jueves, 27 de septiembre de 2018

DIARIO DE UN MAESTRO GRUÑÓN (26-9-2018)

Como recordarás, querido diario, en mi anterior entrada te hablé sobre el asunto de los libros de texto y el material escolar. El abordaje que hice del asunto, o que intenté hacer, no tenía tanto que ver con la necesidad de libros de texto, como con la prioridad que, en determinados casos, se da a la educación de los hijos y los gastos que conlleva (a veces en cosas tan prescindibles como los uniformes escolares) y sobre el papel de los docentes en la sociedad.
Lejos de pretender que todo el mundo que se dedica a la Educación sea buen docente, aplicando un corporativismo hipócrita sobre el asunto, mi intención no era otra que incidir sobre estos dos aspectos. De hecho, yo me considero un docente con sus aciertos y sus errores, que, eso sí, intento no volver a cometer.
Pero, sufrido diario, ésto poco te puede importar y quiero explicar el porqué de todos estos preliminares.
Sucedió que al exponer mis ideas, tan buenas o malas como las de otros, algunas personas hicieron incidencia en, según ellas, dos errores de bulto en mi planteamiento:
- Los libros no sirven para la labor de aprender.
- Nadie puede imponer a los padres en qué gastar su dinero.
Sobre el primer aspecto no tengo una opinión clara. Tras muchos años dedicado a ésto he visto personas trabajar muy bien con y sin libros y también lo contrario. Por lo que los materiales, que sólo son unos mediadores, no constituyen, desde mi punto de vista, una cuestión que deba marcar la capacidad de enseñar del docente. No sólo éso, me resulta sorprendente, por no decir algo menos correcto, que se pueda valorar la labor de un docente por el uso, o no, de ciertos materiales. Recuerdo cuando se insistía en que las NNTT iban a suponer un paso decisivo para acabar con el fracaso escolar, porque los niños iban a aprender sin esfuerzo (¡qué manía con que el esfuerzo es algo pernicioso!). Las NNTT se usan con asiduidad y el índice de fracaso escolar ha descendido un poco, nada que permita tirar cohetes, pero no tengo nada claro que se deba al uso de dichas tecnologías.
Tal vez, en el caso del uso o no de libros o en el de las TICs, la visión de un cuerpo de docentes aposentados en la molicie sea un reflejo de lo que algunos de los teóricos de la LOGSE (que no era una ley tan mala como nos quieren vender) creían: los docentes no teníamos la capacidad suficiente, o, en otras palabras, no éramos los suficientemente buenos para desarrollar nuestro trabajo y por éso necesitábamos ayudas o soluciones mágicas. Ésto, en el fondo, es lo que subyace bajo esa forma de dar importancia supina a lo accesorio y no a la capacidad real de enseñar del docente.
Un buen profesional de la docencia es aquel que consigue que sus alumnos aprendan aquello que les transmite. Un excelente profesional es aquél que consigue que el mayor número posible de alumnos sientan curiosidad por conocer. Un increíble enseñante es el que consigue sacar lo máximo de todos sus alumnos. Lo demás queda muy bonito para un spot televisivo, para una revolución de pastel o para que cuatro desalmados vivan del cuento vendiendo sus ideas "infalibles".
Respecto a lo de imponer a los padres en qué gastar el dinero, pues es cierto, si prefieren comprar a sus hijos el último modelo de móvil, después de gastarse el dinero en libros de texto o cualquier otro tipo de material necesario para la vida académica, me parece genial y no seré yo quien afee esta forma de actuar. Pero, parece claro que, si por el monto de los ingresos de los padres un alumno no tiene concedida una beca, comprar y pagar el material educativo constituye una obligación de los padres, para satisfacer el derecho a la educación de sus hijos, recogido en la Constitución y en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Si el precio de los libros es excesivo, cuestión con la que estoy de acuerdo en algunos casos, no depende de los docentes, que, cuando eligen los libros desconocen los precios, ocupándose sólo de la idoneidad del material para los alumnos. El problema del costo resulta una cuestión de las editoriales, de la empresa privada por tanto, y deberían ser los ciudadanos que tantas quejas tienen los que, a través de los cauces de participación democrática pertinente, profundizasen en ese asunto, al ser los libros de texto y resto de materiales artículos de primera necesidad.
La verdad, querido diario, no quería extenderme en exceso con el asunto, pero me parecía oportuno explicarte con detenimiento estos aspectos, para evitar malentendidos.
Me gustaría hacer una muy breve reseña a la llegada al nuevo Gobierno, que ha planteado acabar, de manera gradual, con los efectos de los recortes perpetrados por Rajoy y sus huestes, al menos en lo referente a los docentes y ratios, pero que, por el momento, no ha derogado nada sustancial de la LOMCE, porque parece que hay otras prioridades mucho mayores que la Educación de nuestro país.
Reconozco que no tengo ni idea de como debe ser una buena ley educativa, al menos en su totalidad, pero lo que si tengo claro son dos cosas:


  1. Las directrices europeas, neoliberales, sobre Educación van a marcar, como hasta ahora, todo, optando por una Educación cada vez más vacía de contenidos, que impida a nuestros alumnos tener unos conocimientos profundos y criterio propio. Este aspecto ya te lo contaré con más detenimiento en otra ocasión.
  2. La nueva ley debería partir de una negociación entre los partidos y los sectores implicados, para dejar de marear la perdiz y utilizar la Educación como un arma electoral.
Como dije, iba a ser breve y, por tanto, aquí acaban mis reflexiones por hoy. 
Nos vemos pronto, querido diario.

lunes, 24 de septiembre de 2018

IDIOTARIO (CII)

Cuerpo de élite: cuerpo con unas proporciones y/o musculatura que se puede utilizar como canon de belleza, pero no en calendarios benéficos si eres bombero en Zaragoza.


Déficit de atención: patología que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención de manera permanente en las actividades desempeñadas por el individuo como... ¿De qué estaba hablando? ¿Qué hago yo en este blog?


Estimo: Es un engaño en un negocio o venta.


Ilusionismo: campaña electoral.


Justicia divina: justicia con mucho glamour.


Perico: hipocorístico de Pedro, utilizado en especial por aquellos Pedros consumidores de cocaína.


Prensar: acción de reflexionar apretando mucho.


Residuo: conjunto musical de dos personas especializadas en la segunda y séptima nota musical.



jueves, 20 de septiembre de 2018

VIDAS SECUESTRADAS

"La injusticia, siempre mala,
es horrible ejercida contra un desdichado"

Concepción Arenal


Hace tiempo comenté que el robo de recién nacidos durante el franquismo y parte de la democracia constituía una de las mayores atrocidades, tal vez la mayor, ocurrida durante el siglo XX en este país. Durante las dos últimas semanas he estado dando vueltas al asunto y, tras un análisis más o menos afortunado, he visto con meridiana claridad que si alguien quisiera saber en que consistió el franquismo y parte de la Transición bastaría con analizar el atroz y sistemático hecho. 
Antes de comenzar me gustaría que el amable lector pinchase en este enlace y leyese con detenimiento la parte izquierda de este blog, al que sólo se puede acceder por invitación. 


En efecto, personas buscando a sus padre, hermanos haciendo lo mismo con otros hermanos, en algún caso gemelo. Una tragedia que se prolonga hasta nuestros días y que creo merece toda la atención de los ciudadanos, de los medios de comunicación, que no de información, y, por supuesto, de los políticos (cosa poco probable).
Cuando estalla la Guerra Civil los golpistas, siguiendo las directrices de Mola, y, poco más tarde, el ansia de acabar con toda resistencia de Franco, consideran que los republicanos carecen de todo derecho, entre ellos el de la vida, extendiendo esta política a sus hijos, a los que, en determinados casos, separan de sus familias (son secuestrados) para ser criados en hogares más afines al nuevo Régimen. Esta política criminal, que con posterioridad siguieron dictaduras como la de Pinochet o la de los militares argentinos, representa a la perfección los primeros años del franquismo: aplastar al vencido, humillándole, apaleándole y, si es menester, matándolo. La excusa era la lucha contra el rojo, contra el comunismo. En este período se estima que fueron separados por la fuerza de sus familias unos 30.000 bebés (un 10% del total).
Durante este período las atrocidades se suceden, pudiendo llegar a esperar los inhumanos miembros del Régimen a que una mujer dé a luz para, de manera inmediata, ser fusilada y dar a su bebé en adopción.

https://www.diagonalperiodico.net/saberes-global/30000-menores-robados-del-franquismo.html

Sin embargo, este tráfico humano ilegal, en algún momento, debió empezar a proporcionar una gran cantidad de dinero a los que lo realizaban. No conviene olvidar que los bebés separados a la fuerza de sus familias iban a recaer en familias afines al Régimen dictatorial franquista, personas con un alto poder adquisitivo en su gran mayoría. En ese momento, se olvida la justificación basada en que actuaban para evitar que los enemigos del Gobierno aumentasen en un futuro y todo el entramado se encamina a la ganancia de dinero, traficando con los bebés de familias poco pudientes o, con el paso del tiempo, de familias trabajadoras.
Este segundo paso se puede entender como una evolución también en el franquismo. El dictador ya está asentado con firmeza en el poder, tras el fin de la II Guerra Mundial, de la que, a pesar de todo, sale reforzado, gracias, entre otros a Churchill. Ya no se trata de luchar por permanecer en el poder, al menos de manera primordial, y sí de vivir dentro del Régimen, que parece no va a tener nunca fin. Dos de los pilares básicos de éste sistema son la Iglesia y las clases altas, ambas implicadas en el tráfico de niños. La Iglesia, que, a través de religiosos que trabajan en los hospitales, se encargan de parte de este negocio sucio y las clases altas, que son tanto los receptores, como los promotores de este hecho, pues no debemos olvidar que para llegar a ser médico o enfermera, si no era monja, se debía provenir, al menos en aquellos años, de familias acomodadas.


https://www.abc.es/20110126/espana/abci-robados-ninos-sigue-produciendose-201101261106.html

Además, también podemos ver otra características del franquismo: las persona de a pie no tienen derecho alguno cuando los elementos más fuertes de la dictadura desean pisotearlos o tienen ciertas "necesidades". Esa España, con la que tanto se llenaban la boca, eran ellos y sus caprichos. Por supuesto, en las altas estancias estas prácticas mafiosas y criminales eran conocidas, pero había que mantener contentos a aquellos que constituían el más firme apoyo. Se trata, por tanto, de un Régimen corrupto hasta los cimientos, donde, siendo adepto a los principios de quien manda, se puede hacer lo que se desee, sin armar mucho "ruido", a ser posible.
Un observador externo podía pensar que este macabro sistema finalizó en 1977 o, a lo sumo, en 1978, pero, por desgracia, existen pruebas de que se extendió, al menos, hasta 1990. Tal vez como consecuencia de una ley promulgada en 1987 por el PSOE, que asignaba todos los trámites relativos al nacimiento a las Administraciones Públicas.




Por supuesto, esta actuación impune de cierta parte de la sociedad española, muestra a las claras lo que representó la Transición: las misma élites económicas seguían al frente del país, aceptando que unos pocos nuevos, se incorporasen a ese reducido club. La Transición no se trataba de dotar la país de una Constitución al país, aspecto, más o menos, pactado de antemano con EEUU y apoyado por Alemania, cayado sobre el que reposaba el PSOE. En realidad la Transición consistía en que los de siempre siguiesen el frente (aún siguen, aunque muchos de sus vástagos se vistan de progres).
Volviendo al asunto que ocupa esta entrada parece oportuno reseñar que las estimaciones sitúan en 300.000 el número de niños  secuestrados en España, para lucro de unos y satisfacción, carente de todo tipo de escrúpulos, de otros.

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/01/110128_espana_ninos_robados_lr

Por supuesto, investigar sobre este asunto en profundidad va a resultar muy difícil, si no imposible, porque una parte de esos niños secuestrados fueron a parar a las familias "principales" de este país, que aún hoy siguen ocupando puestos de honor en las distintas instituciones y empresas. Esos hijos secuestrados en este momento copan muchas de los lugares de poder de España e intuyo que, primero sus padres y, tal vez, muchos de ellos, no querrán remover un pasado turbio y terrible. Tal vez por ello sea mucho más productivo hablar sobre donde van a descansar lo huesos del viejo dictador asesino o insistir una y otra vez sobre criminales como el torturador conocido como el Billy el Niño, o sobre hechos puntuales como el asesinato de Las trece rosas, que buscar una verdad que haría tambalear muchas conciencias y que daría satisfacción a una parte, silenciada, de los ciudadanos españoles que sólo buscan justicia y conocer a sus seres queridos y, muy importante, en su mayoría aún vivos.
Un saludo.

lunes, 17 de septiembre de 2018

EN LOS PEORES DÍAS

Sentado en el banco, mirando al río de manera distraída, recordaba como, hacía menos de una semana, yacía desnudo en el lado derecho de la que durante un tiempo fue también su cama. En su mente, como ocurrió aquel día, escuchaba esa estrofa: "I will make it go away, can't be here no more. Seems this is the only way . I will soon be gone these feelings will be gone. These feelings will be gone ", desgranada por la inconfundible voz de Jonathan Davis. En su recuerdo también aparecía ella, ocupando desnuda la izquierda de su lecho. Por supuesto, ella no oía la predicción del vocalista de Korn, que sonaba en su cabeza, como ahora. De hecho, sabía que a ella no le gustaba ese tipo de música. Algo más que añadir a la larga lista de incompatibilidades que habían ido descubriendo durante este tiempo. 
Ese día había vuelto a ocurrir, una vez más, había practicado sexo de manera instintiva, con una impulsividad casi atlética, desprovisto de todo aquello que en realidad buscaba y que se le antojaba indispensable para que todo cobrase el sentido necesario, incluidos los pequeños actos rutinarios de su vida diaria.
El silencio que se extendía entre ellos tras los embates furiosos, le permitió pensar en los últimos años y en el camino que había recorrido hasta llegar allí. Hasta alcanzar esa nueva ausencia. Rememoró lugares, rostros, oportunidades, problemas, anhelos cumplidos, despedidas, desilusiones, madrugadas de alcohol y alejamiento; alejamientos, mejor en plural. Todo en un perfecto orden, aunque no siguiendo una línea temporal. El criterio de aparición de nombres, caras, sitios seguía un principio básico: lo que cada una de ellas había aportado a su vida o, por qué no, lo que se había llevado de ella. En este recorrido interior subir a una montaña podía dejar paso a una noche de sexo repetitivo, casi hasta la saciedad, a modo de despedida, para, acto seguido, rememorar una noche de Navidad con buen vino y una pizza de una cadena de pizzerías como cena y preludio de unos magníficos días.
Lo que servía de hilo conductor a todos estos acontecimientos, rostros, nombres es que, en ningún caso , él quiso hacer daño a ninguna de ellas, aunque sabe que, en ocasiones, resultaba inevitable porque nada es tan imposible como domesticar los sentimientos y la esperanza de ser correspondido suele ser lo lo último que se pierde. Tampoco él había querido salir damnificado de ese juego de búsqueda, pero, por desgracia, el dolor, provocado por la sensación de fracaso, se encontraba aparejado a la experiencia, como ocurre en cualquier otro ámbito de la vida. Lo sabía bien. Conocía a gente, demasiada, en su opinión, cuya situada, desde hacia tiempo, en el rango difuso que existe entre el desconsuelo y el tormento. Amistades, conocidos, a los que que vivir el siguiente segundo les supone un reto desgarrador. Sin embargo, sabía que, en su caso, el fracaso, esa sensación que se había convertido en vieja compañera, estaba aparejada a circunstancias reversibles, no a una forma estable de abordar la vida.
El día declinaba y la luz horizontal, proveniente de un sol casi engullido por el horizonte, dotaba al río y a la arboleda que le flanqueaba de un colorido magnífico, que dejaba entrever ribetes del otoño. Su estación favorita. En la que nació y, según intuía él, en la que se encontraba si atendía a lo que esperaba fuese la duración de su vida. Le encantaba el otoño. Le encantaba la luz crepuscular. Le encantaba ese momento, ese preciso instante, en el que se encontraba. Allí, mirando, sin otro objetivo que dejarse envolver por todo lo que sus ojos eran capaces de contemplar.
Por un resquicio de colores y se coló la idea de tener paciencia en la búsqueda, o lo que fuese. Desterrar la idea de que, a cambio de compañía física, todo valía la pena. No. No todo valía la pena y no se trataba de compañía física. Ya había vivido la impresión de acarrear toda la soledad del mundo, durmiendo día tras día junto a alguien. Había conocido a mujeres, que habrían dejado todo por él, pero ellas no eran lo que buscaba o no era el momento o... No sabía muy bien.
Todo ello le llevaba a cuestionarse si encontraría lo que perseguía, o, mejor dicho, lo que quería: sentirse querido, amar, convivir, reír... Ser él mismo, disfrutando de otra persona que también es ella misma. En momentos como ése, una vez más, dudaba que alguna vez lo conseguiría, incluso pensaba que tanto esfuerzo no merecía la pena, pues conseguir el objetivo se planteaba casi imposible. Vivir como ahora, a salto de mata, tampoco se planteaba como la peor de las opciones, porque, cada cierto tiempo, iba surgiendo algo. Sí, sería mejor así. No buscar nada serio y vivir al día.
Había tomado la decisión. La mejor decisión de todas, la que no le haría daño y le permitiría vivir sin la preocupación
En ese instante una voz femenina le dijo hola. Giró su cabeza hacia la derecha y vio a Marta, una mujer que le había presentado una amiga,  con la que había hablado dos veces. Las dos ocasiones en que habían hablado, de manera breve, ella le había causado causó una buena impresión, no sólo física. La segunda vez se había planteado que debía volver a quedar con ella, con más calma, pero hasta hoy no había habido ocasión.
Él devolvió el saludo, cuando ella ya se había alejado unos pasos. Ella correspondió levantando la mano derecha y moviéndola de manera perceptible, gesto que acompañó con una sonrisa, mientras proseguía su camino. Él pensó que tenía que volver a verla, porque tal vez nada de lo que había pensado hasta ese momento tenía valor y empezó a canturrear en voz baja el final de la canción Du hast: "Willst du bis zum tod der scheide . Sie lieben auch in schlechten tagen", aunque tuvo la precaución de olvidarse el adverbio negativo nein, con el que concluye la estrofa.

jueves, 13 de septiembre de 2018

DISIMULANDO

Nadie quiere que seas tú mismo.
Quieren que seas la versión de ti mismo 
que a ellos más les gusta.

Un amigo mío defiende que lo que necesitan mucha de esas personas que se quejan por todo, y de casi todo, es pasar por una guerra. No comparto el extremismo de mi conocido, pero sí el trasfondo de lo que plantea, que no es otra cosa que la sensación de que una parte de personas, con un poder adquisitivo medio reivindica como aspectos por los que luchar, casi revolucionarios, cuestiones vacuas, dignas de personas sin verdaderas preocupaciones. Reivindicaciones vacías de contenido y que, con un poco de suerte para algunos, acaban convirtiéndose en banderín de enganche para pícaros, que desean vivir del cuento. Y, tal vez, ése constituya el mayor acierto de la gente detenta el poder económico: desviar la atención de los verdaderos problemas, dando, de paso, de comer, muy bien, a cierta gente sin escrúpulos, que se alza como abanderado de causas pretendidamente nobles, que en nada contribuyen a repartir la riqueza, luchar contras las desigualdades reales, ni tan siquiera a conocer la realidad del mundo que le rodea. En otras palabras: se trata de dar voz a aquellos que no van a cambiar nada de lo sustancial.
Tal vez ésto duela más cuando, por cuestiones profesionales, tienes acceso a la vida de niños desfavorecidos de verdad y comprendes que a esas pequeñas personas nadie les va a ayudar y mucho menos estos profesionales de la distorsión y las consignas. La visión urbanita y acomodada de estos líderes de opinión, que en algunos casos han llegado hasta lo más alto gracias a su cuna, supone un retroceso para la dignidad de los que en realidad necesitan ayuda. Al final, estos niños, adultos y ancianos se convierten en una estadística, fría y arrojadiza siempre que la ocasión se preste a ello. Porque lo que subyace en todo ese movimiento liberador de los débiles, sin que importen en realidad los que ellos consideran débiles, es una lucha por el poder, utilizando la superioridad moral que les proporciona, o ellos creen que les proporciona, acordarse de aquellos que se encuentran en peor situación, reivindicando la necesidad de una vida más justa para ellos.
En realidad, una parte significativa de estos voceros de la estadística y de la vida acomodada, no se relacionan en su vida diaria con aquellos a los que dicen defender. Lo hacen, si llega el caso, de manera ocasional y siempre con su correspondiente fotografía o vídeo. Los que en realidad luchan por mejorar, día a día, la vida de las personas que lo necesitan no aparecen en los medios contando lo solidarios que son.
Esta gente bien, que en algunos casos provienen de familia bien y llegan a alcanzar en poco tiempo un lugar relevante en su profesión (como si la eugenesia fuese una realidad), nunca han conocido la necesidad, pero si parecen tener una cierta preocupación por las necesidades de aquellos que no han tenido tanta suerte en su pasar por este planeta. Nada más lejos de la realidad. En el fondo, han mamado que la mejor forma de que nada cambie es criticar cuatro cuestiones insustanciales, cuando no falsas (fruto de modas adoptadas y promocionadas por esas élites). Ponerse a la cabeza de la manifestación, gritando las consignas que interesan resulta una manera extraordinaria de dirigir la atención hacia donde ellos desean dirigirla. Con ellos se obvia, por ejemplo, que ellos han llegado donde están, en muchas ocasiones, por ser hijos de... Y qué mayor injusticia que el nepotismo, el enchufismo y demás tratos de favor.
Esta cuestión, que puede parecer baladí, ilustra de manera clara la finalidad última de esta élite, que por un lado se declara solidaria y por otro aprovecha sus ventajas.
Debajo de esta élite existe una tropa numerosa de estómagos agradecidos, esos que harían carrera en el franquismo, con el PSOE y con Stalin, que se apuntan a cualquier causa con tal de medrar, en especial de lo Público (éso que la delirante Carmen Calvo dijo que no era de nadie). Esta casta de profesionales de la divagación sirven de muestra para saber qué moda han impuesto las élites que no pretenden cambiar las estructuras reales. Su discurso, contradictorio y surrealista, basado en esas estadísticas de las que hablábamos antes y que, por lo general, suelen presentarse de manera descontextualizada y artera, para despistar  a cuantos más mejor, son el altavoz necesario de los amos. Los amos necesitan profetas de su buena nueva y estos mercenarios de las causas pérdidas son su herramienta indispensable. Constituyen el eslabón necesario entre esas élites y la gente normal, que debe recibir esas consignas. Estos asalariados contribuyen a la labor creando en su discurso un contexto irreal, pero ajustado a las necesidades de las élites pensantes y suyas propias, para seguir medrando. No importa cambiar, o intentar cambiar, el sistema que lleva a eso, resulta más eficaz hablar de minorías, de excluidos, de estadísticas.
Debajo estamos nosotros, que podemos creer o no esas soflamas (cierta gente las cree; como otra gente, o ésa misma, cree en extraterrestres) y otras personas no tenemos esa necesidad de sentirnos manipulados, cuando no maltratados, por esas mentiras repetidas hasta la saciedad.
Tengo la seguridad de que lo que más me molesta de esta gente progre es que ellos viven genial e intentan ocultar que quieren seguir viviendo de esta misma manera. Al menos los neoliberales y/o la derecha no ocultan que ellos quieren ser los amos del cortijo y, como mucho, podrás conseguir algo mejor cuando mueras. Ambos constituyen los enemigos de la igualdad de oportunidades y del reparto de la riqueza, pero, al menos, unos no intentan disimularlo.
Un saludo.

domingo, 9 de septiembre de 2018

RADIOGRAFÍA

A veces no se sabe lo que se quiere, pero sí se es consciente de lo que no se desea.
En otras ocasiones la cuestión es la inversa: se conoce aquello que se anhela y, como resultado indirecto, se identifica todo aquello que no se pretende vivir.
Tal vez, lo interesante sea llegar a la disposición de saber lo que se quiere y lo que no se quiere, en especial tras un hecho traumático, que ha dejado al árbol sin hojas y sin necesidad de que llegue la primavera que vuelva a poblar las desnudas ramas. El fin del invierno se presenta como una cuestión de tiempo; de biorritmos anímicos, que nadie sabe cómo nacen ni por qué.
Resulta evidente que la única forma de detectar aquello que buscamos, que no buscamos o que nos deja indiferente es probando, acertando, equivocándose. Aceptando el acierto y el error, sobre todo éste último, como condición sine qua non para llegar a un lugar nuevo (o retornar a un estado similar al anterior, pero con una experiencia más el zurrón). 
Puede que la acumulación de experiencias de fracaso pueda minar la autoestima de manera momentánea, pero, como casi cualquier actividad humana, esta sensación se diluye ante la aparición de una nueva expectativa que, por lo general, surgirá fruto de una búsqueda, mayor o menor, activa y, más o menos consciente. En este sentido, el tiempo funciona como aliado y también como enemigo.
Como aliado, porque en su sucesión lineal se acaban encontrando nuevas oportunidades, nuevas expectativas, que llenen, de una u otra forma, de sensaciones positivas, más o menos fugaces, nuestro biografía.
Como enemigo, porque en nuestra cabeza podemos pensar, durante esos períodos de vacío, de búsqueda, que se nos escapa el tiempo entre los dedos, sin que sepamos hacer nada para utilizarlo de manera adecuada, sin ser capaces de hace honor a ese precioso tesoro que nos han prestado y que tiene una fecha de caducidad desconocida, pero cierta.
Tal vez, casi seguro, una y otra sensación sean fruto de nuestra subjetividad, capaz de hacernos llegar a lo sublime y a lo intrascendente con un insignificante cambio en las variables que nos rodean. La relevancia de la mirada interior, de la química en estado puro, para caminar con paso firme o para dejarse llevar ante lo cotidiano.
Creo que existe una circunstancia nada desdeñable que se debe tener en cuenta: la creencia previa en la existencia de lo sublime o la negación de ello. Reconozco que puede tratarse sólo de una cuestión semántica, o de imagen, personas que muestran, de manera interesada, una forma de ser, que no tiene que coincidir con lo que piensan en su fuero interno. Sea como fuere, el convencimiento previo de la existencia de ciertas situaciones deseadas genera, por un lado, un movimiento hacia el lugar donde se puede encontrar aquello que se busca y, como dijimos cuando hablábamos del tiempo, una frustración por no llegar a esa meta, aunque se lleve tiempo caminando hacia la consecución de ese objetivo.
De cualquier manera, intuyo que todos, o casi todos los seres humanos, caminan o han caminado hacia esas perspectivas ideales. Escribiendo ésto pienso que la verdadera vejez llega cuando, sin haber conseguido acceder a aquello que se desea, se renuncia a ello de manera definitiva, rindiéndose con armas y bagajes. Ésta es la verdadera, y más importante, derrota.
Aunque pueda parecer inoportuno, por obvio, durante todas estas líneas previas no hablaba de ambición, ni de conseguir dinero, poder o cuestiones similares. Todos estos párrafos, más o menos afortunados, han versado sobre sentimientos.
Un saludo.

jueves, 6 de septiembre de 2018

IDIOTARIO (CI)

Barquillo: nombre con el que se conoce a los establecimientos donde los clientes consumen bebidas y comida por parte de los lugareños de Cádiz, que suele ir precedido de las palabras vamos al...


Documental de la 2: somnífero.


Fake news: manipulación periodística de toda la vida de dios.


Morera: árbol de tronco recto, copa abierta, de hojas caducas ovaladas, que produce unos frutos denominados moras, que todas siguen la religión islámica.


Mundo rural: entorno con baja densidad de población, caracterizado por la importancia de las actividades agrarias, distinguible con facilidad por el uso intensivo por una parte significativa de sus habitantes de gorras de Caja Rural o piensos Biona.


No ser capaz de hacer la o con un canuto: disgrafía transitoria provocada por el consumo de cánnabis o  marihuana fumada.


Sonidos graves: sonidos cuya vida corre peligro.


Teléfono de emergencias: cualquier teléfono en el que se escucha a la suegra decir que va a venir a pasar unos días en casa.


Tostón: tosta muy grande con forma de lechón asado.

lunes, 3 de septiembre de 2018

POCAS GANAS

Reconozco que en estas últimas semanas escribir en este blog no ha constituido una de mis preferencias. Salvo alguna excepción no encontraba excesivo interés en abordar ciertos temas, por no considerar que tuviesen enjundia suficiente o por verlos como una vuelta de tuerca más de asuntos ya manidos.
Tenga como ejemplo el lector el asunto catalán: una lucha en torno a unos lazos de plástico, en la que los contendientes sólo buscan conseguir rédito político, aún a costa de tergiversar la realidad y de convocar a los más extremistas de uno y otro bando, para satisfacer sus ansias de notoriedad. Lazos que piden la libertad de unos presos encarcelados en prisiones gestionadas por uno de los partidos políticos, el más votado de todos ellos, que se indigna por la permanencia de dichos presos en la cárcel. Lo tienen fácil, tienen la llave para que su salida sea una realidad. Por un lado critican, pero por otro ejercen de carceleros. Sinsentidos y demagogias varias.
Sí, escribir sobre asuntos, que podíamos llamar cotidianos, genera cierto hastío. No parece aportar nada al que suscribe e intuyo que a muchos de los que leen estas líneas. 
Vayamos al tema del dictador Franco, varias rectificaciones sobre lo que hacer y a qué dedicar el mausoleo construido sobre la sangre y las condiciones de semiesclavitud de los derrotados. Sin embargo, siguen existiendo miles de personas, anónimas, que fueron asesinadas por el bando del dictador y que siguen enterradas en cualquier lugar, incluido el Valle de los Caídos. ¿Qué se hace para cumplir la voluntad de familiares y ciertas sentencias judiciales que desean o conminan a inhumar sus cuerpos y darles sepultura en los lugares elegidos por los familiares? Vende más, para una minoría hablar del genocida, del uso del Valle de los Caídos, pero dar respuesta al ciudadano anónimo, al que lucha por lo suyo, no ocupa titulares ni debates entre absurdos personajes, que copan, a sueldo, las parrillas televisivas.
Cuando escucho que se va a crear una Comisión de la Verdad para determinar que fue el franquismo siento vergüenza, mucha. Considero que bastaría estudiar la Historia de este país en profundidad, tal vez conocer a los personajes bastaría para desprestigiarlos y, en algún caso, para desmitificar a otros, como a ése al que los líderes socialistas en el exilio no le saludaban en el funeral de su padre, también socialista, por una carta al final de la guerra donde renegaba hasta de su padre, para abrazar la causa revolucionaria.
Tal vez, lo más interesante de todo lo ocurrido en las últimas fechas haya sido lo del sindicato de los trabajadores del sexo. No conozco en profundidad quiénes han impulsado esta asociación, aspecto crucial para saber de qué palo van los promotores y su finalidad, pero me resulta un asunto fascinante. Pocas dudas caben respecto a que en lo referente a la prostitución existe un mercado negro de tráfico de personas, casi siempre mujeres (a veces niños), que debe ser perseguido de manera implacable. También existe una variante en la que mujeres ejercen la prostitución por obligación económica, una muestra más de un sistema económico con muchos, muchos fallos. Pero también existen personas que ejercen la prostitución o trabajan en el mundo de la pornografía, mujeres y hombres, de manera voluntaria (desconozco el porcentaje) y que han elegido ese modus vivendi como forma de ganarse la vida. ¿Por qué no dotar a esa personas de derechos, y deberes, como al resto? ¿Por qué está el sexo por medio y eso quebranta la moral de estos progresistas conservadores que nos han tocado en suerte?
Uno se acuerda del tema del aborto suscitado hace unas semanas en Argentina, salvando las distancias, y piensa: ¿si existe, por qué no explicitar unas normas que intenten evitar, en la medida de lo posible, los abusos o la mala práxis? Nadie debería estar obligado a ejercer la prostitución, aspecto punible, pero el que quiera hacerlo, al menos que tenga un cierto marco de seguridad.
Todo esto lo dice alguien que jamás ha usado los servicios de una prostituta ni lo hará, pero que piensa que existe una realidad a la que hay que dar respuesta.
Cuando escribía esto me acordaba de las feministas que jamás irá frente a un prostíbulo a luchar contras la esclavitud a la que son sometidas otras mujeres y a su huelga feminista y pensaba: ¿que ha cambiado desde hace seis meses que tuvo lugar para las mujeres? El único cambio significativo que he constatado ha sido el acceso al poder de un Gobierno con mayoría de mujeres donde los dislates de la Vicepresidenta (el número uno sigue siendo un hombre) se han sucedido uno tras otro y donde las rectificaciones de ellas y de ellos se han sucedido a velocidad de vértigo. Cambios, ninguno sustancial.
Durante estos días me ha surgido una duda: Donald Trump lleva casi dos años en la Casa Blanca, me gustaría saber cuántos votos recibiría en unas elecciones en este momento. No tengo tan claro que fuese a sufrir una severa derrota en la urnas.

http://www.m-x.com.mx/2018-07-23/una-encuesta-senala-que-la-aprobacion-de-trump-en-estados-unidos-aumento-a-su-maximo-nivel/

Tal vez todo se deba al mismo fenómeno que está empezando a dar la cara, ya no sólo en las urnas, en Europa. Neonazis organizándose, varios millares, para tomarse la justicia por su mano. Una posible agrupación de fuerzas de extrema derecha para presentarse a las elecciones al Parlamento de Europa... Señales todas en la misma dirección: un resurgimiento de las posiciones de extrema derecha como respuesta al neoliberalismo que ha campado a sus anchas durante treinta años, con las funestas consecuencias que todos sabemos. Y, por desgracia, el olvido de lo que supuso dicha ideología para el mundo, tanto por parte de los ciudadanos como de las élites políticas, que han apostado por la desregulación, la preponderancia de los financiero sobre lo tangible y, el enterramiento de derechos ciudadanos y de la dignidad humana en pos de un ideal neoliberal, que ni es ideal ni es neo. De nuevo surge el asunto del desconocimiento de la Historia, de enterrar los hechos entre ideales, absurdos, y soluciones mágicas y fracasadas. Aprovecharse unos pocos de todos los demás basándose en la ignorancia.
Creo que voy a parar de escribir, pues me he animado y esto está quedando largo. Al final sólo era cuestión de ponerme frente al teclado e ir largando. Ya sé el truco para la siguiente vez que sienta pereza.
Un saludo.