domingo, 2 de diciembre de 2018

ISMOS Y VERDADES ABSOLUTAS

"La verdad absoluta no existe...
y esto es absolutamente cierto".

Les Luthiers

Hace tiempo defendía en esta página que tanto los islamistas más moderados como los que se enclavan en movimientos como Estado Islámico podían considerarse musulmanes y seguidores de la palabra de Alá, a pesar de lo que pueda diferir la visión de unos y otros de las palabras de su profeta. Mi argumentos se basaba, se basa, en que las religiones, como cualquier creencia o doctrina, no deja de ser una construcción humana y, por tanto, puede adoptar la forma que las personas que lo sigan crean conveniente. 
Por supuesto, se puede alegar que unos, otros o ambos no siguen lo predicado por el profeta. Cierto. Pero, lo más probable, es que si siguiésemos ese criterio de los mil millones de musulmanes nadie siguiese con exactitud lo que el de La Meca dejó sentado como base de su religión, porque la interpretación de cada persona no es exactamente la misma que la de su vecino, su hermano, su primo o su enemigo chiíta o sunita. 
Este razonamiento, como he escrito en el primer párrafo, sirve para cualquier creencia, no sólo religiosa o ideología.
 Yuval Noah Harari, en su libro "Sapiens. De animales a dioses", expresa que esta agrupación en torno a una creencia, a un mito, es lo que nos hace humanos, pues permite que se agrupen un número grande de personas en torno a una idea, un concepto o, como escribe en el libro, a una marca de coche. 
Este razonamiento del israelí, desde mi punto de vista, tiene una lógica aplastante, pero, a la vez, en el siglo XXI, me genera inquietud, por la necesidad de muchas personas de revestir su pensamiento bajo el paraguas de ciertas creencias, provocando hechos tan ridículos como la descalificación hacia otras personas, que dicen seguir el mismo pensamiento, por no coincidir en nada los planteamientos de unos y otros.
Tal vez, así escrito, suene un poco enrevesado o un galimatías, pero con un par de  ejemplos se puede entender.
Un asunto como la gestación subrogada, también conocido como vientres de alquiler, puede servirnos para ilustrar lo que quiero decir.
Bajo el paraguas del feminismo se resguardan una diversidad de personas, con ideas muy diversas. El asunto de los vientres de alquiler ha dejado entrever esas diferencias entre los que están a favor de esta forma de explotación:





https://www.huffingtonpost.es/mariano-beltran/argumentos-de-un-socialis_b_14773740.html



Y los que están en contra, una mayoría.
Sin embargo, si uno lee el primer enlace y el tercero se encontrará que los que los suscriben dicen hacerlo en nombre del feminismo. Si uno lee el segundo enlace también comprobará que las juventudes socialistas y la aprendiz de Goebbels que ocupa el número dos del Ejecutivo de este país dicen actuar en nombre del feminismo, pensando lo contrario.
Estas mismas disensiones las podemos encontrar en lo referido a la prostitución y su regulación (recomiendo leer los artículos de DoctoraGlas, una persona que argumenta de manera poderosa todo lo que trata, rompiendo esquemas mentales y que habla, como no podía ser de otra forma, desde el feminismo).
Visto todo lo anterior parece claro que mucha gente, demasiada, utiliza una palabra clave, en este caso feminismo, para defender sus ideas. No hablan de sus ideas respecto a tal o cual tema, sino de feminismo. Esta forma de abordar los problemas, en muchos complejos, intenta asegurar al individuo que está en posesión de la verdad. El esquema no difiere mucho, no difiere nada, de aquél que justificaba cualquier acto porque mi religión es la verdadera. 
Sin embargo, esta forma de actuar, denota un aspecto de debilidad y de servilismo de quien así actúa. Envolver las ideas propias bajo una bandera, me da igual que sea una patria, el feminismo, una religión o el ecologismo, sin atreverse a decir: éstas son mis creencias sobre tal o cual aspecto de la vida. Creencias que nada tienen que ver con un mi religión, mi patria, mi... Sólo es mi pensamiento. Esa cobardía, ese necesidad de sentir que las ideas no pueden ser criticadas, utilizando, y desvirtuando de paso, cuestiones morales de mayor calado, muestran a las claras, además de la citada cobardía, un debilidad intelectual a la hora de argumentar porque se llegan a unas conclusiones; a lo que se une una rigidez mental o, en muchas ocasiones, una soberbia intelectual, que impide completar la visión propia sobre un asunto, un hecho o una forma de abordar una cuestión futura. 
Declararse seguidor de la corriente de moda resulta muy fácil, argumentar nuestras ideas y nuestros hechos, admitiendo a veces que podemos estar equivocados, resulta mucho más complicado. Desde nuestra atalaya de comodidad y desde la distancia actuamos como esos dioses de los que habla Harari.
Un saludo.


4 comentarios:

Escornaboi dijo...

Hola Paco, te he descubierto por twitter, con el artículo de "Breves apuntes sobre la actualidad"
Me parecen muy interesantes tus lecturas y me estoy poniendo al día en tu histórico.
Este artículo en concreto me recuerda las atrocidades que en la Historia se han hecho "en nombre de" tal o cual ideología/religión...
Tristemente me parece que nos adentramos en una etapa en la cual la reflexión personal y el debate argumentativo decae, y tan sólo valen los grandes "ideales, banderas, etc".
La gente se llama fascista, ignorante, nazi! alegremente, tanto desde la derecha como desde la izquierda...
Y luego todo ello tan solo hace subir a la derecha e ultraderecha (incluso camuflada como en cataluña).
No me enrollo más, blogs como el tuyos son necesarios como contrapuntos críticos y lugares de debate de nuestra sociedad.
Unha aperta,
Xacobe

PACO dijo...

¡Hola, Xacobe! Lo primero darte las gracias por leerlo y por tus comentarios.
Después pedirte disculpas porque veo que has intentado publicar varias veces tu comentario. Al principio no tenía filtro alguno para el blog, pero en un par de ocasiones intentaron hacer publicidad y decidí evitar esa situación.
De nuevo gracias y vuelve aquí cuando quieras, estás en tu casa.
Un saludo.

Andrés Daniel Molina dijo...

Sencillamente demoledor. Totalmente de acuerdo. Hay oerperso con las que es imposible debatir porque se encierran en su dogma que consideran la única verdad y ay de aquel que ose poner en entredicho su dogma. El feminista es uno de los más visibles.

PACO dijo...

Gracias por leer la entrada y por el comentario.