Ayer dejábamos el asunto dando, o eso intentaba, unas pinceladas genéricas sobre el sistema educativo español. La situación que pintaba no se puede considerar, en absoluto, halagüeña, aunque tal vez deba matizar algo este panorama, desolador, que parece caracterizar a la educación formal hispana. El trabajo de muchos compañeros docentes, preocupados por mejorar su práctica diaria, contribuye a que esto tire hacia delante.
Sin embargo, además de lo expuesto en la entrada anterior, otras variables contribuyen a un hartazgo y una denigración de la profesión. Como ejemplo aclaratorio me viene a la memoria la campaña contra los docentes de Educación Secundaria, especialmente contra los que trabajan en Madrid o en Castilla la Mancha, emprendido hace bien poco por las administraciones autonómicas y secundadas por los medios de comunicación afines. Curiosamente, los responsables de esas administraciones y la prensa citada no dudan en hablar de leyes que amparen la "autoridad" del docente. Primero los apalean y luego los entronizan. ¡Qué se pongan de acuerdo consigo mismos! O, tal vez mejor, que expliciten que es lo que desean en realidad. Con total seguridad todos sabríamos a que atenernos y no nos encontraríamos con contradicciones tan esperpénticas como las citadas.
Bajemos un peldaño y descendamos a lo que implica la nueva reforma, o recorte, que el gobierno central y el de las distintas comunidades autónomas ha puesto en marcha.
Para empezar, hablemos de horarios de maestros y profesores. A los primeros la reforma horaria les afecta si habían pactado, como en el caso de Castilla y León, impartir una hora docente menos, que deberán impartir ahora. Por tanto, en líneas generales, las 25 horas lectivas siguen igual.
Asunto diferente es el de los profesores, que ven aumentadas en dos horas su horario lectivo, con las consecuencias que veremos a continuación.
Por un lado, se producirá el hecho de que ciertos profesores deberán impartir asignaturas para las cuales, a priori, no tienen formación. Veremos como docentes especializados en Inglés dan Lengua, por poner un ejemplo. Si bien en los grandes I.E.S. se podrá diluir en cierta forma, por tener una plantilla más amplia, en los institutos que sólo imparten hasta 4º de la E.S.O. el problema puede ser bastante más grave, pues habrá que hacer encaje de bolillos para que los docentes impartan asignaturas "relacionadas" con su especialidad y que además un sólo docente de toda la asignatura a un grupo. Evidentemente estas dos horas deben salir de algún sitio y, con toda probabilidad, las horas de guardia, destinadas a cubrir las ausencias de los compañeros van a ser las sacrificadas, pudiendo quedar un centro sin nadie para sustituir las ausencias por enfermedad, propia o de un familiar. Parece que la cosa no pinta tan bien.
Por otra parte la reducción de plantillas, tanto en colegios como en institutos, van a producir un tremendo problema: nadie podrá sustituir la ausencia de ningún compañero, que, al menos, durante diez días LECTIVOS, no se cubrirá por nadie. ¿Cómo solucionar este problema? Dependerá de cada centro, pero algunos han optado, especialmente si son de dos líneas (por ejemplo 1º A y 1º B) por juntar los grupos. Con lo que pueden agruparse cuarenta alumnos o más en una clase con un solo docente. La otra solución consiste en retirar los apoyos a los alumnos más necesitados y que cada hora entre un docente en el aula, siempre que se pueda, pues habrá horas que esto no se podrá hacer. Este mecanismo genera que un día dé, por ejemplo, la asignatura de Matématicas, al siguiente la dará otro compañero y así cada día de la semana. Y todo esto durante, al menos, diez días LECTIVOS, que puede llegar a los 20 si la baja no es de más de un mes. Un auténtico disparate.
El aumento de ratios, número de alumnos por docente, en un 20%, pudiendo ser más amplia en Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, conllevará una peor atención del alumnado, especialmente en los casos de alumnos que presenten más dificultades para seguir el currículum ordinario. El tiempo dedicado a estos alumnos disminuirá sustancialmente y por tanto su rendimiento se verá, con total probabilidad, afectado por este incremento.
Mención aparte merece las declaraciones del ministro sobre la socialización de los alumnos de Educación Infantil. Si bien ha captado que uno de los fines de la Educación, y más en este primer período, es la socialización, este proceso no se produce por el mero hecho de juntar a personas, para eso no haría falta que fueran al cole, bastaría con juntar a los niños en un parque todos los días y nos ahorrábamos un pastón. A ser personas sociales se aprende y todos los niños aprenden no de manera espontánea, se necesita alguien que guíe a estos pequeños a la hora de adquirir los hábitos, entre ellos unos que preocupa mucho al Gobierno actual, y a todos, los hábitos de trabajo. No voy a soltar un rollo sobre las instituciones encargadas de socializar a nuestros pequeños, pero, tras la familia, la institución más importante, es la escuela, que además ofrece al niño algo que su núcleo familiar no puede ofrecer: el tratar continuamente con sus iguales, buscando adaptar sus necesidades e intereses al conjunto del grupo. Evidentemente, este proceso es laborioso, le aconsejaría a Wert que estuviera un mes en una clase de Educación Infantil de 3 años, y luego contara que entiende por socialización. Seguramente buscaría otro argumento para aumentar las ratios.
Me gustaría acabar con un asunto que a mucha gente se le puede escapar, pero que tiene crucial importancia para una parte de la población española, ¿cómo afectarán estos recortes a la población rural?
Si en ciudades y pueblos grandes la poda va a ser considerable y va a generar problemas, en el mundo rural, especialmente en poblaciones pequeñas, sus consecuencias pueden llegar al extremo de acabar con pequeños colegios. En Castilla la Mancha, por ejemplo, se cerrarán escuelas unitarias (los grupos se juntan y pueden recibir clase de manera conjunta alumnos de 3 a 12 años) de 10 o menos alumnos. La excusa: el rendimiento de dichos alumnos. En este sentido desconozco los datos estadísticos, aunque uno, que ha rulado bastante por entorno rurales, cree que estos datos son incompletos y esconden, intencionadamente, variables que pudieran llevar a que esto sea así. Por ejemplo: en pequeñas poblaciones, y no tan pequeñas, muchos niños tienen el futuro "asegurado" manteniendo lo que han conocido, las explotaciones de sus padres.
En todo caso, no parece excusa para cerrar estas escuelas unitarias. Lo lógico sería plantearse, si las estadísticas son reales, por qué ocurre eso y atacar la causa de ese fracaso escolar.
Este mismo procesos se está repitiendo en diversas comunidades autónomas con la consecuencia de que niños de tres y cuatro años tengan que levantarse hasta una hora antes para coger un autobús que, en algunos casos, da una vuelta espectacular antes de llegar a los centros. Que se lo pregunten a los niños que viven en fincas y que han de acudir a los centros educativos de los pueblos cercanos.
¡Ojo! No considero que el hecho de que alumnos de 12 años en adelante tengan que hacer ese viaje para ir a su instituto sea contraproducente, no se puede abrir un I.E.S.O. en cada población, pero la educación de niños más pequeños fuera de sus poblaciones me parece bastante más peliaguda.
Me gustaría, cambiando de tercio, mencionar el cobro de tasas a los alumnos que se inscriban a la F.P en su Grado Superior en Cataluña. Hasta este momento la Formación Profesional, por la que tanto claman unos y otros, era gratuita. Con este salto, creo que al vacío, se crea un precedente peligroso, que dificultará el acceso de ciertos alumnos a la parte del sistema educativo que ofrece una formación con expectativas reales de incorporarse al mercado.
Respecto al recorte de becas, o el aumento de los requisitos para beneficiarse de ellas, poco que decir. Destaca el argumento del ministro, que justifica la subida de las mismas para fomentar el esfuerzo de los alumnos. Si no fuera tan serio pudiéramos reírnos a mandíbula batiente. Lo único que han hecho en su vida los alumnos que están en la Universidad es esforzarse para superar etapas educativas hasta llegar donde están. Parece poco afortunado hablar de cultura de esfuerzo aplicada a aquellos que han superado etapa tras etapa la criba que supone el sistema educativo. Es evidente que dentro del colectivo universitario hay de todo, pero aquellos que se tiran 10 años para obtener el Grado, que nadie se preocupe, que ni con la ley anterior ni con la actual obtendrían beca.
Con total certeza se me olvidan argumentos a favor de una convocatoria de huelga, que excepto en La Rioja, donde siguen negociando, se ha hecho a nivel nacional. Pero creo que, de nuevo, sobran motivos.
No se trata de un recorte pasajero. Ni de un plan urdido para rescatar lo mejor y empezar a construir a partir de él para que todos mejores. Hablamos de improvisación para cuadrar número (las declaraciones de Wert hablando de que estas medidas permitirán que cobren los docentes, cuestión que depende de las CC.AA. y no del estado y dudo mucho que todas las CC.AA. estén en la misma situación, por lo que, de nuevo, se convierte en un brindis al Sol para justificar las medidas tomadas), que se gestó en unas declaraciones de De Guindos, cuyo transfondo en un principio desconocían los miembros de su partido más destacados, dándose el caso de que personas como la ministra de Sanidad, en un principio desconocía esas medidas.
Cada uno podrá hacer huelga o no, está en su derecho. Cada uno podrá ir a las manifestaciones o no, está en su derecho. Cada uno podrá tener una visión del asunto, es lógico. Pero creo que retroceder varias décadas en la concepción de nuestro sistema educativo nos afecta a todos y no augura nada bueno para el futuro de nuestros hijos.
Un saludo.
Para empezar, hablemos de horarios de maestros y profesores. A los primeros la reforma horaria les afecta si habían pactado, como en el caso de Castilla y León, impartir una hora docente menos, que deberán impartir ahora. Por tanto, en líneas generales, las 25 horas lectivas siguen igual.
Asunto diferente es el de los profesores, que ven aumentadas en dos horas su horario lectivo, con las consecuencias que veremos a continuación.
Por un lado, se producirá el hecho de que ciertos profesores deberán impartir asignaturas para las cuales, a priori, no tienen formación. Veremos como docentes especializados en Inglés dan Lengua, por poner un ejemplo. Si bien en los grandes I.E.S. se podrá diluir en cierta forma, por tener una plantilla más amplia, en los institutos que sólo imparten hasta 4º de la E.S.O. el problema puede ser bastante más grave, pues habrá que hacer encaje de bolillos para que los docentes impartan asignaturas "relacionadas" con su especialidad y que además un sólo docente de toda la asignatura a un grupo. Evidentemente estas dos horas deben salir de algún sitio y, con toda probabilidad, las horas de guardia, destinadas a cubrir las ausencias de los compañeros van a ser las sacrificadas, pudiendo quedar un centro sin nadie para sustituir las ausencias por enfermedad, propia o de un familiar. Parece que la cosa no pinta tan bien.
Por otra parte la reducción de plantillas, tanto en colegios como en institutos, van a producir un tremendo problema: nadie podrá sustituir la ausencia de ningún compañero, que, al menos, durante diez días LECTIVOS, no se cubrirá por nadie. ¿Cómo solucionar este problema? Dependerá de cada centro, pero algunos han optado, especialmente si son de dos líneas (por ejemplo 1º A y 1º B) por juntar los grupos. Con lo que pueden agruparse cuarenta alumnos o más en una clase con un solo docente. La otra solución consiste en retirar los apoyos a los alumnos más necesitados y que cada hora entre un docente en el aula, siempre que se pueda, pues habrá horas que esto no se podrá hacer. Este mecanismo genera que un día dé, por ejemplo, la asignatura de Matématicas, al siguiente la dará otro compañero y así cada día de la semana. Y todo esto durante, al menos, diez días LECTIVOS, que puede llegar a los 20 si la baja no es de más de un mes. Un auténtico disparate.
El aumento de ratios, número de alumnos por docente, en un 20%, pudiendo ser más amplia en Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, conllevará una peor atención del alumnado, especialmente en los casos de alumnos que presenten más dificultades para seguir el currículum ordinario. El tiempo dedicado a estos alumnos disminuirá sustancialmente y por tanto su rendimiento se verá, con total probabilidad, afectado por este incremento.
Mención aparte merece las declaraciones del ministro sobre la socialización de los alumnos de Educación Infantil. Si bien ha captado que uno de los fines de la Educación, y más en este primer período, es la socialización, este proceso no se produce por el mero hecho de juntar a personas, para eso no haría falta que fueran al cole, bastaría con juntar a los niños en un parque todos los días y nos ahorrábamos un pastón. A ser personas sociales se aprende y todos los niños aprenden no de manera espontánea, se necesita alguien que guíe a estos pequeños a la hora de adquirir los hábitos, entre ellos unos que preocupa mucho al Gobierno actual, y a todos, los hábitos de trabajo. No voy a soltar un rollo sobre las instituciones encargadas de socializar a nuestros pequeños, pero, tras la familia, la institución más importante, es la escuela, que además ofrece al niño algo que su núcleo familiar no puede ofrecer: el tratar continuamente con sus iguales, buscando adaptar sus necesidades e intereses al conjunto del grupo. Evidentemente, este proceso es laborioso, le aconsejaría a Wert que estuviera un mes en una clase de Educación Infantil de 3 años, y luego contara que entiende por socialización. Seguramente buscaría otro argumento para aumentar las ratios.
Me gustaría acabar con un asunto que a mucha gente se le puede escapar, pero que tiene crucial importancia para una parte de la población española, ¿cómo afectarán estos recortes a la población rural?
Si en ciudades y pueblos grandes la poda va a ser considerable y va a generar problemas, en el mundo rural, especialmente en poblaciones pequeñas, sus consecuencias pueden llegar al extremo de acabar con pequeños colegios. En Castilla la Mancha, por ejemplo, se cerrarán escuelas unitarias (los grupos se juntan y pueden recibir clase de manera conjunta alumnos de 3 a 12 años) de 10 o menos alumnos. La excusa: el rendimiento de dichos alumnos. En este sentido desconozco los datos estadísticos, aunque uno, que ha rulado bastante por entorno rurales, cree que estos datos son incompletos y esconden, intencionadamente, variables que pudieran llevar a que esto sea así. Por ejemplo: en pequeñas poblaciones, y no tan pequeñas, muchos niños tienen el futuro "asegurado" manteniendo lo que han conocido, las explotaciones de sus padres.
En todo caso, no parece excusa para cerrar estas escuelas unitarias. Lo lógico sería plantearse, si las estadísticas son reales, por qué ocurre eso y atacar la causa de ese fracaso escolar.
Este mismo procesos se está repitiendo en diversas comunidades autónomas con la consecuencia de que niños de tres y cuatro años tengan que levantarse hasta una hora antes para coger un autobús que, en algunos casos, da una vuelta espectacular antes de llegar a los centros. Que se lo pregunten a los niños que viven en fincas y que han de acudir a los centros educativos de los pueblos cercanos.
¡Ojo! No considero que el hecho de que alumnos de 12 años en adelante tengan que hacer ese viaje para ir a su instituto sea contraproducente, no se puede abrir un I.E.S.O. en cada población, pero la educación de niños más pequeños fuera de sus poblaciones me parece bastante más peliaguda.
Me gustaría, cambiando de tercio, mencionar el cobro de tasas a los alumnos que se inscriban a la F.P en su Grado Superior en Cataluña. Hasta este momento la Formación Profesional, por la que tanto claman unos y otros, era gratuita. Con este salto, creo que al vacío, se crea un precedente peligroso, que dificultará el acceso de ciertos alumnos a la parte del sistema educativo que ofrece una formación con expectativas reales de incorporarse al mercado.
Respecto al recorte de becas, o el aumento de los requisitos para beneficiarse de ellas, poco que decir. Destaca el argumento del ministro, que justifica la subida de las mismas para fomentar el esfuerzo de los alumnos. Si no fuera tan serio pudiéramos reírnos a mandíbula batiente. Lo único que han hecho en su vida los alumnos que están en la Universidad es esforzarse para superar etapas educativas hasta llegar donde están. Parece poco afortunado hablar de cultura de esfuerzo aplicada a aquellos que han superado etapa tras etapa la criba que supone el sistema educativo. Es evidente que dentro del colectivo universitario hay de todo, pero aquellos que se tiran 10 años para obtener el Grado, que nadie se preocupe, que ni con la ley anterior ni con la actual obtendrían beca.
Con total certeza se me olvidan argumentos a favor de una convocatoria de huelga, que excepto en La Rioja, donde siguen negociando, se ha hecho a nivel nacional. Pero creo que, de nuevo, sobran motivos.
No se trata de un recorte pasajero. Ni de un plan urdido para rescatar lo mejor y empezar a construir a partir de él para que todos mejores. Hablamos de improvisación para cuadrar número (las declaraciones de Wert hablando de que estas medidas permitirán que cobren los docentes, cuestión que depende de las CC.AA. y no del estado y dudo mucho que todas las CC.AA. estén en la misma situación, por lo que, de nuevo, se convierte en un brindis al Sol para justificar las medidas tomadas), que se gestó en unas declaraciones de De Guindos, cuyo transfondo en un principio desconocían los miembros de su partido más destacados, dándose el caso de que personas como la ministra de Sanidad, en un principio desconocía esas medidas.
Cada uno podrá hacer huelga o no, está en su derecho. Cada uno podrá ir a las manifestaciones o no, está en su derecho. Cada uno podrá tener una visión del asunto, es lógico. Pero creo que retroceder varias décadas en la concepción de nuestro sistema educativo nos afecta a todos y no augura nada bueno para el futuro de nuestros hijos.
Un saludo.
2 comentarios:
Yo voy a ir a la huelga. La voy a secundar como todas las que he tenido oportunidad de secundar durante este curso 2011 - 2012 por coherencia conmigo misma. Ahora bien, me gustaría que en el resto del país se consiguieran las cosas que no se han conseguido en Madrid. En Madrid comenzamos en Septiembre con un enfado y unas ganas enormes de luchar contra los recortes y demás imposiciones. Al cabo de los meses a una se le queda cara de tonta al descubrir que no solo va a tener 20 horas lectivas el curso que viene sino que además le van a meter 21 por decreto. Además, se nos obligará a permanecer en el centro 30 horas lectivas, la mayoría de las cuales estoy segura que las haré cumpliendo guardias de aquellos profesores que este curso ya no han sido sustituidos por bajas inferiores a 15 días. Por no hablar de los interinos y su precarización e insultos continuos a su labor. Ya hace dos cursos que los interinos en la comunidad de madrid no cobran el verano, por ejemplo. Esos ya son recortes duros.
Supongo que ya eres conocedor de uno de los muchos esperpentos de la comunidad de madrid. Ya sabes que yo doy lengua aunque mi especialidad es inglés. No tengo ningún problema en impartir esta asignatura, es más, diría que disfruto mucho impartiéndola porque ante todo soy profe de lengua. Pues a principio de curso se nos amenazó desde la inspección por estar impartiendo asignaturas que según el decreto taitantos eran incompatibles con nuestra especialidad a no ser que estuviéramos habilitados. Finalmente, la comunidad tuvo a bien dejar bajo nuestra responsabilidad dicha situación. Es decir, que si dios baja de las alturas y me pilla dando lengua, la comunidad no sacará la cara por mí y dios me llevará al infierno. Ufff, qué miedín. Con todo esto quiero decir que ójala me equivoque pero tengo la terrible sensación de que como no se haga una huelga indefinida y se líe gorda os la van a meter doblada como a nosotros. Bueno, a nosotros un poco más, que para eso estamos en la capital y aquí las cosas van más rápido que en el resto.
Espero que mañana tengáis el apoyo de toda la comunidad educativa en Cáceres. Aquí en mi centro mucha gente se una a la huelga, yo diría que casi todos. Ójala sea masiva en todo el territorio español y sea el comienzo de una larga lucha.
Un beso
Isa
Hola, Isa. La presión debe continuar. Intuyo que no vamos a ganar nada o muy poco, pero todo sirve para horadar un sistema injusto, cuya única preocupación es que cobren los que han prestado dinero, tanto los mercados como los bancos nacionales, aún a sabiendas de que era imposible que este dinero sea devuelto en su integridad.
Un saludo.
Publicar un comentario