sábado, 30 de noviembre de 2013

NOTICIAS ABSURDAS, O NO

Tras desenterrar a David el Gnomo, y realizarle una nueva autopsia, se descrubre que su enorme fuerza era debida al uso continuado de anabolizantes. La Asociación de Trolls de Cuenca ha lanzado un comunicado donde se afirma que David el Gnomo era en realidad un tipo que les hacía la vida imposible gracias al uso continuado de sustancias dopantes. "De inteligencia nada de nada. Todas las putadas que nos hacía se debía a su fuerza descomunal, adquirida a base de pastillas ilegales y guarradas por el estilo. ¡Ya está bien de que los Trolls seamos siempre los malos de la película", afirmó un representación de la citada asociación mientras se sonaba los mocos.



Una conocida marca de yogures griegos lanza una nueva línea de productos con tres especialidades: yogur dórico, yogur jónico y yogur corintio, dirigidos a estudiantes de Arte, restauradores, arqueólogos  y demás trabajadores del gremio. El yogur dórico simplemente contiene yogur, sin ningún otro artificio. El segundo sabor, el jónico, contiene volutas de diferentes sabores, que producen un contraste muy apreciado. El último producto se aromatiza con hojas de acanto, que le dan un sabor más sofisticado. Los expertos de la conocida marca barajan la posibilidad de crear otra serie de sabores como: el yogur polis, el democracia o el crisis que te cagas.



Un hombre desiste de suicidarse al comprobar que el medio elegido, ver continuamente videos de los programas de Jorge Javier Vázquez, suponía en realidad una tortura insufrible. P.V.C. cejó en su empeño de suicidarse tras diecisiete horas intentándolo. El método elegido, ver programas de Jorge Javier Vázquez, le produjo sufrimientos indescriptibles, pero no le condujeron a poner fin a su sufrimiento, al contrario. Los psiquiatras, psicólogos, así como los pajes de los Reyes Magos, han aprovechado la circunstancia para investigar las consecuencias de la exposición continuada a este tipo de programas en seres humanos. "Las cosas que le ocurren a P.V.C. tras este castigo al que se ha sometido motu proprio son inimaginables. No habiendo sido en ningún otro caso estudiado con anterioridad", declaró uno de los estudiosos del asunto.


Proponen que no se enseñe en los colegios la escritura de la letra a diciendo que es como la o, pero con un rabito, por considerar esta última parte sexista y retrógrada. La agrupación Feministas Hasta el Tuétano ha lanzado una campaña a nivel nacional, en la que se defiende que enseñar la letra a asociando su forma a un rabito, constituye un acto de machismo incalificable. Según dicha agrupación se debería hacer de la siguiente manera: "La letra a debe considerarse como una entidad femenina que complementa a la o mediante la escritura en la lado derecho de una línea descendente que se curva hacia la derecha un poquito antes de llegar al final, provocando con ello una imagen de armonía, bastante distante del ideal masculino".


Los hormigas científicas de un hormiguero de Albacete desarrollan una bomba atómica, basada en la energía extraída de las cáscaras de pipa. Según publica hoy el Hormiga Today, en un hormiguero de Albacete se ha conseguido crear una bomba nuclear de fisión, utilizando cáscaras de pipa. Dicho diario afirma que, tras un arduo proceso de investigación, los científicos de dicho  hormiguero pudieron detonar el ingenio con éxito. El hecho ocurrió en un jardín cercano al hormiguero, siendo presenciado por la hormiga reina, los científicos y las hormigas soldado de más alto rango. Fuentes consultadas por dicho periódico afirman que no sirve cualquier tipo de cáscara de pipa, siendo mejores para tal menester las de la marca Facundo. Tras el éxito la hormiga reina se ha cepillado a siete zánganos para festejarlo.


Tras leer el Quijote un tipo asegura que Sancho Panza era familiar suyo y demanda los royalties por el uso de la imagen de su antecesor sin la autorización del mismo. R.U.C.I.O. ha presentado una demanda exigiendo el cobro por el uso arbitrario y sin consentimiento de su familiar, Sancho Panza, durante estos cuatro siglos. Asesorado por alguna sociedad que agrupa a creadores, ha decidido dar este paso buscando resarcir a su familiar, y de paso a el mismo, de este uso indiscriminado y espurio de la imagen de su tataratataratatarabuelo por parte de madre. "Este Cervantes era un listo", declaró el demandante a la entrada de un concesionario de vehículos de alta gama.


Un hombre corre la maratón de Londres descalzo, generando la admiración de corredores, público y demás tropa. Preguntado sobre su forma de proceder, Mariano, que ese es su nombre, ha dicho lo que sigue: "No estaba mi mujer en casa y por no ponerme a buscar las zapatillas...".

jueves, 28 de noviembre de 2013

EL DELTA DEL NÍGER

Uno de los ejemplos más evidentes de la impunidad con la que las multinacionales "trabajan" lo encontramos en el continente africano,más concretamente en Nigeria, el mayor productor de petróleo africano y de los diez más importantes del mundo. En dicho país, desde hace unas cinco décadas, se extrae petróleo, realizando tal actividad principalmente la empresa neerlandesa del sector Shell (aunque otras empresas como Agip  también tienen se benefician de una parte del jugoso pastel). Sin embargo, la petrolero del país de los tulipanes es la empresa más importante, y poderosa, que opera en Nigeria.


Seguramente el amable lector recuerde que a principios de este año la Justicia del país de procedencia de la petrolera, Holanda, hizo responsable a dicha empresa, a su filial nigeriana más concretamente, de los vertidos de crudo, procedentes de sus instalaciones, ocurridos en el Delta de Níger entre 2004 y 2008 (en este último año hubo un vertido de más 300.000 barriles de petróleo, reconocidos por la propia empresa). Lo que a priori constituye una gran noticia, en realidad oculta una larga historia de atrocidades humanas y medioambientales, en las que la connivencia entre el poder económico y el político constituyen un ingrediente fundamental.
Para empezar las labores de limpieza de la zona, que debía hacer la empresa responsable de los vertidos, cuyo coste asciende a unos mil millones de dólares, no se ha comenzado ni por asomo, como denuncian fuentes de la propia O.N.U.
Podemos continuar con un nuevo vertido ocurrido en 2011, de unos 40.000 barriles de crudo, como podemos comprobar en este enlace:

http://servindi.org/actualidad/56324

Pero todo ésto no supone más que la punta del iceberg. Desde que se inició la extracción de petróleo en esta zona de Nigeria se estima que el total de crudo vertido supone 2.100 millones de litros del denominado oro negro. Para que nos hagamos una idea, más de cinco veces la cantidad de crudo que provocó la catástrofe del Golfo de Méjico en 2010. 


No sorprende a nadie que una empresa que se puede "permitir" este tipo de despropósito cuente con apoyo de los gobernantes del país. Este "apoyo" llegó al extremo de crear una especie de policía por parte del dictador nigeriano Sani Abacha (1993-98) que llegó a asesinar a cuatro cabecillas del movimiento de resistencia del pueblo Ogoni (que había plantado a la multinacional), acusando de tal atrocidad a nueve líderes del mismo pueblo, que fueron ahorcados. Se cree que esa policía, o mejor dicho, especie de policía, creada al efecto para luchar contra los Ogoni, conseguía sus armas a través de la empresa neerlandesa. Al menos así lo han denunciado diversas fuentes.
En 2010, como apareció en las WikiLeaks, la multinacional del petróleo Shell parecía tener "infiltrados" a varios miembros suyos, o favorables a sus intereses, en los principales ministerios del país. Un perfecto maridaje entre los intereses económicos y los políticos, que permitía a la compañía enterarse con antelación de todo lo referido al Golfo del Níger que era tratado en los diferentes ámbitos gubernamentales. Como reza el dicho: él que tiene la información, tiene el poder.


Se podrá pensar que, al menos, tanto petróleo habrá servido para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del país. Nada más lejos de la realidad. La esperanza de vida media de un nigeriano es de 47 años. La mortandad infantil resulta muy elevada y el SIDA campa a sus anchas por el país... Datos que pueden leerse de manera más precisa en este enlace:


O lo que es lo mismo. El petróleo ha servido para enriquecer a las élites del país y a una multinacional extranjera. Además de para intoxicar a una buena parte de le población del país, que padece problemas médicos diversos, fruto del continuo vertido de petróleo, así como de la quema del gas que lleva aparejado la extracción del crudo. Convirtiendo a este zona del planeta en una de los diez lugares con mayor contaminación del mundo. 

http://www.guioteca.com/medio-ambiente/las-10-zonas-mas-contaminadas-del-mundo/

Aunque parezca que todo este asunto nos quede lejos, me gustaría concluir con una información que demuestra que este asunto nos toca mucho más de cerca de lo que creemos. En 2012 Nigeria se convirtió en el primer exportador de petróleo a nuestro país. En esa fecha el 18% del crudo que llegaba a España se había sacado del subsuelo de la nación africana que nos ocupa. Es posible que el carburante del automóvil del amable lector provenga de uno de los diez lugares más contaminados del mundo.
Un saludo.

martes, 26 de noviembre de 2013

LEY DE ¿SEGURIDAD? CIUDADANA

Uno considera que las leyes deben adecuarse a los tiempos que corren. Como consecuencia de este pensamiento nació, hace tiempo, una entrada en la que se criticaba con dureza la ley que permitía que la banca se quedase con los inmuebles embargados y que, a pesar de ello, esta acción no sirviese para cancelar la deuda en su totalidad con el prestamista. 
En los días que corren, donde pretenden hacernos creer que desde un punto de vista moral resulta más aceptable perseguir a un manifestante que a un gran defraudador, el Partido Popular, con su ministro de Interior a la cabeza, pretenden reformar la Ley de Seguridad Ciudadana. El borrador que ha transcendido de dicho anteproyecto se caracteriza por penar, en el sentido económico, con mayor dureza a los infractores, pudiendo llegar las sanciones a los ¡¡¡600.000!!! euros de sanción. Este dislate económico puede servir como forma de prevención para evitar actuaciones tan "lesivas" para la convivencia como: los escraches, poner una pancarta antinuclear en una central de este tipo, manifestarse ante el Congreso o el Senado un sábado o  un domingo sin autorización o grabar imágenes en las que se vea la jeta de algún que otro miembro de las fuerzas de seguridad del estado cuando se exceden en sus funciones (¿se acuerda el amable lector del tipo de la perilla?), pues, según reza el borrador, se le puede identificar y eso puede poner en peligro su seguridad.

Acciones como la realizada por Greenpeace para protestar contra la ley que nos ocupa hoy, pueden ser consideradas graves si se realiza en un edifico es público. Treinta mil leuros puede constituir la pena por realizar dicha acción. 
Dentro de este tipo de faltas se incluyen las referidas a los insultos a los agentes del orden. Uno no duda en que los insultos, sean a quien sean, no resultan adecuados, y más si se dirigen a funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones. Pero uno también tiene la impresión de que si este campo no se acota de manera muy clara y precisa, por ejemplo mediante la presentación de pruebas concluyentes, los treinta mil euros se pueden convertir en un arma discrecional, que puede acarrear nefastas consecuencias para la libertad de manifestación y expresión de los ciudadanos.


Cuestión aparte, por su punto surrealista,tiene la sanción a los que líen parda y vayan encapuchados o con cualquier otro tipo de autendo que dificulte su identificación. Vamos a ver, señores del Gobierno, lo normal, aunque no lo más ético, es que aquel que vaya a hacer algo ilegal intente que nadie le reconozca (con la excepción de los que evaden impuestos en grandes cantidades,  que lo hacen con la cara descubierta, el resto de delincuentes actúan así). Por tanto, lo que debe cambiar es la legislación penal al respecto; pero lo de los treinta mil boniatos por ir encapuchado me parece una memez. Al tío que va a arrojar un cóctel Molotov o a romper escaparates se le trae al pairo una multa o menos. Lo importante en este caso para el fulano en cuestión es irse de rositas. Que no le pillen.


Cuando leí esta "medida" que recoge el anteproyecto de ley no pude evitar acordarme del Motín de Esquilache. Nuevos tiempos, viejos tiempos.
De igual cariz resulta la idea de multar a prostitutas y clientes que entren en tratos cerca de lugares infantiles o cuando pongan en peligro la seguiridad vial. En el fondo, y entramos en el segundo apartado de esta entrada, se castiga a las personas menos pudientes, cuando no marginadas o esclavizadas, como ocurre en muchos casos de mujeres obligadas a prostituirse por mafiosos hijos de la gran puta.
Esta ley, como otras muchas, va encaminada a castigar a los ciudadanos que sufren en sus carnes las "medidas", o "reformas", que en realidad son recortes de derechos, y que osan protestar por tales cuestiones. Tal como han concebido esta ley se observa que la finalidad principal es acallar a todo aquel que no acepte las normas establecidas, entre ella la de manifestarse e irse a casa sin más. De nuevo el poder intenta perpetuar las desigualdades silenciando a los que sufren las consecuencias de dicho sistema y tienen la osadía de hacerlo notar.


Desde una perspectiva desapasionada la ley se podría denominar Ley Mordaza y Acata, pues tal resulta ser su finalidad. La sumisión de los ciudadanos. El silencio ante las atrocidades que se comenten en nombre del dios dinero. La penitencia, en muchos casos inasumible, por llamar a las cosas por su nombre. Todo ello y mucho más constituyen la esencia de un bosquejo de ley encaminada a dar una vuelta más de tuerca a la dictadura a la que estamos sometidos. Si en un principio nos esquilmaron, destinando nuestro dinero, el de todos los ciudadanos, a subsanar las tropelías de unos pocos, que han salido indemnes, o han mejorado su estado, durante esta estafa, esta ley supone un segundo escalón en la estrategia neoliberal. Se tratra de recortar libertades fundamentales como la de expresión, reunión o manifestación.
Sin embargo, uno tiene la impresión de que a pesar de los intentos de estos personajes por ocultar la realidad, por deformar los sucesos a su antojo, la realidad, la rabia, la frustación, el empobrecimiento de los ciudadanos, la miseria moral acabarán actuando de catalizador, generando un efecto contrario al esperado por estos hombres de bien. Los movimientos sociales ya existentes muchos de ellos, y que leyes como éstas intentan silenciar, acabarón generando grietas en su sistema, provocando la caída, tanto de ellos como de sus sistema. Los ciclos históricos pueden ser largos y estamos asistiendo al inicio de uno de ellos.
Un saludo.

Aquí dejo un enlace donde se pueden ver las cuestiones que la nueva ley pretende perseguir:

 


domingo, 24 de noviembre de 2013

AHORA, MIENTRAS...

Reconocía que durante los dos o tres últimos años se habían distanciado en exceso. Su visión del mundo, y de lo que ambos consideraban justo e injusto, había supuesto un escollo en su relación, hasta ese momento fluida y satisfactoria para ambos. 
Hacía casi dos décadas que apareció en su vida y desde ese mismo instante comprendió que nada iba a continuar igual en la misma. Bastaba que él mirase su rostro para que se diluyera cualquier bruma en su alma. La ansiedad y los peligros de su trabajo, su relación difícil y tortuosa con su padre o cualquier otra circunstancia cotidiana que pudiese alterar de manera negativa su ánimo se tornaban sonrisa ante aquella expresión que no había mudado desde la primera que la disfrutó.
En aquella claustrofóbica sala de espera de aquel hospital, cuya degradación con el paso de los años había contribuido a acentuar dicha sensación, el tiempo parecía levitar sobre el denso aire de la estancia, sin tener la necesidad de avanzar. Esa sensación de ingravidez temporal se clavaba como mil alfileres sobre él, que necesitaba noticias, buenas noticias, sobre aquella persona que tanto había amado y que en ese momento amaba aún más. Los segundos parecían años y los minutos vidas enteras.
Creyó ver a la doctora que se había dirigido a él para explicarle la situación antes de la intervención, pero esa impresión sólo fue un hijo bastardo de la ansiedad. De nuevo la maquinaria de la incertidumbre se había puesto en marcha, generando miedos y angustia hasta ese momento desconocido.
No sabría decir con exactitud cuanto tiempo había transcurrido cuando aquella mujer vestida de verde se dirigió a él. Ni tan siquiera la vio venir, porque sus ojos cerrados estaban tapados por ambas manos cuando escuchó aquella voz, que reconoció al momento.
La respiración pareció abandonarle, como si ya no la necesitase. Todo su empeño consistía en escuchar cada una de las palabras de aquella mujer que frisaba los cuarenta.
- No debe preocuparse, todo ha salido bien. Salvo complicaciones de última hora no perderá ningún órgano y, no sé decirle cuando, podrá seguir disfrutando de una vida normal- explicó aquella mujer.
- ¿Cómo está?- respondió el hombre.
- Dormida por el efecto de la anestesia. En no mucho tiempo despertará y podrá hablar con ella- afirmó la doctora.
- ¿Puedo verla ahora?- inquirió nervioso.
- Sí, por supuesto. Le acompaño a la habitación- se ofreció ella.
Un par de minutos después se encontraba a solas con aquella mujer dormida. La miró a la cara y no pudo evitar recordar la primera vez que vio a su mujer. Ella conservaba esa misma belleza, incluso la misma expresión que habitaba en su recuerdo de aquel primer día.
Mi amor, comenzó él, cuando te tuve entre mis brazos por primera vez sentí como todo lo bello de este mundo se concentraba en tu pequeño cuerpecito. Te miré y noté como tú me devolvías la mirada. Aunque mucha gente dirá que esta última parte son ensoñaciones mías. Pasó el tiempo y crecimos juntos. Tú de una manera y yo de otra, pero ambas complementarias. Sin embargo llegó ese período en que tú empezaste a cuestionarte todo, incluido a mí, y todo pareció saltar por los aires. Aunque intuyo que en algún lugar de ti, y sé que en una buena parte de mí, nuestro amor seguía existiendo. Pero resultaba más fácil el enfrentamiento que reconocer la existencia de aquello que siempre nos unió. Ahora viéndote aquí postrada, comprendo que ambos teníamos razón.
Yo sabía que no debías haber acudido a aquella manifestación, donde iba a haber problemas serios de orden.
Tú sabías, aunque me cueste reconocerlo, que cuando nos ponemos el uniforme y recibimos la orden de cargar no siempre nos resulta fácil distinguir entre unos y otros.
Ahora, viéndote aquí, ausente, tras haber sido intervenida para intentar reparar los efectos adversos que tu cuerpo ha sufrido tras recibir el impacto de una pelota de goma, no puedo evitar recordar el momento en que te cogí en brazos recién nacida y llenaste de luz aquel cuarto de hospital.
Ahora, mientras te miro aquí dormida de manera plácida, veo a la adolescente que desde hace un tiempo no acepta lo que soy, o, al menos, mi forma de ganarme la vida.
Ahora, mientras te contemplo aquí silente, me pregunto quien de mis compañeros de la unidad ha sido el responsable de que tú y yo nos encontremos en esta situación.

viernes, 22 de noviembre de 2013

SOY EVARISTO, EL REY DE LA BARAJA...

Tengo el convencimiento de que estas palabras a más de un lector le harán recordar la famosa canción de Extremoduro "Jesucristo García". "Soy Evaristo, el rey de la baraja, hago milagros, convierto el agua en vino..." comienza el referido tema, y, por extrañas asociaciones mentales, lo he vinculado al milagro que nos intentan vender en estos días de pillaje organizado y justificado.
Uno siente que sus vísceras ocupan lugares insospechados cuando escucha largar al barbado gallego y a sus acólitos sobre la salvación a la que nos han conducido en estos dos años escasos de privaciones, pérdidas de derechos, persecuciones y mentiras.
Escucho, a modo de conmemoración de la victoria electoral que ocurrió hace dos años, largar al personal afín a los que se encuentran en la Moncloa, loas sin cuento sobre la buena actuación del Desgobierno pepero, que nos salvó del rescate. El rescate, ese monstruo que parecía abalanzarse sobre todos nosotros sin remisión. Imagino, por ir acotando el terreno, que se refieren al rescate de las cuentas públicas y no al rescate, que finamente pagaremos entre todos, del sector bancario, financiero o como coños lo quieran llamar. Aunque, por cierto, el rescate del sistema financiero ha acabado en las cuentas públicas. En otras palabras, lo estamos pagando entre todos. Por tanto, me desdigo de lo dicho con anterioridad, y afirmo que hemos sido rescatados, porque el dinero prestado para "reflotar" cajas y bancos lo devolvemos entre todos.
Realizado este matiz volvamos al asunto de los mesías que nos han tocado conocer y sufrir en estos días de padecimientos sin cuento. 


Parece que entre todas las cabezas pensantes de las que se ha rodeado el gallego nos han librado de un rescate. Rescate, pasta que pondrían distintos países, entre ellos nosotros ( España es el cuarto contribuyente neto de la U.E.. en este tipo de tinglados), para evitar que el tipo de interés al que nos prestaban el dinero "los mercados" siguiera subiendo sin medida. ¿Qué hizo al respecto el Desgobierno de Rajoy? Alzar leves protestas en los foros europeos y hablar de ajustes, demandados según ellos por el bendito mercado. Que uno se pregunta si el mercado tiene sacerdotes propios que interpreten sus señales o sirve para interpretarlas cualquier vidente nocturno televisivo. 


Sin embargo, un tipo que provenía de lo más profundo de ese mercado, que dirigía en Europa el banco que ayudo a  que las cuentas de Grecia fuesen maquilladas, sí que hizo algo: cumplir con su deber. En efecto, el tal Mario Draghi, a la sazón el mandamás del Banco Central Europeo, realizó unas declaraciones que venían a decir: especuladores, como sigáis por el mismo camino vamos a empezar a imprimir dinero, comprar deuda pública y vamos a poner las cosas en su sitio. Las palabras textuales, como resulta obvio, no se asemejaban en nada a las aquí escritas, pero el mensaje que encerraban las declaraciones del italiano coincidía con lo dicho aquí hace unas líneas. Como ya había acontecido en otros países como EE.UU., Suiza o el Reino Unido, los especuladores dieron media vuelta y avanzaron. En otras palabras, dejaron de hacer su agosto con la deuda de países como España o Italia. Bastó esa admonición del colega para que, de repente, el mercado dejase de hostigar la deuda de los países del Sur, y de algún otro. Parece que el mercado no pedía reformas, sólo quería ganar dinero a espuertas. Cosa que imagino que todos los insignes economistas que hablan del mercado sabrán que es la finalidad última de todos y cada uno de los inversores que conforman lo que conocemos como mercado.


Por tanto, querido Mariano y compañía, del rescate nos salvó un tipo italiano, que había contribuido, no ha muchos años, a enfangar la realidad económica del continente. Ni habéis convertido el agua en vino, ni nada que se le parezca. Simplemente os habéis aprovechado la circunstancia de que hasta los más convencidos neoliberales han comprendido que el laissez-faire no se trata más que de una estupidez, que llevada a sus últimos extremos puede destrozar continentes enteros.
Por lo demás, vuestro milagro consiste en que una cuarta parte de los trabajadores españoles se encuentren en paro. O, tal vez, en haber privado de derechos a los trabajadores, a los pensionistas, a los funcionarios, a los parados, a los dependientes, a los estudiantes, a los enfermos crónicos, a los... ¿a quién no? A los ricos.
Bendito milagro aquél que llena los comedores sociales, hace de la caridad una necesidad, castiga a enfermos, ancianos y desvalidos. 
No, vosotros no haces milagros, como no sea con la oratoria (que utilizáis para intentar desfigurar la realidad a vuestro antojo). No, vosotros no convertís el agua en vino. No, vosotros no conocéis a los que se marginan. Pero, sin embargo, sí, los mercaderes ocuparon nuestro templo y todo lo que hacéis pivota en torno a que los mercaderes ocupen nuestras vidas y nos roben nuestro tiempo, nuestra dignidad, nuestros derechos y nuestra felicidad. 
Un saludo.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

EL PATIO PATRIO (I) MARIANO

De familia en política muy implicada
resulta ser nuestro ilustre personaje
que en la cosa pública también tiene bagaje,
donde no ha renunciado a casi nada.
Compostelano de familia acomodada
mostró bien pronto cual era su pelaje
militando en la derecha sin ambage
ascendiendo hasta el infinito de la nada.
De joven tuvo ya una oposición sacada
que en ocasiones le hizo hacer el equipaje
y conocer a todo el paisanaje
saliendo de su tierra añorada.
Entró la política de forma pausada
dando su vida un viraje
rehaciéndola con un nuevo abordaje:
la poltrona sería desde entonces su amada.
En tierras celtas comenzó su machada
ocupando, a pesar de su raro lenguaje,
cargos de variopinto plumaje,
presidente, concejal, diputado, ¡qué gozada!
todo vale, para su ambición descarada.
Con su paisano Fraga da la campanada,
ascendiendo a un cargo de amplio tonelaje
ya anda por Madrid el guaje
nada parece resistírsele a esta mente iluminada
Con Aznar su estrella se ve consolidada
y alrededor de la Moncloa deja su equipaje
haciendo de ministro su rodaje
ocupando cargos de manera desenfrenada.
Administraciones Públicas, actividad gestionada
hasta que en Educación necesitan maquillaje
entrando en aquel paraje
de una Esperanza ya quemada.
Vicepresidente le hicieron de una tacada
sin que su prestigio se rebaje
en todos los lugares encuentra encaje
nuestro hombre de esta entrada.
Pero no acaba aquí su carrera dilatada
Ministro de Interior, cargo de alto voltaje
consigue ser en su nuevo viaje
en esta su enésima parada.
Persiguió al extranjero de forma descarada
no teniendo tampoco la botella encaje
qué es cosa de chusma y bandidaje
darle al morapio de forma desordenada.
Portavoz y Presidencia, le tocaron en esta hornada
abandonando interior sin desencaje
ni importándole el nuevo viraje
Hombre abnegado que no renuncia a nada
Capaz de hablar de hilillos, ¡qué machada!
sin que le arrugue el traje
ni realizar un solo visaje
por asomar la cara en catástrofe sonada.
O de justificar una guerra declarada
alegando que en lejano paisaje
hay armas destructoras en alto porcentaje
cosa que nunca fue demostrada.
A las siguientes elecciones fue su candidatura presentada
de número uno fue nuestro personaje
pero cayó con todo el equipaje
su candidatura acabó estrellada.
Unos asesinos en su propia intifada
con un atentado criminal y salvaje
detuvieron el casi seguro viaje
hacia la presidencia del de la derecha y su camada.
Cuatro años de autoría indeterminada
marcaron el rumbo y el pilotaje
de su nuevo largometraje
culpando a los vascos de la mala jugada.
Volvió a perder la siguiente elección convocada
siguiendo terco en su peregrinaje
buscando algo que la diferencia rebaje
entre el de León y su oposición organizada
Olvidó la macabra burrada
Restó al atentado octanaje
y se centró en la economía salvaje
La oposición se encontraba encauzada
Y la crisis se mostró como su aliada.
Encontró con facilidad encaje
su, al final, desehechado mensaje,
consiguiendo que su candidatura sea aupada
a la poltrona presidencial tan añorada.
De lo dicho nada, sólo de derechos rebaje,
y recortes en plan salvaje
para así ver la economía recuperada.
Al menos así ve su actuación justificada.
Manifestaciones y muestras de coraje
ante estos actos de pillaje,
reformas según ellos y su camada.
En estos tiempos su figura se ve salpicada
por el hombre del traje
Correa y tipos de su mismo pelaje
así como por Matas y su gran pringada.
Pero su figura no parece afectada
por rodearse de este linaje
ni por empobrecer a todo el paisanaje,
dando por respuesta la callada.
Así termina esta copla rimada
que versa sobre este personaje,
hombre gris, de nulo mensaje,
que triunfó, a pesar de mil y una cagada.






lunes, 18 de noviembre de 2013

IDIOTARIO (LXVIII)

Agila: rey visigodo (549-554). Su reinado se caracteriza porque un señor vestido de militar y con un teléfono se dedicaba a hablar con el enemigo, a contar historias sobre su pueblo o a hablar del señor, que era como de la familia, que iba a visitar a su madre. El hecho más sobresaliente de su vida fue que nació cuando su madre no estaba en casa y tuvo que bajar a avisar a la portera.

Bisexual: persona que ha practicado el sexo dos veces.

Día de los enamorados: fecha del calendario, 14 de febrero, en la que el amor que sienten los miembros de una pareja se demuestra mediante un dispendio o una actividad conjunta fuera de lo normal. El resto del año al estar enamorado se le denomina convivencia.

Espermatozoide: renacuajo de los cojones.

Estado de buena esperanza: situación en que se encuentran, el día antes de las elecciones, todos los políticos que tienen posibilidades, reales o no, de pillar cacho.

Gourmet: persona con gusto delicado y exquisito, así como con un paladar sobresaliente, capaz de pagar por un vino de mesa, embotellado bajo una etiqueta de reconocido prestigio, un precio con el que se alimentaría una familia durante un mes.

Hacer la colada: lavar la ropa sucia. Se hace mucho más llevadero cuando se añade, en las proporciones adecuadas, ron, crema de coco y zumo de piña.

Once: número situado entre el diez y el doce, en el que el tuerto es el rey.

Paisaje bucólico: lugar de la naturaleza que dadas sus especiales características y belleza resulta el ideal de paisaje que los seres humanos humanos tienen en su mente. Un método infalible para saber si nos encontramos ante un paisaje bucólico se basa en contemplar a los tipos que se tienen alrededor; si se pasan todo el rato que están en el lugar realizando fotos, sin prestar excesiva atención al entorno, nos encontramos ante un paisaje bucólico.

Paisaje onírico: país que ven los políticos españoles del Partido Popular.

sábado, 16 de noviembre de 2013

LOS MÍOS Y LOS SUYOS

Durante esta semana un tal David Fernández, diputado del Parlamento de Cataluña, se ha convertido en noticia por esgrimir, si es que tal verbo se puede utilizar en estas circunstancias, una sandalia frente al compareciente en una comisión parlamentaria, el ex todo Rodrigo Rato.
Uno se enteró de tal hecho cuando escuchó al "ecuánime" Carlos Herrera describir el hecho a su manera: cargando contra el parlamentario, salvaguardando la integridad de el ex ministro,   ex dirigente del FMI y de Bankia. En efecto, querido hombre de la caverna, resulta más grave que un fulano cuestione a Rato sobre el simbolismo de la sandalia, y de su uso inadecuado, en los países árabes, que haber diseñado una política económica que ha llevado a un país al caos económico o que haber respaldado unas directrices neoliberales que han supuesto la quiebra del sistema. O, de nuevo en el plano nacional, haber permitido que se estafe a miles y miles de ciudadanos con las preferentes.
 Sí, querido lector, resulta mucho más ofensivo y dañino sujetar una sandalia en la mano, que abocar a millones de personas a la ruina y la desesperación. Total, los ricos ven aumentar día a día sus ingresos, qué importa el resto de la chusma. Lo deleznable de este asunto resulta ser que un fulano, de manera acertada o no, usara un tipo de calzado de una manera no adecuada.


Este ejemplo ilustra a la perfección la gran falacia que resulta todo ésto que conocemos como crisis; donde parece cobrar más importancia una manifestación, una huelga, o cualquier tipo de acción de protesta, que el coro de fariseos que han provocado esta gran estafa y que la están gestionando de aquella manera, siempre favorable a sus intereses y a los de la minoría que les respalda. Pero no sólo lo han gestionado conforme a sus intereses, sino que han conseguido revestir esas conductas de rapiña de legitimidad. En otras palabras: han dado cobertura moral a sus actuaciones, que pueden definirse de muchas maneras, pero nunca como morales.
En la actualidad existen leyes en nuestro país que castigan con dureza convocar movilizaciones, o los conocidos como escraches. Sin embargo, un fulano cuyas actuaciones han generado el empobrecimiento generalizado de una nación puede comparecer con total tranquilidad en un parlamento, donde reside la legitimidad del pueblo, sin haber sufrido consecuencia alguna, aún, por sus actuaciones.


Los causantes de la crisis: los poseedores del gran capital, y sus gestores, los economistas patológicos, con la ayuda de los grandes medios de comunicación, que no de información, y de una clase política, cortada por el mismo patrón, han concedido, o lo han intentado, a la injusticia, a la desigualdad,a la avaricia y a la pobreza generalizada, una patente de corso. Todo vale con tal de que las grandes cifras, sean ésta lo que sean (un mero artificio contable, desde mi punto de vista), resulten las adecuadas. En otras palabras: el fin justifica los medios. Y el fin, casualmente, coincide con los intereses de una minoría extraordinariamente acaudalada y con el de sus voceros.
Fruto de este tipo de moral resulta más plausible, y justificable, especular con el precio de los alimentos, condenando a decenas de millones a las personas que manifestarse frente a la sede de la soberanía nacional. Cualquier persona con un mínimo de sensibilidad y de dignidad no tendrá ningún tipo de problema para saber cual resulta la opción moral, ética me atrevería a decir, correcta. Sin embargo, una minoría consideran la primera opción como la más válida y efectiva para conseguir el mayor grado de "desarrollo" económico.
Obviamente estos mismos tipos, o algunos de ellos, no dudan en que vender armas a países inmersos en conflictos, bien internos, bien entre ellos, resulta una opción viable y aconsejable, pues crea riqueza.


Esta, querido lector, es la moral que intentan vendernos como útil, necesaria, a la que no podemos renunciar de manera alguna por "nuestro" bien. El empobrecimiento generalizado, la concentración en pocas manos de cada vez más riqueza, la deshumanización de los ciudadanos, considerando al dinero como el Becerro de Orto que todos reverenciar, forma parte de una nueva religión que nos quieren vender como la única. Sin embargo, su religión encubre la desigualdad, la miseria, la explotación, el dolor, la deshumanización, el miedo, la tiranía... Y para ocultarlo sólo necesitan encontrar, y mostrar a la opinión pública, a otros malos: un tipo con una sandalia, unos manifestantes, unos tipos que hacen escraches, un periodista díscolo, un medio de comunicación independiente, un partido político que no transija con sus postulados, los funcionarios, los pensionistas, un tipo con una sandalia en la mano...
Para separar el grano de la paja, desde mi punto de vista, basta con un sencillo razonamiento: considerar si lo que hacen unos y otros benefician a una gran mayoría o unos pocos. Si lo que hacen los unos beneficia, de manera inmediata y palpable, a una mayoría, ésos son los míos. Si lo que hacen los otros se basa en vaguedades, grandes cifras y, de entrada, beneficia a unos pocos, que luego "tendrán a bien" repartir, ésos no son de los míos.
Un saludo.

jueves, 14 de noviembre de 2013

TIEMPO DE BRUMAS

Se había acostumbrado a convivir con esa sensación de dolor continuo y semidifuso. Ambos parietales parecían contener, a duras penas en algunos momentos, la presión que recibían, fruto de la situación que le tocaba vivir en aquellas horas. Su apuesta incierta le había abocado a aquella horrible sensación, que actuaba como un recordatorio continuo de todo lo que  en muchos momentos no deseaba rememorar. Sin embargo, seguía disfrutando de pequeños, o grandes, según se considere, momentos de placer. Conversaciones, algún reconocimiento inesperado, nuevas experiencia y la aparición de nuevos proyectos contribuían a ello. 
Su caballo de batalla lo constituía el sueño. Un sueño irregular, áspero en ocasiones, y con momentos de vigilia que parecían acechar, parapetados tras los disgustos, que siempre aparecían asociados a los peores días de este proceso por el que transitaba. Por ello recibió con alivió ese bostezo, el enésimo en la última media hora, que le invitaba a deshacer su cama y ocultar todo su cuerpo bajo el grueso nórdico. Fiel a sus costumbres se apoyó sobre su lado derecho y esperó a que Morfeo se apoderara de él.
Cuando abrió los ojos, varias horas después, la luz solar se colaba por las rendijas de la persiana, dibujando unas líneas que rasgaban la oscuridad de la habitación.
¡Por fin! He dormido toda la noche, y parece que parte de la mañana, de un tirón, pensó. Lo necesitaba como el comer. Parezco otro, apostillo en su mente.
Tras franquear la puerta de su habitación se dirigió a la de su hijo, que permanecía entornada, impidiéndole ver la figura de su pequeño. Cuando traspasó el dintel de la misma observó con perplejidad que su hijo, de apenas ocho años, se había convertido en un adolescente. No podía dar crédito a la imagen que sus ojos enviaban a su cerebro. ¡Su hijo! ¡Su pequeño!, aparecía ante él como un adolescente, del que se había perdido siete u ocho años de su vida, que habían transcurrido mientras él, su padre, dormía.
Salió del cuarto confundido. Incapaz de saber que hacer ante tan brusco e inesperado cambio. ¿Era ese en realidad su hijo, al que había leído un cuento hacía no muchas horas para ayudarle a dormir?
Se dirigió a la cocina para hacerse un café que le ayudara a aclarar sus ideas, o por lo menos a ganar un tiempo que le permitiera analizar la cuestión. Pero la cocina ya no se encontraba en su lugar. Mejor dicho, la estancia seguía siendo la misma. Sin embargo, los muebles, el alma de cualquier cocina, habían variado desde la noche anterior. No reconocía nada en aquel lugar.
¿Qué cojones está pasando?, pensó angustiado.
Desistió de tomar un café y se sentó en una de aquellas sillas que no recordaba en absoluto y que formaban parte de los nuevos enseres de aquel cuarto, ahora desconocido para él. Por un momento barajó la idea de recorrer la casa con la intención de conocer todos y cada uno de los cambios habidos en ella. Pero desistió ante la urgencia que suponía en ese momento abordar el asunto de su recién descubierto hijo adolescente. ¿Qué narices hago ahora? ¿Sabrá quién soy? Eso imagino que sí. Tal vez el que no tenga ni idea de a quién tenga frente a él sea yo. ¿Qué habrá pasado durante estos años en la vida de mi hijo? ¿Tendré esos recuerdos? Intuyo que no. ¿Qué hago cuando se despierte? ¿Que debería hacer cuando se despierte? Yo dejé ayer en la cama a un niño de ocho años y esta mañana me encuentro a un bigardo, más alto que yo, del que no sé nada de nada. Al menos nada de lo que ha vivido durante la última mitad de su vida.
¡Qué dolor de cabeza! ¡Me van a reventar las sienes!
Piensa. Piensa algo rápido. En cualquier momento despertará.
Tal vez la mejor manera de actuar consista en contarle la verdad. Decirle: no recuerdo nada de tus últimos siete u ocho años de vida. ¡Buf! Me tomaría por loco. No me parece la mejor opción.
Ya sé. Esperaré. Le dejaré hablar y en ese tiempo comprobaré si recuerdo o no lo acontecido en los últimos años. Si mi mente conserva imágenes, vivencias conjuntas o lo que fuere que me permita saber de su vida, fenomenal. De no ser así volveríamos al punto de origen y debería tomar una decisión.
En ese momento, abatido ante la posibilidad de no recordar como había crecido su hijo hundió su cabeza entre sus manos y cerró los ojos. Varias lágrimas parecieron tener la intención de emprender una alocada carrera hacia el suelo, cuando en ese momento la voz de un niño, que por lo agudo de la misma no se correspondía con la de un adolescente, le despertó pronunciando la palabra papá.

martes, 12 de noviembre de 2013

LA INDUSTRIA DE LOS EXPERTOS

Invito al amable lector a que vea el siguiente documental que versa sobre expertos en diversas actividades humanas como el mundo de los vinos, el arte, la salud, la economía... Habitualmente cuando incluyo un documental en mi blog lo hago un sábado o un domingo, pero en este caso me ha impresionado tanto lo que he visto que he sentido la necesidad de compartir de manera inmediata lo que en él aparece. 
Tras verlo, merece la pena, seguramente el lector tendrá la misma pregunta que yo: ¿En manos de quién estamos?

Un saludo.

domingo, 10 de noviembre de 2013

MIEDO AL CAMBIO. UNA FORMA DE COMODIDAD

Escuchaba unos minutos antes de comenzar a garrapatear esta entrada una reflexión de una catedrática de Ética que me pareció acertada en extremo. La cuestión se podía resumir, más o menos, de la siguiente manera: en épocas de crisis las personas tienen miedo a reclamar lo suyo. Lo que le roban, añadiría yo. El miedo a perder lo poco, o nada que tienen, paraliza a una buena parte de la ciudadanía. 
Esta idea entronca a la perfección con la frustración que siente mucha gente que sí se ha movilizado para intentar cambiar el estado actual de las cosas y ve como una gran mayoría de sus conciudadanos los máximo que se permiten hacer es despotricar contra ciertos estamentos o rogar para que todo se quede igual (¡Virgencita, Virgencita, qué me quede como estoy!). Esta aseveración, así vista, parece incuestionable. El miedo a perder lo poco que se tiene, o a no conseguir lo mínimo indispensable para subsistir, parece acicate suficiente para no moverse, ni para reivindicar algo tan sencillo como justicia, o lo que es lo mismo, un reparto más justo de la riqueza, que es de todos.


Sin embargo, invito al amable lector a que realice una reflexión que demostrará que esta idea constituye sólo una parte de la realidad. ¿Qué ocurre cuando las cosas, especialmente en lo referido a la economía, van bien? ¿Acaso existen movimientos sociales masivos demandando mejoras sociales? La respuesta parece obvia, no. Tal vez, sólo tal vez, no tengo los datos, se produzcan más movilizaciones, demandas sociales, en épocas de vacas flacas, pues los afectados por las necesidades generados por la injusticia social son mayores.
Desde mi modesto punto de vista no se trata tanto de que la economía de la mayor parte de los ciudadanos vaya bien o mal. La desmovilización ciudadana tiene más que ver con un estado generalizado, una mentalidad ampliamente extendida, que constistuye una forma, respetable, aunque no la comparta, de abordar la realidad.
Esta mentalidad acomodaticia tiene su máxima expresión cuando los mismos tipos que despotrican contra todo lo establecido se quedan en su casa durante las elecciones o votan a los mismos partidos, plagados de miembros corruptos en muchos casos, que nos han abocado a esta situación. Ni tan siquiera se muestran capaces de mover el culo para probar algo nuevo, que tal vez no funcione, pero al menos supone una alternativa a lo existente.


Esta mentalidad acomodaticia se produce en muchos ámbitos de la vida. Desde el de las pseudofeministas que plantean la igualdad como la imposición de la mujer, siguiendo los cánones machistas que tanto critican, hasta aquellos que conciben la educación como la oportunidad de separar a los mejores del resto. 
En todos los casos se trata de perpetuar una forma de pensar, revistiéndola de todos los ropajes modernos que se deseen. No existe intención alguna de cambiar nada, ni de mover el culo para cambiarlo. En algún caso lo que se pretende, a lo sumo, es mudar la cara de los protagonistas, pero, en el fondo, las formas, y hasta las maneras en algún caso, no varían. 
Como escribí hace tiempo los humanos tenemos, por un lado, necesidad de cambiar. Sin embargo, existe un reverso de esta actitud, que consigue que tengamos una estabilidad necesaria para abordar nuestra vida, que choca con ese deseo de cambio. Como ya dije en otra ocasión es lo que todos conocemos como miedo al cambio. 
No hace falta estar dotado de una gran inteligencia para comprender que en un mundo basado en la posesión de bienes materiales (que sirve, en muchos casos, como medida del éxito personal) resulta fácil incentivar el miedo al cambio, a perder lo que se ¿tiene? 


Tal vez aquí resida el quid de la cuestión: en un mundo basado en la posesión de bienes materiales perderlos constituye uno de los peores males que pueden acaecer al común de los mortales. No sólo éso. Una adecuada publicidad, información manipulada (o como se quiera llamar) consigue acentuar ese miedo a fracasar en lo económico, amansando al personal, o una buena parte de él. 
Existen otros ejemplo que casan con esta forma de pensar y actuar de una parte significativa de los ciudadanos: el machismo, y el falso feminismo, la religión practicada de ciertas maneras, el seguidismo político de manera acrítica...
Todo se basa en lo mismo: en no intentar cambiar la realidad porque resulta más cómodo.
Un saludo.

viernes, 8 de noviembre de 2013

UN POCO DE TODO

Hacía cierto tiempo que no me enfrentaba al blanco níveo de la página del blog, poseyendo la impresión, la certeza, de que no había  idea alguna que plasmar. A fuer de ser sinceros temas no faltan para desarrollar una entrada y más. Sin embargo no encuentro la motivación suficiente para profundizar en ellos, al menos como creo debo hacer. 
Reconozco que escribir con frecuencia me ha enseñado una serie de estrategias para casos como éste y voy a poner en práctica una de ellas: la de hablar de muchas cosas con superficialidad, con la finalidad de realizar una entrada correcta, pero que no me exija excesivo esfuerzo. 
El ministro Wert ha sufrido el enésimo revolcón en su corta y estresante carrera política. Como todo el mundo sabe en su afán de "recortar" gastos en educación (dinero que curiosamente se destina a subvencionar a empresarios de todo tipo y pelaje) el alopécico y su troupe decidieron ahorrarse el dinero que destinaban a pagar a los becarios Erasmus. Si bien el sujeto y su camarilla empezaron con fuerza durante el primer año, la desafección generalizada que las medidas de su ministerio han conseguido ha llegado a calar tanto en Europa como en su propio partido. Prueba de ello es la vuelta atrás que han protagonizado los ocupantes provisionales del Ministerio de Educación. Sigo pensando que resulta paradójico que unos tipos que apelan de manera apasionada a la eficiencia y eficacia sigan sentados en sus poltrona, cobrando de todos, a pesar de la cantidad de disparates que han perpetrado en en estos dos años escasos.
Otro asunto que podría dedicar amplio espacio en este blog es la reunión de amiguetes, enemigos y gente que ni fu ni fa, que se va a producir bajo el paraguas de la siglas P.S.O.E. En teoría intentan buscar un nuevo modelo para abordar los retos de la sociedad futura. Uno considera que sería mejor conocer donde se encuentran en estos momentos, saber como han llegado hasta allí y decidirse, de una santa vez, a reconocer que el neoliberalismo les hace tilín, y que a partir de allí construyan lo que deseen, sin engañar a nadie. Ni tan siquiera a ellos mismos.
Asunto con sucias implicaciones es el de la la huelga de los trabajadores de limpieza en Madrid. En este asunto, como en otras muchas huelgas, sale a la luz la verdad desnuda: los que verdaderamente crean riqueza y llevan a cabo el verdadero trabajo son los trabajadores, resultanto tan importantes los encargados de limpiar una ciudad como el más avezado ingeniero. En el fondo la realidad desmonta las falacias del neoliberalismo: los creadores de riqueza no son los empresarios, que arriesgan su dinero y, en ocasiones, también trabajan bastante. Los verdaderos creadores de la riqueza son los que con su esfuerzo manual, intelectual o de ambos tipos se encargan de podamos disfrutar de los productos y de los servicios que ellos se encargan de hacer, comercializar u ofrecernos.
Sobre la bajada de tipos del B.C.E., bien para los que tenemos una hipoteca. Por lo demás más de lo mismo: se empeñan en que bancos sin un chavo den créditos baratos, cuando no pueden hacerlo. Resulta sorprendente que en vez de facilitar las condiciones de vida de los trabajadores, de la gran mayoría de los ciudadanos, de forma directa, esperen que una bajada de tipos, que no servirá para nada, funcione como una varita mágica. Más de lo mismo: superstición en forma de ciencia económica. Si alguien aún no está convencido del asunto que lea las diferentes, y variadas, opiniones de "expertos" sobre las consecuencias para la inflación, o la deflación, que dichos sujetos tienen. Chamanismo en estado puro.
Sobre la segunda parte de las ¿Memorias? del tal Aznar no voy a hablar, pues hoy no voy a poner la etiqueta Humor en la entrada y no existe otra manera de abordar tal compendio de... Bueno, de éso.
Asunto complejo, o no, resulta el de la Radio Televisión Valenciana, que parece va a echar el cierre definitivo tras un E.R.E. fallido. Nunca me alegro del despido de trabajadores, y nunca lo haré, pero uno se pregunta cómo es posible que un canal autonómico tenga más trabajadores que las grandes cadenas privadas de televisión juntas. ¿Quién es el responsable de tal dispendio? ¿Cuántos colegas entraron en dicha cadena de aquella manera? ¿Cómo se puede mantener con dinero público dicha emisora, especialmente cuando su labor consistía en desinformar? Esas preguntas no tendrán nunca respuesta. A cambio más de mil personas se irán a la puñetera calle. 
Leo que el 89% de las personas españolas que emigran tiene estudios superiores. Enhorabuena a todos aquellos padres que creyeron que proporcionando estudios a sus hijos éstos tendrían más oportunidades y, posiblemente, mejores condiciones de vida. Acertaron, pero muchos de ellos no lo verán in situ, ni tampoco podrán disfrutar de sus nietos, que estarán a miles de kilómetros de distancia. Enhorabuena, de igual forma, a todos los que pergeñaron unas políticas económicas que iban a hacer que el crecimiento no tuviese fin y que viviésemos en la abundancia. Esos fenómenos siguen apalancados en sus sillones cobrando del dinero público o de empresas a las que favorecieron cuando ocuparon cargos políticos o similares.
Reconozco que para no encontrarme en posesión de idea alguna, o sí, pero muy dispersas, la cosa ha dado de sí, incluso más de lo que esperaba. Espero que el amable lector comparta conmigo esta impresión. 
Un saludo.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

A PECHO DESCUBIERTO

Esta entrada, junto con algún relato, constituye el post más personal que he realizado desde que cree este blog; hace de ello algo más de tres años. Todos aquellos que me conocen y siguen esta bitácora, en este caso nunca mejor dicho, comprenderan a la perfección el sentido de lo que a continuación voy a escribir. 
Espero, con toda la humildad del mundo, que esta reflexión pueda servir a algún lector, aunque sólo sea para clasificarme dentro del mundo de los que han perdido el juicio o, lo que resulta más triste, de los que no han sido capaces de discernir su propia realidad. Si para algo más puede ser útil, me alegraré ad infinitum.
No recuerdo cuando ocurrió, tampoco creo que resulte crucial en este caso la precisión, pero hace tiempo sepulté mis sentimientos bajo mil urgencias, que con el paso del tiempo no resultaron tales. No, no hablo del amor ni nada relacionado con los afectos hacia personas ajenas. Más bien me refiero a mí. A mis sentimientos. A mi vida afectiva interior. No resulta difícil aventurar que esta mutilación, involuntaria y hasta hace bien poco no detectada, afectó a muchos ámbitos de mi vida. Me convencí, o eso procuré hacer, de lo inecesario que resultaban ciertas cuestiones relacionadas con mi vida social y afectiva y de que constituia una obligación presentarme ante el mundo, o ante una buena parte del mundo, como un tipo con dos cojones bien puestos. En otras palabras: un borde. Un tipo con una máscara que impidiera ver lo más profundo que había en él. Tal vez lo más real.
De manera progresiva fui descuidando casi todo: mi apariencia (acabé autoconvenciéndome de era un tipo muy alternativo al que cualquier zarrio le venía bien, aunque pareciera que llevara puesto un saco), mis relaciones sociales (al menos una parte significativa de ellas), incluso ciertos aspectos relacionales y formativos asociados con mi trabajo (en ocasiones mi gran vía de escape). Incluso, lo más importante, llegué a descuidar, y menoscabar, mi autoestima. Hasta mi verdadera forma de ser se difuminó, como ya he dicho, o insinuado, con anterioridad.
Una de las cuestiones más preocupantes de este tipo de situaciones radica en que una vez dentro de la dinámica no se posee la conciencia de que algo va mal. De que tu vida se adentra en un sumidero, que te impide disfrutar de ella.
Aunque hice algunos intentos por salir a flote: volvía a practicar deporte, aumenté algo mi abanico de relaciones, me costaba esta a gusto con la gente (o con una buena parte de la gente que me rodedaba). Sentía que la gran mayoría de contactos con otras personas, no todos, me generaban un esfuerzo sobrehumano. En muchas ocasiones sólo deseaba irme a casa y yo, que sólo utilizo el reloj en mi trabajo y para hacer deporte, estaba pendiente de la hora para esfumarme a la más mínima oportunidad. Intuyo que Prometeo tenía menos necesidad de que pasara el tiempo que yo. 
Incluso cuando me enganché a alguna actividad de ocio, estaba más pendiente del reloj, "para cumplir con mis obligaciones", que de la propia actividad en sí. Un auténtico calvario que llevaba, de manera inconsciente, grabado a sangre y fuego. Necesitaba "ayudar" por encima de todo, incluso por encima de mí mismo. 
No culpo de ello a nadie. Como mucho a mí, por ser un zote y no darme cuenta de la situación en la que me encontraba. Pero ahora poseo la plena seguridad de que este tipo de circunstancias sólo sirven para minar a uno mismo, para intentar hacer más "fácil" la vida de los que nos rodean (por mi hijo no dudaré en hacer ésto y más toda mi vida, pero sólo por mi hijo).
Sin embargo, un día caí del caballo, o del burro, como Paulo de Tarso y descubrí que necesitaba un nuevo mundo; donde la obligación deje paso a la devoción por lo que se hace y donde la autoestima se pueda construir con la necesaria tranquilidad para devolver a quienes te rodean todo lo bueno que existe en uno mismo. Los edificios no se contruyen de errores, más bien al contrario. Se deben detectar los errores para corregirlos y, ante todo, priorizar lo bueno que existe para cimentar algo duradero y útil. Si a ello le añades algún pequeño detalle se obtendrá algo parecido a ese pequeño placer que debe ser la vida.
Un saludo.

lunes, 4 de noviembre de 2013

DE UN HURAÑO IZQUIERDISTA A UN PROGRESISTA CUALQUIERA

Este tipo que suscribe, que siente de izquierdas hasta la cachas, ha tenido que contemplar como tú, querido progresista, has criticado mi ideología y mi forma de entender de entender la vida por no ser cool, ni molar y, sobre todo, por considerarme un ser desfasado.
Reconozco que hablo desde la frustración que supone haber tratado en primera persona con alguno como tú, poca chicha y mucha labia huera por señas de identidad, y contemplar como la comprensión del mundo se reduce a lo que escupen ciertas emisoras de radio y televisión y algún que otro periódico, todos dirigidos por un tipo experto en enriquecerse a costa de cualquiera, incluidos sus propios empleados. 
Sé que en estos tiempos convulsos, si aún te queda conciencia, has de sentirte desolado al comprobar como tus ideas primigenias mutaron, sin que apenas te dieras cuenta, hasta el liberalismo más rancio y que, sin pretenderlo, te convertiste en cómplice de uno de los mayores latrocinios que ha existido en la historia.
Sí, tú, querido progresista sin progreso, apostaste por guarderías para "criar" a los niños y que las madres, o los padres, se incorporaran al mercado laboral lo antes posible, para "realizarse" con su trabajo. Tampoco dudaste ni un ápice cuando te dijeron que bajar impuestos constituye un acto de izquierdismo (¿recuerdas lo que supone levantar el puño y considerarte un trabajador?). Tal vez te olvidaste que las bajadas de impuestos directos siempre favorecen a los más ricos, y que los impuestos indirectos gravan en especial a los más desfavorecidos. Pero te viste con algo más de dinero en los bolsillos y éso compensaba cualquier disquisición ideológica (si es que eras capaz en ese momento de sentir controversia alguna entre la ideología de Pablo Iglesias y la realidad que vivías).
Las cifras arrojaban una realidad incuestionable, durante el reinado progresista, los trabajadores cada vez recibían menos parte del pastel económico del país. Ese empobrecimiento generalizado de la gran mayoría de los ciudadanos no pareció inmutarte en absoluto. Bastaba con mencionar al Partido Popular o la Iglesia Católica para que te sintieras aliviado y consideraras que había gente peor. Curiosamente, las políticas económicas de los progresistas siguieron los designios del gran gurú neocon español, y de su mano derecha, el inepto Rodrigo Rato. Y sobre la Iglesia Católica mejor no  hablar, porque nunca hubo intención de hacer de este país, el tuyo y el mío, querido progresista, un país laico de verdad, desterrando a los curas del sistema educativo, el ejército o cualquier otro organismo dependiente del estado. De nuevo palabras hueras y un enemigo para despistar al personal y lavar conciencias. 
Cuando tus líderes mintieron sobre controladores, pilotos, funcionarios, pensionistas o la gratuidad de carreteras pagadas con el dinero de todos... puede que empezaras a preguntarte en manos de quién estábamos. O, tal vez, puede que simplemente siguieras el dictado de lo que te decían y siguieras a pies juntillas los dictados de un élite de personajes caracterizados por su afán de llegar a lo más alto lo antes posible. Vete tú a saber. Pero mientras ésto ocurría millones de tus conciudadanos empezaban a sufrir las consecuencias de esas prédicas. Repito, no sé si algo se movió en tu conciencia en ese momento, pero a mí, a un tipo de izquierdas, que nunca fue progresista, ni gilipolladas por el estilo, se me revolvió el estómago hasta provocarme nauseas. No entendía como podías seguir levantando, al menos algunos, el puño y poder consentir toda esta zafiedad y crueldad hacia el más desfavorecido.
Sí, hicisteis mucho por la igualdad de los gays y lesbianas (tal vez la sociedad, o una gran mayoría de ella, veía estas opciones como algo normal), pero fuimos muchos tipos, muchos de ellos de izquierda, los que, desde hacía años, lo veíamos como algo evidente, poniendo negro sobre blanco en el BOE algo que en muchos lares de este país (en ciertos lugares de escasa población sigue siendo un problema) se consideraba una realidad incuestionable.
Uno tiene la impresión, querido progresista, de que en el fondo todo se reducía a meternos con una cuchara anatómica el neoliberalismo imperante y que tú no hiciste otra cosa que modelar tu discurso para acomodarte a los tiempos.
Resultaba más fácil hablar del hambre en países lejanos que echar una mano a los desfavorecidos de al lado.
Lo árabe, el Dalai Lama, la India y ciertas historias de culturas lejanas poseían un velo de misterio que te resultaba tremendamente atractivo. Jamás te molestaste en indagar sobre el machismo, o la organización feudal de esas sociedad. Todas poseían un encanto espiritual que en nuestro país no se encontraban ni por asomo.En el fondo el esnobismo del "nuevo rico" te carcomía por dentro y no te interesaba conocer la realidad de esos lugares y de las personas que en ellas vivían.
Pero todo se puede resumir en una palabra: superficialidad. Lo superficial se puso de moda y molaba ser superficial. Pero algunos nos negamos a ser superficiales y decidimos seguir pensando por nosotros mismos, construyendo convicciones basadas en la justicia. Sí, querido progresista, yo soy uno de esos rojos que sigo pensando en la justicia, en el reparto de la riqueza y en el bienestar de todos los seres humanos que poblamos este planeta, conservándolo todo lo posible. La diferencia entre tú y yo es que el que suscribe no ha tenido que variar el mensaje o, tal vez, que yo, a diferencia de ti, no me he quedado desolado viendo hacia donde me han conducido mis proclamas vacías.
No, yo no quiero ser amigo de mis hijos o de mis alumnos, sólo quiero ganarme su confianza (que ese es mi trabajo), porque sé que mi responsabilidad no es ser guay. Mi responsabilidad consiste en que las personas que de mi dependen sean mejores que yo y que construyan un mundo mejor que aquel que recibieron.
Querido progresista, espero no haberte lastimado emocionalmente con estas torpes palabras. Si lo he hecho reconozco que me da igual, pero, a cambio, me he quedado muy a gusto.
Un saludo.