lunes, 15 de julio de 2024

UNIRNOS

El domingo 14 de julio del 2024 se recordará como un día de éxitos para el deporte español: fútbol, tenis, vela... Sin  embargo, leyendo alguna red social, uno considera que la importancia no reside en lo hecho por los deportistas en sus respectivas especialidades, si no en la opinión de ciertas personas y grupos, que utilizan el esfuerzo ajeno para lanzar al aire sus ideas, ocurrencias o lo que fuere que consideren oportunos. Lo curioso del asunto es que estos tipos o colectivos, que intentan sentar cátedra, no persiguen unirnos (ninguno de ellos lo quiere), si no separarnos para intentar lograr sus fines o imponer sus ideas.

 Vaya desde aquí que no creo que España sea muy diferente a otros países. En el fondo, y en la superficie,  las diferentes formas de pensar y de manifestarse resultan el mayor exponente de la diversidad, aunque, en ocasiones, sean el resultado del oportunismo más zafio y rastrero.

Vamos a meternos en harina y para hablaremos de uno de los temas estrella: el racismo. La extrema derecha de este país, abanderada por una pandilla de buscavidas expertos en no pegar palo al agua utilizaron el color de la piel de algunos jugadores para hablar y criticar la inmigración y a los inmigrantes, tratándoles de delincuentes y de recibir "paguitas". ¡Hombre! Que lo digan desde el partido que dirige Abascal, que lo más que sabe de trabajar es que se trata de un verbo y lleva tres vocales iguales, tiene su aquél. 

Es cierto que el porcentaje de inmigrantes en las cárceles es del 27% de total de los reclusos, siendo el tanto por ciento de personas venidas de allende de nuestras fronteras un 13% de la población española. Este dato per se no indica que ser inmigrante te predispone a delinquir, porque la gran mayoría se buscan la vida sin traspasar el umbral de la Ley. Simplemente, por cuestiones varias,  cuanto menos nivel material más posibilidades de acabar entre rejas tienes. Aunque en este aspecto, no conviene olvidar a personas encuadradas en mafias  provenientes del Este de Europa, que también viven privados de libertad por sus actos criminales. 

En España, una de cada cuatro mujeres presas es de procedencia gitana (unas 550 mujeres). Conviene aclarar que hay muchas menos mujeres condenadas y privadas de libertad que hombres. La relación aproximada es de una mujer encarcelada por cada diez hombres. El 7% de la población reclusa masculina son de etnia gitana (algo menos de 3.500), representando el total de los gitanos en nuestro país el 1,7% de la población total de España. Pensemos de nuevo que en total hay unos 725.000 españoles de etnia gitana y que el número de ellos que delinquen es mínimo también.

Parece interesante pensar por tanto que delinquir no es solo propiedad de colectivos, aunque exista un mayor índice de criminalidad en alguno de ellos por aspectos que aquí no voy a explicar ni sabría  explicar en su totalidad, porque, entre otras cosas, cada persona es un mundo.

Una vez hablado de los patriotas de hojalata, esos mismos que defienden a los empresarios, una parte de los cuales no dudan en contratar ilegalmente a inmigrantes sin papeles a cambio de salarios de miseria, fomentando esa inmigración ilegal que tanto critican, pasemos al bando de los progres, muchos de ellos igual de racistas, aunque lo intenten  ocultar.

Para empezar las personas no son racializadas. Las personas somos personas, a secas. Teniendo una serie de derechos por el mero hecho de serlo y de deberes. Si tienes que andar distinguiendo a la gente por su color de piel o procedencia eres un racista y un xenófobo. 

Personajes tan infumables como Irene Montero publico un tuit, camino del Parlamento Europeo, defendiendo a las dos personas "racializadas" que habían conseguido mediante sus goles que la selección de nuestro país hubiese  conseguido  acceder  a la final de la Eurocopa. Alguien le debió decir que el segundo gol lo marcó un sevillano blanco como la leche y borró el tuit que cierta gente capturó y publicitó. Ni había visto el partido ni le importaba nada más que su rollo progreguay, que le permite vivir del cuento (segundo político que aparece en esta entrada que no ha pegado palo al agua en su vida).

Por supuesto, existe entre los progres patrio (tipos de derechas que no saben que lo son) una tendencia a alegrarse por el éxito de una minoría de personas que pertenecen a lo que ellos llaman colectivos desfavorecidos. Por supuesto, se identifican inmediatamente con ellos, da igual que sea un futbolista, una jugadora de bádminton, o un deportista paralímpico por su esfuerzo por salir de no sé que lugar. Queridos cretinos, para mí tiene mucho más mérito quien trabaja en una casa cuidando dos ancianos por 900 euros (he conocido hace poco a una persona sudamericana que trabaja en esas condiciones) y encima manda dinero a casa, el tipo que juega al bádminton, no es bueno y se esfuerza un montón o el deportista paralímpico que no va a llegar a ninguna final olímpica y se sigue esforzando por el mero hecho de practicar deporte. 

Mucha de este gente progre no se relaciona regularmente con personas que pertenecen a esos colectivos que tanto defienden. Desconocen que muchos gitanos no pueden ver a los "moros", que una parte de los sudamericanos desprecian a los gitanos y a los moros y que una parte de los marroquíes rechazan lo español y, en ciertos casos, eso se lo transmiten a sus hijos.

¿Qué cómo se eso? Porque nací en un barrio donde vivían muchos gitanos, he trabajado con ellos, al igual que con marroquíes y lo de los sudamericanos tengo constancia porque he tenido trato con ellos en otros ámbitos. El racismo no resulta algo exclusivo de los blancos, pero estos progres, cuya relación cotidiana con esas minorías suele ser inexistente o casi, lo desconocen.

Me gustaría abordar el siguiente aspecto: los nacionalistas regionales ofendidos. Sus ideas son respetables, aunque me parezcan supremacistas, de derechas y, como el caso de Junts con los MENAs de extrema derecha en algunos momentos. Cada cual puede tener las ideas que desee, pero lo que me molesta es esa pléyade de paletos que atribuyen a todas las personas que se alegran por el triunfo de la selección unas características despectivas. De igual manera que me irrita esos otros que aprovechan el triunfo de un conjunto de deportistas de su país para ofender a los nacionalistas regionalistas. Unos y otros son la chusma. El fútbol en el nivel profesional es un espectáculo que debe servir para unir o, al menos, para no generar más problemas, pero en este país se utiliza para atizar al facha patriota que tiene las mismas ideas fachas y patriotas sobre otro terruño. Los mismo perros con distinto collar, buscando la separación. 

Luis de la Fuente merece mi admiración por casi todo lo ocurrido en su período como seleccionador. Ha conseguido llevar  a un conjunto de jugadores a lo más alto, a pesar de una prensa futbolística (no son periodistas deportivos la mayoría de ellos porque solo hablan de fútbol, del que en muchos casos no tienen ni idea) que le zarandeó al inicio de su andadura sin ningún motivo deportivo para ello. Sobre sus declaraciones, cada cual puede decir lo que siente y piensa, ya lo he repetido en esta entrada, y se puede discrepar, con argumentos sobre ello, no con insultos. La prensa futbolística ha mostrado ser, una vez más, una panda de gañanes necesitados de llenar espacios de televisión, radio y periódicos, creando falsas polémicas para ocultar lo absurdo de su cometido, que hace mucho tiempo dejó de ser informar. En los medios de comunicación sale mucho muy económico una tertulia de gañanes que simulan discutir, proporcionando réditos interesantes a esos medios. Cada cual se gana las lentejas como puede, unos con dignidad y otros con mucha menos dignidad. 

Escribí que no coincidía con algo con el riojano en algo y ha sido en lo dicho el domingo, no todos los que luchan consiguen sus sueños. Ese mensaje tan capitalista suele ser mentira. La prueba la tenemos en que las selecciones de Alemania, Francia o Inglaterra también han luchado duro, pero no han conseguido su meta.

Sobre la aparición del Borbón y su hija a la hora de disfrutar del éxito, aclarar que si no existiese la monarquía no habría estado allí, pero mientras no haya una república la Jefatura de Estado reside en Felipe y es el máximo representante de España.

No voy a dedicar mucho espacio a  bobos que han publicado tuits en los que se podía leer que a Carvajal no le iban a dar un beso y chorradas por el estilo. Prefiero centrarme en la gran cantidad de personas de este país que se llevaron, nos llevamos, un alegrón por la victoria de la selección española. Personas que sabemos que este hecho no va a solucionar nuestras vidas, ni nadie lo pretende, pero ha conseguido que durante unas horas o un par de días, que muchos de los que habitamos esta piel de toro nos sintamos identificados con unos jóvenes y un seleccionador, uniéndonos en algo, posiblemente intrascendente, en vez de separarnos, como otros muchos pretenden hacer incluso en estos momentos. Y tal vez en unirnos resida el secreto, no en separarnos como una parte de la chusma de la que he hablado pretende. Unirnos no por una patria. Unirnos por una Sanidad mejor, por una Educación mejor, por una vivienda asequible, por....

Un saludo.

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