domingo, 30 de junio de 2019

RELATOS

Él no había decidido nacer en aquella familia de delincuentes.
Él había decidido dejar pronto el colegio y juntarse con aquellos otros chavales, con los que se había iniciado en la delincuencia.
Él había decidido consumir con doce años los primeros porros y probar, poco después, otra drogas.
Él había decidido seguir delinquiendo cuando salió de la cárcel.
Él había decido realizar este atraco, que se había complicado.
Él no había decidido recibir ese disparo que sabía acabaría con todo en unos pocos minutos. 



Era consciente de que le quedaban horas de vida, a los sumo uno o dos días, y quería abordar aquel asunto, aquella preocupación, que desde hacía mucho tiempo le había atormentado y que nunca se había atrevido a afrontar. 
Habló con ella y la rogó que le permitiese sincerarse, que le dejase contar lo que llevaba años corroyéndole en su interior. Necesitaba sincerarse. Ella accedió y fue a buscarla. Un par de horas después un mujer joven, de unos veinticinco años, se encontraba frente a él, que con voz débil, pero firme, se dirigió a ella.
- Quería verte antes de morir porque tengo algo muy importante que decirte- explicó el moribundo.
- Dime lo que quieras, padre.
- ¿Sabes que soy padre tuyo? ¿Quién te lo ha dicho?
- Nadie. Lo he adivinado yo sola.
- Y por qué no me has dicho nada.
- Eras tú quien debía decírmelo a mí. Yo no elegí ser hija tuya.
- Pero...¿cómo lo adivinaste?
- Con diez o doce años sentía que me mirabas diferente al resto de niños de mi edad. Había un trato diferente. Cuando íbamos a misa, sentía que me mirabas desde detrás del altar de una manera especial. Con el paso del tiempo comprendí que en tus ojos había una mezcla de ternura y dolor, que en un principio no supe interpretar, pero un día alguien dijo, en plan de broma, que me parecía mucho al cura, a ti, y, de inmediato, empecé a atar cabos.
- ¿Por qué no dijiste nada? 
- Te repito que yo no elegí ser hija tuya. Considero que tú, o mi madre, debíais haber dado el paso al frente.
- Y... ¿qué pensaste durante todo este tiempo?
- En un principio estaba confundida. No sabía que hacer respecto al asunto. Tras unos meses decidí no hacer nada.
- ¿Y por qué venías todos, o casi todos los domingos a misa? ¿Querías verme?
- Es una buena pregunta. Te contaré que con quince o dieciséis años perdí la fe...
- Pero has seguido viniendo a misa - interrumpió el sacerdote.
- Sí, lo hacía por ver la hipocresía que podías desarrollar. Indicabas a tus feligreses cómo deberían ser y vivir y tú no dudabas en saltarte todos tus preceptos. Creo que acabó convirtiéndose en una acto de autoafirmación, en un recordatorio semanal de cómo no debía ser. 
- Lo que dices suena muy duro.
- Es lo que hay.
- Al menos - dijo el hombre- espero que me perdones por todo lo que hice.
- Lo único que tengo que agradecerte es haberme enseñado todo aquello en lo que no me tenía que convertir y, como consecuencia de ello, no voy a mostrarme complaciente e hipócrita con alguien, aunque sea un moribundo. No tengo nada que perdonarte. Me pareces un ser despreciable y eso es el fruto de lo que has hecho durante tu vida. Te lo repito: no esperes perdón de mi. En tal caso, perdónate tú a ti mismo o, si en verdad crees en tu dios, búscalo en él. 
Ella se levantó tras estas palabras, le dio un beso en la frente y susurró en el oído del hombre encamado:
- Espero que exista tu dios para que te pudras en el infierno que tan bien conozco.
Dicho lo cual abandonó la estancia con los ojos vidriosos.



Ambos se encontraban tumbados en esa cama, con las sábanas empapadas del sudor que el calor estival y el acto sexual, tan virulento como necesario, había provocado en sus cuerpo. En la habitación sólo se escuchaban dos respiraciones que volvían, poco a poco, a su ritmo normal. En ese silencio, roto por el aire expelido el recordó aquella vieja canción de Extremoduro que decía algo como: "Busco entre tus piernas la fe" y sintió que seguía militando en el bando del ateísmo.


lunes, 24 de junio de 2019

PROFESIÓN SOLEMNE

En unos meses cumpliría quince años en aquel convento. Desde que tuvo uso de razón, o desde que su memoria funcionaba, esa había sido su aspiración. 
La época del colegio y del instituto discurrió con normalidad. Suspendió algún examen en Secundaria, pero nunca tuvo que recuperar ninguna asignatura en septiembre. Se la podía definir como una alumna normal, que no se interesaba por los chicos ni, por supuesto, por las chicas. Dios no hubiese aprobado esa desviación. 
Al terminar este período, con dieciséis años, ingresó en el postulantado y con uno más comenzó el noviciado. Tras varios años de haber tomado los votos temporales, a los veinticuatro años fue admitida a la profesión solemne, consagrando su vida a Dios. Casi tres lustros habían pasado desde ese momento y ahora, en esa etapa, que según las correligionarias mayores era la de la estabilidad, ella sentía una zozobra que nunca antes había conocido. Por supuesto seguía entregada al Señor y a sus obligaciones diarias, pero algo había profanado todas las certezas anteriores: un sentimiento de bienestar que la ocupaba todo el tiempo y que se acrecentaba cuando él se encontraba cerca. Acompañado de una sensación de necesidad de sentirse cerca de él cada instante del día y de la duermevela que eran todas y cada una de las noches desde que comenzó aquel estado.
Todo comenzó cuando vio por primera vez a aquel hombre, al que le calculaba cuatro o cinco años menos que ella. Notó que algo, en lo más recóndito de si misma se había quebrado. Todas sus costuras habían saltado por los aires y el traje a medida que había sido su existencia hasta ese momento cayó, dejándola desnuda al albur de aquel rostro de labios carnosos y ojos azules, como el cielo al que ella aspiraba a llegar al final de sus días.
Desde esa primera vez ella creía que él también la correspondía. Al menos eso parecía indicar esa mirada fija y limpia que se centró en ella durante varios segundos y la sonrisa que pareció dedicarla.
Sus sospechas parecieron ser certeras, cuando comprobó que él don Manuel, el sacerdote de la congregación, buscaba siempre un momento para estar a solas y hablar con ella. Esos pequeños fragmentos de tiempo compartidos, llenos de miradas infinitas, entreveradas entre sonrisas provocadas por algo que intuía debía ser amor terrenal, suponían algo imprescindible. E intuía, poseía la certeza, de que se trataba de amor carnal porque a duras penas podía contenerse cuando estaba junto a él. Le encantaría besarlo, acariciar su cuerpo, sentirse poseída por él.
Lo curioso del asunto es que durante muchos años la habían advertido sobre los peligros de la carne y ahora sentía que la carne, la de don Manuel, era su salvación, el paraíso para el que había vivido durante toda su vida adulta. Estaba deseando con todas sus fuerzas recorrer ese edén hasta su último milímetro.
Las visitas del sacerdote cada vez se sucedían con mayor frecuencia. Igual que los encuentros, cortos y casi sin palabras, con ella.
Tras más de dos meses él se atrevió a buscar su mano, acariciándola con suavidad, y ella sintió como saltaban todas las alarmas, que apagó con celeridad, y se dejó llevar en el viaje de los dedos masculinos sobre su mano. Los ojos de ella gritaban con furia que la besase, pero no ocurrió. Una voz femenina reclamaba a lo lejos al padre Manuel y él separó sus manos para acudir a la llamada de la vieja hermana Matilda.
Durante la siguiente semana se encontraron otros tres veces, en los que sus manos, esta vez las dos, se entrelazaban mientras sonreían, y ninguno de los dos se atrevía a besar al otro, a pesar de que ambos hacían esfuerzos sobrehumanos por no acercar sus labios a los del otro.
Al fin ella se decidió y él la secundó. Nunca había besado a ningún hombre, pero parecía haberlo hecho mil veces. Los labios de él parecían contener un manual de instrucciones sin palabras y una extraña sustancia invisible, que la estremecía.
La madre Matilda, de nuevo, interrumpió ese momento iniciático, demandando, a lo lejos, la presencia del sacerdote, que acudió presto a la llamada.
A pesar de lo fugaz de lo ocurrido, ella retuvo en sus labios, durante horas, su esencia. El resto del cuerpo estaba ocupado en recrear esa excitación que no había sentido con anterioridad jamás.
A partir de ese día ella esperaba ansiosa que él apareciera en el convento. Sin embargo, él parecía evitarla y cuando se juntaban él esgrimía cualquier excusa para alejarse de ella.
Tras varios intentos fallidos ella lo atrapó en una estancia y preguntó por su conducta evasiva. El sacerdote, distante y con un tono de tristeza, respondió que él no le convenía y que lo mejor era olvidarse de todo lo ocurrido. E insistió en que hacía todo esto porque sentía algo muy importante por ella y no quería hacerla daño. No puedo explicarte nada más. ¡Lo siento! Siento todo mucho.
Ella, inexperta en este tipo de situaciones, no supo que contestar y se quedó petrificada en el cuarto mientras él salia por la puerta. El resto del día lo pasó intentando reprimir las lágrimas, que brotaron de manera abundante durante la noche, en la soledad de la celda y de su dolor, y buscando una explicación a las palabras que había escuchado de labios de Manuel. De esos labios que había besado y que deseaba aún con mayor vehemencia.
El día siguiente amaneció triste en su corazón, pero con la determinación de conseguir el amor del hombre que había trastocado todo en ella. Hablaría con él y le propondría abandonar todo ese mundo clerical, para irse a vivir juntos. Por otra parte, pensaba que su fe, entre otras cosas, se basaba en la honestidad, por lo que creía imprescindible hablar de la situación con la madre superiora.
Había escuchado ayer por la tarde que don Manuel vendría por la mañana al convento y esta cuestión hizo que se planteara si debía hablar primero con él o con la superiora. Encontraba pros y contras a ambas opciones y no se decidía sobre la mejor opción, aunque no dudaba que debía acometer ambas conversaciones.
De nuevo la voz de la madre Matilde, mencionando el nombre de don Manuel, agitó el aire calmo del convento. Esta vez no llamaba al sacerdote, había algo distinto en el tono de voz utilizado por la vieja monja.
Cuando salió de su celda, impelida por las palabras y el tono de la anciana hermana, buscaba algo más que hablar con el sacerdote. Buscaba una respuesta a una inflexión de voz que presagiaba algo inesperado y nada halagüeño.
La impactó ver a ese hombre vestido con una sotana escoltado por otros dos hombres vestidos con uniforme policial, que le empujaban de manera sutil los brazos, ambos unidos en sus muñecas por unas esposas.
En ese momento irrumpió en el pasillo la madre superiora que preguntó a los agentes de policía sobre el motivo de la detención del cura.
Y entonces, aquella monja enamorada, inexperta en todo lo relacionado con las relaciones mundanas, supo leer en los ojos de Manuel, clavados en ella, la verdad que, de manera inmediata, escucharía de labios del agente de mayor edad y también supo que él, a su manera, con sus imperfecciones la amaba.
Las palabras dichas por el policía lo corroboraron: "Sólo podemos decirla que existen varias acusaciones contra don Manuel por haber abusado de varios menores".

jueves, 20 de junio de 2019

POR UN PLATO DE LENTEJAS

Leía hace poco, no recuerdo a quién, que la excusas de que los medios sirven a sus empresarios no es válida, porque los que se pliegan a sus exigencias son profesionales, con nombres y apellidos, que desvirtúan la profesión. En otras palabras: son las personas las que prostituyen la profesión, no el sistema. 
Esto, que dicho así puede sonar poco solidario con un tipo de trabajadores, adquiere su verdadera dimensión cuando se escuchan las declaraciones del exdirector de un diario describiendo, según él, el funcionamiento del mundo de los tertulianos y su sumisión a quién les puede conseguir un hueco en alguno de estos espectáculos absurdos, donde, en muchos casos, existe un desconocimiento supino sobre lo que se opina.
En efecto, son esa gente, que existen en todas las profesiones, dispuestos a trepar y a medrar a costa de lo que sea. Son como ese personajes, según Juan Eslava Galán real, del libro Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie, que critica con dureza a los golpistas, pero que acaba viviendo bien con ellos cuando entran en Madrid. 
Resulta obvio que los tertulianos deben tener su ideología, como cualquier otro ser humano, y que cuando den su opinión pueden hacerla notar. Faltaría más, pero en muchos casos lo que hacen es vender su opinión la mejor postor, o al único.
Sin embargo, no es este el tema que me ocupa hoy. Me preocupa más la prensa y el tratamiento que da a la información. Vamos a coger un hecho como la pérdida de la alcaldía de Madrid por parte de Manuela Carmena.

Si leemos el artículo de un periódico afín a la exjueza, se habla de gestos iniciales, de impedimentos a su labor, de reducción de la deuda, de la destitución del concejal de Economía y Hacienda (no se explica por qué, asunto nada baladí), de la Operación Chamartín, que creaba disensiones entre los propios integrantes del gobierno (tampoco se explica por qué), del gran resultado de Madrid Central y de las luchas intestinas, que parecen ser, según la información, un factor determinante del fracaso de Carmena en estas elecciones. A este aspecto le dedica una buena parte del artículo


Parece que la responsabilidad del fracaso electoral se debe a que no todos los miembros de la izquierda, o lo que sea eso, bailan al mismo son.

Sin embargo, si se lee este otro artículo de otro periódico, poco afín a la exalcaldesa, se empieza a hablar de cuestiones más reales: la escasa inversión, la necesidad de saldar la deuda, por encima de otro tipo de cuestiones...


Y si seguimos buceando, en este caso en un artículo de opinión, de un medio que no comparte para nada la ideología de Manuela Carmena nos encontramos con esto:


Se vuelve a hablar de falta de inversión, en especial en la parte de la ciudad con mayor porcentaje de trabajadores y parados. Recordemos que en Puente de Vallecas perdió una buena parte de sus electores. También se habla de la limpieza de los barrios, en este caso de la falta de limpieza, queja continua de muchos madrileños que no viven en el centro de la capital o del fiasco de las viviendas que iba a proporcionar el ayuntamiento, que no ha conseguido frenar el alza de los precios de la misma. 
No merece la pena hablar sobre el postureo o sobre cuestiones ridículas como el estudio de la M·30, que sirven para contentar a los suyos. Por cierto, resulta muy esclarecedor como ha cambiado Carmena respecto al feminismo. en 2006 firmó un articulo conjunto donde se hablaba del feminismo de queja y de victimización de la mujer como un fraude e incluso atacaba algunos preceptos de la Ley de Violencia de Género, que son ridículos  y están creando una grave problemática (opinaba, y seguro que sigue opinando en petit comité, lo mismo que VOX y que muchos juristas), por mucho que los medios y algunos "expertos" traten de esconderlo. Si alguien quiere leer el artículo es este:


Pero no nos desviemos del asunto y sigamos sobre como se enfocan desde la prensa una misma realidad. 
Si seguimos indagando en la prensa, otra vez en el diario El Mundo, aparece un nombre que igual recordamos del primer enlace en el diario Público: Carlos Sánchez Mato, el edil defenestrado por Carmena, por oponerse a priorizar el pago de la deuda sobre otros aspectos como la mejora de la ciudad y de los servicios sociales que se ofrecen a los ciudadanos con mayores necesidades.

https://www.elmundo.es/madrid/2019/05/29/5ced7cb4fdddfff9428b48c3.html

No sólo eso, también se pone de manifiesto las consecuencias de esa política basada en reducir la deuda: abandonar los barrios (de nuevo la misma queja), por mucho que luzca la Gran Vía, que es lo que solemos visitar los que vamos a Madrid de vez en cuando, o que se haya copiado e implementado una propuesta del PSOE, como es Madrid Central.

El resumen puede ser el siguiente: lo que unos venden como un fracaso, los afines, fruto de las luchas intestinas, si indagamos comprobamos que en realidad es un fracaso fruto de una gestión cuestionable, que ha perjudicado en especial a los ciudadanos con menos recursos, que debían ser lo votantes del partido, o lo que sea, de Carmena.

Hemos utilizado periódicos pero podíamos analizar, y lo vamos a hacer, como manipulan la información grupos mediáticos. 
Cuando el Gobierno aprobó la medida de fichar a la hora de la entrada y de la salida por parte de los trabajadores, para intentar combatir el fraude empresarial cometido por no declarar, y en muchos casos pagar, las horas extras, el mundo empresarial y sus lacayos alzaron la voz contra la medida. 
Una acotación, resulta curioso que los empresarios levanten la voz contra esa medida, que facilita lo que ellos defienden, la competencia leal. Perseguir a los que defraudan, y por tanto compiten con ventaja, debería favorecer que el neoliberalismo funcione mejor. Tal vez, se estén retratando de manera involuntaria. 
Igualmente los cargos nombrados a dedo del Banco de España han mostrado que deberían ser cesados de manera fulminante por sus continuas rectificaciones y su demostrada, también de manera involuntaria, ineficacia. Personas con sueldos astronómicos, pagados por todos, incapaces de cumplir con un mínimo de eficacia y dignidad. Si se aplicase con ellos lo que defienden para los trabajadores serían despedidos de manera fulminante. Lo que nos hace pensar también sobre cómo han podido llegar a ocupar puestos como los que ostentan.
Pero volvamos a los medios, concretamente al grupo propietario de Antena 3 y Onda Cero. Tras la puesta en práctica de la medida la gran mayoría de medios hablaba de problemas para implementarla, en especial en determinados sectores (la pretendida excepción que justifican para que se convierta en regla) y es Antena 3 la que riza el rizo y muestra la realidad de las cosas, pretendiendo criticar la ley:


Para mostrar lo "injusto" de la medida hablan de la hostelería y de los problemas que genera fichar y el control horario, que podía generar consecuencias catastróficas para el sector. Lo que en realidad está presentando es la desregulación del sector, con las consecuencias consiguientes en el pago de impuestos y de horas extras a los trabajadores.
Pretendían hacer lo de siempre cuando pretenden "sensibilizar" a los ciudadanos de las maldades de alguna medida regulatoria y acabaron mostrando algo que justifica la puesta en práctica de una ley. Por cierto, si se recaudase el dinero de las horas extras habría una mayor recaudación que redundaría en una mejor Sanidad, Educación... Pero eso no lo dirán los medios.
Cuando se dieron cuenta de la metedura de pata, o de que la mayoría de la gente no veía mal lo de que se pagasen las horas extras, inventaron una nueva campaña: ¿Se debe descontar las horas de los pitillos y los cafés? Campaña potenciada por las declaraciones de alguna ministra del mismo Gobierno que dicta la ley para perseguir el fraude laboral. Es lo que tiene ser progre, pero no de izquierdas, no puedes fastidiar en exceso al poder económico.
La idea de esta nueva campaña es culpar a los trabajadores de algo, para desviar la atención sobre el fraude de las horas extras. Si hablo de trabajadores vagos me olvido de empresarios que defraudan y explotan. 
Jaime Cantizano en su programa de radio matinal de los fines de semana, emitido en Onda Cero, emisora del mismo grupo que Antena 3,se puso al servicio del poder y lanzó una encuesta sobre el asunto, con participación de los oyentes, donde, ¡oh casualidad!, la gran mayoría de los intervinientes, trabajadores, culpaban a otros compañeros de vagos, perros, malos. Lo he exagerado un poco, pero es lo que había en el fondo. Divide y vencerás.
Lo curioso es que el mensaje que lanzaban es el de siempre: si los empresarios "pierden" miles de millones porque unos trabajadores fuman o beben café, parece claro que los que producen la riqueza son los trabajadores y no los empresarios. Por supuesto, Jaime Cantizano, solidario con sus cosas, fue incapaz de analizar este extremo, por incapacidad intelectual o por conveniencia.

Estos dos ejemplos, someros, muestran como funcionan la prensa y sus medios. Y, repito, los lacayos tienen nombre y apellidos y es a ellos a los que debemos pedir cuentas por su labor indigna. Si alguien sigue teniendo dudas de la indignación de una buena parte de esos que se autodenominan periodistas puede tirar de hemeroteca o de Podcast y escuchar como trataba alguien como Pepa Bueno a Pedro Sánchez cuando pugnaba por ser secretario general del PSOE con Susana Díaz y cuál es el trato que le da ahora que ostenta el poder.
Todos ellos tienen nombre y todos ellos forman se venden por un plato de lentejas.
Un saludo.




lunes, 17 de junio de 2019

IDIOTARIO (CVIII)

Altura de miras: Uso del órgano de la visión por parte de una persona de más de dos metros de altura.


Antena: lugar donde con antelación no existía nada, dicho en dialecto gaditano. Ej: ¿Qué había antes aquí. Aqui no había "antena", quillo.


Cuentas pendientes: calculas el número de joyas o adornos que se ponen en el lóbulo de la oreja.


Democracia: forma de organización política en la que los ciudadanos son soberanos y pueden elegir y ser elegidos para gobernar. Una de las características principales de este sistema es que cualquier persona puede ostentar un cargo público, incluso los políticos que tenemos.


Edad Antigua: época en la que los adolescentes creen que viven sus padres.


Experto: todos y cada uno de nosotros cuando hablamos de fútbol, Educación o Sanidad.


Frase pasiva: oración que deja que las cosas ocurran en un texto oral o escrito, sin intervenir.


Grifo: animal mitológico que aparece en diversas culturas. Se caracteriza, con variaciones según la cultura, por tener cabeza de águila y cuerpo de león. En la actualidad  existe una importante comunidad de seguidores del grifo en su variedad grifo de cerveza.


La letra con sangre entra: acto de tatuarse una o varias letras o palabras. 

jueves, 13 de junio de 2019

RELATOS CORTOS

PENSAMIENTOS

Desde hacía mucho tiempo consideraba que leer la mente de algunas personas que la interesaban de manera especial sería algo fantástico, Podría saber si era correspondida, porque, por lo general este interés venía derivado de una atracción física o sexual, en ocasiones, las menos, esta atracción podía definirse como amorosa (o eso creía ella, hasta que desaparecía el encantos. Por tanto, esta habilidad la supondría una ventaja y una forma de minimizar riesgos. Sin embargo, sabía que esta idea, recurrente, sólo podía definirse como una ensoñación, que  servía para mitigar los miedos que la abordaban  cuando se enfrentaba a la posibilidad de ser rechazada por un hombre que le parecía interesante.
También había comprendido, gracias a experiencias dignas de olvidar, que no sentía ningún interés por conocer los pensamientos de aquellas personas que consideraba despreciables por su forma de pensar y, sobre todo de actuar. Consideraba que no podían aportar nada positivo.
Y entonces, cuando los vio, comprendió que no necesitaba conocer los pensamientos de aquellas personas que consideraba despreciables. Supo como concebían el mundo, cuando vio a su expareja abrazando y besando a otra mujer.




UN HOMBRE GRIS

Su nombre era Adolfo y sus apellidos Gómez Pérez, pero se podía haber llamado Gris Ceniciento, porque todo el mundo coincidía en que era un hombre gris. 
Frisaba los sesenta años.Vestía siempre de igual manera. Se aferraba a unos horarios y hábitos de manera kantiana, que sólo varió en cierta medida, cuando tuvo amigos, muy pocos, tres o cuatro, en su vida. En esas ocasiones solía quedar con ellos, siempre de manera individual, no coincidieron esas amistades en el tiempo, en su casa, para tomar café o, en ocasiones especiales, para comer. Pero en eso el destino también pareció seguir unos hábitos o costumbres. Todos sus amigos fallecieron tras un tiempo. Cuando esto ocurría Adolfo volvía a su antiguo ser y a su casi atávica rutina, que indicaba hasta en qué mes se compraba ropa, siempre en la misma tienda. 
A veces la vida le ponía retos, como cuando su peluquero se jubiló y cerró el negocio. Tuvo que romper la rutina de ir siempre, el mismo día del mes, a cortarse el pelo a la misma peluquería, con el mismo peluquero de siempre; pero, una vez encontrado un nuevo lugar para este menester, lo incorporó a su catálogo de rutinas.
Pero un día todo aquello se quebró cuando la Policía irrumpió en su trabajo, preguntó por él y se lo llevó esposado. Nadie en la oficina daba crédito a lo que veía. Se habrían equivocado, fue el comentario genealizado, porque ese hombre gris no podía había quebrantado la ley ni por error. 
Un para de horas después, en comisaría, Adolfo respiró tranquilo tras la lectura de los cargos. Sabía que la rutina no se rompería. Sería una nueva rutina, la que le esperaba en la cárcel por ser el autor del envenenamiento, con resultado de muerte, de sus antiguos amigos.




CUESTIÓN DE CANTIDAD


En la televisión apareció un rostro que conocía desde la infancia. Hacía tiempo que había perdido el contacto con él, pero no albergaba dudas sobre quién era: Joaquín, su compañero de pupitre en tercero de EGB y hoy líder del partido de la oposición y aspirante a presidir el Gobierno del país. Se le hacía extraño escuchar su discurso, insustancial y previsible. Siempre le recordaba como un niño un poco apocado, listo, pero tampoco en exceso, al que el fútbol no se le daba especialmente bien. Todo hacía presagiar que Joaquín iba a convertirse en tipo del montón, con una casa unifamiliar, una familia de dos hijos, un monovolumen, que se iría una semana o diez días de vacaciones en verano a la playa.  En otras palabras, en lo que él se había convertido. Él, el chaval más guapo de clase, tan inteligente o más que Joaquín, muy popular y buen deportista. ¿Qué pasó para que uno y otro acabasen en el lugar que, a priori, no les correspondía?
Esta pregunta le estuvo corroyendo durante unos días y llegó un momento en que sintió la necesidad de contestarla. Comenzó a buscar información sobre su antiguo compañero en Internet. Así pudo enterarse de como se había producido su ascenso en el partido, siempre al lado del vencedor en las luchas intestinas que habían tenido lugar en él. También, gracias a esa búsqueda, supo que estaba casado con una mujer bastante atractiva y que era padre de cuatro hijos, todos con una presencia estupenda, al menos en las fotografías que aparecían en la pantalla del ordenador. Vivían todos felices, o eso pretendía mostrar aquel reportaje que estaba leyendo, en una casa bastante más grande que la suya. Un rato después accedió a otro artículo donde comentaban que todos ellos habían disfrutado de tres semanas de vacaciones en un lugar costero de una isla y, de nuevo, sonrisas por doquier en el reportaje.
Apagó el ordenador y se quedó pensativo. No acertaba a comprender como había ocurrido ese cambio de papeles. Él era el líder, el niño carismático en el colegio, sin embargo, Joaquín había triunfado. Pero no tardó en comprender que, en el fondo, todo podía considerarse una cuestión de cantidad. Ambos tenían una familia, Joaquín una más numerosa y sonriente. Ambos tenían una casa, Joaquín una más grande. Ambos se iban de vacaciones, Joaquín las disfrutaba durante más días y en un sito más caro. Joaquín tuvo y tenía mucha ambición, él no.



CASABLANCA


Ella le hacía sentirse como Ricky en Casablanca, un héroe anónimo. Ella detestaba los aeropuertos con niebla.










lunes, 10 de junio de 2019

ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD (III)

Entrevistador- Te había planteado hablar de la memoria histórica para iniciar esta tercera parte de la entrevista. ¿Qué puedes decirme sobre el asunto?

Juan Morín- Imagino que te refieres a lo ocurrido durante la Guerra Civil y el franquismo.

E- En efecto.

JM- En la Historia los hechos son los hechos y eso es lo que debemos conocer. Después quedan consideraciones morales, y de Justicia, como la enterrar con dignidad a los muertos asesinados durante el franquismo o la de investigar el masivo, y silenciado, secuestro de niños, para ser vendidos a familias pudientes, afines al régimen. Imaginemos que se investigara en serio sobre el asunto. Teniendo en cuenta que se estima en unos trescientos mil los niños secuestrados durante cinco décadas y que todos ellos fueron vendidos por los traficantes de seres humanos a personas pudientes, no resultaría descabellado pensar que tipos ultraconservadores y ultraliberales, que hoy dirigen. o han dirigido, el país, sean hijos de "rojos" (hace un gesto de poner comillas mientras dice la palabra) o de agricultores explotados por el señorito de turno.

E- Entonces, ¿condenarías el franquismo?

JM- El franquismo, y  Franco, se condenan conociendo la Historia. Franco fue un ventajista, que llegó a ofrecerse a la República para solucionar las intenciones golpistas de sus camaradas. De igual manera, cuando vio que los nazis lo empezaban a tener crudo, envió una carta a los aliados ofreciendóse como mediador en un proceso de paz entre los dos bandos. Un ventajista. Su visión autárquica de la Economía generó miseria y muerte por doquier en este país. Y fue cuando abandonó, forzado por las circunstancias, su idea, cuando el país empezó a resurgir.
Lo mejor es conocer, saber para poder criticar con conocimiento de causa y no decir disparates, como los que se están diciendo por parte de unos y otros.
Lo que resulta absurdo es reescribir la Historia, basándose en aspectos ideológicos y no en hechos.

E- ¿Qué opinas sobre que determinados monumentos se demuelan o determinadas calles cambien de nombre?

JM- Volvemos a lo mismo, la Historia no va a dejar de existir por quitar tal o cual cosa. Lo interesante es conocer la Historia. Es mucho más eficaz para recordar lo que fue una dictadura explicar lo que fue. Pongo un ejemplo. En un lugar donde he vivido hay un gran parque, construido por los presos, semiesclavos, republicanos. A nadie se le ha ocurrido derribarlo, pero sí poner una placa explicando por qué existe hoy ese parque, del que niños y adultos pueden disfrutar. Vivir el presente, conociendo el pasado.

E- Cambiemos de tema. ¿Qué lugar te gustaría conocer?

JM- Finlandia, Nueva Zelanda, Canadá, Madagascar...

E- Son lugares muy distintos y, alguno de ellos muy distantes.

JM- Cierto. Imagino que me gustaría conocer otros muchos sitios, pero estos han sido los que han surgido. Creo que lo importante es tener buena compañía en esos viajes y, a ser posible, poca gente foránea para visitar los lugares.

E- ¿Tú también crees que el turismo está acabando con determinados lugares por la masificación que supone?

JM- Es un asunto complejo. Por una parte, ir a ciertos destinos supone una inmersión en una riada de turistas que, si se quieren, restan autenticidad a los lugares. Visitas espacios, pero no puedes ver como la gente que vive en esos lugares hacen su vida en esos espacios.
Por otra parte, ¿quién puede privar a otra persona de que visite un lugar? Entra dentro del ámbito de la libertad del individuo.
Sin embargo, también hay otra cuestión: para mucha gente el turismo es decir que se ha estado en tal o cual sitio y no ver lo que te ofrece. Te voy a contar una anécdota al respecto, que me sucedió hace poco.
En una ciudad europea, famosa por sus vinos y una torre, la visita a dicha torre supone una obligación. Como todo buena edificación de ese estilo ese espacio tiene un numero de campañas, en este caso amplio. Cuando yo estuve visitando el lugar, a cuya parte alta se accedía a través de una escalera de caracol, la gente no se detenía a contemplar el magnífico espectáculo que ofrecía el conjunto de campanas, más o menos a la altura de la mitad de la torre. Lo importante era subir y bajar a toda velocidad y hacerse un selfie en la parte superior.
Los lugares hay que paladearlos. No fotografiarlos.
Por otra parte, si restringiéramos el acceso a calles y espacios públicos a los turistas de a pie, como tú y como yo, se cometería una injusticia, porque seguro que aquellos que tuviesen mucho dinero no tendrían que sufrir esas restricciones.
Es un asunto muy complejo.

E- Vamos a algo más personal. ¿Qué le pides a tu pareja?

JM- No lo sé. Estar bien con ella. Creo que es lo más importante. Compartir tu tiempo y tu vida con alguien, por no estar sólo, es contraproducente y puede generar una gran infelicidad.
Sí, creo que lo importante no es pedir, es sentirse bien.

E- Parece sencillo.

JM- ¿Tú crees?

E- Vamos a ir cerrando la entrevista. Te voy a hacer una pregunta un poco... No sé decide tú como definirla. ¿Cómo te gustaría morir?

JM- ¿Se puede elegir? No lo sabía. (Risas).
No me lo he planteado y, cuando llegue el momento, creo que la Parca habrá decidido por mí.

E- Un lugar para vivir.

JM- (Piensa durante unos segundos). Dentro de un estado de bienestar personal.

E- Un lugar para perderse.

JM- Cualquiera junto a mi pareja.

E- Una cosa que te llevarías a una isla desierta.

JM- Un dispositivo para pedir ayuda y que me rescatasen lo antes posible.

E- Un final para esta entrevista.

JM- ¿Solo vas a hacerme estas preguntas? ¿Vaya mierda de entrevistador que estás hecho? (Ríe, casi a carcajadas).
En serio. Ha sido un placer y, la próxima vez, el vino lo pones tú. (Risas de nuevo).

E- Igualmente. Para mí también ha sido un placer. 

jueves, 6 de junio de 2019

ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD (II)

Entrevistador - En la parte anterior de la entrevista habíamos hablado, de manera somera, sobre ecologismo y feminismo y tú hablabas de que no creías en ello.

Juan Morín- No, no decía eso exactamente. Lo que defendía, y defiendo, es que este ecologismo y este feminismo es algo que no sirve, excepto para unas pocas personas.

E - Explícate.

JM- Creo que con un ejemplo se entenderá mejor. El ecologismo al uso pretende, en buena lógica, preservar el planeta. No puedo estar más de acuerdo con ello. De hecho me encantaría dejar un planeta mejor del que encontré cuando nací a mis nietos. Los ecologistas realizan acciones de protesta y concienciación sobre determinados hechos, pero se olvidan de lo fundamental: el sistema económico. El sistema económico se basa en el crecimiento continuo, de otra forma tendría serios problemas, como vimos hace poco en la estafa denominada crisis. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que a mayor crecimiento, mayor consumo de recursos, de energía... Lo que generará una destrucción de los ecosistemas. ¿El ecologismo plantea cambiar el sistema de forma radical? A veces. Por lo general plantea cambios individuales, que son indispensables, y medidas más ecológicas, que en muchas ocasiones implica producir más, pero más verde. Ya hemos hablado de lo que implica producir en la parte anterior. ¿De verdad es ecológico no atacar el incremento continuo en la producción de objetos, en muchos casos superfluos? Por no hablar del ataque frontal a los transgénicos (que se lo digan a los que utilizan insulina, ejemplo de producto transgénico que sirve para mejorar la vida de las personas).
Mientras los gobiernos y expertos (dibuja unas comillas con las dos manos) en Economía digan que se debe seguir produciendo a este ritmo, o mayor, el ecologismo tiene la batalla perdida.


E- Y sobre el feminismo, ¿qué tienes que decir?

JM- La igualdad es necesaria entre todos los seres humanos, sin distinción de sexo, raza o credo. Sin embargo, lo que pretenden las feministas de última generación es vendernos la moto de que los hombres somos todos malos y las mujeres unas mártires, y en muchos casos ignorantes, a las que hay que pastorear para que sigan el modelo adecuado, alejado del machismo y del heteropatriarcado. 

E- Lo que dices puede sonar un poco extremo.

JM- Todos los movimientos pasan por una etapa, tras la inicial, barroca, en la que los postulados iniciales se vuelven abigarrados y, en determinados momentos, absurdos. En muchos casos estos movimientos barroquistas son abanderados por gente con muy poca capacidad intelectual, pero muy combativos. Acaban convirtiéndose en una especie de pulso, conmigo o contra mí, y suelen imponerse. La gente prefiere callar a quedar en evidencia, o a ser linchados. Pero, en general, estas movidas fundamentalistas acaban derrumbándose sobre sí mismas. Todos este tipo de cuestiones intentan imponer a los demás como pensar y como actuar, incluso de puertas adentro. Sin embargo, todos tienen otra característica común: acaban asociados al poder económico del momento. El feminismo nuevo postula a una mujer triunfadora en el mundo laboral. En otras palabras: su modelo es el del triunfador, paradigma de la sociedad neoliberal.

E- Entonces, ¿qué propones?

JM- Respecto al ecologismo, trabajar desde la ciencia, no desde las ocurrencias de cuatro iluminados y sabiendo cuál es la causa última de lo que ocurre en el planeta, para decidir cómo cambiar.

E- ¿Respecto al feminismo?

JM- En Occidente, aplicar las leyes. No las de discriminación positiva, eso es una necedad. Respecto a otros países, tensar la cuerda para que esta igualdad se produzca. No sé como. Lo que me parece absurdo es que unas pretendidas feministas defiendan el uso de prendas que discriminan a las mujeres por ser parte de su cultura. Es lo que ocurre cuando todo te ha venido dado y conoces todo de oídas. Existe una cultura de los opulentos muy curiosa.

E- ¿Cultura de los opulentos? ¿Qué es eso?

JM- Personas que tienen, y han tenido, todas sus necesidades cubiertas, y bastantes otras cosas, que van de revolucionarios, pero no quieren cambiar nada. Se afilian a algún pretendido movimiento reivindicativo, que tampoco pretende cambiar nada, pero que sirve para que unos vivan muy bien y otros limpien su conciencia. Es la cultura los opulentos, de aquellos a los que nunca les ha faltado de nada y no quieren cambiar las cosas, por mucho que berreen.

E- Cambio de tercio. En estos momentos, ¿qué es lo más importante para ti?

JM- Me parece muy adecuada la introducción a la pregunta: en estos momentos. La percepción de los fundamental en la vida va cambiando con el paso del tiempo y de las experiencias.
Creo que existen varias cosas que me parecen indispensables. La primera es haber dejado de pertenecer a esa cultura de los opulentos. En mi vida hubo una situación traumática, que me alejó, sin yo pretenderlo, de ese caldo espeso de autocomplacencia que es vocear para hacerse notar. Prefiero mi actual moral, que ha cambiado bastante y me lleva a percibir la vida desde una perspectiva más coherente y, por qué no decirlo, hedonista.
Por otra parte, una de las cuestiones que tengo claro es que resulta imprescindible vivir. Por eso odio esa cultura del triunfador que se deja, o que aparentemente en algunos casos, se deja los cuernos trabajando para tener un Mercedes o un iPhone X. En ese sentido soy ecologista. No necesito tener lo último ni lo mejor e intento que lo que poseo me dure lo máximo posible.

E- ¿Qué opinas del amor?

JM- Que es lo mejor que te puede pasar.

E- ¿Por qué?

JM- Porque ese estado de imbecilidad transitoria es lo mejor que le puede ocurrir a alguien. Cierta gente dice que lo mejor es ser niño, por su inocencia (e intuyo que por sus respuestas ocurrentes), asociando que ese nivel de desarrollo cognitivo tiene que ver con una felicidad permanente, pero es falso. Los niños tienen miedos, rabietas, sufren. Sin embargo, el amor es un estado de felicidad absoluto y perenne, por desgracia.

E- ¿Qué es para ti la paternidad?

JM- Otro tipo de amor, más sosegado y permanente.


E- Y... (me interrumpe)

JM- Y un reto permanente. A medida que los hijos crecen, maduran, los retos para estar a la altura son mayores. Las preguntas sobre la idoneidad de tus respuestas a las situaciones, la certeza de que en ocasiones no lo has hecho lo mejor que podrías haberlo hecho resultan inevitables. Sin embargo, como todo en la vida, lo que cuenta es el conjunto, no un hecho puntual.

E- ¿Qué crees que todo el mundo le debería decir de manera ineludible a sus hijos?

JM- ¿Has ordenado tu habitación? (Risas)

E- Para ti, ¿qué es lo mejor de ser padre?

JM- Ver como van madurando los hijos. Como su forma de ser, de pensar va madurando. Echas la vista atrás y te das cuenta de que la paternidad es ayudar en todo ese proceso. Eso es lo mejor de ser padre.

E- Un libro.

JM- Para regalar, sin duda, La sonrisa etrusca, de José Luis Sampedro. Para leer... no se me ocurre ninguno en especial en este momento. Lo que sí puedo decir es cual no leer: San Manuel Bueno, mártir o Niebla, ambos de Unamuno. Me resultaron, en sentido literal, soporíferos.
Ahora que lo pienso, a ciertas personas les regalaría ambos libros.

E- Me gustaría hablar contigo de Historia y de la memoria histórica, pero antes quería hacerte una pregunta: ¿Vino o cerveza?

JM- Sin duda, depende de las circunstancias. En la playa, por ejemplo, cerveza. En una buena cena, vino. Pero incluso esto admite matices. En mi casa no bebería Cruzcampo, pero en chiringuito del sur parece obligado. El contexto crea, en muchas ocasiones, la necesidad o la respuesta, depende.

E- Hablando de playa. ¿te gusta la playa?

JM- Me gusta la playa, la montaña, el campo, la ciudad... En cualquier sitio existen rincones dignos de ser admirados y disfrutados. ¿Por qué renunciar a ellos alineándote con un tipo de paisaje? Si tengo que seguir algo de forma incondicional para eso tengo el equipo de fútbol de mi ciudad. Para el resto de los casos lo mejor es experimentar todo lo posible.

E- A continuación, si te parece, abordamos el tema de la memoria histórica. Pero me gustaría decir a nuestros lectores que ellos leerán tus respuestas sobre el asunto, y sobre las de otros temas, en al tercera y última parte de esta entrevista.















lunes, 3 de junio de 2019

ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD (I)

Hoy entrevistamos a Juan Morín, que tras su éxito de los últimos meses ha accedido a compartir con nosotros parte de su tiempo, contestándonos unas preguntas, sobre lo divino y humano, que nos ayudarán a conocer mejor a la persona. 
Entrevistador- En primer lugar, muchas gracias por dejarnos entrar en su casa y en usted. 

Juan Morín- Es un auténtico placer. Lo único que me preocupa es que mis respuestas no aporten nada significativo a sus lectores.

E- Seguro que tiene experiencias y reflexiones interesantes para nuestros seguidores. De eso no me cabe duda.

JM- Espero que así sea. Por otra parte, me gustaría que nos tuteásemos. Creo que le dará a esta entrevista mayor viveza y sinceridad.

E- Por mi parte no hay problema. Hablando de la entrevista, ¿te parece que comencemos?

JM- Parece el mejor para hacerlo. Una vez echas las presentaciones y puesto una condición indispensable para hacernos sentir cómodos.

E- Pues vamos a ello. ¿Qué esperas de esta entrevista?

JM- Contestar con cierta coherencia y no dejarme llevar por los tópicos.

E- ¿Del entrevistador no esperas nada?

JM- (Se queda pensando unos segundos). Que sea lo suficientemente hábil como para conseguir de mí respuestas con el mayor grado de sinceridad posible.

E- Pones el listón muy alto.

JM- ¿Es una pregunta? (Sonríe)

E- Veremos si soy capaz de sacarte una respuesta sincera a una pregunta tópica: ¿qué es aquello que detestas o no soportas?

JM- Por un lado que el que haya ido delante de mí a orinar en un sitio público no haya tirado de la cadena. Me parece una falta de respeto mayúscula. Por otra parte, la incoherencia. Una persona incoherente no me genera ninguna simpatía y sí un cierto grado de preocupación. 

E- ¿Preocupación? 

JM- Son personas imprevisibles, que en un momento crucial pueden actuar de una manera no conveniente. 

E- ¿Personas que te pueden traicionar?

JM- Sí, te pueden traicionar, pero no por ambición, esas son otro tipo de personas, execrables. Las personas incoherentes te pueden traicionar porque no tienen un norte y lo que es hoy blanco mañana es negro, pero lo hacen por inseguridad, por no afrontar problemas en sus relaciones....

E. ¿Qué prefieres a tu lado: un traidor o una persona incoherente?

JM- Para los primeros me gustaría la guillotina, porque son gente que, a sabiendas, traicionan la confianza, e incluso los sentimientos, que otras personas han puesto en ellos. A los segundos no les quiero, si es posible, a mí lado. Eso es todo.

E- ¿Cuáles son tus mejores cualidades?

JM- Es una pregunta muy complicada de responder. Para mi madre tendré unas y para otra gente tendré otras. Y, muy posiblemente, para otras personas no tendré nada bueno. Te podría decir que me defiendo cocinando; en lo mío no soy malo; creo que en la alcoba mantengo alto el pabellón y, además, en muchos momentos, resulto un tipo ocurrente y divertido. Aunque, casi seguro, lo de follar y contar chistes, a veces obscenos, a alguna beata no le parecerá una virtud.

E- ¿No te preocupa que alguna mujer pueda desmentir lo de la calidad sexual de la que haces gala?

JM- No me preocupa. Es más, creo que tras decir eso deberían ir a confesarse por haber incumplido el mandamiento ese que habla de no mentir. (Risas). Una de las cosas más excitantes que puedes encontrarte en este vida es una determinada expresión que puedes llegar a encontrar en una mujer con la que ya has tenido sexo en otras ocasiones justo antes de comenzar. Imagino que sabes de lo que te hablo.

E- Veo que no tienes abuela.

JM- ¿Tanto se nota? (Risas de nuevo)

E- Vamos a hablar de cuestiones de actualidad. ¿Qué opinas de los resultados electorales.

JM- Que son buenos para los que han conseguido un cargo y, en ocasiones, para su entorno más próximo. Para el resto (tuerce la boca).

E- ¿No crees que haya gente en Política que quiera cambiar las cosas?

JM- Me consta que hay personas que están en la Política para intentar mejorar la calidad de vida de las personas, pero no son los que salen en las Noticias. Los que desean cambiar cosas están en un pueblo, en una pequeña ciudad, porque no han gastado su tiempo en intrigas y forjar alianzas o pleitesías para trepar en el escalafón.

E- Te veo muy pesimista.

JM- No. Todo lo contrario, aún creo en ciertas personas y en su labor. La realidad es que cualquier persona que se dedique a la Política y que llegue a un cierto nivel, no muy alto, tiene que haber pasado por una criba. Una criba donde no se valora su capacidad. Lo fundamental es su capacidad de supervivencia en un entorno hostil. Además, todos ellos, de una u otra forma están imbuidos de neoliberalismo y ninguno quiere cambiar nada en profundidad.

E- ¿Estás reivindicando los regímenes socialistas?

JM- Cada día que pasa estoy más convencido de ello. Creo que todo ser humano, por el hecho de serlo, tiene derecho a comer, a beber agua, a medicinas, a Educación, a una vivienda, a un trabajo... Sin embargo, en este maravilloso sistema, donde el éxito es poder comprarse un iPhone X, hay muchas personas que carecen de lo que he expuesto anteriormente. Es cierto que el capitalismo ha creado riqueza, pero el socialismo también. Rusia pasó de ser un país donde la miseria del régimen zarista dejó paso a Educación para todos, Sanidad para todos, ocho horas de trabajo diario, calefacción y luz para todos (¿te suena lo de la pobreza energética?) en menos de cuarenta años y todo ello con una guerra civil y una invasión del país que costó veinte millones de muertos por medio. Eso también es un éxito.

E- Entonces, ¿cómo explicas que el capitalismo haya mejorado el nivel de vida de tantas personas en los países occidentales?

JM- De igual manera que lo hicieron los regímenes socialistas: gracias a la tecnología. Lo que ha cambiando el mundo no es el capitalismo, ha sido la tecnología. Los avances científicos han servido para aumentar y mejorar las cosechas, para producir objetos en grandes cantidades a bajo costo (bajo costo económico, no ecológico). El capitalismo apoyó esos avances, que lo mismo permitieron conquistar imperios que abaratar costes de producción. Obviamente los capitalistas no tenían ninguna intención de compartir esos beneficios con la población y los trabajadores tuvieron que organizarse y luchar para que los niños dejasen de trabajar, para conseguir jornadas razonables de trabajo... Sufriendo la represión de los estados dominados por los burgueses, que no querían compartir sus ganancias. No, no es verdad que el sistema per se haya mejorado el nivel de vida de los ciudadanos. Ha sido su lucha, con miles de muertos sobre la mesa, fruto de la represión. Resulta obvio que eso no interesa que sea recordado.
El socialismo intentó repartir esa riqueza, poca o mucha, generada por los avances tecnólogicos. Resulta divertido que siempre nos pongan como ejemplo de lo mal que funciona el socialismo a Cuba, siendo declarado por UNICEF como el único lugar de América Latina donde no existe la desnutrición infantil, olvidando lo mal que funcionan, muchísimo peor, todos los países que están a su alrededor y que tienen un sistema neoliberal: Haití, El Salvador, Honduras...

E- Pero, los países socialistas son dictaduras.

JM- Cierto.

E- ¿Y qué opina de ello?

JM- No hay otra forma de hacerlo.

E- ¿Justificas una dictadura?

JM- No. Sólo digo que no existe otra forma de hacerlo. El poder económico se opondría a socializar los medios.

E- Hablemos de cosas menos serias. De música. Podrías darnos el nombre de algún tema musical que te parezca maravilloso.

JM- Podría, pero serían muchos y no aclararía nada al lector de mí. Ahora estoy aprendiendo a tocar la guitarra, a aporrear sería más correcto decir. Me tiene fascinado el asunto. Lo que más me gusta es bucear en las entrañas de las diversas cuestiones y en las de la Música nunca había entrado.

E- ¿No existe una canción que te recuerde a alguien o una sitio o...?

JM- Muchas. Es más, algunas canciones van reescribiendo su significado en función de con quién las escuches y los contextos en los que las oigas. Te voy a poner un ejemplo de ello. El tema de Héroes del Silencio Maldito duende me parece soberbio. Y tiene la capacidad de reescribirse en función de las diversas circunstancias vitales.

E- Volvamos a temas relacionados con la cosa pública.

JM- La música forma parte de la cosa pública. Es una forma de arte, o puede llegar a serlo, y también sirve para anestesiar al personal, mediante la repetición machacona y sistemática de canciones vacías de contenido y calidad, que buscan entontecer al personal.

E- Visto desde esa perspectiva creo que puedes tener razón. Pero yo te quería preguntar por dos del os ismos de moda: ecologismo y feminismo.

JM- Creo que tú lo has dicho: están de moda.

E- ¿No te posicionas a favor de ellos?

JM- Tal como lo veo yo, unos y otros han perdido su verdad. No me puedes decir que es ecológico comprarte un coche con pocas emisiones, en teoría, cuando tienes un coche en buen estado de uso. Producir un automóvil (extraer el mineral, el petróleo, el caucho... transformarlo, el gasto en transporte que todo ello requiere, ensamblarlo... supone un gasto de recursos enorme, y contamina muchísimo. Además, las pilas eléctricas contaminan y la generación de esa electricidad también. Si los ecologistas dominantes dijeran eso, me parecería bien, pero no lo hacen. El ecologismo y el feminismo se han convertido en un negocio.

E- Eso que dices puede escandalizar a mucha gente.

JM- Cierta gente tiende a escandalizarse por todo lo que no le cuadra, pero no analiza por qué dice la gente esas cosas que le escandalizan.

E- ¿Te gusta escandalizar?

JM- Me gusta más dar argumentos que desarmen al personal.

E- Si te parece nosotros seguiremos con la entrevista, pero lo que a parezca a partir de aquí será publicado después, por problemas de espacio.

JM- El espacio es vuestro. Por mi no hay ningún problema. Es más, me gustaría profundizar en lo del ecologismo, feminismo, el capitalismo y algún otro aspecto más. Pero la entrevista la haces tú.

E- Iremos viendo por dónde nos lleva la conversación.