La semana pasada cae en mis manos el Boletín Informativo del Sindicato de Profesorado Extremeño, PIDE, nº 77, Año XIII, 12 de mayo de 2011 donde leo una descripción y una crítica acerada y certera sobre como se ha tramitado la Oferta Pública de Empleo, al menos en lo referido a los maestros.
Tal vez sea necesario aclarar para todo aquel lector que desconozca como funciona el tema de las oposiciones de los docentes, cual es el mecanismo habilitado por la Administración Central y la CC.AA. para acceder a plazas de profesores y maestros. Veamos si soy capaz de explicarlo medianamente bien.
Todos los años se convocan plazas públicas por parte de las CC.AA. para acceder a la Función Pública como docente. Sin embargo, no todos los años se puede optar a plazas de maestro o de profesor de secundaria. Las plazas de maestro salen un año sí otro no, de manera alterna, al igual que las de profesor de educación secundaria, no coincidiendo, salvo alguna excepción, el año en que se convocan las plazas de maestro con el año en que salen a concurso las de profesor de educación secundaria. Las oposiciones suelen comenzar a finales de junio, terminando todo el proceso a mediados finales de julio. Una vez aclarado el funcionamiento, conviene reseñar que este año tocan las oposiciones destinadas a cubrir las vacantes de maestro.
Otra aclaración, no pertenezco al sindicato PIDE, es más, difiero radicalmente de una de sus propuestas estrella hace unos años. Sin embargo esto no es obstáculo para que considere que en otros aspectos sus propuestas son bastantes coherentes.
Realizadas todas estas aclaraciones vamos al meollo del asunto.
En el boletín reseñado arriba aparece fotografiado con excelente verosimilitud lo que está ocurriendo en el sistema educativo español y de las taifas que financiamos entre todos. A todo político que se precie, y más en campaña electoral, se le llena la boca con las palabras educación, calidad y zarandajas por el estilo. Pero la realidad es muy distinta. Todas las administraciones realizan, desde hace tiempo, recortes de personal docente, rebajando las ratios (número de docentes por cada alumno) de manera significativa. Sin embargo, no tienen rubor a la hora de gastarse el dinero de todos en cursos carísimos en el extranjero, ordenadores a cascoporro y chuminadas similares, que sirven para vender eficiencia en periódicos, generalmente afines al presidente/a de comunidad que realice el dispendio correspondiente, pero no para mejorar realmente la educación. Por cierto, antes de continuar, estas medidas tan chachis, y tan ineficientes y caras para nuestros bolsillos, no se toman consultado a los docentes, los que están al pie del cañon, ¡qué va! Dichas medidas se le ocurre a algún político, que no tiene por que conocer la realidad educativa de su comunidad autónoma, pero que sí está dispuesto a fardar de innovación educativa, que no de eficacia educativa.
Dicho ésto, en el boletín de dicho sindicato, se puede contemplar como tanto el gobierno central como los autonómicos utilizan la educación tanto para aplicar sus políticas neoliberales, con los consiguientes recortes de servicios, como para luchar entre ellos, en busca del voto perdido, no importándoles una mierda en muchos casos si las necesidades de maestros se cubren con la oferta de empleo público. Lo importante para unos es ahorrar, aunque si eres de la cuerda podemos llegar a un acuerdo, y lo fundamental para los otros, los de la acera de enfrente, es dar guerra al gobierno central, que algo rascaremos en las urnas si les tocamos los cojones. Que la plantilla de maestros esté equilibrada, eso es harina de otro costal, de un costal intrascendente y cuya utilidad conocemos los docentes y pocos más. Por desgracia, dicho costal es uno de los pilares fundamentales sobre el que se asienta el sistema educativo, pero es más guay un ordenador o cursos carísimos de inglés para los docentes. Pues nada, ya está...todos políglotas e informatizados. Lo de la calidad lo dejamos para la próxima reforma o para la siguiente o para la que venga después de la siguiente o para...
Creo que dicho escrito refleja a la perfección lo que les interesa a unos y otros la educación: una mierda, salvo si pueden fotografiarse y salir en prensa, entonces la preocupación es máxima y sus medidas las mejores, pero, desgraciadamente, se suelen olvidar de preguntar a los que realmente conocen el tema, los docentes, que es lo más necesario, que generalmente coincide con mejorar la calidad del sistema educativo y no precisamente a base de ordenadores o viajes a EE.UU. a "aprender" inglés.
Dejo el enlace por si alguien quiere leer el boletín al que hago referencia (sólo es lo que aparece en la primera página bajo el título de Cambios), donde aparece reflejado la hipocresía de unos y de otros. Además me parece importante que el ciudadano que no se dedica a estos menesteres sea consciente de lo que los docentes, o una parte de ellos, piensan, pensamos a este respecto.
Un saludo.
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