lunes, 19 de marzo de 2018

FEMINISMO (I)

En frío, una vez pasada la "exitosa" jornada de huelga feminista, dedicaré unas entradas, publicadas de forma consecutiva, a analizar todo este movimiento, inspirado por las llamadas feministas de tercera generación.
Como el lector habrá apreciado he puesto entre comillas la palabra exitosa, pues la huelga como tal fue un fracaso. Los paros de dos horas sí tuvieron un seguimiento mayor, tampoco mayoritario, siendo considerable en algunos sectores.
No resulta difícil determinar que algo no encaja cuando existen dos tipos de convocatorias ante el mismo hecho, reivindicación o como el lector quiera llamarlo. Este aspecto lo trataremos en otra entrada, en la que veremos que hasta Franco era feminista, o eso dice alguna.
Dicho lo anterior, parece justo reconocer que a las marchas acudieran muchas personas, para reivindicar lo que ellos creían justo y necesario.
¿Qué reivindicaban? Ni más ni menos que todo esto.


La verdad, es que cuando lo leí entendí por qué convocaron una huelga. Lo que no entiendo es por qué no han hecho una huelga antes, que además debería ser de carácter indefinida. Aunque eso, lo trataremos en otro momento. 
Sin embargo, uno se puso a mirar estadísticas y comprobó que algunas de las afirmaciones vertidas en ese manifiesto pueden considerarse, cuanto menos, alejadas de los hechos reales. Veamos algunos ejemplos: 

En dicho manifiesto se puede leer que ser mujer es la principal causa de pobreza, sin embargo las estadísticas dicen que el 80% de las personas sin hogar en España son hombres. 


Tal vez deberían definir con precisión a que se refieren cuando hablan de probeza, porque poca gente más pobre puede haber que alguien que no tiene techo.
En esta otra encuesta del INE no aparece ninguna distinción por sexos en lo relativo a la pobreza (y eso que aparece por edades, nacionalidades, nivel de estudios...).


Parece que la realidad no se ajusta a lo que aparece en eobsrvándosel manifiesto.
Como era de esperar en el manifiesto se habla de la diferencia salarial entre hombres y mujeres, que según cifras del INE sí existe

http://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259925408327&p=1254735110672&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout

Sin embargo, hay gente que dice cosas distintas. Voy a colgar, por enésima vez un vídeo en el que un experto del propio INE y un economista contradicen lo anterior, llegando a defender que, en algún sector incluso la mujer cobra más.



¡Sorprendente! ¿Quién tiene razón? Lo tienen el INE y los expertos. Para demostrarlo vamos a recurrir a unos párrafos que aparecen en el informe del INE que he utilizado con anterioridad como fuente. Veamos.
El salario bruto anual medio no es una buena medida resumen del salario anual que plasme las diferencias entre distintos colectivos y actividades, ya que una característica de las funciones de distribución salarial es que figuran muchos más trabajadores en los valores bajos que en los salarios más elevados. Esto da lugar a que el salario medio sea superior tanto al salario mediano como al salario más frecuente (modal). Hay pocos trabajadores con salarios muy altos pero influyen notablemente en el salario medio.

Para comparar el salario femenino y el masculino es necesario considerar situaciones similares respecto a variables laborales como: tipo de jornada, ocupación, tipo de contrato, etc., que inciden de forma importante en el salario. Para analizar las retribuciones según tipo de jornada, especialmente en el caso de los trabajadores a tiempo parcial, es necesario considerar el salario por hora.
Existe un conjunto complejo y a menudo interrelacionado de factores que originan diferencias salariales de hombres y mujeres dando origen a la brecha salarial de género. A la valoración de las competencias laborales, hay que unir la segregación del mercado de trabajo con diferente representación de hombres y mujeres en los distintos sectores económicos, las características de la oferta de empleo femenino condicionada en muchos casos por la conciliación con la vida familiar, la participación en el trabajo a tiempo parcial y los mecanismos establecidos de retribuciones salariales. Consecuentemente la brecha salarial está condicionada por una serie de factores sociales, legales y económicos que van más allá de la premisa igual pago por igual trabajo.

Vamos a explicarlo con dos ejemplos para comprenderlo.
En cualquier administración los sueldos entre hombres y mujeres son los mismos por ley. A pesar de ello, si se hiciese un análisis como el del INE existiría una brecha de género. ¿Por qué? Porque hay más altos cargos hombres que mujeres. Si se hace una media, como la planteada en los datos, se observaría que los hombres cobran más que las mujeres, pues los sueldos de los altos cargos son mayores y eso haría los sueldos fuesen más altos; pero, en realidad, esa estadística lo que demuestra es que hay más hombres cobrando sueldos mayores. Tal vez habría que pensar que esos políticos que se ponen los primeros en la lista de reivindicaciones feministas, son los que nombran a esos altos cargos, entre los que hay mayoría de hombres.
En la administración la diferencia de sueldo entre un alto cargo y un funcionario no es muy grande, pero en la empresa privada la diferencia  de sueldo puede llegar a ser  de más de 200 veces, ampliándose año a año esta brecha (esto parece importar poco a los feministas). Si a eso le unimos que, según los expertos del vídeo, en la empresa privada las mujeres directivas cobran un 30% menos (además de ser menos numerosas, en porcentaje, que los hombres).
Por otra parte, en esta estadística no se desglosa el tipo de puestos de trabajo que ocupa cada uno, como aparece reflejado en el segundo párrafo, y esto desvirtúa la estadística. Veamos un ejemplo.
Imaginemos el sector socio-sanitario. En este sector los trabajos peores remunerados suelen estar desempeñados, en su mayoría, por mujeres (limpiadoras, auxialiares....), observándose un mayor porcentaje de trabajadores hombres en puestos de mayor rango (lo que no implica que en esos puestos de trabajo los hombres sean mayoría, simplemente porcentualmente hay más hombres en puestos con una remuneración alta, que en puestos con una remuneración baja). Al hacer estadísticas globales el resultado será que los hombres cobran más, lo que no tiene que no tiene por qué ser cierto, simplemente la forma de elaborar la estadística lleva a ello.
Sin embargo, hay un hecho que demuestra a las claras que, en líneas generales, lo que defienden los expertos del vídeo: el porcentaje de paro por sexos.


Si el lector mira las estadísticas, comprobará que el índice de paro masculino no llega al 15% y el femenino sobrepasa el 18% durante el último cuatrimestre del año pasado. A uno le sorprende que, si de verdad ganan menos las mujeres en todas las empresas, los empresarios, que podrán ser muchas cosas, pero cuando se trata de ganar pasta suelen bastante avispados, no contraten a mujeres en vez de a hombres, y más con la reforma laboral del PP, por la que resulta tan fácil despedir. Si de verdad hacen el mismo trabajo por menos dinero, ¿por qué no contratar mujeres? Se me ocurren tres respuestas: 
- La mayoría de los empresarios son tontos y no tienen ni idea de ganar dinero.
- Las mujeres no poseen cualificación para realizar los trabajos de los hombres.
- El argumento, en líneas generales, se cae por su propio peso.

 Yo me quedo con la tercer opción, pero que cual piense lo que crea conveniente. De todas formas conviene recordar, por si a alguien se le había olvidado, que las leyes nacionales e internacionales dejan bien claro que la remuneración no debe, ni puede, variar en función del sexo. Desde la Constitución hasta el Estatuto de los trabajadores, artículo 28, pasando por leyes nacionales e internacionales, consignan que quien haga este tipo de distinción estará contraviniendo la ley.


https://www.msssi.gob.es/ssi/igualdadOportunidades/iEmpleo/Igualdad_salarial/home_igualdad_salarial.htm

Lo dicho con anterioridad no significa que no existan empresas, siempre privadas , que paguen menos por el mero hecho de ser mujer (al igual que existen empresas que no pagan las horas extras, que realizan despidos improcedentes, que someten a acoso a sus trabajadores...). Por ejemplo, una conocida empresa, la que más dinero se gasta en publicidad en este país, fue condenada por realizar este tipo de prácticas en uno de sus centros de Valladolid:

https://www.ccoo.cat/pdf_documents/Corteingles3.pdf

Resulta curioso que muchos de los "adalides" de la igualdad y que claman contra la desigualdad salarial no tengan ningún problema en tener publicidad de esta empresa en sus programas. Aunque, tal vez, todo se deba a esto:




Al menos, los defensores de la moral, tipo Pepa Bueno, Francino, Julia Otero, podían decir que en sus programas hacen publicidad de una empresa condenada en firme por pagar menos a las mujeres, por el mero hecho de ser mujeres. Pero, tranquilos, que no lo harán, porque el postureo vende mucho entre gente que quiere lavar su conciencia de burgués afortunado. Ese tema será tratado en la siguiente entrada, en la que nos vamos a reír mucho.
Para concluir con el tema me gustaría pensar que, de ser verdad la citada brecha salarial, no se está utilizando con fines espurios. A uno, que no es muy listo, se le ha ocurrido que los sindicatos podían haber pedido a sus afiliados, hombre y mujeres, que, de manera voluntaria, aportasen las nóminas de sus lugares trabajo y comparasen. No resultaría muy difícil con esta premisa acudir a los tribunales que, como hemos visto, fallan a favor de las afectadas cuando se produce una situación de desigualdad.
Volviendo al tema de las desigualdades salariales, una de las reivindicaciones del feminismo es que las mujeres cobran menos cantidad de promedio en sus pensiones, aunque se les olvida decir que  las mujeres reciben más pensiones no contributivas que los hombres. De hecho, las mujeres cobran, porcentualmente, menos pensiones contributivas, algo más del 30% del total, que los hombres ¿Por qué se produce esto?
Así, a vuelapluma, parece que hay una respuesta evidente las mujeres que se han jubilado, una buena parte de ellas, han vivido bajo un régimen totalitario, donde el papel de la mujer no era precisamente trabajar. Pensemos que una mujer de 80 años, esperanza media de vida de una mujer en España, ha vivido casi la mitad de su vida bajo una dictadura donde mujer y trabajo fuera de casa no eran el ideal. Ha sido en los ochenta y noventa donde la mujer, de manera progresiva, se ha ido incorporando al mundo laboral y también donde se ha generalizado que la mujer acceda a la universidad, lo que proporciona la posibilidad de acceder a puestos mejor remunerados.
Visto lo anterior parece obligado recordar que para recibir pensiones contributivas, las más cuantiosas, se necesita un número de años cotizados a la Seguridad Social. Por tanto, la pensión que una mujer, o un hombre, no depende de que tal o cual Gobierno quiera pagar por ser mujer u hombre, sino de un cálculo objetivo, igual para todos. Entonces, ¿por qué incluso ciertos sindicatos hablan de esta brecha salarial como algo que se debe paliar de inmediato? Parece claro: su función no es la de analizar las causas reales de los hechos y poner remedio a los problemas. Lo importante es hacerse notar, pareciendo que están situados a la vanguardia de la lucha. Aunque, también existe la posibilidad de cambiar todo y que alguno de los que se quejan por tal circunstancia viajen en el tiempo y cambien toda la Historia de este país.
Por otra parte, como dicen los expertos del vídeo, de los problemas reales de este país, son las bajas por maternidad/paternidad, establecidas en 16 semanas. No resulta infrecuente que muchas mujeres, y cada vez más hombres, se cojan excedencias o trabajen a tiempo parcial, para poder ocuparse de sus hijos pequeños, lo que, como aparece en el vídeo, contribuye a cotizar menos tiempo a la Seguridad Social y menos cuantía. Recordemos que las pensiones se calculan por lo cotizado, no por géneros.
¿Cuál es la absurda propuesta de los grupos feministas y de los políticos para solucionar esta cuestión? Igualar el tiempo de baja por maternidad/paternidad, disfrutándolo ambos progenitores a la vez (esto tiene sentido las primeras semanas, pero después ¿?). Un auténtico disparate.
Veamos lo que proponen otros países.
Tal vez en este sentido los más extremos son algunos de los países de la antigua URSS, que conceden tres años pagados por maternidad/paternidad. En nuestro entorno occidental hay países escandinavos que conceden un año pagado para estar con su hijo.
¿Qué se consigue con eso? Que las cotizaciones a la Seguridad Social no disminuyan y, por tanto, que las jubilaciones no se resientan, contribuyendo de paso a una mayor natalidad.
Queda por dilucidar el asunto de la igualdad a la hora de cogerse los permisos. Lo que así, de entrada, parece una buena idea, tiene algunos peros.
En primer lugar: ¿por qué obligar a nadie a seguir unas pautas de actuación en su vida privada? ¿Y sí un hombre o una mujer quieren disfrutar todo el tiempo de estar con su hijo porque así lo sienten?
Y la posible respuesta nos lleva al segundo punto: porque estos que ponderan sobre el feminismo desde las tribunas públicas tienen un buen pasar (muchos utilizando esta causa como forma de ganarse el sustento o de justificación). Pero estoy casi seguro de que la mujer que hace la cama de los hoteles donde se alojan estos ideólogos, y cobra una miseria por su trabajo, tiene serias dudas sobre si es preferible tener un año, o más, pagado para estar con su hijo o trabajar un puñado de horas diarias. Y, ¡ojo!, he puesto el ejemplo de la mujer, porque es lo que se reivindica desde el feminismo, pero, de igual manera, vale para un hombre.
Para concluir esta extensa entrada, me gustaría hacer referencia a un apartado del manifiesto que postula que las mujeres tienen peores condiciones laborales que los hombres. Parece que los datos, de nuevo los datos, desmienten a los que redactaron este ambiguo punto.
En 2015, por ejemplo, hubo más de 450.000 accidentes laborales. De ellos algo más de 310.000 corresponden a hombre y el resto, 140.000 a mujeres. El número de muertos en accidente laboral fue 515. De ellos 484 fueron hombres y 31 mujeres. Todo esto se puede encontrar en la página 11 de este informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

 http://www.oect.es/Observatorio/3%20Siniestralidad%20laboral%20en%20cifras/Informes%20anuales%20de%20accidentes%20de%20trabajo/Ficheros/InformeAnual2015.pdf


Es posible que los hombres tengan más accidentes laborales y mueran más porque sean más torpes; aunque la realidad dice que si esto ocurre es porque los empleos con mayor riesgo de accidente los ocupan, en su mayoría hombres. De nuevo, los datos contradicen lo que aparece en el manifiesto.
Y uno se pregunta: ¿quiénes han hecho un manifiesto basándose en datos falsos? y, sobre todo, ¿con qué fin?
De esto, querido lector, seguiremos hablando en próximas entradas y comprobaremos que esta desinformación, en determinados casos planteada con toda intención, siempre tiene un objetivo y no sólo ocurre en los aspectos que hemos visto hasta este momento.
Un saludo.

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