domingo, 24 de febrero de 2013

VAMOS A DESMONTAR MENTIRAS, TRALARÁ

En esta sociedad nuestra, en la que mediocres y frikis crean doctrina, se repiten estupideces varias como si de un mantra se tratase. Dichas memeces, a fuerza de ser repetidas, acaban convirtiéndose, al menos para una parte de la ciudadanía, en verdad incuestionable. Harto de escuchar por doquier semejantes disparates, dedicaré la entrada de hoy a demostrar la increíble estulticia que se esconde detrás de quien los ha creado, con el objetivo de distraer al personal, y del enunciado en sí. 

El país no está para que los trabajadores de tal hagan huelga. Además la empresa perderá x dinero. Querido botarate, va por ti, Carlitos el madrudgador, el país ni hace ni sufre ni deja de sufrir las consecuencias de nada, básicamente porque sufrir lo hacen los seres vivos, y en este caso en concreto, los que sufren las consecuencias son las personas. Dicho ésto, conviene aclarar que los trabajadores no hacen huelga por pasar el rato sin trabajar. Más bien al contrario, porque no es menester recordar que todo aquel trabajador que respalda una huelga pierde su sueldo, algo más, y no está el horno para bollos. Por tanto, la huelga constituye el último recurso (no todo el mundo tiene un sueldo como el tuyo, Carlitos). Lo del dinero que pierde la empresa por la huelga, a lo que tanta importancia se da por parte de ciertos personajes, lo podían haber valorado antes de poner en el disparadero a los trabajadores. Tal vez, aún valorando las pérdidas por la huelga, les salga más rentable echar a un gran número de trabajadores a la calle, que negociar. Por cierto, Carlitos el madrugador y compañía, una pregunta: esos trabajadores que se van a quedar en la calle ¿forman o no forman parte del país? ¿Se les puede considerar país o son parte del extranjero?


¿Por qué los del 15 M, los ecologistas o los artistas protestan contra unas cosas y no contra otras?  Sencillamente, porque tienen libertad para hacer lo que les salga de las narices. A agrupaciones, asociaciones o colectivos de carácter privado, así como a sus integrantes de manera individual, nadie puede exigirles que digan lo que cada cual quiere escuchar. De esta cantinela derivan dos estupideces más:

  1. ¿Por qué no se meten en política, fundando un partido? Por la sencilla razón de que la Constitución reconoce el derecho a la libertad de expresión y de que la misma Carta Magna reconoce otras formas de participación en la vida pública. Por cierto, y siguiendo esta misma premisa, ¿por qué no se constituyen en partidos políticos todos los tipos de extrema derecha y los grupos mediáticos de semejante inclinación política, que manipulan la información de manera sistemática, velando por sus intereses, y que tanto insisten en que movimientos como el 15 M debería convertirse en partido político?
  2. En actos que se emitan por televisión y, especialmente, si los colectivos que critican reciben dinero público, no debería estar permitido disentir de la línea oficial. El argumento es tan zafio que basta analizar lo que en realidad quiere decir: el dinero público, el de todos, debe servir para callar la boca al que lo recibe y mucho más si encima sale por la tele. Parece que alguno entiende que el dinero público es el del gobierno de turno y no de todos los ciudadanos. Por cierto, siguiendo el razonamiento anterior uno tiene la impresión de que toda la prensa de derecha y extrema derecha, que recibe una pasta en forma de publicidad institucional debía ser afín al PSOE, cuando este gobernara, por el mero hecho de recibir dinero público. En el fondo es el mismo y mezquino razonamiento. Por cierto, ¿por qué no se exige ese mismo silencio a la Iglesia Católica, sostenida con dinero público?
Debemos crear leyes que incentiven la inversión de dinero público en la formación de los emprendedores porque a la larga servirá para crear riqueza. Vaya desde aquí que no tengo nada contra los autónomos y pequeños empresarios, tengo amigos que son lo uno o lo otro, pero salta a la vista que ese dinero destinado a "formación", que lo más normal es que ellos mismos se paguen, se detrae de otros lugares, por ejemplo de educación, sanidad o la dependencia, destruyendo empleos y disminuyendo la calidad de vida de los ciudadanos. Por tanto, a medio y largo plazo puede crear riqueza, lo cual resulta cuestionable, incierto y difícilmente mensurable, pero lo que resulta incuestionable, cierto y fácilmente mensurable, es que todo el dinero público destinado, para el fin que sea, a los "emprendedores" se quita de otros sitios, con la consecuencia de una disminución en los servicios públicos que el ciudadano recibe y de un aumento en el número de parados, que observan como el dinero destinado, hasta ese momento, a su salario, pasa a formar parte, por ejemplo, de un curso para que los emprendedores conozcan la utilidad de las redes sociales en la empresa (no me lo estoy inventado); que a uno le parece que se lo podía pagar el emprendedor de su bolsillo o impartirlo la CEOE con su presupuesto, del cual casi tres cuartas partes proviene del dinero público.

Aplicaremos la máxima transparencia en las actuaciones de nuestro partido y de la política en general. No se trata de hacer una campaña de lavado de imagen, como pretenden vendernos, y lo de la transparencia, sea lo que sea, no deja de ser una operación de cosmética, siempre que no vaya acompañado de la asunción, inmediata y obligatoria, de responsabilidades. En otras palabras, al fulano que le pillen, o sobre el que existan indicios inculpatorios meridianamente claros, debería dimitir y/o ser obligado a dimitir por parte de sus compañeros, que ayudarán a esclarecer el asunto en cuestión. Mientras esta forma de actuar no se generalice, todo lo demás son palabras hueras y mentiras que se acumulan una encima de otra.

Ciertos datos económicos indican que comienza la recuperación económica. Este estúpido mantra, repetido hasta el hastío por los personajes que detentan el poder, así como por su coro de cámara, se caracteriza por constituir un vano intento de disfrazar la realidad. La recuperación económica sólo puede comenzar cuando el paro descienda, los ciudadanos recuperemos los derechos sociales y laborales perdidos y el dinero que vía impuestos va a las diferentes administraciones se destine al bienestar de la mayoría de los ciudadanos y no a "reflotar" bancos o a subvencionar empresas, sean del tamaño que sean. Cualquier dato , presuntamente económico, que no afecte a la mejora de la sociedad y al aumento del bienestar común debe considerarse, esencialmente, como una majadería más de los majaderos que nos han llevado a esta situación y que nos mantienen en ella.

Hay que ser realista y... Este lema constituye la gran excusa para aplicar las genocidas políticas neoliberales que nos han llevado a esta crisis (estafa). Este enunciado, pergeñado por estúpidos, que nos toman por estúpidos, lo que en realidad pretende es ocultar la realidad. Ser realista consistiría en pensar que los estúpidos personajes que rigen la economía nos han llevado con sus doctrinarias y genocidas ideas (que no teorías) a esta situación. Conducirnos a esta situación debería haber llevado al banquillo a todos estos mentecatos, que disfrazan su ineptitud tendenciosa con palabras hueras, y estar purgando su delito contra la humanidad. Visto lo visto y echando un ojo a la historia me pregunto: ¿cuánta gente debe morir como consecuencia de los actos de personas o colectivos para considerar sus actuaciones como CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD?

Aunque podía abordar otras tantas necedades más, ideadas para convertirse en verdades absolutas,que lo que en realidad pretender es ocultar la realidad, no deseo aburrir al sufrido lector. Aunque amenazo con hacerlo en cualquier momento.
Un saludo.

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