viernes, 19 de agosto de 2016

LA PUERTA DE LA LIBRERÍA Y LA DE DIOS ES CRISTO

"Es tan ligera la lengua como el pensamiento,
que si con malas las preñeces de los pensamientos,
las empeoran los partos de la lengua"

Miguel de Cervantes. 

Hace unas semanas Arturo Pérez Reverte publicó uno de esos textos cortos que uno no sabe si se ha inventado o no, pero que si puede dar fe de que cuando fue concebido el autor sabía que la polémica iba a formar parte de su recorrido.

http://www.zendalibros.com/no-una-senora/

Si el lector no ha tenido a bien leer el enlace resumiré el texto: una mujer tilda de machista al escritor por cederla el paso en una librería. El mito de la librería (la cultura), de la educación de serie y esas cuestiones que tanto gustan al cartagenero aparecen en este escrito, como no podía ser de otra manera. Sin embargo, voy a echar un capote, que no creo necesite, al murciano, a pesar de algo que me ocurrió hace tiempo, por lo que debería echar sapos por la boca cada vez que el autor de La tabla de Flandes apareciese en mi vida. Algo que voy a contar.
Este blog tiene, más o menos, un lustro de existencia. En determinado momento comencé a escribir en él relatos cortos, inspirados en experiencias, ideas y, en muchas ocasiones, forjados en el sudor de carreras (soy uno de esos que se ponen pantalones cortos para machacarse el cuerpo) o en viajes largos. En una ocasión cree uno titulado: "Caperucita del siglo XXI", con un argumento bastante bueno. Estaba tan satisfecho de lo que había escrito que mandé un correo electrónico al escritor que en este momento nos ocupa. No recuerdo haber recibido contestación alguna referida a la calidad, o no, de la adaptación realizada por mí del relato infantil. Unos meses después apareció, en un suplemento dominical, una historia basada en un cuento clásico, ambientada en nuestro días. En dicho texto aparecían personajes similares, uno de ellos idéntico, a los que aparecían en lo que yo había escrito hacía unos meses y, por esas casualidades de la vida, la trama era similar. No seré yo quien culpe desde aquí a Reverte de mejorar la calidad literaria de una narración sin registro de propiedad intelectual. Ni mucho menos de no reconocer que a veces las musas no resultan ser entes etéreos; pero, y no me van a doler prendas a la hora de hacerlo, reconozco que el relato, su argumento, sus personajes, elevaron sobremanera la calidad de las producciones que en ese espacio semanal suelen aparecer.
Una vez aclarado este aspecto, nos vamos a centrar en el asunto mollar de esta entrada: la respuesta, casi obligatoria (todo el mundo debe ganarse las lentejas, no sólo el académico), al texto del académico. La respuesta sólo podía llegar de un lugar: de parte de una tuitera que se ha hecho muy famosas por su visión "feminista" de la realidad y su encendida defensa de la maldad intrínseca del hombre por el mero hecho de poseer un falo y una mentalidad cavérnicola, que parece venir de serie. 
Me estoy refiriendo a una auxiliar de vuelo, que se ha hecho famosa en las redes, y en los medios y que firma bajo el pseudónimo de Barbijaputa. 
Esta mujer me recuerda a Joseph McCarthy, organizador y promotor de ese período aborrecible de la historia de EE.UU., en el que se produjo la famosa caza de brujas. Espero, con toda mi alma, que, a diferencia del republicano, Barbijaputa no acabe teniendo problemas con el alcohol, como le ocurrió al senador republicano. Me recuerda a ese tipo y a ese período, que se denomina mccarthismo, porque todo aquel (y aquella, que aquí no hace distingos) que no piensa como la tuitera resulta ser un machista (en la época de McCarthy se les tildaba de comunista). 
Sin embargo, todo el mundo tiene un pasado, y hace seis años, cuando no la conocía nadie, Barbijaputa escribía en las redes sociales cosas como:






Resulta divertido que esta persona que vierte de manera pública comentarios bastante... inapropiados, se haya convertido en uno de los adalides del hembrismo (ella lo confunde con el feminismo) y sea jaleada por políticos como Alberto Garzón, escriba en eldiario.es e, incluso, haya publicado algo en Amnistía Internacional (una interpretación absurda de la guerra y la mujer, que además de demostrar que siempre aplica los mismos argumentos en todo lo que escribe, demuestra su desconocimiento de la Historia).
Antes de seguir me gustaría decir que hice llegar este tuits al jefe de Barbijaputa en eldiario.es, Ignacio Escolar, y a Alberto Garzón. La auxiliar de vuelo sigue escribiendo en ese medio progre y lo que saqué fue esto:



Por cierto, tampoco la seguía. Tampoco puedo lucir con orgullo que me haya censurado. La mitad de la gente de esta red social, todos lo que no comparten sus hipótesis, han sufrido el mismo destino.
Pero no me voy a liar y vamos a seguir con el asunto central de la entrada: la respuesta de esta intelectual al texto provocador e intencionado del escritor. Si el lector quiere leerla aquí la tiene:

columnashttp://m.eldiario.es/zonacritica/perez_reverte-machismo-barbijaputa_6_539706027.

Tras leer la respuesta no puedo evitar pensar en la mala suerte que tiene la protagonista del relato: todo lo malo le pasa a ella. Su marido, pareja o lo que sea parece no ayudarla mucho, en su trabajo parece que no la consideran mucho, los jóvenes la dicen cosas que no entiende y, para colmo de males, un tipo famoso la cede el paso en una librería. 
Con sinceridad, yo también pensaría que la humanidad ha perdido el rumbo si me ocurriese eso. Al menos eso me pareció en una primera lectura. Luego, con más pausa, lo releí y no me pareció tan tremendo porque tiene descendencia (ni ella ni su pareja son estériles, lo que resulta bastante frecuente), tiene dos churumbeles (el número ideal de descendientes en nuestra sociedad); su trabajo parece ser indefinido y bastante bueno; por lo que cuenta resulta ser una mujer atractiva, culta y, por si fuera poco, tiene alguien que le cuide a la prole mientras ella decide ir a la librería, lo que la permite tiempo de ocio (no todo el mundo, y hablo por experiencia, puede disfrutar de ese tiempo cuando tiene hijos pequeños). Tampoco vive tan mal. Es más, su ritmo de vida se parece al estereotipo de  mamás "triunfadoras" que nos intentan vender como el culmen. A ver si la colega ha seguido los pasos de Reverte y también ha creado un estereotipo para hacerse notar. Es posible que si fuese peluquera y panchita no tuviese esos problemas. 
Debo reconocer que al principio me preocupaba que no la dejasen hablar en el trabajo. En un principio pensé que se debía a que la habían contratado por ser una tía buena, lo que me molestaría bastante, pues privaría de un puesto de trabajo a otra persona, hombre o mujer, más capacitada. Pero no, no era así. Resulta que realizaba informes de calidad. Uno se preguntaba qué podía ocurrir para que nadie la considerase como interlocutora válida y, leyendo leyendo, he creído encontrar la respuesta a la entrada de la la librería: su incontinencia verbal. No es capaz de distinguir cuando alguien hace algo de manera sincera y puede soltar una fresca a las primeras de cambio. 
Entiendo  la imposición de indumentaria, en concreto el uso de zapatos con tacones altos, sea motivo de desagrado por su parte. Menos mal que el resto de vestuario, traje chaqueta, falda con blusa y chaqueta... se lo dejan elegir. De hecho, si a mi me impusiesen llevar traje para ir a mi trabajo, como seguro les ocurrirá a sus compañeros, dejaría la empresa. 
Me descoloca lo de la edad reproductiva, o algo similar, que dice. Yo no sé en que mundo se mueve esa mujer (aunque creo que en uno muy lóbrego, porque no encuentra consuelo ni quien la consuele), pero me gustaría hacerla saber que los tíos (uso tíos de manera deliberada) no preguntamos a las mujeres si han llegado a la menopausia o no para decidir si nos parecen atractivas. Eso suele ocurrir si se va a tener una primera relación sexual y la cosa se quiere hacer a las bravas, evitando el riesgo de embarazo.  Espero que esta información pueda resultar de utilidad a esta buena mujer y la ayude a comprender mejor el mundo en el que habita. 
También me gustaría hacer saber a esa buena mujer que muchos hombres nos encargamos de nuestras responsabilidades como padres y realizamos las tareas domésticas. Con sinceridad, creo que ha tenido mala suerte y debería divorciarse de su pareja o, antes de tomar esa drástica medida, hablar con él y redefinir los papeles en su pareja, porque por lo visto no debe hablar mucho con su cónyuge. No quiero pensar mal, pero de nuevo aparecen los problemas de comunicación en su vida. De todas formas, si no realizando esto último sus problemas no se solucionan, debería partir peras y, con el tiempo, buscar alguien que estuviese a la altura de sus expectativas. Estoy empezado a apreciar a esta mujer y creo que todo buen consejo que se la pueda dar resulta escaso. 
Respecto a otros tópicos, el de lo emocional lo voy a desmontar en otra entrada donde voy a hablar de la propaganda nazi. Sobre lo del acoso en el trabajo me gustaría contar una anécdota, real y personal.
Hace bastantes años, era joven, en mi primer trabajo relacionado con la Educación, tenía jornada partida y comía, junto con el resto de compañeros, en el centro donde trabajaba. Un día estaba hablando con la directora del centro, una mujer mayor que yo, sin compromiso, ella me contaba lo que había ocurrido hacía poco tiempo en una fiesta. Un tío la había entrado y no respondía a sus cánones, por lo que no le prestó mayor atención. Cuando mi antigua, y gran jefa, me hablaba del tipo de hombres que le gustaban hizo un comentario que, más o menos, decía. "Si hubiese sido un tío que estuviese como tú, no habría tenido problemas...". Reconozco que en un principio me descolocó, por lo inesperado del asunto, pero al poco me lo tomé como un halago. De hecho, en ningún momento me sentí acorralado. Entiendo que Babijaputa y su tropa vean acoso en todo, pero, por suerte los seres humanos seguimos atrayéndonos, y repeliéndonos, por nuestro físico. Diría más, en eso se basa que, como especie, andemos sobre este planeta.
No me gustaría concluir sin mencionar a los palmeros de los comentarios. Alguien, en una red social, define a estos tipos, que se alinean con las ideas hembristas, como pollos que quieren follar con estas feministas, siguiéndolas la corriente. Puede que haya alguno así, de todo hay en la viña del Señor, pero creo que se trata de esnobs sin mayor capacidad intelectual. De otra manera no se podría explicar que la tal japuta defienda que los hombres, todos o la gran mayoría, no nos encargamos de nuestros hijos, agravando además este comportamiento con una indolencia extrema en los asuntos relacionados con la vida doméstica, y  en dicho panfleto se puedan leer que seres del sexo masculino, defiendan esta hipótesis, sin, al menos, escribir que ellos no resultan ser la excepción que confirma la regla.
Un saludo.

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