba en los campos de concentración y en los de exterminio de la Alemania Nazi; Arbeit macht frei (El trabajo libera). No es mi intención comparar a los tipos que pululan por el periodismo patrio con los nazis. Nada más lejos de mi intención. Pero el grado de hipocresía de estos salvapatrias, portadores del mensaje de las buenas formas, no dista mucho de lo que representa, al menos para mí, el mensaje.
Sois la voz de vuestro amo. Por mucho que queráis hacernos creer que os preocupa nuestro bienestar sólo os interesa el vuestro y el de vuestros amos. No resulta criticable que no mordáis la mano que os da de comer, pero, ¡por favor!, dejad de darnos lecciones de moral y decirnos lo que está bien y lo que está mal.
Un saludo.
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