"Hay gente que quiere hacer de todo
menos vivir el momento"
John Lennon
A veces un pequeño cambio, o la proposición de uno, dice mucho del lugar hacia el que caminamos de manera consciente o inconsciente. Vamos a ver de lo que hablo.
Durante los campeonatos del mundo de atletismo los comentaristas hablaban sobre determinados cambios que proponían referidos a los concursos de lanzamiento (peso, jabalina, disco). La idea consistía en acelerar el proceso, eliminado lanzamiento para facilitar el seguimiento televisivo de las pruebas. Lo que a priori puede parecer una buena idea, a los comentaristas, y a mí, lnos pareció un retroceso significativo. No por el cambio en sí, si no por lo que supone perder la esencia del deporte: disfrutar del lanzamiento; cuanto más haya, más disfrutarán los amantes de esta variedad deportiva. Parece obvio. Sin embargo, para que estas modalidades deportivas puedan ser más "televisivas" proponen acortar los concursos.
Este hecho, que en un principio puede parecer insustancial, denota una actitud ante la vida que, poco a poco, ha calado en nuestra forma de hacer y de pensar: la poca importancia que se da a pararse a contemplar, a disfrutar de las cosas y la mucha trascendencia que tiene el hecho de vivir muchas experiencias, aunque sea de manera superficial. Aunque, tal vez, sea más exacto escribir pasar por demasiadas circunstancias, coleccionando anécdotas, que no vivencias.
Detenerse, paladear lo que se hace o se ve (¿cuánto tiempo hace que mucha gente no dedica un ratito a ver el atardecer o la Luna?), parece no tener importancia. Mejor vivir a la carrera.
Tomarse tiempo no sólo implica disfrutar de lo que se hace, también implica intentar conocer y comprender.
Para explicarlo mejor podemos volver al asunto de los concursos de lanzamientos de atletismo. Imaginemos que todo vaya rápido, como quieren ciertos sectores, para dar más espectáculo. Lo que cuenta en ese caso es el desenlace. Sin embargo, si se hacen más lanzamientos y hay más tiempo, se puede utilizar ese tiempo para explicar aspectos técnicos, por ejemplo, que proporcionen una mejor comprensión al televidente del funcionamiento de ese deporte, lo que implicaría, casi seguro, una mayor participación del seguidor en el acto. No se trata de ser un experto en el tema; si no de comprender, en la medida de lo posible, lo que estamos viendo.
Uno tiene la impresión de que además de evitar que unos tipos pinten sus nombres en monumentos como la Torre de Pisa, porque creían que se podía hacer:
https://www.huffingtonpost.es/entry/dos-turistas-detenidos-por-pintar-su-nombre-en-la-torre-de-pisa-no-pensabamos-que-fuera-un-delito_es_5d987680e4b03b475f99bf3b
Detenerse, paladear lo que se hace o se ve (¿cuánto tiempo hace que mucha gente no dedica un ratito a ver el atardecer o la Luna?), parece no tener importancia. Mejor vivir a la carrera.
Tomarse tiempo no sólo implica disfrutar de lo que se hace, también implica intentar conocer y comprender.
Para explicarlo mejor podemos volver al asunto de los concursos de lanzamientos de atletismo. Imaginemos que todo vaya rápido, como quieren ciertos sectores, para dar más espectáculo. Lo que cuenta en ese caso es el desenlace. Sin embargo, si se hacen más lanzamientos y hay más tiempo, se puede utilizar ese tiempo para explicar aspectos técnicos, por ejemplo, que proporcionen una mejor comprensión al televidente del funcionamiento de ese deporte, lo que implicaría, casi seguro, una mayor participación del seguidor en el acto. No se trata de ser un experto en el tema; si no de comprender, en la medida de lo posible, lo que estamos viendo.
Uno tiene la impresión de que además de evitar que unos tipos pinten sus nombres en monumentos como la Torre de Pisa, porque creían que se podía hacer:
https://www.huffingtonpost.es/entry/dos-turistas-detenidos-por-pintar-su-nombre-en-la-torre-de-pisa-no-pensabamos-que-fuera-un-delito_es_5d987680e4b03b475f99bf3b
También contribuiría a vivir de una manera bastante más cómoda para todos nosotros. No tendríamos que cumplir objetivos (ver tal y cual cosa) para poder contar que lo hemos hecho. Podríamos parar siempre que quisiésemos, y conocer solo lo que nos proponen en los medios de comunicación, que no de información. Es posible que un Luna casi llena que se ve desde la ventana de casa o una cerveza en una terraza sea más importante que visitar un pueblo masificado, porque se ha puesto de moda.
No me quiero extender mucho más, porque el asunto, por el momento, no da para más. Sólo, a modo de resumen, insistir en que nosotros debemos ser dueños de nuestro tiempo, no debemos hacer una carrera contra el tiempo para correr por encima de las cosas. Miremos e intentemos comprender.
Un saludo.
No me quiero extender mucho más, porque el asunto, por el momento, no da para más. Sólo, a modo de resumen, insistir en que nosotros debemos ser dueños de nuestro tiempo, no debemos hacer una carrera contra el tiempo para correr por encima de las cosas. Miremos e intentemos comprender.
Un saludo.
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