miércoles, 30 de noviembre de 2011

LO QUE VA DE AYER A HOY

ANTES LA DEMOCRACIA CONSISTÍA EN EL FAMOSO DICHO: UN HOMBRE, UN VOTO



VOTO QUE SERVÍA PARA QUE LOS POLÍTICOS ELEGIDOS LLEVARAN A CABO, EN MAYOR O MENOR MEDIDA, UN PROGRAMA ELECTORAL 
QUE SOLÍA SUPONER MEJORAS PARA LOS CIUDADANOS




AHORA LA DEMOCRACIA SIGUE CONSISTIENDO EN LA FÓRMULA UN HOMBRE UN VOTO



LA DIFERENCIA RADICA EN QUE LOS POLÍTICOS ELEGIDOS NO PRESENTAN PROGRAMA ALGUNO Y SÓLO PIENSAN EN RECORTAR SERVICIOS Y DERECHOS A LOS CIUDADANOS QUE LES HAN ELEGIDO


martes, 29 de noviembre de 2011

NOTICIAS ABSURDAS, O NO.

A un tipo se le hinchan los cojones y tira por la calle de enmedio. Dicha decisión le permitió llegar con mayor prontitud al centro sanitario donde le dianosticaron epididimitis, siéndole administrado el tratamiento común para estos casos. 


La Familia Real se muestra reacia al copago sanitario. Fuentes de la Casa Real, que han querido permanecer en el anonimato, declararon que no son partidarios de retocar el actual sistema sanitario español. "No somos partidarios del copago. Deseamos que todo quede como hasta ahora. ¿Para que vamos a pagar si vivimos muy bien de esta manera? Entre todos nos pagan la sanidad, la educación, las vacaciones...", explicó esa misma persona.

Disney se querella contra un logopeda por cumplir con su trabajo. Todo comenzó cuando el pato Donald, hasta los cojones de que no le entendiera ni Dios, decidió acudir a un logopeda para mejorar su pronunciación. Tras una serie de sesiones la mejora en la dicción del famoso ánade fue notoria, por lo que los guionistas tuvieron que esforzarse en crear diálogos coherentes, pues antes, como no le entendía nadie, podía largar cualquier cosa. Los guionistas ante semejante aumento de la carga de trabajo demandaron un aumento de sueldo, teniendo que acceder la citada multinacional del entretenimiento a las presiones de dichos profesionales. Tras este hecho, la corporación puso el asunto en manos de sus abogados que han demandado al logopeda, exigiendo una indemnización de cuatrocientos cuarenta millones de dólares y un perro piloto al desconcertado profesional del lenguaje. Por cierto, ahora que se entiende lo que habla, hemos descubierto que a Donald quien de verdad le pone no es Daisy. Su media naranja, la que le pone brutote en palabras suyas, no es otra que Clarabella.

Una persona, de sexo femenino, relata en medio de un grupo de compañeros que participa en una acción social de corte religioso que da de comer a decenas de familias que no tienen ningún tipo de ingreso. Cuestionada dicha persona sobre su percepción de la situación actual ha contestado: "Yo siempre he votado a un partido de derechas". Parte del auditorio, que contemplaba hasta ese momento con admiración a tan caritativa dama, ha torcido el gesto al asociar que dicha mujer es partidaria de un sistema que ha provocado la situación de una parte significativa de las personas a las que "atiende" y que, a la espera de los recortes venideros, acabarán dependiendo de la caridad de esas mismas personas que defienden un sistema que les empuja a la miseria.

Un emprendedor renuncia a las subvenciones para montar su empresa. "Me considero un emprendedor de verdad y creo que no necesito dinero de todos, él de los impuestos, para sacar mi empresa adelante", declaró esta persona. Ante semejante planteamiento un tipo de la C.E.O.E. no ha dudado en tildar a este emprendedor de rojo, bolchevique, masón, cara de piña y apóstata. Rouco Varela no se ha pronunciado al respecto, todavía está rezando por el buen gobierno de este país.

Un agente de la C.I.A. es sorprendido espiando a Belén Esteban. Tras ser pillado in fraganti el azorado agente secreto ha declarado: "Estaba concluyendo mi período de entrenamiento. Esta era la última prueba que consiste en ser capaz de averiguar algo que la Esteban no haya contado en público. ¡Cachis! Estaba a punto de aprobar el curso y va el Jorge Javier, me tira los tejos y me ligan de marrón." Exclamó, visiblemente contrariado el cazado agente secreto.

Angela Merkel, en unas declaraciones realizadas ayer, se mostraba partidaria de que sean los mercados los que regulen la economía. Siguiendo su doctrina una serie de personas ha intentado venderla en el mercado, para poder calibrar su valía. Dichas personas, cuyos nombres responden a las siglas A.N.G.I., C.A.C.A, D.E.L.A., V.A.C.A., se llevaron la sorpresa de sus vidas al comprobar que no sólo no les ofrecían dinero por la dirigente germana, los compradores exigían dinero a los vendedores para llevarse a la teutona a casa.

Pulpo, el conocido personaje de Pocoyó, sigue una cura de desintoxicación debido a su dependencia del alcohol. "Todo parecía ir muy bien. No faltaba el trabajo, teníamos el reconocimiento del público, el ambiente entre los actores era fenomenal, pero, poco a poco, el trabajo se volvió repetitivo. La falta de diálogos y sonreír todo el rato se convirtieron en un infierno. Además, cada vez actuábamos con mayor frecuencia: en la televisión, en saraos publicitarios, en cumpleaños... y al final no tenía vida privada. Ha sido todo muy duro y el alcohol fue una forma de escapar, de evadirme. Afortunadamente conocí a una sepia que no pertenecía al mundo del espectáculo y ella me ayudó a darme cuenta de mi situación. Ahora soy feliz junto a ella y a nuestros tres sepipulpos", manifestó el conocido actor infantil. "Mi próximo proyecto es realizar un film bélico cuyo título será: "Echemos una mano al soldado Ryan", concluyó el famoso cefalópodo.

Iñaki Urdangarín se muestra sorprendido ante la cuantía de dinero que había en sus cuentas y ante el número de las mismas. Una amigo de toda la vida nos ha confirmado que el miembro de la Casa Real siempre ha sido despistado, muy despistado. "De hecho a él lo que le gustaba era el waterpolo y por un error, debido a su despiste natural y a que en ambos deportes se coge el balón con la mano, acabó practicando el balonmano".

Un hombre presume de que su hijo no se ha resfriado en todo el invierno. Tras un detenido análisis de todos los datos, los expertos han llegado a las siguientes conclusiones: el hombre no tiene hijos, lo único que hay vivo en su casa, aparte de él, es una cobaya, dicha persona necesita una revisión de la vista con urgencia. "Nos extrañaba que existiera un niño que no cogiera ni un misero resfriado en los meses de frío", añadió uno de los expertos.

En breve se producirá el cambio de gobierno en España. El acto seguirá el siguiente protocolo: Angela Merkel dará una patada en el culo al presidente saliente,  del que, como hace bastante tiempo que no sale en la tele, no me acuerdo del nombre y, acto seguido, acariciará el lomo del presidente entrante, del que, como lleva más de una semana encerrado en su despacho, tampoco recuerdo el nombre.

Una  persona homosexual rechaza el matrimonio gay. "Si llego a saber como es este tío con el que me he casado se hubiera casado con él Rita la Çantaora. ¡Maldita la hora en que aprobaron el matrimonio gay y me junté con este tarado!", manifestó el protagonista de la noticia, visiblemente enfadado. Rouco Varela aún no se ha manifestado, sigue rezando por el buen gobierno de este país.

domingo, 27 de noviembre de 2011

TRABAJAR ¿CASTIGO DIVINO? (AL MENOS LO INTENTAN)

 Existe una corriente de opinión muy extendida, especialmente entre los teóricos neoliberales, pero también entre parte de los ciudadanos, que defiende que aquel que se encuentra en situación de desempleo lo está porque así lo desea. Incluso insisten en que les interesa más cobrar el paro, porque son unos vagos, que trabajar. De todo habrá en la viña del Señor, sería absurdo negarlo, pero uno tiene para sí, y conoce a unos cuantos parados, que la gran mayoría de ellos están deseando trabajar. No sólo éso. Con bastante frecuencia muchas de estas personas, especialmente si llevan bastante tiempo en paro, acaban padeciendo enfermedades de tipo psicológico, debido a lo angustioso de su situación.
Los mismo que no dudan en tildar de vagos a todos aquellos que no tienen trabajo, obvian aspectos como las cada vez más penosas situaciones laborales a que nos abocan sus políticas neoliberales. De la misma manera estos tipejos no tienen ningún problema en ocultar que ciertos EREs son prescinidibles, de hecho algunos son revocados por la administración. De igual forma ocultan que una parte de esos parados son producto de las prejubilaciones de esas mismas multinacionales que tanto ganan y a las que tanto apoyan. Tampoco cuentan estos mismos tipos como en bastantes ocasiones son tales las condiciones laborales que les presentan los presuntos contratadores (sueldo, misero, disponibilidad horaria sin límite, en algún caso poner vehículo propio por la filosa..) que sale más rentable seguir en el paro, cobrando más, igual o un poco menos, que trabajar para un empresario que dispone de ti a cambio de un salario de miseria. Tal vez, todos estos mentecatos que tildan de vagos a todos y cada uno de los parados se olvidan de algo importante: la dignidad en el y del trabajo. Trabajar para vivir, no vivir para trabajar, especialmente si ésto último no es una opción y viene impuesto por las condiciones leoninas a las que los empresarios someten a los trabajadores, este debe ser el lema, el principio rector de nuestra sociedad. El resto es ruido o basura ,generado de manera interesada por un reducido grupo de acaparadores y por sus mamporreros.
Creo que este vídeo de la O.I.T., conmemorativo de su 90 aniversario, aclarará convenientemente hacia donde debemos ir, porque, ante todo, somos personas y debemos utilizar al ser humano como medida de todas las cosas, desterrando ideas tan estúpidas y fascistas como la regulación  de nuestra vida, y el de nuestras sociedades basándonos en una pseudorreligión: el neoliberalismo.


 

Un saludo.

viernes, 25 de noviembre de 2011

NUEVO ACERTIJO

ADIVINAR QUE PERSONAJE DE LOS QUE APARECEN A CONTINUACIÓN, CUYO SUELDO SALE DE LOS IMPUESTOS  QUE PAGAMOS TODOS LOS ESPAÑOLES, DEFENDÍA HASTA BIEN POCO LA SOLVENCIA DE LA BANCA ESPAÑOLA Y EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS DEFIENDE QUE CADA REESTRUCTURACIÓN Y CADA QUIEBRA DE UN BANCO VA A SER LA ÚLTIMA.






PISTA (PORQUE NO TODO EL MUNDO TIENE QUE SABER DE ECONOMÍA): LLEVA GAFAS, APARECE TRAJEADO Y LA CUANTÍA DE SU PELO ES PROPORCIONAL A SU ACIERTO RESPECTO A LA BANCA.

jueves, 24 de noviembre de 2011

ADIVINANZA FESTIVA

ADIVINAR, SIN CONSULTAR WIKIPEDIA, A QUE ACTOS DE LOS QUE FIGURAN A CONTINUACIÓN NO HAN SIDO INVITADAS ESTAS PERSONAS



¿SERÁ A ESTA CELEBRACIÓN?


 ¿A ESTA OTRA?




¿QUIZÁ A ESTE ACTO?




O, LO MÁS PROBABLE, ES QUE
NO LES HAYAN INVITADO A ESTA OTRA FIESTA


miércoles, 23 de noviembre de 2011

ACCIÓN REACCIÓN (II)

Una vez analizados algunas, repito, algunas, de las cuestiones que nos han llevado aquí, no pretendo extenderme en asuntos tratados con anterioridad en otras entradas, y si centrarme en mi perspectiva, equivocada o no, sobre el asunto.
Es bien cierto que un parte significativa de los ciudadanos que han votado han elegido como representantes suyos a miembros del Partido Popular, alcanzando una mayoría absoluta en el Congreso que le deja las manos libres a Mariano Rajoy para tomar aquellas medidas que considere necesarias para "solucionar" los problemas que tenemos, que realmente se reducen a dos o a uno, según se mire: la falta de crédito y el paro. Las agencias de calificación y la Merkel ya le han dado una palmadita en el lomo al gallego para que tome las "medidas necesarias", es decir, recortes presupuestarios y de derechos que "favorezcan la economía" y el futuro presidente, muy probablemente, seguirá los dictados de sus "mentores" foráneos. Y ante ésto, ¿qué debemos hacer? ¿Callar porque ha obtenido mayoría absoluta? ¿Conformarnos, para que no nos quiten más? o ¿Echar la culpa de lo que nos pasa a los funcionarios o a los inmigrantes?


Hombre, lo de callar o cargar el mochuelo a otros, posiblemente los menos culpables de todo el tinglado, parece de cobardes. Entiendo que cierta gente no se podrá permitir el lujo de hacer huelgas, pero si podrá ir a sentadas, manifestaciones o firmar manifiestos. Todos y cada uno de nosotros somos responsables de lo que ocurra de aquí en adelante. Apuntarnos, de una u otra manera, a las diferentes movilizaciones contra los recortes, como ya hemos hecho con el PSOE, debe ser una forma de manifestar nuestro descontento. En un principio es normal que los ciudadanos esperen resultados del partido ganador, pero si éstos no llegan pronto las cañas tornarán lanzas y la cosa no está para muchas alegrías. Mucha gente está agotando, o ha agotado, su prestación por desempleo y la cosa no pinta bien en absoluto para todos ellos y los recortes venideros no parecen augurar que el porvenir de una buena parte de esas personas sea nada halagüeño. No se trata de revoluciones ni nada por el estilo. El objetivo es tomar la calle y reivindicar lo nuestro.
Posiblemente algunos lectores consideren que soy un botarate con ansias revolucionarias, puede que tengan razón, pero desde hace mucho no creo en revoluciones y sí en acciones continuadas que cambien las cosas, mediante la presión ciudadana (en el fondo, aunque ahora parezca lo contrario y estén haciéndonos ver que no contamos muchos, los políticos temen que la gente se eche a la calle, les atosiguen con sus demandas y les recuerden que están arriba para cumplir con los ciudadanos. De hecho ante el 15-M, en un principio, los partidos no supieron como responder).
Si alguien cree que la gente no se hecha a la calle no tiene más que ver a los docentes de varias comunidades autónomas, a los trabajadores de la sanidad catalana, a estudiantes, a asociaciones de madres y padres, a organizaciones contra los desahucios, al movimiento 15-M... Tal vez el problema sea una cierta desunión, pues cada uno defiende lo suyo, pero, como en el caso de la educación en Madrid, donde sí que se han unido diversos sectores, las acciones están incomodando a Esperanza Aguirre y, especialmente, a su Consejera de Educación, la Figar.


Los sindicatos, una vez más descolocados, deben ocupar su verdadero lugar, la defensa de los derechos de los trabajadores, pero esa cuestión llevará tiempo, pues la somnolencia, que arrastran desde hace años, debe ir desapareciendo progresivamente, ganándose así el respeto de los trabajadores y su adhesión; mínima en este momento por su compadreo con el gobierno saliente.
Todos debemos reivindicar lo nuestro si queremos conseguir algo. En ese sentido, aunque pueda parecer extraño, podríamos aprender de la Guardia Civil. Un cuerpo militar, jerarquizado y tremendamente anquilosado vio nacer en su seno un sindicato que fue cobrando fuerza, a pesar de la represión interna (inherente a la organización) y, progresivamente, ha ido conquistado derechos para sus afiliados mediante acciones constantes, que han tocado los cojones a las autoridades. Autoridades que han ido cediendo poco a poco sobre ciertas cuestiones.  Tal vez en ese sentido, guste más o menos, son un ejemplo sobre como plantear las cosas. Acciones continuas, no necesariamente estruendosas, sirven para hacer saber al político de turno con quien se juegan los cuartos y que siempre les/nos tendrán enfrente.
Existe la posibilidad de que alguien alegue que hay que dejar gobernar al P.P. un tiempo prudencial. Efectivamente, hay que dejar que gobiernen y que saquen adelante sus medidas. Igualmente, cuando estas medidas atenten contras los intereses generales, los ciudadanos tenemos el pleno derecho de hacerlo notar, manifestando nuestro malestar e intentando modificar las intenciones del Gobierno.
Por cierto, por si alguien tiene la intención de demonizar el uso de la calle, la huelga, las proposiciones de ley mediante recogida de firmas, la denuncia ante los tribunales de determinadas leyes... Antes de demonizar la utilización de estas fórmulas que se acuerden de que no hace mucho tiempo había miles de personas en el centro de Madrid manifestándose contras medidas del gobierno del PSOE, bien  en nombre de las victimas del terrorismo o de no se sabe que historias, pues en una misma manifestación se pedían cosas variopintas, igualmente cabe recordar como la ley que permite el matrimonio entre personas homosexuales está recurrida en el Tribunal Constitucional. Lo que demuestra que estas herramientas de protesta no son potestad de nadie y todo el mundo las utiliza para defender sus legítimos intereses.
Me gustaría hacer una reflexión final. Esta batalla no se ganará, ni se perderá, en diciembre ni en enero ni en febrero. Tampoco se ganará o se perderá en España.  Si esto sigue así quedan dos o tres años duros, hasta que las urnas, u otro proceso igualmente legítimo, se lleve a tomar por saco a todos estos neoliberales europeos, especialmente, y los que les sucedan aprendan la lección. El sistema está podrido y las soluciones que se proponen ahora sólo sirven para hacerlo agonizar más tiempo.


Vendrá gente que intente hacer cosas nuevas y que, posiblemente, tampoco den con la solución, pero al menos habrán reconocido lo que dijo Trichet (nada sospechoso de ser un rojo peligroso) cuando se despidió: esto es una crisis sistémica y, añado yo, con ligeros retoques el sistema no va a seguir funcionando, porque está carcomido por dentro, lo único que generará será el sufrimiento de mucha gente que sólo aspira a tener una vida medianamente digna.
Un saludo.

P.D.: A uno le parece que la subida de U.P. y D. es una de las peores noticias para el P.P. a medio y largo plazo, porque, además de robar votos al P.S.O.E., puede, igualmente, quitar votos al P.P. cuando éste genere desencanto entre los votantes. Este dato es importante, pues hasta ahora no había un partido que pudiera recibir con "naturalidad" los votos desencantados del P.P.

P.D.2: Probablemente se acerquen tiempos duros para la mayoría si el partido vencedor de las elecciones escucha con atención los cantos de sirena de Merkel y los mercados; pero que nadie piense que los especuladores, los mercados, no van a hincar el diente a la Deuda Pública española o donde pudieren porque Rajoy siga los dictados de unos y otros. Y mucho menos que nadie piense que la Merkel se va a poner del lado español cuando esto ocurra. En esta barca viajamos sólos, pero rodeados de tiburones que están esperando alimentarse con lo que caiga o con lo que asome. Que nadie lo olvide.

martes, 22 de noviembre de 2011

ACCIÓN REACCIÓN (I)

Cierto derrotismo, llamémosle así, se ha instalado entre muchas personas de mi entorno. Dicha sensación no tiene sólo que ver con la victoria del P.P., que, a los sumo, lo que contribuye es a acrecentar la visión negativa del presente y el futuro. Más bien se trata de un percepción generalizada de que un tipo de sociedad, la que hemos conocido hasta ahora, parece hallarse en quiebra, sin posibilidad alguna de remisión; esperándonos tiempos de restricciones y pérdidas de derechos. Además, basándose en extraños arcanos, algunas de esas personas parece que focalizan la génesis de esos problemas sobre el ciudadano de a pie, "ese gran dilapidador de recursos individuales y colectivos". Pues yo digo: no. Esta sensación, real, forma parte de una maniobra interesada, auspiciada por unos pocos: los que se están lucrando con lo que está ocuriendo o los que aún pasándolas canutas ,tienen mucho más que perder que que ganar si todo esto cambia. 
Tal vez deberíamos ir poco a poco; desmontando falacias, buscando culpables (va siendo hora de señalar a los culpables),proponiendo soluciones y, ante todo, considerando el medio y largo plazo.
Una de las mayores estupideces que se oyen por doquier es esa que dice: "no hay dinero para pagar el estado del bienestar". Sería fácil alegar que algunos de los países europeos más pujantes tienen un estado del bienestar tremendo, infinitamente mejor que el nuestro. Por ejemplo: Alemania, Finlandia, Holanda o Austria. Con este argumento bataría para desmontar la tremenda herejía que supone asociar estado de bienestar a países pobres o con escaso nivel de desarrollo. Igualmente sería fácil desbaratar la idea disparatada que defiende que el estado de bienestar genera déficit. Bien al contrario, el dinero invertido revierta al estado de varias formas: menos parados, mayor recaudación impositiva o en aspectos más intangibles como la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos (que, por tanto, usarán menos los servicios y generarán menos gastos a las administraciones), mayor formación de los ciudadanos, lo que bien encauzado puede contribuir a generar, a medio y largo plazo, mayor riqueza o, para uno que viaja a menudo una cuestión importante, unas carreteras mejores contribuirán a que disminuya el número de accidentes de trafico, con las consiguientes víctimas, especialmente los heridos, que además de la desgracia personal suponen un gasto sanitario considerable.  En resumen: invertir puede suponer un gran ahorro a medio y largo plazo (atentos a lo de medio y largo plazo porque es más importante de lo que parece).



Pero no, tampoco va a ser este argumento el que voy a utilizar para demostrar que si hemos llegado a esta situación, reversible, es a causa de unos políticos sumamente necios, que encima no tienen ningún sonrojo a la hora de hablar de situaciones insostentibles.
Cuando hablamos de estado de bienestar, de cuadrar las cuentas, siempre solemos incidir en el gasto; craso error, pues miramos donde quieren que miremos, hacia el lugar donde a los que poseen el gran capital les beneficia. Veamos a lo que me refiero.
Cuando hablamos de unos presupuestos equilibrados, lo que no significa sin déficit, sino sin un gran déficit, que no es lo mismo, podemos hablar de gastar lo justo, de ingresar lo necesario vía impuestos y/o de que las administraciones generen ingresos de otras formas. Vamos a empezar por aquí, para abordar después el capítulo de la recaudación.
Cuando me refiero a generar ingresos por parte de las administraciones, especialmente por parte de la central, planteo la posibilidad de conseguir dinero gestionando empresas públicas (¡oh Dios el anatema, la empresa pública!) como por ejemplo: Loterías y apuestas del estado, la banca pública de ciertos Landers alemanes o del algún estado estadounidense, multinacionales como Renault o la eléctrica italiana ENEL.
¡Por Dios, empresas públicas! Pues sí, empresas públicas que reporten dinero al estado a cambio de un servicio. En este país hasta hace apenas dos décadas había una significativo número de empresas públicas, que generaban beneficios, además de empleo. CAMPSA, Endesa, Telefónica, Argentaria eran algunas de los nombres que eran de todos. Progresivamente, estas empresas se fueron privatizando, pasando de ser el empleo en empresas públicas del 12% a algo más del 4%. Tras el Reino Unido hemos sido el país más "privatizador de puestos de trabajos" de Europa. Parecía que todo iba a ser fantástico: el Estado iba a ingresar un dinero, la competencia iba a beneficiar al ciudadano... ¡Bobadas! Nadie en su sano juicio considera que es rentable vender, en algunos casos malvender, una empresa que genera beneficios año tras año. Los beneficios acumulados siempre serán muy superiores y, por si fuera poco, tenemos el caso de ENEL, con cerca de un tercio del accionariado directamente o indirectamente controlado por el estado italiano. ENEL, la empresa eléctrica italiana, uno de los gigantes del sector, es la corporación que cotiza en bolsa con mayor número de accionistas de toda Europa. Es decir, que incluso los particulares pueden beneficiarse de dicho estatus de empresa pública, o semipública en este caso. Pero uno intuye que cuando la eléctrica italiana reparte beneficios el estado se lleva un pico, que revierte en todos los ciudadanos.
Yo nací en una ciudad donde hace tiempo se privatizó el servicio de aguas, esa que podría haber sido una fuente sustancial de ingresos, aún más, de muchos ayuntamientos, que ahora se quejan de no tener dinero. Obvio los comentarios que me hacía un trabajador de dicho servicio, trabajador que desempeñaba su labor  desde antes de que fuera privatizada, que como podrá comprender el lector no eran nada gratificantes, pero a uno no le entra en la cabeza que un servicio que da bastante pasta se ceda, en las condiciones que sea, a una empresa privada. Si el negocio produce beneficios, muchos, ¿para que dárselo a una empresa? Cierto que los ayuntamientos reciben dinero, pero si la empresa tiene para pagar al ayuntamiento y, por supuesto, es capaz de ganar dinero, ¿cuánto dinero estamos regalando a la empresa privada? Dinero que ahora nos vendría de perillas. Por cierto, una vez más el precio ha subido exponencialmente y la calidad de la misma ha disminuido, igualmente, de manera exponencial.



¿Y la competencia? Lo de la competencia entre multinacionales es una milonga. Baste ver la diferencia de precios de carburantes entre estaciones de servicio, mínimos, con unos precios dirigidos, subiendo y bajando acompasadamente, según los dictados de las grandes multinacionales. Tres cuartas partes de lo mismo pasa con la empresas de telecomunicaciones o con las eléctricas, sectores ambos investigados por pactar precios. El caso de la banca es sangrante, como ya expuse en una entrada anterior. Aquí no sólo se trata de ganar dinero, sino de que este fluya entre pequeños y medianos empresarios y entre los consumidores y, a fecha de hoy, la única que podría hacer ésto es la banca pública.
Como se puede comprobar el estado tenía fuentes de ingresos, pero pareció buena idea en las décadas que van de la del ochenta hasta la actual, privatizar empresas que eran de todos y que generaban beneficios a todos. Alguien podrá alegar que de no haber vendido ahora tendríamos más déficit. Tal vez, pero lo más probable es que no fuera así, pues las ganancias generadas por esas empresas habrían, como poco, suplida esa falta de dinero por no vender dichas corporaciones y, además, tendríamos en nuestro poder, el de todos los ciudadanos, esas empresas.
Además habríamos evitado otro problema: la deslocalización de algunas empresas, el ejemplo más claro es el de Teléfonica. Dicha política, la de la deslocalización, provoca un mayor número de parados en nuestro país, cuya prestación ha de salir del bolsillo de los ciudadanos.
¿Realmente fue tan buen negocio privatizar estas empresas? ¿Como colectivo hemos salido beneficiado de este tipo de políticas? ¿A quién ha favorecido realmente este tipo de actuaciones privatizadoras que comenzaron con el gobierno de Felipe González? Aquí dejo estas preguntas y me dispongo a abordar el segundo punto, el relativo a los impuestos.
Mucha gente, como dije con anterioridad, repite la estupidez aquella que reza que el estado de bienestar no es sostenible. Curiosamente, las personas que repiten eso y que están en el poder o revoloteando en torno a él, son los mismos que han defendido y defienden la bajada de impuestos, aspecto éste que, casualmente, ha favorecido infinitamente más a los más acaudalados.
La pregunta parece obvia: ¿qué se ha conseguido bajando los impuestos a los más pudientes? La respuesta parece clara: que el dinero esté cada vez concentrado en menos manos. ¿Esta bajada de la recaudación impositiva ha creado riqueza? Depende de lo que se entienda por riqueza. Si riqueza consiste en que todos tengamos cada vez más, aunque sea en forma de servicios, la respuesta es no. Si riqueza consiste en números chuscos como el P.I.B. la renta per cápita y medidas estadísticas que distorsionan la realidad, la respuesta puede ser sí y actualmente ni eso. Si riqueza consiste en que el coeficiente de Gini tienda cada vez más a cero en nuestro país (lo que implicaría que las desigualdades han disminuido), la respuesta en un no rotundo.
Por tanto, el estado de bienestar es totalmente sostenible. Es más, con una economía sumergida en torno al 25% y una de las fiscalidades reales más bajas de toda Europa, con mucha diferencia, se pudieron aumentar en período de bonanza las prestaciones sociales.


Uno echa en falta que los que más tienen más paguen y que lo hicieran de una manera progresiva (lo de los rendimientos del capital es escandaloso). Tampoco sería descabellado exigir que el número de funcionarios dedicados a perseguir el fraude fiscal aumentase de manera evidente. De nuevo, una medida como ésta, que en un principio podría ser costosa nos resultaría muy rentable a medio y largo plazo. Tal vez, seguro, existe dinero para cuadrar las cuentas, pero no hay intención alguna de buscarlo, porque habría que pisar algún callo a los poderosos y eso no interesa a los que se han aupado la poder y a los que lo van a dejar, no se diferencian mucho los unos de los otros. El sistema que les permite medrar lo sostienen aquellos a los que deben meter el dedo en el ojo y "nuestros representantes" tienen muchos defectos, pero saben bien lo que les conviene.
Por hoy ya he aburrido bastante al lector y creo que sería muy apropiado dejar algo para mañana.
Un saludo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

FE DE ERRATAS

El mapa que acompañaba a la entrada "El mundo árabe a día de hoy" contenía errores garrafales, como un lector, que junto con sus amigos han pasado un buen rato con dicho mapa, me ha hecho ver. Pido disculpas por ello, reconozco que sólo miré el Magreb, y espero no volver a cometer errores como éste. Sin embargo el resto del artículo, cuya información extraje de diversos periódicos y de alguna página web especializada en lo que se conoce como Primavera Árabe, no considero que contenga inexactitudes, más bien al contrario, como hemos podido comprobar leyendo la prensa durante los últimos meses.
Una vez más, disculpas y espero no cometer errores de bulto como el mencionado, aunque soy consciente de que es muy probable que vuelva a ocurrir.

domingo, 20 de noviembre de 2011

ANÁLISIS DEL RESULTADO ELECTORAL (REALIZADO EL VIERNES)

Esta entrada está escrita el viernes, por lo que no conozco los resultados de las elecciones cuando redacto estas líneas, al menos desconozco cuantos diputados y senadores de unos y otros han pillado cacho y cuantos otros se han quedado fuera (de hecho la entrada está programada para aparece en el blog el domingo a las ocho de la tarde, por lo que existe la posibilidad de que el lector tampoco conozca los resultados cuando lea ésto). Sin embargo, osado yo, voy a hacer un pronóstico sobre el resultado de dichas elecciones para la gran mayoría de nosotros, para los ciudadanos de a píe. 

 GANA EL 
POR MAYORÍA ABSOLUTA
RESULTADO: GANAN LOS MERCADOS,
PERDEMOS TODOS


GANA EL
CON MAYORÍA SIMPLE.
PACTA CON PARTIDOS NACIONALISTAS DE DERECHAS.
 RESULTADO: GANAN LOS MERCADOS,
PERDEMOS TODOS.



GANA EL
CON MAYORÍA SIMPLE.
PACTA CON LA DERECHA NACIONALISTA.
 RESULTADO: GANAN LOS MERCADOS,
PERDEMOS TODOS




GANA EL 
POR MAYORÍA ABSOLUTA.
DIOS EXISTE Y REALIZA MILAGROS LOS DOMINGOS.
RESULTADO: GANAN LOS MERCADOS,
PERDEMOS TODOS.

sábado, 19 de noviembre de 2011

EL SILENCIO ATRONADOR DE LA TRANQUILIDAD

Cuando hace unos días, alguna semana, traté el caso del niño con "dislexia" recuerdo que una de las cuestiones que aparecían en mi mente de manera continua era la tranquilidad. Tranquilidad para hacer; tranquilidad para aprender; tranquilidad para madurar. En definitiva: tranquilidad para vivir, tranquilidad para ser. 
Como el lector habrá comprendido no me refiero, en exclusiva, al niño catalogado con ese trastorno de la escritura, ni mucho menos. La tranquilidad a la que me refiero, que recurrentemente aparece con forma de demanda imperativa en mi, se plantea como una necesidad en todos y cada uno de nosotros en algún momento de nuestras vidas. El estilo de vida que muchos de nosotros tenemos, a veces nos lo autoinflingimos, que nos arrastra de manera silenciosa y continua hacia el siguiente paso, sin haber degustado el paso actual, se convierte en un sinsentido rutinario y, a veces, peligroso para nuestra salud mental.
Una de las cuestiones que nos ha robado la actual forma de ver el mundo es nuestro tiempo. La perspectiva mercantilista/consumista (más dinero tienes/más puedes consumir) en la que vivimos envueltos, de manera voluntaria o involuntaria, sólo nos deja ojos para ganar dinero, usar rápido y tirar o arrinconar el producto, volviéndose a repetir la dinámica todas las veces que estemos dispuestos a aceptarlo. ¿Para qué? Para tener más que el de al lado o lo último en tecnología, aunque no seamos capaces de sacar ni una cuarta parte de partido posible a tal virguería electrónica. O lo que es lo mismo: para acaparar sin otra perspectiva que la de acaparar lo que las autoridades de lo cool nos vendan como acaparable.
Para nadie es un secreto que hay que trabajar (aquelque pueda) para poder adquirir el último artilugio, el coche más chachi o la ropa de marca mas guay y a veces se deben pencar muchas horas, tantas que en muchas ocasiones días enteros de la semana parecen creados exclusivamente para inmolarlos al dios trabajo, perdiendo parte de nuestra vida en ello. Esas  horas extras, ese sábado o domingo bien pagado (a veces el empresario o la multinacional te obligan, pero en otros casos es voluntad del currito) permiten adquirir el Jandeclander X3, que te da un masaje que se caga la perra y que dentro de un mes estará arrinconado en cualquier lugar, porque la perra, de tanto cagar, ya tiene diarrea.
Antes de seguir me gustaría una aclaración que considero necesaria. Tal vez ciertos lectores, con razón, me maldecirán por escribir sobre trabajo , "ese bendito tesoro",de una manera tan frívola. ¡Con la que esa cayendo! Mi inconsciencia no llega al extremo de obviar que existen millones de conciudadanos sufriendo por la imposibilidad de encontrar trabajo. Pero uno lo que pretende, más que hablar de la situación económica actual, es disertar sobre estilos de vida imperantes, elegidos o no, y la tendencia pretérita, presente y futura que las élites gobernantes, tanto económica como políticamente, nos presentan como la mejor de las mejores. Realizada esta aclaración seguiré tratando, con mejor o peor fortuna, el tema que nos ocupa hoy.
Creo que nos quedamos, antes del inciso, en la diarrea de la perra y el ansia de consumir, mucho y rápido, sin disfrutar en muchos casos del producto adquirido con el frenesí del niño que se le antoja algo y lucha por conseguirlo con todas sus fuerzas.
Muy probablemente ese ansia acaparadora de productos que pierden su atractivo en muy poco tiempo, sea lo que mejor defina aquello que no es la tranquilidad de la que hablábamos al principio. El proceso que concluye con el olvido del cacharro en cuestión está jalonado de prisas, tiempos tasados,  largos desplazamientos, momentos de espera en caravanas, colas... y un postrero desinterés, que en muchas ocasiones surge con una rapidez pasmosa. En definitiva: el proceso se convierte en el protagonista, no siendo tan importante el momento y el disfrute calmo del objetivo una vez conseguido, como todo lo que conlleva su posesión.
Sin embargo, uno que tiene períodos de su vida plenos de ansiedad , ha comprendido, aunque en determinadas ocasiones cueste ponerlo en práctica,  que es precisamente el proceso, el momento, lo que se ha de disfrutar y, por qué no, guardarlo en la memoria asociado al disfrute que generó en su momento (a veces pienso que hasta los recuerdos parecen estar tasados y sólo se asocian a acontecimientos presuntamente trascendentales, cuando lo idóneo sería que una parte de nuestras vivencias, las asociadas al placer, a la tranquilidad, fueran parte del bagaje que constituyera nuestra memoria y que al rescatarlas de ese lugar se dibujara una sonrisa, de mayor o menor calado, en función de la importancia o del bienestar de dicho acto pasado). Las pequeñas, o grandes, cosas, los pequeños, o grandes, momentos y, sobre todo, la forma que tengamos de vivirlos, de hacerlos nuestros, conforman todo aquello a lo que podemos aspirar. La tranquilidad para deleitarse con la mirada de tu pareja o de tu hijo; el placer de una conversación, posiblemente intrascendente; un paseo por el campo o por una ciudad conocida pero paladeada con detenimiento; una maravillosa comida o, por qué no, ese programa de la televisión que tanto nos gusta, todo, de una u otra forma necesita de esa calma, de esa tranquilidad que nos podemos otorgar y que constituye el mejor premio, el mejor regalo que podemos alcanzar, pues, en el fondo, esa tranquilidad, ese bienestar es saber estar con nosotros mismos y disfrutar de todo aquello que nos rodea, integrándolo en nosotros mismos tras haber explorado sin movernos cada esquina, cada recoveco, cada claro y cada umbría.
Reconozco que en el fondo toda la entrada se podía haber resumido en algo como ésto: parar,  buscar momentos de tranquilidad, cuantos más mejor,  encontrarse a uno mismo disfrutando de lo que se hace, es infinitamente más satisfactorio que cualquier premio material que nos podamos conceder. Es más este premio material, a veces tan deseado, de nada sirve si no se dispone de ese período de paz y tranquilidad que te permita disfrutar de él.
Yo estoy aprendiendo que lo más inteligente que puedo hacer por mi es, cuando se puede, buscar esa tranquilidad, ese disfrute de las cosas, por muy nimias que sean, y tras ello, invariablamente, encuentro varios días en los que me siento bien, a gusto conmigo y, por ende, con los y lo que me rodea. Tal vez ahí radique todo el secreto de ser: en tener tiempo para ser.
Un saludo.

viernes, 18 de noviembre de 2011

¡NI PATRIAS NI HOSTIAS! JUSTICIA SOCIAL

Hace relativamente poco leía en una revista de historia un reportaje sobre los indianos (españoles que emigraron a América con una mano delante y otra detrás, volviendo, años después con riqueza sin cuento) y me sorprendió que alguno de estos indianos eran catalanes, por ejemplo la familia Güell. Me sorprendió porque habitualmente la historia de Cataluña no se suele asociar con América, aunque parte de la revitalización del puerto de Barcelona en el siglo XVIII se deba al decreto antimonopolio sobre las importaciones provenientes de las colonias de ultramar, decreto emitido, si mal no recuerdo, durante el reinado de Carlos III, ése que fue recibido con gran fiesta en Barcelona a su venida de Nápoles. Decreto que permitió revitalizar una ciudad, Barcelona, que no pasaba por sus mejores momentos (de hecho tras Cádiz fue la ciudad española que más se benefició de dicho cambio normativo).



Reconozco que dicho artículo, él de los indianos, me sorprendió porque jamás había asociado el fenómeno de la emigración a América con ciertas regiones españolas y me sorprendió especialmente el conocer que parte del dinero invertido en la industria textil catalana procedía del dinero amasado por los indianos y no sólo por los indianos catalanes, un cierto número de retornados del Nuevo Mundo, originarios de otros puntos de la Península, también invirtieron en dicha región.
En resumen: como de costumbre, cualquier fenómeno social, aunque se pueda circunscribir a un territorio, en mayor o menor medida, siempre viene generado por gentes, ideas, capitales que proceden de lugares ajenos a ese terruño donde se producen los cambios. Mal que les pese a una minoría interesada en hacer girar el mundo sobre sus concepciones localistas y/o reduccionistas, que, en el caso de ciertos independentistas catalanes, callan cuestiones como ésta que no les interesa, aunque no tienen ningún pudor en hablar de la explotación que sufrió América a manos de los castellanos (muchos de éstos indianos se forraron manteniendo a trabajadores en estado de semi esclavitud).
Resulta aún más curioso considerar como los nacionalismos, sean del signo que sean (aunque uno siempre los consideran de extrema derecha por su xenofobia y/o racismo) siempre obvian aspectos peliagudos, por ejemplo todo aquello referido a como las élites del país o región en cuestión se hicieron millonarios. Dicha actitud no es casual, pues, generalmente, son estas élites las que impulsan (así ha sido desde el siglo XIX) estos movimientos nacionalistas (tengo para mi que un tipo que lleve tres años en el paro y no cobre ni un céntimo no se va a preocupar de la independencia de su región). Y lo hacen con una única finalidad: acceder al poder político. Sin embargo , detrás de todo ello hay una falacia, una mentira obscena, perfectamente envuelta en el caramelo de la libertad patria: el dinero, el poder va a seguir en manos de los mismos, con la diferencia de que ahora una parte del dinero público, el de todos los ciudadanos, va a estar gestionado por las élites que antes gestionaban el suyo y, como mucho, parte de ese dinero público. ¿Esa gestión más "cercana" va a suponer algo positivo para esos ciudadanos independizados? La respuesta es no, pues ahora hay que repartir el pastel entre los amiguetes y los colaboradores más cercanos, lo que genera un gasto suntuario, que antes no existía.


¿Esa independencia va a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos? La respuesta vuelve a ser no. Básicamente porque los nuevos gobernantes no están dispuestos a renunciar a cuestiones como las leyes de mercado, a la competitividad, a financiar los errores de la banca o a subvencionar a multinaciones... En definitiva no van a hacer nada para cambiar  todo aquello que contribuye a que ellos acaparen el poder desde hace décadas, cuando no siglos.  Aunque se arropen con la toga de la patria irredenta o del agravio de aquella otra patria extranjera, cruel y opresora, para justificar su existencia, cuando ellos llegan al poder los trabajadores propios, los de la patria irredenta, siguen perdiendo poder adquisitivo y derechos. Nada cambia, al menos para los que con su esfuerzo crean la riqueza de los países, sean  éstos patrias irredentas u opresoras.
La pretendida uniformidad de patrias opresoras o irredentas sólo tiene una finalidad: intentar que los ciudadanos olviden las verdaderas causas de las injusticias que no son otras que las desigualdades sociales, que ninguno de estos patriotas tiene intención de erradicar. El reparto de la riqueza, mediante la redistribución honesta de impuestos progresivos (aquél que más tiene que más pague), con la finalidad de que todo el mundo tenga acceso a educación de calidad, a una sanidad eficiente, a servicios de calidad para todas las personas dependientes, a un medio ambiente más cuidado... Todo lo demás son monsergas para que cuatro vividores sigan viviendo a cuerpo de rey a costa de todos los demás, propiciando con su actitud el enfrentamiento entre ciudadanos, que deberían permanecer unidos para buscar mejorar sus condiciones de vida, las de sus mayores, las de sus hijos, las de las personas dependientes que conviven con ellos...


Cuando cierta gente, que se dice dice de izquierda, comprenda que la patria, la nación o cualquier otro sinónimo, no es más que una forma de agruparse los ciudadanos y que los ciudadanos somos el fundamento, el principio y el fin, de cualquier forma de organización habremos dado un paso significativo. Se ha de gobernar por y para los ciudadanos, nunca a mayor gloria de ninguna patria. En estos momentos nos jugamos mucho. Muchísimo. El ataque del gran capital , mediante sus voceros neoliberales, a las conquistas que nuestros abuelos, nuestros padres, y nosotros mismos, hemos conseguido debe centrar todos nuestros esfuerzos. Elegir una opción política cuya única seña identitaria sea un trozo de terreno, un idioma o el queso de su pueblo es dividir fuerzas y facilitar que los que atentan contra nosotros, contra nuestros hijos, contra nuestros mayores, contra los dependientes, contra los más desfavorecidos socialmente... sigan ganando tiempo y robándonos derechos, nuestro dinero, nuestro presente y nuestro futuro.
Siento si a alguien le parece una diatriba panfletaria, pero lo que siento, y me sale del alma, es ésto. La izquierda siempre se ha identificado con las personas, no con pedazos de tierra y con fronteras.
Para terminar dejo un enlace de una entrada del blog de Miguel Jara donde se puede comprobar como un tipo que saca la nación a colación cuando quiere, Durán i LLeida, utiliza a "su patria" para justificar su actitud a favor del lobby farmacéutico:

http://www.migueljara.com/2011/11/11/duran-lleida-hace-lobby-para-las-farmaceuticas/

Un saludo.

jueves, 17 de noviembre de 2011

OTRA FORMA DE VER LAS ELECCIONES

Siempre se puede ver cualquier acontecimiento, por muy solemne o bufo que nos pueda parecer, con sentido del humor. Las elecciones del 20-N no constituyen una excepción y aquí podemos ver lo que algunos de nuestros mejores humoristas han ideado al respecto:












Un saludo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

REFLEXIONES ELECTORALES

Hace unos días hablaba con una amiga sobre las elecciones y  sobre lo que piensa hacer el domingo. Ella me transmitió que pensaba castigar al partido que siempre ha recibido su voto, no apoyándolo en esta ocasión, sin votar a ninguna otra formación. Mi reflexión fue la siguiente: nadie puede votar para castigar, todo el mundo debe votar, o no, según sus ideales y, sobre todo, según su conveniencia, no para castigar a Periquito o a Menganito. El voto, o su ausencia,deben contribuir a que las ideas propias se lleven a cabo, no a "castigar" a nadie.

Uno no entiende como puede haber personas que con sus políticas contribuyan a la quiebra de países, por dejarlos en manos de especuladores cuando tienen medios de sobra para parar dicha especulación. Tal vez sea por eso que escribo este blog y no tengo intención alguna de meterme en política, siendo capaz de anteponer unos zafios ideales o un puñado de votos al bienestar de millones de ciudadanos.
Cada vez comprendo menos la sinrazón y el despilfarro que suponen las campañas electorales. En nuestro país el futuro presidente del gobierno va a estar en manos de Sarkozy y Merkel y de sus políticas. Si estos no deciden que el BCE empiece a funcionar como un banco central el Presidente del Gobierno del Reino de España tendrá menos poder de decisión sobre la economía de España que Bob Esponja. ¿Son necesarias tantas alforjas para tan corto viaje?

El candidato que parece va a ganar no promete nada concreto. El que va a quedar segundo plantea hacer todo lo que no hizo durante años y los nacionalistas apelan a la necesidad de votarles para representar a sus territorios. En el fondo todos los partidos políticos citados, más alguno más, se rigen por el mismo patrón: nada quiero cambiar, y por eso quiero permanecer en el poder político, para asegurarme de que nada va a cambiar.

Los programas electorales de los dos grandes partidos se centran, fundamentalmente, en aspectos económicos que, encima, no pueden cumplir. Tal vez si obviaran por un momento la economía y consideraran que van a gobernar por y para personas a todos nos iría bastante mejor.

Si los partidos políticos realizan programas electorales, que los cumplan o no es otra cuestión, donde adelantan cuales son sus intenciones si consiguen el poder, por qué no, de igual manera, anticipan con quienes están dispuestos a pactar, y con quienes no, si ganan y no consiguen mayoría absoluta. Tal vez sirviera para saber a que atenernos, si no lo sabemos ya.

De la misma manera que se habla de voto de castigo se habla de voto útil. Lo importante en este caso parece ser a quien le parece útil. La utilidad del voto, algo totalmente subjetivo, debe ser para el elector, no para el político profesional. Mi sufragio debe hacer que yo me sienta a gusto con lo que he votado, no debe contribuir, al menos así me lo parece, a un bipartidismo feroz y antidemocrático.

Compruebo, tras votar por correo, que el número de partidos que se presentan por mi circunscripición ha disminuido sustancialmente, especialmente los que se presentan al Senado. La ley sobre el número de apoyos necesarios para poder presentarse a las elecciones, aprobada hace menos de un año con el voto favorable de P.S.O.E. y P.P. ,posiblemente tenga buena parte de culpa.

Durante el período electoral los partidos nos recuerdan lo importante que somos los ciudadanos para que funcione el sistema democrático. El resto del tiempo no hace falta que nos lo recuerden, de hecho evitan recordárnoslo.

A pesar de que el Senado sea una cámara de representación vacía de contenidos y sin apenas funciones sustanciales para el funcionamiento del sistema, tiene el honor de tener un sistema de elección bastante más abierto que el Congreso.  Tal vez sea por esto mismo por lo que se pueden permitir un sistema de elección más participativo que el de la Cámara Baja.

Sería muy curioso hacer un seguimiento profesional a todos aquellos senadores, diputados y resto de cargos políticos, electos o elegidos a dedo, que pierdan su puesto de trabajo tras las elecciones. Posiblemente si ésto se hiciera comprenderíamos mejor el funcionamiento de nuestros sistema "democrático".

Y acabamos con un poco de humor, que refleja la realidad de una manera cruda, pero simpática a la vez.


Un saludo.

martes, 15 de noviembre de 2011

TRABAJADORES ESPAÑOLES

Adivinar en el menor tiempo posible, y sin ayuda de ningún experto en la materia, cual de estos personajes recibirá la próxima Medalla al Mérito en el Trabajo.





Si ha elegido a la primera señora como ejemplo de toda una vida dedicada al trabajo, su concepto de trabajo se encuentra íntimamente ligado a la fiesta y, en general, a todo aquello que significa tener una vida regalada llena de cortesanos.

Por contra, si su elección es la segunda, tenga cuidado con los negocios que hace. Le recomendamos que antes de dedicarse a los negocios estudie astrofísica, pues los agujeros de tamaño descomunal no tienen ningún secreto para el susodicho personaje.

Tal vez el tercero haya sido su elección real. Lamentamos decirle que ha cometido realmente un error. En realidad este señor, que un día conoció la realidad del deporte de élite, hace tiempo que no se le conoce un trabajo real, simplemente gestiona entidades que en realidad no tienen ningún ánimo de lucro.

Efectivamente, entre todos los personajes que aparecen en la foto los que más han trabajado en las últimas décadas en este país han sido los dos personajes de dibujos animados ligeramente alopécicos, Mortadelo y Filemón, pues han conseguido provocar infinidad de carcajadas entre, al menos, tres generaciones de españoles.

lunes, 14 de noviembre de 2011

PRONUNCIAMIENTOS Y TOTALITARISMOS DEL PERÍODO DE ENTREGUERRAS

Lo que acontece en Italia y Grecia durante estos días ha conseguido crear una sensación de déjà vu en mi interior que por una lado me reconforta y por otro, el más terrible, me inquieta.
Posiblemente el lector que me sigue con cierta asiduidad no puede llegar a comprender como me puede reconfortar una actuación, rastrera hasta extremos inauditos, que ha acabado con dos gobiernos elegidos de forma "democrática". Debo aclarar que nada de lo que ha ocurrido durante estas fechas me hace la más repajolera gracia. Al contrario. Sin embargo, me resulta chocante, cuanto no divertido, observar como las dos personas más inútiles e irresponsables que existen en la Europa de principios del siglo XXI, Merkel y Sarkozy, recurren a algo muy similar a lo que utilizaban en España los militares durante el siglo XIX: a los pronunciamientos. Los pronunciamientos consistían, grosso modo, en un levantamiento militar para derrocar al gobierno, respetando siempre al jefe de estado (esa es la gran diferencia con un golpe de estado). Aunque el lector habrá detectado que en el caso español los insurgentes eran militares, que en muchos casos se jugaban la vida, y en los sucesos de Italia y Grecia no se otea a los militares por parte alguna, la estrategia es básicamente la misma: crear la situación (los militares, una parte de ellos, se sublevaban para que le siguieran otros, mientras que Merkel y Sarkozy ponen a los gobiernos a los pies de los caballos para que los especuladores o ellos mismos, negando los créditos, pongan en la picota a los gobiernos). Es evidente que uno siente más admiración por los militares españoles por un par de motivos. Contrariamente a lo que mucha gente cree, en el siglo XIX una buena parte de los militares eran liberales (los más avanzados ideológicamente de la época) y, además, tenían los cojones de dar la cara y muchos de ellos acabaron pagando su intento de "democratizar" el país con su vida. Evidentemente este arrojo no lo podemos encontrar en esa pareja de estultos neoliberales, con un toque cada vez más intenso de fascismo, que responden al nombre Sarkomerkel (como mucho se preocuparán de intentar camelarse a los electores cuando toque introducir en su país la papeleta en las urnas). Resulta curioso que los pronunciamientos del siglo XIX español los protagonizaran los liberales españoles y los "pronunciamientos" europeos del siglo actual los diseñen y ejecuten los neoliberales.
Hasta aquí el lado, si se me permite la palabra, chocante del tema: tienen que recurrir a tretas típicas del siglo XIX español para imponer su voluntad en el siglo XIX, pero, como dije en la introducción , existen elementos de preocupación extrema, generados por la actuación de estos dos tipos que se escudan en el Mercado para cometer sus fechorías.


 El aspecto oscuro, posiblemente trágico, de esta historia viene causado por otra cierta similitud de lo que acontece a día de hoy con otro suceso, esta vez del siglo XX: el auge de los totalitarismos, de los fascismos más concretamente; asociados, con la excepción de Italia, a la Crisis del 29.
Es bien sabido que tras el final de la Gran Guerra el mundo "civilizado" (exactamente el occidental y, entre los ciudadanos de estos países los más pudientes) se lanzaron con frenesí a disfrutar la vida y olvidar miserias anteriores. Sin embargo la Gran Crisis segó de raíz ese estado de euforia, generando paro por doquier, miseria y tensiones sociales (la historia empieza a parecerse a la actual ¿verdad?). Dicha situación económica contribuyó decisivamente a la llegada al poder de movimientos autoritarios de corte fascista en diferentes lugares de Europa (el ejemplo prototípico es Alemania), acabando con las democracias, más o menos reales, de muchos países (no debemos olvidar que en Grecia, Austria, Hungría, Croacia... triunfaron regímenes igualmente de corte fascista, filonazi o como narices queramos llamarlos). Además, estos movimientos, al menos el alemán y el italiano, aunque el acceso al poder de este es bastante anterior, contaban con el beneplácito de una buena parte de la gran y pequeña burguesía de sus respectivos países, pues, entre otras cosas, prometían ser los garantes del orden frente a los movimientos bolcheviques patrios y/o de la U.R.S.S.
En definitiva, los movimientos fascistas, que acabaron con las democracias formales de una parte significativa de los países europeos durante el período de entreguerras, ofrecían una ortodoxia, una seguridad, a cambio de minusvalorar la capacidad de decisión, cuando no la vida, de los ciudadanos de sus respectivas naciones. Todo en nombre de un bien común.
A uno, que tal vez vio demasiados capítulos de Expediente X, este proceso de deslegitimación de la voluntad del  ciudadano, tan de moda en los últimos tiempos, y que tiene como objetivo saciar el ansia insaciable de los mercados, sacrificando para ello el estado de bienestar, generando paro sin cuento y penurias sin compasión, le parece una nueva forma de desvirtuar la democracia, ya demasiado descafeinada per se. Como en el caso de los fascismos, surgidos y triunfantes en el período que siguió a la Crisis del 29, sistémica igual que ésta, las opciones tomadas por los neoliberales para intentar solucionar el entuerto, creado por ellos mismos, se fundamenta en la limitación de la soberanía popular, en la limitación de la voluntad del ciudadano, siempre en pos de un fin supremo. Fin supremos que, por supuesto, han elegido ellos (¿no recuerda en demasía a los movimientos fascistas?). Además, por si ésto fuera poco, la implementación de la ortodoxia neoliberal, que empieza a convertirse en una nueva doctrina político/económica/religiosa, acarrea la desgracia a un montón de ciudadanos que han visto menguados, cuando no cercenados, sus ingresos, pues el paro y la bajada de salarios han empobrecido a la gran mayoría de trabajadores. Item más, los recortes en Sanidad y Educación, traerán consecuencias a medio largo plazo para la mayoría de los ciudadanos. Como ocurre en el Reino Unido, las clases menos pudientes tendrán dificultades sin cuento para acceder a la formación universitaria, especialmente tras la tremenda subida de tasas y a pesar de la política de becas y, acabará ocurriendo. De igual forma, la privatización progresiva de la Sanidad puede que acabe por generar, como ya ocurrió en la Crisis del 29, un descenso en la esperanza de vida de los países (este mismo fenómeno ocurrió en Rusia tras la caída de la U.R.S.S., especialmente tras el proceso liberalizador tan  sui géneris que se produjo en dicho país).


Es evidente que someterse a eso que llaman mercados (estupidez supina en el caso de la crisis europea, pues la solución de buena parte de los problemas consistiría en que los dos estultos tipos que están cronificando esta crisis, Merkel y Sarkozy, permitan al BCE comprar deuda soberana, fabricando dinero que vaya directamente a los gobiernos, no a los bancos privados, para que dichos gobiernos inviertan, disminuyan el paro, que cuesta una pasta a las arcas públicas, y, de esta manera, reactivar la economía) es una nueva forma de fascismo, pues a los ciudadanos no nos consultan sobre que hacer cuando hay una crisis y, si hiciéramos una encuesta en Europa, seguro que la gran mayoría de los ciudadanos abogarían por erradicar privilegios a los más pudientes y repartir la riqueza de una manera más efectiva.


 Parece meridianamente evidente que los gobernantes europeos, ese cáncer, no están por la labor de acabar con los privilegios de unos pocos, solucionando con ello los problemas de muchos y es por ello que necesitan limitar la soberanía nacional de los países (¡ojo! no sólo cambiando gobiernos, también vendiéndonos una única opción política posible y convirtiendo la democracia en un mero hecho formal, que consiste en votar cada cuatro años, cinco o siete años, para poner al frente del gobierno a un tipo o a otro, que, independientemente de como se llame, va a hacer exactamente lo mismo que habría hecho el perdedor si hubiese llegado al poder). Necesitan limitar la soberanía, tratarnos como a niños, asustarnos, robar nuestro derechos, en otras palabras, actuar como actuaban los gobiernos fascistas del período de entreguerras, para legitimar a sus dueños, a los que con su dinero han contribuido que estos políticos, que dicen representarnos, hayan llegado al poder.
Evidentemente este movimiento de corte fascista está generando movimientos que se oponen a dicha forma de entender la política y el papel de las personas en la misma. Por un lado soy optimista. Desde hace un par de años pienso que el sistema está dando sus última bocanadas, aunque desde una perspectiva histórica una bocanada puede durar varios años, y que por ello está presentando su cara real, la de la tiranía del dinero, pues no tiene nada que perder. El agotamiento del sistema neoliberal, que con sus medidas está estrangulado a los ciudadanos, los que realmente pueden hacer que todo funcione, acabará en un colapso. Dicho colapso puede ser controlado, produciéndose un desmembramiento de todo el cuerpo doctrinal neoliberal, siendo sustituido por otro, o bien puede ser violento, acabando todo en un conflicto de consecuencias trágicas.
Sea como fuere, lo que parece claro que el sistema está implosionando, por mucho que nos quieran vender lo del auge de los países emergentes (algunos lo hacen por el alto precio que han alcanzado las materias primas que exportan, debido a la especulación, y otros, aún creciendo mucho, basan su crecimiento en burbujas inmobiliarias, trabajo en estado de semiesclavitud y en el deterioro rapidísimo de su medio ambiente, de donde extraen parte de sus finitas materias primas). Veremos cuando dura todo, veremos cuanto tiempo más tenemos que sufrir estas ideas fascistas de una minoría.
Un saludo.