domingo, 14 de octubre de 2018

EL SEXO Y MI AMIGO (MONÓLOGO POCO DECOROSO Y AÚN MENOS DELICADO)

Sé que a los que me conocen en persona les sorprenderá, pero hoy voy a hablar de sexo. Aunque, para ser sinceros, debo dejar claro que voy a contar no lo haré por pura experiencia, porque en los últimos tiempos, diez o veinte años, he tenido menos vida sexual que el Espíritu Santo. Pero tengo un amigo que sabe más de agujeros negros que Stephen Hawking, que no tiene problema para contarme con pelos, o depiladas, y señales, toda su vida sexual. Él me ha servido de guía para contar esto, y, por qué no decirlo,  para desarrollar un instinto asesino hacia su persona, que he sabido controlar hata el momento; tal vez por el hecho de que prefiero seguir compitiendo en el tema sexual con el Espíritu Santo, que tenerme que agachar a recoger el jabón en las duchas del talego.
Pero seguro que estos pequeños detalles no importan mucho y por eso vamos al tema. Me cuenta mi amigo que él distingue los ligues en dos: aquellos en los que se pilla y aquellos en los que el alcohol  le ayuda ayuda a pillar. Él insiste que esos son los más peligrosos. 
Recuerdo que me contó que una vez se enrolló con una mujer con la que tres cervezas antes no se hubiese acostado ni aunque le hubiesen regalado un máster pata negra. Pero la octava cerveza es muy traicionera, o eso dice él, y te hace renunciar a todo aquello que juraste no hacer nunca, por ejemplo acostarte con esa tía que te hace ojitos desde hace un rato, lo que te puede generar, estando sereno, ganas de tomar Prozac. Sin embargo, mi amigo, hombre recio donde los haya que afronta las dificultades a pecho descubierto, pasa de antidepresivos y se da al alcohol para olvidar, y la caga. Acaba con el pecho descubierto, con los calzoncillos bajados y en la cama con la de los ojitos. Y eso no esta mal, sobre todo si el alcohol le deja cumplir, lo peor viene después, cuando hay que hablar y no se puede salir corriendo, batiendo el récord de los cien metros lisos. La cosa, por lo visto, siempre empieza igual: "Es la primera vez que me pasa...". No, perdón. Según mi colega la cosa discurre más o menos así: 
- Ha estado bien. ¿A ti te ha gustado?
- Mucho. Mucho - mientras una voz interior se lamenta: "¡Joder, al final me acosté con esta!"
- La verdad que ha estado bien. ¿Sabes? Me gustaste desde que te vi en el bar cuando entraste con tu colega.
Pausa larga. 
- Ya - pausa larga. - ¿No tendrás un Prozac a mano?
Mi amigo comenta que es lo que tiene la noche: alcohol, desenfreno, repentinos problemas de agudeza visual, episodios de amnesia puntuales, en especial en lo referido a números de teléfono, por lo que a veces das un número que no es el tuyo a la persona con la que te acabas de acostar. Siempre lo hace por error, por el error de haber bebido demasiado y haberse liado con la que dijo una hora antes que no se acostaría aunque dependiese de ello la continuidad de la raza humana. 
Por lo que narra mi colega no todos los ligues resultan fruto del alcohol y la noche. En ocasiones, escuchar también resulta útil y da sus frutos. Cuenta que hay mujeres con las que se debe conversar, durante horas incluso, para conseguir acostarse con ellas. Algunas tienen un temas de conversación divertidos, pero otras hablan de feminismo, del papel del mujer en la sociedad y de cosas así, de forma insistente. Mi amigo sabe que, en el fondo, va a acabar con ellas desnudas junto a él, también desnudo, por lo que las deja hablar, asiente y de vez en cuando dice: "Claro, claro". Mientras tanto él piensa: "¿No queréis igualdad? ¿Por qué no me pides lo que te voy a tener que pedir yo dentro de un rato, cuando me acabes de hablar de la igualdad entre hombres y mujeres? A ver si va a ser que para pedir follar vamos a reproducir los papeles de toda la vida y le toca pedirlo siempre al hombre y encima me tengo que aguantar una chapa sobre la igualdad". Pero mi amigo, que es un caballero para esas cosas, nunca ha expresado su queja en voz alta y se ha esforzado en no molestarlas con ese asunto, que podría generar contradicciones en ellas, destrozando la magia del momento. Así que, de manera desinteresada, siempre ha sido él que ha dado el primer paso para acostarse con ellas. Eso sí, cuando acaba la faena con estas mujeres lo que sí suele decir es: "Ha sido el polvo más igualitario de toda mi vida"; frase que le suele producir ataques de amnesia, a veces unido a una discalculia, que le hace dar de manera incorrecta su número de teléfono.
Una vez mi colega me contó que su hijo, un preadolescente, le había preguntado qué era ser un calavera y, por un momento, pensó contestar que él, su padre, era un ejemplo, pero se abstuvo de ello y prefirió definírselo lo mejor que supo. Eso sí, en cuanto tuvo oportunidad, con la excusa más absurda, castigó a su hijo una semana sin Internet. Mi amigo temía que su churumbel buscase en la Wikipedia o en un tutorial de Youtube el significado de ser un calavera y lo primero que viese fuese una foto de su padre. 
Hace un par de años mi colega se enamoró de una mujer. Parecía otro. Se le veía feliz, iba siempre que su pareja de la mano y apenas salía por la noche. Parecía que había ido a Tu cara me suena y, en vez de cantar, había escogido el papel de hombre sensato y de orden. Tal era el cambio que su pareja, que le conocía desde hacía tiempo, le hizo prometer que mientras estuviese con ella no habría otras. Mi amigo, un caballero, le prometió que mientras estuviese con ella no se enrollaría con ninguna otra mujer y cumplió su palabra. A la semana dejo a su pareja para poder enrollarse con la nueva vecina. 
Cuenta mi colega que entre las mujeres, imagino que igual que entre los hombres, hay de todo en la cama. Las hay divertidas, aburridas, mandonas, sumisas, abiertas a nuevas experiencias, cerradas ante nuevas experiencias, pero abiertas de piernas... Yo le he preguntado muchas veces cuáles son las mejores y él siempre me responde que las de Letras, porque no te piden cuentas. 
Lo que más me chocó es que mi camarada me contase que había mujeres aburridas en la cama. Él me respondió que algunas son muy previsibles y que cuando llevan un rato encima de ti, moviéndose siempre al mismo ritmo, le ha llegado a ocurrir que, mentalmente, ha hecho la lista de la compra en el supermercado, he saludado a los reponedores de alimentación, he tirado los trastos a la cajera, me he disculpado por ello con el segurata y aún me ha sobrado tiempo para determinar si la Declaración de Hacienda le sale ese año a pagar o a devolver. Eso sí, nunca le falta la cortesía y a estas mujeres también las dice que ha sido el polvo más igualitario de su vida (todo igual de aburrido). Las mujeres le suelen mirar raro cuando dice esto, pero el piensa: "Mejor, con un poco de suerte piensan que soy un loco peligroso y me puedo pirar cagando hostias". 
Sin embargo, hay otras mujeres que son una verdadera bomba y que  enseñan cosas que nunca vistas. Cuenta que una, en una ocasión, cuando se quitó su ropa interior le enseñó un pene de veinte centímetros. Nunca había visto algo semejante. A ésta no le dijo que había sido el polvo más igualitario de su vida. Sin embargo, parece que sí que le dijo a su fallido ligue que era una verdadera pena que en el mundo hubiese tanta desigualdad. 
Como se puede ver, mi amigo tiene gran experiencia en conseguir liarse con mujeres. Yo le pregunto sobre su secreto para conseguir tanto éxito y él siempre me responde que con ello se nace, no se puede aprender. A mí me parece que exagera un poco y que se hace el interesante. En realidad creo que le entra a todas las mujeres y si suena la flauta pues eso que se lleva por delante. De otra forma no se puede explicar que en los pasados Carnavales, cuando yo iba disfrazado de mujer, me entrase (no me reconoció porque había decidido no tomar Prozac y sí tres cervezas más) y yo, ante tanta necesidad acumulada, le dijese  que sí. Pero lo que más me llamó la atención en ese momento fue que me dijese que era una verdadera pena que en el mundo hubiese tanta desigualdad.
Otro día hablaré sobre otro de mis amigos, que también tiene lo suyo. Mientras tanto, decidan si prefieren Prozac o cervezas.

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