jueves, 1 de diciembre de 2011

LA MARAVILLOSA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Buscando y rebuscando en la memoria, a la vez que escuchando mis deseos de hablar de cuestiones distintas a las que me ocupan últimamente, me tope con este vídeo. Dicho documento gráfico versa sobre chavales que han fracasado estrepitosamente en el sistema educativo, o éste ha fracasado con ellos, y como, mediante los planteamientos y la visión adecuada, consiguen aprovechar lo que el sistema les ofrece.
Siento que el vídeo no aparezca directamente en la entrada, pero en este enlace aparece. Dura casi una hora, por lo que recomiendo al que lo quiera ver que lo tenga en cuenta.

http://www.rtve.es/noticias/20100117/escuelas-segunda-oportunidad-pulso-fracaso/312380.shtml

Este vídeo tiene para mi un compenente emocional, pues el año pasado trabajé con chavales de este tipo, pudiéndose considerar la experiencia muy satisfactoria para mi y para muchos de los chavales con los que trabajé, al menos así me lo parece a mi. 
Creo, sinceramente, que como le decía a una compañera el lunes pasado, lo importante no es ver lo que no pueden hacer (la persona que sólo ve lo que no puede hacer alguien está despreciándola, además, haga lo que haga dicha persona enjuicida, nadie cambiará en la percepción del supuesto profesional, pues ya le tiene catalogado. Para muchos, esta vergonzosa actitud es una forma de ser unos vagos, teniendo excusa para limpiar su pútrida conciencia), sino lo que son capaces de conseguir, sea mucho o poco. Cuando a alguien le contratan para un trabajo nuevo no miran lo que no es capaz de hacer a los dos o tres días de empezar, se valora lo que ha progresado, lo que sabe hacer que no sabía hacer el primer día. Pues, desgraciadamente, en educación hay gente, demasiada, que valora exclusivamnte lo que no sabe hacer el alumno. Lástima que no les aplicaran el mismo rasero a ellos cuando emprezaron.
Un saludo.

P.D.: Gracias a las personas que de una u otra forma me facilitaron esta experiencia, una de las más gratificantes que he tenido en mi profesión. Gracias a la persona que me lo ofreció; a la que me arropó durante ese maravilloso año y que sé que lee este blog, a... A todos, porque no quiero olvidarme de ninguno de todos aquellos que me ayudaron a retornar a mi profesión y a sentirme a gusto conmigo mismo. Buen chiste el del oso y el cazador ;-).

P.D.: También se lo dedico a los niños que, como mi hijo, han sufrido a pésimas personas que dicen ser profesionales de la enseñanza y que, en algún caso, encima alardean de vocación.

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