domingo, 24 de febrero de 2013

EL DEBER IMCUMPLIDO

Hace tres o cuatro días, en una entrada alentando a los lectores a participar en la manifestación del 23 F, añadí un vídeo en el que Mariano Rajoy Brey, a la sazón Presidente del Desgobierno de España, reconocía sin ningún tipo de pudor que había incumplido sistemáticamente sus promesas electorales (se le olvidó decir, por ejemplo, que la reforma laboral ya la tenía diseñada antes de ganar las elecciones, cuestión que aparece recogida en el libro Indecentes de Ernesto Ekaizer). A cambió de entonar este mea culpa alardeó de cumplir con su deber, como se puede escuchar en el vídeo que adjunto a continuación.



Mariano Rajoy Brey no duda ni un instante en reconocer que ha cumplido con su deber con el sólido argumento: todo lo que hemos hecho lo hemos hecho para sentar las bases del futuro. Uno, que a veces resulta ser una persona muy bruta, no puede evitar recordar aquellos documentales sobre los nazis, en los que Hitler y compañía aseguraban que todas sus tropelías iban encaminadas a garantizar la paz en el futuro de un imperio que iba a durar mil años. Cuáles eran los datos objetivos que acompañasen tal aseveración, los mismos que aporta Mariano Rajoy Brey para hacer la afirmación que nos ocupa: ninguno. Puede que algún seguidor del hombre del puro me rebata: "Don Mariano presentó datos que inducían a pensar que ahora nos encontramos mejor". Puede ser, aunque va a ser que no, como indican los organismos económicos, todos de corte neoliberal, que auguran un 2013 de órdago para la mayoría de los españoles y curiosamente, estos organismos internacionales vaticinan este desastre para la mayoría de los ciudadanos utilizando el mismo instrumento que usted esgrime: las macrocifras.
Sin embargo queda un segundo apartado de las declaraciones, lo referido al deber cumplido, que merece también un repaso, que nos permitirá desmontar la escasa, nula, credibilidad del personaje.


A nadie le cabe duda de que entre las obligaciones ineludibles de cualquier gobernante, más si ha sido elegido de manera democrática, se encuentran aspectos como las de rodearse para la gestión de los intereses públicos de gente honesta, eficaz, así como de conseguir que su acción de gobierno eleve la calidad de vida de sus conciudadanos.
Sobre lo de la honestidad de las personas que rodean a Mariano Rajoy Brey podíamos hablar largo y tendido, pero de eso se encarga, casi a diario, la prensa. De todo lo que ha aparecido en los medios, algunos aspectos ya confirmados por miembros del Partido Popular que afirmaron haber recibido el dinero consignado, en los "papeles de Bárcenas", lo que a uno más le llama la atención son dos cosas aparecidas, que aunque pudieran parecer baladíes indican, desde mi punto de vista, el concepto de honestidad de ciertos personajes.
El primer asunto se refiere a la reacción de Mariano Rajoy Brey cuando se entera de los mamoneos de Correa y los colegas. ¿Son denunciados? No. Simplemente se les destierra a otros lugares más acogedores, donde siguen con sus prácticas.
El segundo caso ha ocurrido hace muy poco tiempo. Parece ser que Mariano Rajoy Brey mostró su apoyo incondicional (costumbre ancestral de Mariano Rajoy Brey, que suele preceder a la aparición de datos aún más inculpatorios que los anteriores para las personas apoyadas por el gallego) a la actual Ministra de Sanidad. Ese apoyo, que como amigo le honra, como gestor de lo público le descalifica por completo, más cuando se ha demostrado que Ana Mato no se ha atenido a la verdad en determinadas, y cruciales, situaciones.


Sobre la capacidad de los personajes que le rodean, obviemos a actores secundarios como el incalificable Carlos Floriano, uno alberga todo tipo de dudas sobre la idoneidad de la gran mayoría de ministros, y camarilla, que se encarga de la gestión de nuestro país.
Conocidas son la cuitas en el Ministerio de Interior, con varias renuncias, atribuidas a "discrepancias" entre los responsables de dicho Ministerio. No es buen jefe aquel que no sabe mandar, que diría el otro.
Pero en otros asuntos, como en Economía, parece más que discutible el nombramiento de los dos ministros del ramo, que en la última época de Aznar, ambos ocupando el número uno o el dos del ministerio que ahora ocupan, quitasen importancia a la burbuja inmobiliaria, llegando incluso Montoro a alentar, en repetidas ocaciones, a los ciudadanos a que siguieran fomentando tal forma de actuar. Pues sí, a pesar de la incapacidad de ambos personajes (sobre la inoperancia de de Guindos se ha escrito mucho en este blog y la actuación del personaje en este último año basta para calificarle) Mariano Rajoy Brey no ha mostrado duda alguna a la hora de ponerles al frente de tan sensible área.
No merece la pena perder el tiempo con Fátima Báñez, la ministra de Trabajo que nunca ha tenido un trabajo, o sobre los intereses de Arias Cañete en algunos de los ámbitos de su Ministerio. Podríamos seguir, por ejemplo, con el ministro que en su tiempo dejó endeudada per secula seculorum la ciudad, Madrid, de la que fue alcalde.
Como docente, Wert merece un apartado especial, que va a ser muy breve. Cómo puede haber sido elegido como ministro de Educación un tipo que hizo un borrador de proyecto de ley con el que, por cierto, puso a todo el mundo en su contra, especialmente si se tiene en cuenta que nadie en el Ministerio de Educación había hecho el correspondiente cálculo del coste económico de implementar tal reforma educativa y cuando se hizo, se llegó a la conclusión de que en esta legislatura no habría pasta suficiente, ni tan siquiera para empezar a dar los primeros pasos en dicha reforma (las reformas educativas necesitan en torno a un lustro para que se puedan empezar a poner en práctica en su integridad).
En definitiva, la confianza en unos tipos, que han apoyado a Mariano Rajoy Brey en los peores momentos, se ha convertido en la llegada al poder de unos tipos que en su larga, y en algún caso mezquina, trayectoria habían demostrado, con creces, su ineptitud.


Sobre el último aspecto que he creído oportuno resaltar cuando se habla de deber y responsabilidad, elevar el nivel de vida de los ciudadanos a los que representa, sólo decir que el hecho de que las exportaciones aumentaran un 3% el año pasado, en 2011 aumentaron más del 10% (ese dato parece que se le olvida), no significa que los ciudadanos hayamos aumentado nuestro nivel de vida. Más bien al contrario, se exporta más porque los ciudadanos españoles estamos caninos y las empresas han perdido una buena parte de su mercado natural, el nacional. De todas formas, reconozco que este dato anecdótico no ilustra si los ciudadanos españoles hemos mejorado nuestro nivel de vida desde que Mariano Rajoy Brey llegó al poder. Posiblemente para ello baste con hablar con Cruz Roja, Cáritas y todo tipo de organizaciones que ayudan al cada vez mayor número de pobres de nuestro país.
Por tanto, no tengo ningún problema en asegurar que su forma de entender que ha cumplido con el deber, dista mucho de, realmente, haber cumplido con el deber hacia los ciudadanos españoles, le votasen o no. Usted, Mariano Rajoy Brey, ha cumplido con el deber hacia los mercados, hacia los bancos alemanes, hacia los especuladores, hacia... Pero, obviamente, usted no ha cumplido con su deber hacia los ciudadanos españoles, por mucho que usted lo crea o lo quiera vender como verdad. Porque, no lo olvide nunca, usted actúa por y para salvaguardar los intereses de los ciudadanos españoles, de todos los ciudadanos españoles, no los de una minoría.
Un saludo.

2 comentarios:

Alvaroaugk dijo...

Hola, Paco, la verdad es que el análisis es estupendo, pero la mención a los documentales donde los nazis decían tal y cual, no es válido, pues aquello es aquello, y esto es esto, sí, simple, no? jeje, pero es que aquello queda donde queda, y esto lo estamos viendo con nuestros ojos, que miran más allá incluso de lo que muestran los medios mediatizados de incomunicación, y aquello se lo tuvieron que inventar muchos para poner al monstruo como monstruo; los monstruos que vivimos ahora no nos los tienen que pintar como tal, SON ASÍ, así es la mafia política, de siempre, pero lo vemos ahora y nos asombramos ahora, cuando desde hace décadas que lleva siendo así; de aquellos polvos estos lodos.

A mi no me representa ni éste presidente ni NINGUNO, pues todos son títeres de una realidad que se han inventado ellos, en la que todo lo ven bonito y precioso y el deber y blablabla, pero la realidad es OTRA.

Es tan otra, que incluso los que van a las manis de protestas y demás tammmmpoco representan a todos los que están mal, sacando símbolos que NO tienen más que ver con la manipulación de otro lado de otra realidad.

Al final la realidad misma se queda arrinconada y... nadie sabe qué realidad es cual.

Un saludo.

Álvaro

PACO dijo...

Hola Alvaroaugk.
Gracias por considerar el análisis realizado como algo a tener en cuenta.
Respecto a lo de los nazis, simplemente intento establecer un paralelismo entre dos formas de actuar que, salvando las distancias, se fundamentan en un mismo hecho: la fe ciega en un futuro mejor.
Respecto a la realidad, intuyo que no existe una única realidad, pero sí una comunión de intereses entre personas que persiguen un mismo fin, a veces desde caminos (ideas) diferentes. Tal vez sea eso lo que nos debe importar. Unirnos para defender aquellos intereses comunes y luchar para que ese hagan realidad.
Un saludo.