REPASO "PA" TODOS Y A PATADAS

Las disparatadas propuestas de VOX no necesitan respuesta ni publicidad, que es lo buscan, ni ser tomadas en serio. Como se ha dicho no es preciso comentarlas, para no hacerles el juego, como se ha dicho y porque no llegarán a copar el poder ellos solos y a sus socios lo que les va a preocupar es la política económica, donde coinciden en lo esencial con VOX. Lo interesante para desmontar el chiringuito de esos ultraliberales ultraconservadores es difundir su propuesta política económica (ultraconservadora), explicando, por ejemplo, que su programa en vivienda es hacer lo mismo que llevó a este país a la Crisis del Ladrillo o, mejor aún, leer artículos como éste:

https://latribunadeespana.com/espana/vox-cuando-el-patriotismo-es-un-negocio

Tal lo que mejor defina lo que ocurre en este país es una noticia que apareció, generada por el vividor Abascal. En una reunión con un representante de un colectivo de cazadores el citado personajes dijo que intentará cambiar la ley para que se pueda cazar en los parques nacionales (pinchar aquí). Lo curioso no es sólo que el hombre que defiende lo privado y siempre ha vivido del dinero público, el de todos, dijera ese memez, sino que los progresistas de postal se llevasen la mano a la cabeza por dichas afirmaciones por permitir cazar en un parque nacional. En la actualidad, como se puede leer en el artículo que se encuentra en el enlace, existe la caza en parques nacionales para controlar las poblaciones. La búsqueda de votos de uno, prometiendo cosas que ya existen, así como la necedad y el desconocimiento de los otros, están dejando un país muy bonito para emigrar.

https://www.hoy.es/extremadura/junta-autoriza-caza-20180820001403-ntvo.html

Carmen Calvo, esa persona que es capaz de decir este tipo de cosas (aquí) se ha superado con estas declaraciones: https://www.meneame.net/m/actualidad/carmen-calvo-nuestra-constitucion-no-recoge-igualdad-entre#box_tweet. Esta burrada daría que pensar mucho sobre la capacidad de cualquier político, pero, cuando además de un alto cargo politico, lo dice una profesora de Derecho Constitucional en excedencia, la cuestión sólo puede definirse como vergonzante. Parece que este personaje desconoce la Constitución del 78, en especial ese artículo que dice:

Artículo 14 de la Constitución Española: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Si las declaraciones las ha hecho por desconocimiento debería ser expulsada, de manera inmediata, de la universidad y se debería investigar como ha conseguido que se apruebe su tesis doctoral sobre Derecho Constitucional y como ha conseguido su plaza de profesora. Si lo ha hecho de manera intencionada, tenemos frente a nosotros a una manipuladora, que intenta aprovecharse de la ignorancia de la gente. Esto último me parece mucho más peligroso, pues no la diferencia en nada de aquellos que buscan aprovecharse de las personas, utilizando su incultura, a través de las supersticiones. 

Pablo Iglesias ha vuelto a ponerse frente a los focos, porque sí ha tenido reuniones con Pedro Sánchez (pinchar aquí) tras su baja de paternidad. Independientemente de que algunos ya habíamos hecho algo parecido hace más de una década y no intentamos implantar nuestra idea a nadie, resulta cómico escuchar al tipo decir que está más preparado para ser presidente después de haber pasado diez meses cambiando pañales (ver vídeo aquí). Uno piensa que igual necesitaba diez meses, o diez días, trabajando duro por cuatro euros para saber lo que se siente. 

Llaman la atención las declaraciones de Pablo Iglesias haciendo pública una verdad, defendida desde este blog desde hace mucho tiempo: los medios de comunicación, que no de información, responden a los intereses de su dueños (aquí). No puedo estar más de acuerdo. Sin embargo, tampoco puedo olvidar que pretendió nombrar como directora de RTVE a la Pardo Vera y que también intentó que Cristina Fallarás fuera consejera del mismo ente público. Y no este dato no se puede olvidar porque lo que buscaba Pablo era meter a los suyos en lo Público. ¡Cuidado con predicar, porque a la hora de dar trigo todos nos podemos retratar!
Por otra parte, parece obvio que se trata de una estrategia para culpar a los medios de los previsibles malos resultados electorales, focalizando la atención sobre el exterior, evitando la autocrítica y, de paso, buscando conseguir que los fieles cierren filas en torno a la actual dirección de Podemos. 

¿Alguien se acuerda de aquel partido naranja que nació para barrer las viejas costumbres y que, no lo olvidemos, fue apoyado por la gran mayoría de los medios de comunicación? Parece que los escándalos provocados por la manipulación de los votos de sus militantes para elegir candidatos azota a la formación otrora socialdemócrata y hoy liberal (aquí). Ante esta forma de proceder parece adecuado preguntarse: si son capaces de obrar así con los suyos, ¿qué no harán con los demás?

Creo que, por descarte, toca despotricar contra el PP o Pablo Casado y uno reconoce que Pablo Casado es ese tipo fotogénico, como Pedro Sánchez o Rivera, que nada tiene que aportar. Pablo Casado es un personaje, como Pedro Sánchez, fruto de la cantera del partido, capaz de defender con vehemencia una cosa y la contraria, si con ello arranca un voto. A este tipo le ha cercenado eso que se llama el centro Ciudadanos y lucha desesperadamente con VOX para arrancarle los votos necesarios. Su idea, como la de VOX o la de Ciudadanos, en lo sustancial, es la misma: neoliberalismo puro y despreciable. Tal vez lo más destacado del asunto sea la limpia que ha hecho en su partido, defenestrando a todos los miembros del sorayismo, lo que denota que lo importante no es dar voz a los afiliados, sino acaparar todos los resortes del poder.




Por cierto, ¿quién se acuerda de Venezuela? Ni los partidos ni los medios de comunicación, que no de información, parecen hablar del país sudamericano. Incluso se ha pasado de puntillas sobre el segundo sabotaje realizado a las infraestructuras eléctricas del país, para perjuicio de los ciudadanos venezolanos.