jueves, 27 de octubre de 2011

EL ESCUDO CUBRELOTODO

El tema que nos va a a ocupar hoy es una vieja deuda conmigo y con algún lector. Una vieja deuda que la actualidad o la falta de oportunidad ha relegado hasta este momento al ostracismo, cosa que nunca debería haber ocurrido. A pesar de todo considero que nunca es mal momento para tratar asuntos como este, el del escudo de misiles que pretenden instalar en Rota,  que parecen van a seguir generando polémica, cuando no irritación, durante bastante tiempo. Seguramente Zapatero, el artista anteriormente conocido por el nombre de ZP, sea un vago recuerdo cuando una parte de la ciudadanía aún siga indignada con esta atrocidad llamada escudo antimisiles.
Me gustaría comenzar haciendo una breve reflexión sobre algo que me llama especialmente la atención de este suceso. No hace falta ser muy observador para contemplar como este hecho puntual jalona una trayectoria que define a la perfección la evolución de la forma de gobernar del leonés: empezó siendo el más socialdemócrata y el más antibelicista del mundo mundial, para acabar siendo el más fiel seguidor de EE.UU. y de los postulados neoliberales. Triste bagaje para un tipo al que le han sobrado varios años en el poder, uno considera que unos siete, pero eso en va en gustos, como todo en esta vida.
Si traigo este acontecimiento a mi blog, no es, al menos en exclusiva, por lo patético que puede ser, es, la claudicación del ya casi saliente político socialista, no. Considero que las artimañas para montar algo, absurdo e inútil reflejan con claridad como funciona el mundo actual y, desgraciadamente, no sólo en este aspecto. Me explico.
No creo que haga falta recordar que el escudo antimisiles (no se si se escribe con mayúsculas, pero, aunque así sea, no creo que algo tan absolutamente disparatado como lo que se pretende hacer merezca tal distinción) apareció en nuestra vida como un proyecto del mediocre actor que llegó a presidente de EE.UU., Ronald Reagan. El alto coste, junto con la inviabilidad tecnológica en ese momento, pospusieron tal empeño. Años después un tal George W. Bush rescató la idea, pero con alguna diferencia: el proyecto era menos ambicioso, la tecnología había avanzado mucho y el enemigo no era la URSS, una gran potencia, el enemigo era... El Eje del Mal?? Hablando en plata dos o tres países que carecen de la tecnología necesaria para lanzar un misil que llegue más allá de unos centenares de kilómetros de su propio territorio. Por la ubicación de esos países parece que el país que más se debería preocupar por un "supuesto" ataque podía ser Rusia, país a cuyo gobierno le hace tanta gracia el escudo antimisiles como a mi que me amputen una mano. Parece que algo empieza a fallar en la idea de tan magno parapeto tecnológico.
Cualquier persona, al menos a priori, consideraba que el primo Obama acabaría con semejante montaje armamentístico, además la crisis parecía no invitar a ello. Pues no. El Premio Nobel de la Paz, con ciertos ajustes, ha decidido seguir adelante con el asunto. A partir de este momento todo parece un disparate mayúsculo y desconcertante. El tipo que iba a cambiar el mundo no acaba con un sinsentido como el escudo de misiles, ni tan siquiera se lo plantea. Todo lo que EE.UU. ha llevado a cabo a este respecto ha sido una actuación para que Rusia no se oponga con todas sus fuerzas a la puesta en práctica de tal proyecto. 
Analizada la cuestión fríamente, uno encuentra un paralelismo indudable entre la actuación actual de las autoridades políticas y económicas  respecto a la crisis y la actuación de los políticos respecto a la cuestión del escudo de misiles.


No hay duda de que en ambos casos nos intentan vender que todo se hace por nuestro bien, eso sí sin considerar que es lo mejor para nosotros. En el caso del escudo nos pretenden defender de un enemigo terrible al que, al menos yo, soy incapaz de poner nombre y ubicación en el mapa. En el caso de la economía dicen trabajar también por nuestro bien, pero parece que nuestro bien se reduce a favorecer a unos pocos.
De la misma manera parece evidente que en el asunto del escudo antimisiles hay unos grandes beneficiados: las empresas armamentísticas, sus accionistas y los ejecutivos de las mismas, que se van a llevar una pasta gansa del dinero público, de todos los ciudadanos, por crear algo de dudosa eficacia, lo de dudosa lo he escrito porque hoy me siento generoso. En lo que respecta al dinero público derrochado en la banca, que tan generosamente reparten los políticos, tienen unos únicos beneficiarios, que igualmente son una minoría. Dichos beneficiarios no son otros que  los ejecutivos de los bancos y los accionistas de esos mismos bancos, e igual que en el caso de los misiles cazamisiles nos quieren hacer creer que esta forma de actuar es la mejor para nosotros.
Existe otra excusa, esta perpetrada por Zapatero, el artista anteriormente conocido como ZP, y su camarilla. ¿Cuál es dicha excusa? La creación de 1.000 puestos de trabajo. ¡Toma ya! Con esta hábil maniobra sólo van a quedar 4.999.000 parados en España. Uno está hasta los genitales de escuchar aquello de que se van a crear empleos para justificar lo injustificable.


Lo primero que a uno se le ocurre es aquello de dónde va a salir la pasta para crear los empleos. ¿Lo vamos a pagar entre todos? Si es así, por qué hay que invertirlo en armamento, en destrozar un paraje natural o vete tu a saber en que barbaridad. Y si no es así, por qué apoyar con pasta pública, pues siempre hay que poner dinero de todos, iniciativas privadas o públicas, pero en el que el dinero va a parar a la empresa privada, en las que los grandes beneficiados son una minoría, de nuevo. Por si esto fuera poco los negocios que proponen, esos que dicen beneficiar a todos porque van a generar empleos, suelen basarse en la destrucción del medio ambiente, en la creación de armamento..., que es entonces cuando uno piensa: y no se puede crear riqueza de otra manera, por ejemplo mediante negocios sostenibles ecológicamente, ¿es necesario invertir dinero para crear mil empleos en algo absolutamente inútil? Diría más, es ético invertir pasta en período de crisis en algo de lo que se van a beneficiar especialmente unos pocos. Parece que la respuesta es evidente, no. El cebo siempre es el mismo: crear empleo. Dicho cebo se utiliza para justificar cualquier actuación, por muy descabellada, inútil o gratuita que pudiera ser.


No sé la pasta que vamos a aflojar, o lo que tendremos que aportar en forma de soberanía o de dignidad, para que el maravilloso escudo antimisiles se instale en España, pero a uno le parece algo indigno es dar cobijo a un sistema completamente inútil financiado con dinero público de países en los que el paro está causando estragos y la pobreza aumenta de manera constante. Evidentemente, este escudo dista mucho del famoso Diálogo de Civilizaciones (que siempre me pareció una tontería inventada para acallar conciencias pusilánimes) que tanto defendió el artista conocido anteriormente como ZP, pero parece que a la hora de gobernar todos son iguales en cualquier lugar: todo lo hacen por nuestro bien, sin consultarnos que entendemos por nuestro bien ni si consideramos que existen otras prioridades, como por ejemplo cuestiones tan baladíes como la enseñanza y la sanidad.
Uno considera que de gastar dinero, es preferible que lo hagan en cinturones de castidad que aprisionen sus cerebros con fuerza para que no salga una sola idea más de ellos. Posiblemente sea la mejor inversión que se puede hacer con el dinero de todos los ciudadanos.
Un saludo.

2 comentarios:

Claudia Baelo dijo...

Hola Paco: totalmente de acuerdo,pero siempre es igual.Yo recuerdo cuando nos manifestábamos contra la OTAN y allí se encontraban Felipe Gonzalez y Alfonso Guerra y ¡¡cómo gritaban en contra!!. Llegaron al poder y cambió de opinión, eso sí ,hubo un referéndum que era de carácter concultivo,no vinculante y curiosamente salió si,digo curiosamente porque tiempo atrás era un no por parte de la mayoría que votó al PSOE, es más la derecha que entonces se llamaba Coalición Popular recomendó la abstención.Pero fíjate en que términos votamos,se podría comprender l postura de la derecha después de lo que decía la papeleta para votar,de la izquierda NO:

El Gobierno considera conveniente, para los intereses nacionales, que España permanezca en la Alianza Atlántica, y acuerda que dicha permanencia se establezca en los siguientes términos:
1.º La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada.
2.º Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español.
3.º Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España.
¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación?

No hay más palabras.Feliz puente o fin de semana.Saludos!

PACO dijo...

Todos los que tenemos una edad recordamos el bochornoso OTAN de entrada No, de salida tampoco. Parece ser que fue el peaje que nos hizo pagar Felipe González para entrar en la CEE. Lo triste es que los hechos se repiten. Distintos collares, mismos perros.
Un saludo.