jueves, 20 de septiembre de 2018

VIDAS SECUESTRADAS

"La injusticia, siempre mala,
es horrible ejercida contra un desdichado"

Concepción Arenal


Hace tiempo comenté que el robo de recién nacidos durante el franquismo y parte de la democracia constituía una de las mayores atrocidades, tal vez la mayor, ocurrida durante el siglo XX en este país. Durante las dos últimas semanas he estado dando vueltas al asunto y, tras un análisis más o menos afortunado, he visto con meridiana claridad que si alguien quisiera saber en que consistió el franquismo y parte de la Transición bastaría con analizar el atroz y sistemático hecho. 
Antes de comenzar me gustaría que el amable lector pinchase en este enlace y leyese con detenimiento la parte izquierda de este blog, al que sólo se puede acceder por invitación. 


En efecto, personas buscando a sus padre, hermanos haciendo lo mismo con otros hermanos, en algún caso gemelo. Una tragedia que se prolonga hasta nuestros días y que creo merece toda la atención de los ciudadanos, de los medios de comunicación, que no de información, y, por supuesto, de los políticos (cosa poco probable).
Cuando estalla la Guerra Civil los golpistas, siguiendo las directrices de Mola, y, poco más tarde, el ansia de acabar con toda resistencia de Franco, consideran que los republicanos carecen de todo derecho, entre ellos el de la vida, extendiendo esta política a sus hijos, a los que, en determinados casos, separan de sus familias (son secuestrados) para ser criados en hogares más afines al nuevo Régimen. Esta política criminal, que con posterioridad siguieron dictaduras como la de Pinochet o la de los militares argentinos, representa a la perfección los primeros años del franquismo: aplastar al vencido, humillándole, apaleándole y, si es menester, matándolo. La excusa era la lucha contra el rojo, contra el comunismo. En este período se estima que fueron separados por la fuerza de sus familias unos 30.000 bebés (un 10% del total).
Durante este período las atrocidades se suceden, pudiendo llegar a esperar los inhumanos miembros del Régimen a que una mujer dé a luz para, de manera inmediata, ser fusilada y dar a su bebé en adopción.

https://www.diagonalperiodico.net/saberes-global/30000-menores-robados-del-franquismo.html

Sin embargo, este tráfico humano ilegal, en algún momento, debió empezar a proporcionar una gran cantidad de dinero a los que lo realizaban. No conviene olvidar que los bebés separados a la fuerza de sus familias iban a recaer en familias afines al Régimen dictatorial franquista, personas con un alto poder adquisitivo en su gran mayoría. En ese momento, se olvida la justificación basada en que actuaban para evitar que los enemigos del Gobierno aumentasen en un futuro y todo el entramado se encamina a la ganancia de dinero, traficando con los bebés de familias poco pudientes o, con el paso del tiempo, de familias trabajadoras.
Este segundo paso se puede entender como una evolución también en el franquismo. El dictador ya está asentado con firmeza en el poder, tras el fin de la II Guerra Mundial, de la que, a pesar de todo, sale reforzado, gracias, entre otros a Churchill. Ya no se trata de luchar por permanecer en el poder, al menos de manera primordial, y sí de vivir dentro del Régimen, que parece no va a tener nunca fin. Dos de los pilares básicos de éste sistema son la Iglesia y las clases altas, ambas implicadas en el tráfico de niños. La Iglesia, que, a través de religiosos que trabajan en los hospitales, se encargan de parte de este negocio sucio y las clases altas, que son tanto los receptores, como los promotores de este hecho, pues no debemos olvidar que para llegar a ser médico o enfermera, si no era monja, se debía provenir, al menos en aquellos años, de familias acomodadas.


https://www.abc.es/20110126/espana/abci-robados-ninos-sigue-produciendose-201101261106.html

Además, también podemos ver otra características del franquismo: las persona de a pie no tienen derecho alguno cuando los elementos más fuertes de la dictadura desean pisotearlos o tienen ciertas "necesidades". Esa España, con la que tanto se llenaban la boca, eran ellos y sus caprichos. Por supuesto, en las altas estancias estas prácticas mafiosas y criminales eran conocidas, pero había que mantener contentos a aquellos que constituían el más firme apoyo. Se trata, por tanto, de un Régimen corrupto hasta los cimientos, donde, siendo adepto a los principios de quien manda, se puede hacer lo que se desee, sin armar mucho "ruido", a ser posible.
Un observador externo podía pensar que este macabro sistema finalizó en 1977 o, a lo sumo, en 1978, pero, por desgracia, existen pruebas de que se extendió, al menos, hasta 1990. Tal vez como consecuencia de una ley promulgada en 1987 por el PSOE, que asignaba todos los trámites relativos al nacimiento a las Administraciones Públicas.




Por supuesto, esta actuación impune de cierta parte de la sociedad española, muestra a las claras lo que representó la Transición: las misma élites económicas seguían al frente del país, aceptando que unos pocos nuevos, se incorporasen a ese reducido club. La Transición no se trataba de dotar la país de una Constitución al país, aspecto, más o menos, pactado de antemano con EEUU y apoyado por Alemania, cayado sobre el que reposaba el PSOE. En realidad la Transición consistía en que los de siempre siguiesen el frente (aún siguen, aunque muchos de sus vástagos se vistan de progres).
Volviendo al asunto que ocupa esta entrada parece oportuno reseñar que las estimaciones sitúan en 300.000 el número de niños  secuestrados en España, para lucro de unos y satisfacción, carente de todo tipo de escrúpulos, de otros.

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/01/110128_espana_ninos_robados_lr

Por supuesto, investigar sobre este asunto en profundidad va a resultar muy difícil, si no imposible, porque una parte de esos niños secuestrados fueron a parar a las familias "principales" de este país, que aún hoy siguen ocupando puestos de honor en las distintas instituciones y empresas. Esos hijos secuestrados en este momento copan muchas de los lugares de poder de España e intuyo que, primero sus padres y, tal vez, muchos de ellos, no querrán remover un pasado turbio y terrible. Tal vez por ello sea mucho más productivo hablar sobre donde van a descansar lo huesos del viejo dictador asesino o insistir una y otra vez sobre criminales como el torturador conocido como el Billy el Niño, o sobre hechos puntuales como el asesinato de Las trece rosas, que buscar una verdad que haría tambalear muchas conciencias y que daría satisfacción a una parte, silenciada, de los ciudadanos españoles que sólo buscan justicia y conocer a sus seres queridos y, muy importante, en su mayoría aún vivos.
Un saludo.

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