lunes, 4 de marzo de 2013

REFLEXIONES

Leo en este enlace del blog de Miguel Jara, http://www.migueljara.com/2013/02/26/la-mentira-oficializada-cuanto-cuesta-un-medicamento/, que el proceso de investigación y creación de un nuevo medicamento cuesta diez veces menos de lo que pretenden hacernos creer las farmacéuticas. No sólo eso, una parte significativa del dinero que las citadas empresas utilizan para dichas investigaciones provienen de dinero público. Teniendo en cuenta que, entre todos (bien vía subvenciones, bien pagando un sobrepecio por los medicamentos, como se ha demostrado una y otra vez; la última vez en nuestro país ha sido hace menos de dos años) pagamos la investigación de los laboratorios, y que los avances, a veces presuntos avances, en el mundo de la medicamentos, suponen un bien para toda la humanidad, uno se pregunta ¿Es necesario que existan estos laboratorios privados que ganan dinero, a veces de aquella manera, a costa de nuestra salud, o de nuestra ausencia de salud? ¿No constituye el derecho a la salud un derecho inalienable del individuo? ¿No se trata de optimizar recursos? ¿Qué mejor forma de optimizar recursos que no pagar el marketing, los precios abusivos de los medicamentos... consiguiendo, de paso, que todas las medicinas lleguen a cada uno de los rincones del planeta? ¿Qué mejor forma que haciendo público algo que concierne a todos y cada uno de los seres humanos que habitamos la Tierra?


Los casos de "espionaje" político , llevados a cabo por una agencia de detectives, constituyen, para la clase política y sus aledaños, un problema social de primer orden (los responsables del Ministerio del Interior lo calificaron como prioritario). Como ha demostrado el tiempo, los tejemanejes de políticos y demás tropa importan una mierda al común de los mortales. Genera sorpresa, e indignación, observar como un problema creado por ellos, en los que los únicos perjudicados, y beneficiados, son ellos puede interesar más a esta casta de iluminados que el paro, la corrupción (la suya propia), la pobreza, los desahucios... ¿Cómo han podido llegar los políticos a crear una burbuja y creerse que en el espacio de esa burbuja cabe toda la realidad de sus conciudadanos?


¿Por qué existe esa profusión de documentos que desmienten, casi de inmediato, las aseveraciones de cierto partido político, intentando justificar lo injustificable? Vista la procedencia, heterogénea, de dicha documentación, uno empieza a sospechar que el hartazgo generado por las medidas de este Desgobierno tiene justa respuesta en la "publicidad" de documentos que contradicen todas y cada una de las estúpidas, y falsas, justificaciones de los miembros del Partido Popular. ¿Quién acerca a la prensa esa información que debería estar guardada en dependencias de la administración? A uno le parece claro que no bastó con hacer una mención elogiosa, por parte de Mariano Rajoy Brey, a los funcionarios y  a los sacrificios que sufren. Tal vez todo se deba a que uno sostiene que los que realmente quedan son siempre los de abajo, que son los que manejan una buena parte de la información; siendo circunstancial que mande uno u otro. Como decía alguien: "He visto pasar una multitud de jefes. Yo sigo aquí".


Sudán del Sur accedió, de manera oficial,  a la independencia el 9 de julio de 2011. Una de las causas de que la comunidad internacional apoyara la formación de este país fue la gran cantidad de petróleo que se encuentra en el subsuelo de dicho país, que, sin embargo, debían pasar, para ser comercializados por el otro Sudán. Lo importante del asunto es que hoy, algo más de un año y medio después de la independencia, ONGs como Médicos sin Fronteras advierten de que la violencia en algunas de las regiones del nuevo estado, violencia que ya existía anteriormente, se ha recrudecido y afecta, cada vez con mayor asiduidad a los civiles. Como podemos comprobar, la creación de estados, banderas, himnos parecen interesar más a la prensa, y a nosotros, que las situaciones calamitosas vividas por una gran cantidad de seres humanos.
Si algún lector está interesado en conocer la situación del país, aquí dejo este enlace, en el que se puede encontrar un informe sobre Sudan del Sur entre enero de 2011 y septiembre de 2012:
http://www.msf.es/sites/default/files/adjuntos/Informe-MSF-Sudan-del-Sur.pdf


Me contaba una compañera que su marido, que lleva más de un año en paro, está desesperado. Desesperado no por estar en paro, sino por no poder trabajar, que es lo que ha hecho toda su vida.  Este proceso lo hemos vivido muchas personas, especialmente tras los dos o tres primeros meses de engrosar las listas del INEM. Los imbéciles de la economía patológica defienden que quien no trabaja es porque no quiere y que existen un gran número de vagos, que no realizan acción alguna encaminada a disminuir la lacra del paro en nuestro país. Parece incuestionable que esos tipos, cuyo trabajo, generalmente, no lo han conseguido por sus méritos (si fuera por méritos todos deberían estar en la puta calle hace mucho tiempo), nunca han estado desempleados y no han conocido las consecuencias sobre la salud mental, a veces física, de la impotencia que genera tal situación. Es más, puedo asegurar que esos tipos, que se caracterizan por su nula capacidad autocrítica, jamás han convivido con seres humanos de verdad.


Invito al lector a que lea este enlace, no es muy largo, sobre como montar una empresa dedicada a gestionar fondos. http://www.miguelangeldiez.com/2012/10/06/fondos/
El mecanismo de funcionamiento de dichas empresas de ¿inversión? no puede ser más simple. Aunque lo que más me llama la atención sea el hecho de que un tipo que acierte un 60% de las veces en sus inversiones sea considerado un gran gestor, especialmente teniendo en cuenta que el índice estadístico de aciertos es de un 50%. De nuevo se demuestro que la economía que nos venden y lo de experto es una paparrucha. Como digo siempre: si un tipo supiese mucho de economía no se dedicaría a gestionar el dinero de los demás, se haría rico directamente.


Veo imágenes de manifestaciones con policías de la U.I.P. actuando fuera de toda lógica. No me llama tanto la atención este tipo de actuaciones, en especial las de algunos de ellos, que se repiten con cierta frecuencia, como el hecho de que esas imágenes aparezcan en Internet casi de inmediato. Los teléfonos móviles de última generación, sin desdeñar la tradicional cámara, se han convertido en un instrumento de información, también de desinformación, tan importante o más que los medios de comunicación tradicionales. La inmediatez, la falta de censura (al menos en un primer momento) y ofrecer otra perspectiva de los sucesos constituyen algunas de las grande ventajas de estos aparatos, que nos asoman a otra realidad, tan verdadera, en algunas ocasiones más, como la de los mass media tradicionales.

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