sábado, 21 de julio de 2012

NUEVAS REFLEXIONES

Una de las cruces, o supuestas cruces, de nuestra sociedad española parecía ser la tardía edad a la que los jóvenes abandonaban su hogar, incluso teniendo trabajo. Tras la llegada de esta crisis, estafa, no sólo los jóvenes siguen en el hogar paterno (esta tendencia parecía haber variado hasta que llegó la estafa), ahora familias enteras deben regresar para compartir vivienda con sus mayores. Aún a riesgo de equivocarme, uno empieza a considerar que la concepción que de la familia se tiene en este país, que en algunos casos puede suponer una cierta distorsión sobre lo que ocurre en otros lugares, conlleva una forma de protección ante un sistema feroz, basado en los vínculos de sangre (teóricamente el vínculo más fuerte existente). Una última reflexión sobre este tema: la familia nuclear, modelo de familia capitalista/industrial, se está transformando en nuestro país, en determinados casos y motivados por la necesidad, en familia extensa (modelo, generalmente, asociado a una sociedad preindustrial y agrícola). Hasta en este caso han conseguido que se retroceda varias décadas. 

La carga sistemática contra el funcionariado por parte de los economista patológicos y su tropa de acólitos, caracterizados por su infame nivel intelectual y gran desconocimiento de la realidad (que procuran no conocer para no juntarse con la chusma que somos la ciudadanía), parece no tener fin. Las acusaciones de molicie, ineficacia, ausencias injustificadas y la más ridícula: tener trabajo para toda la vida, que calaron, y han calado, en una parte de la ciudadanía, han servido para que esta tropa de indocumentados, que a uno le da la impresión de que encajaban en la definición de imbécil que realizó, si mal no recuerdo, Itard hace unos dos siglos, carguen contra los empleados públicos. Resulta curioso que una tropa de trabajadores ineficaces, ociosos y malos malísimos hayan sido capaces de llevar a los tribunales, por robo, fraude y demás tropelías, a algunos de los defensores de la idea de que los trabajadores públicos son un recua de vagos. Si de verdad los trabajadores públicos somos una recua de vagos y a ellos les han pillado robando no hay duda: estos tipos, los políticos corruptos que cargan contra el funcionariado, son tan imbéciles que hasta una panda de vagos descubren sus trapicheos. Sobre la escasez intelectual de los que cargan contra el funcionariado no hay duda: esta panda de vagos ya avisó sobre los efectos de la burbuja que se estaba creando y otros vagos, los Técnicos de Hacienda, han demostrado que se pueden ajustar las cuentas sin tocar un pelo al ciudadano medio. Parece que, a pesar de su holgazanería, los trabajadores públicos, sin apenas esfuerzo poseen una capacidad para interpretar la realidad mucho mayor que los defensores de lo privado.

La empresa privada que iba a encargarse de reclutar a los encargados de velar por la seguridad de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y gestionar la misma, no ha podido "reclutar" a la gente suficiente para realizar tal cometido. De hecho no ha conseguido contratar ni a la mitad de la gente necesaria. Obviamente, el estado ha debido movilizar sus recursos, militares, para deshacer tal entuerto. De nuevo lo de todos debe servir para cubrir la incapacidad de lo privado, A fecha de hoy espero con impaciencia que algún imbécil de los que defienden la bondad de lo privado, por el mero hecho de ser privado, justifique lo ocurrido. Posiblemente culpabilice de ello a algún funcionario. Aunque lo más probable sea que se olviden de este fracaso, como se olvidan  del fracaso que supuso la privatización del Correo británico o la cantidad de accidentes y la disminución pasmosa en la velocidad media de los trenes británicos tras la privatización de ambos servicios.

Los ciudadanos españoles nos hemos echado a las calles para reivindicar nuestros derechos. La estafa que supuso el ¿programa electoral? del P.P., la desvergüenza e inutilidad de sus ministros, no hablemos de la de Rajoy, que unido a las decisiones, de corte neoliberla/fascista, han encrespado a una parte significativa de los ciudadanos españoles, motivaron una respuesta masiva. Excusas como la herencia recibida del anterior gobierno (imagino que se referirán al rescate de la Comunidad Valenciana), la incomprensión de los mercados, la ausencia de toma de decisiones del B.C.E. (aspecto que comparto) y otra serie de excusas que alejan la problemática de ellos llevan a afirmar que su inutilidad e incompetencia no tienen fin. En el fondo, y en la superficie, estos hijos del neoliberalismo siguen las directrices de los teóricos de tal sistema: si algo no funciona la culpa es el del empedrado. Sin embargo, ninguno de estos mequetrefes intelectuales tiene la sensata idea de pirarse a su puta casa y renunciar a un sueldo público, del que no merecen ni un euro. Medrar hasta la muerte parece ser la consigna.

Los Técnicos de Hacienda han realizado una propuesta para recortar gasto, y aumentar la recaudación, que afecta esencialmente a los más ricos, y a los grandes defraudadores, que son los mismos. Su jefe, Cristobal Montoro (el que no se había enterado de los políticos de la Comunidad Valenciana había solicitado un rescate), se ha dedicado a hacer el caldo gordo a los Mercados (especuladores) aventando que nuestro país, su Administración, no tiene un puto euro. Lo más curioso del asunto reside en que este político profesional, incapaz  de nada que no sea empobrecer al ciudadano, no ha realizado declaración alguna sobre esta propuesta de los funcionarios que dirige. Sin embargo, este hombre de marcado carácter neoliberal, no ha duda en quejarse de la escasa capacidad recaudatoria de nuestro sistema, un 35% del P.I.B. ¿Alguien se acuerda de cuando este personaje defendía, hace unos meses, la necesidad que tenía nuestro país de bajar los impuestos? Lo malo de ser un deseahogado zafio no es parecerlo, es demostrarlo día a día sin rubor alguno.

Siguiendo con los profesionales que trabajan en el Ministerio de Hacienda, el número de funcionarios dedicados a perseguir el fraude en nuestro país es, aproximadamente, una décima parte de los existentes en Francia o Alemania. Si consideramos que la población de ambos países duplica, grosso modo, la de nuestro país se necesitaría un incremento aproximado de un 500% en el número de personas que se dedicaran a perseguir el fraude. Ni Aznar incrementó el número de inspectores y técnicos, ni Zapatero lo hizo significativamente y este Gobierno, a pesar de la ínfima tasa de reposición de esos cuerpos, lo hará. ¿Cómo puede haber imbéciles que defiendan que la subida impositiva supone la fuga de capitales para justificar el fraude de las grandes fortunas? ¿No sería más correcto aumentar el número de personas que persigan a estos ladrones que nos roban a todos?

El líder de la oposición alemana, el socialista Sigmar Gabriel, defiende, por segunda vez en poco tiempo, que Alemania, a pesar de ser el gran "pagador" ha obtenido 450 mil millones de euros limpios (una vez descontado lo aportado a la U.E.) por su pertenencia a la U.E. Parece que no todo se puede medir en préstamos inmediatos, leoninos generalmente, ni en países cumplidores o no. A lo mejor declaraciones como las del líder de la oposición alemana explican porque Grecia aumenta su presupuesto de Defensa, mientras baja el de Educación o Sanidad. Posiblemente la obligación de comprar armamento germano haya contribuido a conformar esa masa de 450 mil millones de euros.

Juan Carlos Uno, rey campechano, ha defendido a capa y espada, no se podía esperar menos de un rey, las medidas del Desgobierno encabezado por Mariano Rajoy Brey. Si a esto le unimos el alarde que realizó durante un viaje de "trabajo" de su especial predisposición para el mismo, a pesar de sus problemas de cadera, no resulta difícil pensar que este tipo (que se ha bajado el sueldo testimonialmente) vive tremendamente alejado de la realidad, si es que alguna vez la conoció. No parece necesario necesario utilizar espacio en este blog para contar la gran cantidad de veces que muchos de nosotros hemos ido a trabajar en condiciones más que precarias, debido a enfermedades, conduciendo nosotros mismo nuestros vehículos y, en más de una ocasión, teniendo que hacer la comida al llegar a casa (a nosotros no nos invitan a comidas de trabajo). Este tipo, y lo que representa, cada vez resulta más innecesario en un país que agoniza, fruto entre cosas de la corrupción, de la que parece conocer bastante por la implicación en la misma de gente muy cercana a él.

Parece que la nueva Ley de Costas que va a impulsar el Desgobierno del P.P., que accedió al poder mintiendo sobre sus intenciones, impulsará el desarrollo del urbanismo y la privatización de espacios públicos, que sin lugar a dudas favorecerá a muchos de sus amiguitos. Dice el refrán que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pero en este caso el dicho debería rezar: el inepto amoral es el único que emprende una política que ha fracasado para beneficiar a sus amiguitos. Parece innecesario que extiendan un modelo basado en lo inmediato, en la rapiña y en la destrucción de ecosistemas que nos pertenecen a todos los ciudadanos, para beneficiar a unos pocos. Si quieren hacer algo por la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos que donen su cuerpo a la ciencia. 

2 comentarios:

Piedra dijo...

Yo aplaudo el nuevo resurgimiento de la familia, creo que de todo lo malo pueden salir cosas positivas.
La familia ha sido desprestigiada y atacada por el estado, pues es un gran foco de poder del ciudadano como individuo.
El estado siempre intentará romper los lazos familiares, desde enviando al extranjero a los cabezas de familia, hasta ofreciendo trabajo a ambos progenitores simultáneamente o encargándose él de criar/educar (adoctrinar) a los niños.
Dicho esto, el problema a la hora de gestionar servicios públicos, son los profesionales, la gente en la que delegamos PORQUE NOS HAN INUTILIZADO para que nosotros mismos seamos capaces de autogestionarnos, que sería lo lógico y deseable.
Los funcionarios, los técnicos en fin, cada uno de su rama, saben resolver los problemas y deberían ser ellos los que asesorasen la autogestión, se podría perfectamente prescindir de parásitos políticos, valga la redundancia.

PACO dijo...

Hola Piedra.
Totalmente de acuerdo con lo de la familia y con lo de la autogestión.
Un saludo.