EL AMOR (MONÓLOGO)

¿Quién no ha estado enamorado alguna vez? Todos... o casi todos. Se me ocurren algunas excepciones como el Dalai Lama, Alex Ubago (que se pasa el día sufriendo y haciéndonos sufrir) y Epi y Blas, que sólo querían sexo. Pero el resto de gente nos hemos enamorado al menos una vez.

Es posible que usted no recuerde qué se siente cuando uno se enamora. Pues aquí estamos para ayudar vamos a describir aquellos síntomas más frecuentes. A saber: mariposas en el estómago, sonrisa estúpida a todas horas (sin necesidad para ello de consumir cannabis), el corazón late con mucha intensidad (sin necesidad de consumir cocaína, anfetaminas u otro tipo de sustancias), la gente te parece maravillosa (sin necesidad de consumir LSD) y en pleno invierno en Soria no necesitas abrigo para salir a la calle (con necesidad posterior de consumir medicamentos para el resfriado de caballo que te has cogido).

Imagino que tras estos apuntes todo el mundo recordará lo que es estar enamorado; pero, no lo vamos a negar, lo que mola es que te correspondan. Porque, reconozcámoslo, tener una persona a tu lado que ve más cosas positivas en ti que tu propia madre, es una gozada. 

- Me gustan esos ojos que te dan una amplia perspectiva de lo que ocurre a tu alrededor.

- Cariño, soy bizco.

O cosas como:

- Amor, nunca había comido algo sí. Tú cocina es diferente a todo lo que he probado hasta ahora. Eres especial.

- Gracias, mi vida. Te agradezco que me digas eso, a pesar de que me han quedado los macarrones al cocerlos.

Sí, esa sensación de que todo lo haces bien para alguien es fantástica.

Pero si me preguntáis qué es lo mejor de sentirte correspondido, como hombre sólo puedo contestar una cosa: a ellas no les duele la cabeza. Tienen ganas de practicar sexo a todas horas (¿a que eso lo habíais olvidado los que lleváis mucho tiempo viviendo en pareja?) y cualquier cosa que propongas las parece bien. 

- Estoy vieno un partido de rugby en la tele de tercera preferente. ¿Lo ves conmigo?

- Por supuesto mi amor. ¿Qué le ha pasado al balón, que tiene forma de pepino? ¿No tienen para uno nuevo?

Pero, también hay que reconocerlo, los hombres también tenemos que pagar nuestros peajes. Debemos escuchar a Alejandro Sanz o Miguel Bosé, sonreír sin descansar durante siete horas en tiendas de ropa y zapatos, no tirarte pedos en su presencia durante un par de meses...

Los científicos dicen que el amor se debe a la secreción de una hormona, la oxitocina, que nos crea todas esas sensaciones. También se sabe que cuando te separas o divorcias se segrega otra hormona, la hostiocina. En el fondo, somos Química, aunque en la superficie, cuando nos enamoramos también somos Física. Basta ver como se pone en práctica el intercambios de fluidos, el rozamiento, la aceleración de los cuerpos...

El amor ha dado para escribir muchos libros y muchos temas musicales (a pesar de Álex Ubago). En la historia de la Literatura encontramos clásicos que tratan el tema como Romeo y Julieta, la Celestina, la biografía de Belén Esteban...

 En el mundo de la música también podemos hacer referencia a temas clásicos: "Dos gardenias", Contigo aprendí, What a wonderfull world e incluso a género musicales volcados en el asunto como el reggaetón...
Si uno lo piensa bien la humanidad existe gracias al amor. Todos venimos de la unión de dos personas que se aman... O de un calentón en el pajar o de una goma rota o de un "tú tranquila que yo controlo" o de un...
Existe una variedad del amor que se denomina platónico, que se produce cuando la persona objeto de amor se idealiza de tal manera que no se siente deseo sexual hacia ella. A mí, por ejemplo, me pasa con Rosi de Palma o con María Patiño, no siento ningún deseo sexual por ellas.
Bromas aparte el verdadero amor platónico se produce en los niños de tres, cuatro y cinco años. Muchos niños de esta edad tienen novios y novias, pero ellos no lo saben. Les pasa lo que a mí con Scarlett Johansson, somos novios, pero ella no lo sabe aún.
Existe una variedad del amor que se conoce como poliamor, que no es otra cosa que el tener amantes de toda la vida, pero de buen rollo entre todos y sin necesidad de poner a nadie un pisito, ni de confesarse los domingos en misa, porque este tipo de relaciones  absorben tanto  que no tienen tiempo ni de ir a misa y porque, además, podrían acabar enrollándose con el cura.
El amor es algo maravilloso. Lo malo viene cuando se acaba y se producen las rupturas, que genera sufrimiento y un malestar del que todos huímos, menos Álex Ubago, que vive de ello y parece disfrutar con esa sensación.
Espero que todos los que lean esto amen todo lo que puedan, sepan y deseen. Yo, por de pronto, me voy a hablar con un inspector de Hacienda que se ha enamorado de mí y de mis cuentas.