jueves, 11 de abril de 2019

NADIE TIRARÁ LA PRIMERA PIEDRA

"Plantad la semilla de la avaricia
en la infértil tierra de la estupidez
y obtendrás la bella flor de la mierda".

Alfredo de Hoces

Durante estos días se ha hablado de la vigilancia ilegal que a la que los líderes de Podemos han sido sometidos, tanto en su casa como en su partido. De igual manera se ha descubierto que se pretendían comprar voluntades para desacreditar al partido morado. Una campaña de espionaje y desprestigio en toda regla. Una sucia operación llevada a cabo por políticos (ver aquí y aquí), periodistas, empresarios y antiguos policías. 
Lo que pudiera parecer un complot digno de una película de Robert Redford de los años setenta, no es más otro tejemaneje de las élites, para seguir en lo suyo: el poder. Como se puede leer en estas entradas anteriores (aquí y aquí), esto forma parte del modus operandi de las élites.
Cuando hablo de élites no me refiero en exclusiva a banqueros, empresarios, políticos y jueces. También a periodistas de uno y otro signo, que se aprovechan de esos enredos turbios para hacer carrera. Lo que se escucha en el vídeo que se encuentra al final de esta entrada lo deja meridianamente claro.
Hace casi un año en este mismo blog se publicó este artículo (aquí), donde se preguntaba quién está detrás de Eduardo Inda y de toda la información que está saliendo desde hace tiempo. En este post se deja claro que existen poderes detrás de las focos que son los que proporcionan la información, no solo a Inda, también a Ignacio Escolar, que no duda en aprovecharla para intentar derribar a una adversaria ideológica, Cristina Cifuentes, cosa que sólo se consiguió con el apoyo último de Eduardo Inda. Nadie parece hacer ascos a la información que permite acabar con el adversarios ideológico, económico o personal, incluso algunos alardean de su capacidad periodística, cuando todo indica que recibieron esa información de fuentes cercanas a Villarejo y Escolar lo sabía, casi con total certeza.  Es un juego al que todos juegan, en función de sus posibilidades, y del que todos quieren sacar provecho y, en algunos casos, utilizarlo para dar lecciones de integridad.
Pablo Iglesias ahora clama contra Antonio García Ferreras, pero no debe olvidar que el partido que lidera comenzó a sonar fuerte, entre otras cosas, por la cantidad de veces que aparecía en el programa del periodista amigo de Florentino Pérez y José Luis Rodíguez Zapatero. Debemos recordar que en ese momento Podemos no tenía representación en el Parlamento de España, sí en le Eurocámara, y que por tanto, no parecía que debieran tener tanto tiempo destinado en programas televisivos. Y esto no deja de ser otra muestra de la lucha por el poder, que se basa en subir, pactando con quien haga falta o con quien se pueda. De hecho, en Podemos también se han producido luchas de poder, que se lo pregunten a Errejón, perdedor de un congreso lo que le impulsó a emigrar a posiciones más confortables bajo el paraguas de Manuela Carmena.
Dicho todo esto, no parece oportuno obviar la gravedad de lo realizado por personajes que ocupaban cargos políticos para defenestrar a sus oponentes. Supone una traición a los ciudadanos y a lo que representan, que debería castigarse con penas de prisión severísimas. Pero en estas luchas de poder los enemigos tienen algo claro: una cosa es apear del carro al rival y otra muy distinta, e impensable, es dar con sus huesos de tus oponente en la cárcel. Tal vez porque tienen muy claro que hoy les toca a unos, pero después les puede tocar a ellos. Aunque algunos hayan acabado cumpliendo pena de prisión, posiblemente porque se creían intocables y se expusieron demasiado o porque eran piezas de segundo orden, y había que dar carnaza al personal. O por ambas cosas. Porque los que de verdad mueven los hilos nunca acaban condenados y yendo a la cárcel por ello. Basta recordar como el PSOE  ayudó a la familia Botín para regularizar su situación fiscal (aquí) o que lo último que hizo el gobierno de ZPpero fue amnistiar (aquí) a un consejo del Banco Santander (ese banco con el que conspiraba para acabar con el presidente del otro gran banco español, como aparece en la conversaciones publicadas hace un par de meses).
Los Inda, los Villarejo, los García Ferreras... son los instrumentos de un juego de poder de las élites, en el que Pablo Iglesias terminará participando si logra alcanzar el poder político (resulta suficiente ver la evolución de sus programas políticos). Como se ha podido comprobar en los papeles de Villarejo o con la dimisión de Alberto Pozas, unos actores ora están en el mundo de la Justicia o el periodismo, ora se les encuentra en la Política, pero varían muy poco. Se trata de un círculo relativamente estrecho, donde caben personajes como el pequeño Nicolás, que busca medrar a costa de las intrigas, de las luchas de poder y de, por supuesto, no molestar a los que realmente detentan el poder.
Tal vez por eso, escuchar a personajes como Iñaki Gabilondo, siempre a la vera del poder, bufón de reyes campechanos (conviene escuchar lo que dice de la Rosa en el vídeo del final de la entrada sobre el Borbón), siento mucho desprecio por todos estos moralistas de tres al cuarto (Pablo Iglesias utiliza la misma estrategia) y me sirve para recordar que todos estos predicadores de la ética, solo son parte de un bando que aspira a lo mismo que el otro bando, pero en beneficio suyo.
Una aclaración: no se trata de conspiraciones sofisticadas para distraernos, diseñadas por tipos con una habilidad especial para engatusarnos. Todo este tinglado consiste en una lucha de poder, de avaricia, en la que en ocasiones descubrimos que hay gente implicada tan peculiar como el pequeño Nicolás, para conseguir un mayor trozo de tarta en el reparto de la riqueza. Nadie de los implicados quiere cambiar nada que no sea su propia fortuna personal.
Antes de terminar recordar que existe un audio en el que Javier de la Rosa, uno de los grandes estafadores de este país, habla sobre las artes recaudatorias de Juan Carlos, el Borbón, de Felipe González, de José María Aznar, de la familia Pujol, de Emilio Botín y hasta de Villarejo, calificándolo de tipo peligroso. Por cierto, resulta curioso que el mismo día que se hace público este audio es detenido Rodrigo Rato.



Un saludo.

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