lunes, 21 de enero de 2013

REFLEXIONES

Jamás pude entender como una persona era de un partido u otro de manera inquebrantable, especialmente cuando, como en el caso de España, las bases no tienen ni voz ni voto y las decisiones importantes las toman un número mínimo de personas, sin consultar a los afiliados. De la misma manera, me resulta sorprendente que esos hoolingans de la política acaten decisiones dictadas por los pocos que acaparan el poder sin rechistar, sobre todo cuando dichas decisiones contradicen las que hasta cuatro horas eran cuestiones casi de fe dentro del partido. Uno, que ya roza la vejez, considera que para aliarse incondicionalmente a algo existen los equipos de fútbol, baloncesto, balonmano... En política se está para intentar acceder al poder con la finalidad de llevar a cabo un proyecto que busca el bien común de los ciudadanos, no para agitar la bandera con el anagrama de turno y, si es posible, tapar la cara con ella al "contrario". Porque en política también se está para alcanzar consensos que sirvan para el bien común, no para el de unos pocos.


Hace un par de días hablaba con una compañera el tema de los uniformes en los centros educativos. Resulta trágico que la excusa para uniformar, y uniformizar,  a los niños, junto con la de no tener que pensar que poner a los niños (hercúleo trabajo intelectual, que estuvo a punto de impedir a Cervantes escribir El Quijote), sea la de que no se noten las diferencias de clase. Uno considera que a quien defiende esta tesis le falta un hervor, o la cocción entera. Parece más importante ocultar las desigualdades, o pretendidamente hacerlo, que luchar para que estas se reduzcan, por ejemplo educando a los niños, desde pequeños, en la corrección de este tipo de injusticias. 


Sigo pensando que la corrupción que azota nuestro país tiene una doble cara, aunque sólo se nos presente una de ellas por parte de los medios, la de los políticos enfangados en la mierda. No hace falta hacer un análisis exhaustivo de todos y cada uno de los casos para darse cuenta de que detrás de todos los políticos corruptos existe uno, o varios, empresarios que pagan, bien motu proprio o bien por "sugerencia" de los políticos en cuestión. La gran cantidad de casos de corrupción existentes en nuestros país no sólo son un indicador de unos políticos, clase política, degenerados, por acción u omisión, también existen una gran cantidad de empresarios, los superhéroes del neoliberalismo, de moral abyecta, capaces de cualquier acto, importándoles únicamente ganar dinero. 


El tal Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, había depositado 22 millones de euros en una cuenta opaca en Suiza, a su nombre. Llama la atención que la cleptomanía de un fulano le lleve a apandar  una cantidad de dinero, más el invertido en inmuebles y otro tipo de propiedades, que permitiría vivir a miles de familias durante años. ¿Era necesario robar tanto para vivir bien? ¿El ansia de rapiña tendría fin o hubiera incremente ad infinitum sus cuentas, nada corrientes? ¿Qué sensación de impunidad debía circular por el ambiente para que personajes como el tal Bárcenas actuará de esta manera?


A través de la redes sociales me ha llegado un mensaje de una doctora que atendió en urgencias a una mujer inmigrante a la que detectó un tumor. Tras derivarla a los servicios adecuados le llegó la noticia de que no le podían realizar las pruebas, por no tener los papeles. Desconozco si la nota es real, y si la doctora existe, pero lo triste del asunto es que la noticia es totalmente creíble. Nuestro Desgobierno y sus mariachis autonómicos, atentan contra los derechos humanos de todos y cada uno de nosotros, privando a ciertas personas del derecho a la Sanidad. Uno no puede olvidar la política de ciertos líderes alemanes de los años treinta y cuarenta cuando ve como se aprueban leyes que conduzcan a esta situación tan atroz. Por cierto, no hace falta ser muy listo para saber que la prevención evita muchos problemas. Uno intuye que todos los recortes en Sanidad incidirán directamente en la prevención de ciertas enfermedades, lo que provocará un aumento, a medio plazo, de ciertas patologías.


Los político que han aprobado el impuesto revolucionario que supone el euro por receta (curioso lo de ERC al respecto) avalan la medida alegando que ha bajado el consumo de medicinas, los políticos catalanes son los que más apuestan por este argumentos, pues fueron los primeros en imponer tal salvajada. Dudoso. Parece que la estrategia de los habitantes que viven cerca de otras comunidades autónomas es acudir a las farmacias de las regiones vecinas para adquirir los medicamentos, sin apoquinar el citado impuesto revolucionario. Evidentemente este dato, el de aumento de ventas de ciertas farmacias de zonas vecinas, no aparece reflejado en los datos de,. por ejemplo, Cataluña. 


Parece que durante el año 2012 los ricos, los más ricos, de este país, España, ganaron mucho dinero durante uno de los peores años de la crisis, el año pasado. El aumento en las ganancias, ¡ojo! aumento en las ganancias, no el dinero que ganaron sobre él que poseían con antelación, fue de un 6%. Parece que ni las subidas de impuestos, ni la crisis suponen cortapisa alguna para que los más tienen acaparen aún más, produciéndose el extraño hecho, al menos según las tesis de la Economía patológica, de que las ganancias no repercuten en el bienestar común de los ciudadanos del país. ¿Hacen falta más datos para convencerse de que la estafa la pagamos la mayoría de los ciudadanos? ¿Hacen falta más datos para correr a hos...,. perdón, a gorrazos,  a los economistas patológicos que cierran el paso a personas sensatas y preocupadas por el bien común?


Nuestro país ha pasado de situarse en la vanguardia europea en lo referido a energías alternativas, a ocupar puestos de cola. Las medidas implementadas por el Desgobierno encabezado por Mariano Rajoy Brey, han priorizado las energías más sucias, recibiendo incluso ayudas fiscales, en detrimentos de las energías limpias. El argumentario del neoliberalismo para defender este tipo de medidas se basa en que producir energías limpias es más caro. Evidentemente los fascistas de la economía se refieren a más caro en el corto plazo, lo cual tampoco es verdad del todo. Pero, como todo en la vida, hay que medir también su impacto a medio y largo plazo y es evidente que el uso de combustibles fósiles para producir electricidad tendrá mucho más impacto, y, por tanto, nos costará más, en el medio que la producción de la citada energía a base de energías limpias. De nuevo el corto plazo y la presentación torticera de datos que caracteriza a los economistas patológicos. Por cierto, si tanto les preocupa la competitividad de nuestras empresas podían meter mano realmente al mercado de la electricidad y acabar con las componendas que encarecen, de manera artificial, el precio final de la electricidad. Los ciudadanos y muchos empresarios lo agradeceríamos.


Hace unos meses escuchaba en un programa de radio a Mikel Erentxun alardear de que el sonido de las guitarras de su último disco se parecía, según el productor, al del David Bowie de los setenta. Se imagina el amable lector que Luis Tosar dijera en una entrevista que un director de cine le había comentado que su actuación en Los lunes al Sol era similar a la de Robert de Niro en Taxi Driver. Lo más probable es que lo consideráramos una incoherencia. Pues algunas personas consideran que extraer de un instrumento el mismo sonido que alguien ya había conseguido hace cuarenta años es para estar orgulloso. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen post.
Añado una discrepancia, lo de los uniformes me parece bien. Es más económico, al ser ropa que se utiliza exaustivamente durante unos meses, y evita distinciones por el uso de marcas, las envidias y la discriminación.
Otra cosa es que ADEMÁS se luche contra la desigualdad social con todos los medios posibles.
El uso de uniformes no "marca" a los alumnos, la ropa de marca, sí.

PACO dijo...

Hola, Anónimo.
Gracias por tu apreciación sobre la entrada.
Respecto a los uniformes cada cual puede considerar lo que crea más oportuno, pero sigo pensando que los uniformes no sirven más que para enmascarar la realidad. El problema no reside en que evite envidias y la discriminación, cosa que dudo, el problema es existan y que se luche contra ello. En el fondo se trata de aquello que hacía Jesús Gil de largar a las prostitutas (por supuesto no a las de alto standing) al pueblo de al lado. Acaba con el problema, no. Pero lo maquilla todo.
De nuevo gracias por leer la entrada y por tu opinión.
Un saludo.