viernes, 30 de septiembre de 2011

CLARO COMO EL AGUA CLARA

Aquí dejo un artículo publicado por el profesor Vicenç Navarro. Dicho artículo contiene algo que no suelen tener las medidas de los políticos, los dictámenes de los economistas de medio pelo que se autodenominan sabios,  y los estultos tipos que pululan por los diversos medios de comunicación, que no de información; contiene algo impactante para lo que es costumbre cifras y cifras alternativas, partidas de donde recortan por sistema y partidas alternativas de donde recortar igualmente sin perjudicar a lo de todos, también aparece la disyuntiva entre recortes e impuestos, con la finalidad de evitar los primeros. En definitiva, el artículo ofrece una visión socialdemócrata de la economía y la política, muy lejana a la visión neoliberal que nos quieren vender como la única, y confusa en muchas ocasiones, realidad posible.



Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 29 de septiembre de 2011
Este artículo muestra como por cada recorte de gasto público social que se está realizando, tanto a nivel del gobierno central como autonómicos, existen otras alternativas que serían más eficaces y menos impopulares entre la ciudadanía, que permitirían conseguir igual o mayores recursos por parte del Estado.
Se están haciendo en España recortes muy sustanciales del gasto público social que financia las transferencias públicas (tales como las pensiones y las ayudas a las familias) y los servicios públicos (tales como la sanidad, la educación, los servicios de ayuda a las personas con dependencia, las escuelas de infancia, los servicios sociales, entre otros) que representan la mayor reducción del Estado del bienestar español que éste haya sufrido en los 33 años de democracia. Estos recortes los está realizando el Gobierno central, así como gran número de gobiernos autonómicos, habiendo sido particularmente acentuados en Catalunya.
Tres observaciones tienen que hacerse a raíz de estos hechos. Una es que ninguno de estos recortes estaba anunciado en los programas electorales de los partidos gobernantes que los están haciendo. En realidad, todos ellos subrayaron en sus campañas electorales que no realizarían recortes en las transferencias y servicios que están siendo recortados. La segunda observación es que estos recortes se presentan, tanto por el establishment político como por el mediático, como inevitables y necesarios, y responden –según tales establishments– a la presión externa de los mercados financieros, los cuales señalan la necesidad de realizar tales recortes. Este argumento de inevitabilidad y necesidad ha calado en la opinión popular como consecuencia de una promoción masiva por parte de los medios de información de mayor difusión (tanto públicos como privados) del país, que han estado respaldando tales recortes. Uno de los rotativos de mayor difusión presentó anteayer unas encuestas mostrando que, puestos a escoger, había más españoles que, para reducir el déficit, preferían los recortes a la subida de impuestos. Parecería, pues, que los recortes que se están llevando a cabo tienen el apoyo popular que los legitimiza.
Este argumento de inevitabilidad, sin embargo, es profundamente erróneo. Y la percepción de apoyo popular está también equivocada. Miremos primero el argumento de que los recortes tan intensos del gasto público social se deben a la presión de los mercados. La lectura de los informes de las agencias de valoración de bonos y de los mayores centros financieros muestra una variabilidad de opiniones. Así, en ocasiones expresan inquietud sobre el tamaño del déficit y de la deuda pública, pero en otras ocasiones, como ahora, muestran gran preocupación por la falta de crecimiento económico. En cuanto a la reducción del déficit, tales instituciones financieras no indican cómo debería realizarse. Una manera es mediante los recortes de gasto público social, pero no es ni la única ni la mejor manera de conseguirlo. Una alternativa es aumentando los impuestos. Así, en lugar de congelar las pensiones (con lo que se intentan ahorrar 1.200 millones de euros), se podrían haber conseguido 2.100 millones de euros manteniendo el Impuesto del Patrimonio, o 2.552 millones si se hubieran anulado las rebajas de los impuestos de sucesiones, o 2.500 millones si se hubiera revertido la bajada de impuestos de las personas que ingresan más de 120.000 euros al año, recortes de los impuestos apoyados –todos ellos– por los partidos que ahora hacen estos recortes de gastos.
O en lugar de los enormes recortes en sanidad que intentan conseguir un ahorro de 6.000 millones, podrían haber anulado la bajada del Impuesto de Sociedades de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (y que representan sólo el 0,12% de todas las empresas), recogiendo 5.300 millones de euros. O en lugar de recortar los servicios públicos como sanidad, educación y servicios sociales (logrando un total de 25.000 millones de euros), podrían haber corregido el fraude fiscal de las grandes fortunas, de la banca y de las grandes empresas (que representa el 71% de todo el fraude fiscal), recogiendo mucho más, es decir, 44.000 millones.
O, en lugar de reducir los servicios de ayuda a las personas con dependencia (intentando ahorrar 600 millones de euros), podrían haber reducido el subsidio del Estado a la Iglesia católica para impartir docencia de la religión católica en las escuelas públicas, o eliminar la producción de nuevo equipamiento militar, como los helicópteros Tigre y otros armamentos.
El hecho de que se escogiera hacer los recortes citados sin ni siquiera considerar estas alternativas no tiene nada que ver (insisto, nada que ver) con las presiones de los mercados financieros. La reducción del déficit público podría haberse logrado revirtiendo las enormes rebajas de impuestos que han beneficiado primordialmente a las rentas superiores (una persona que ingrese más de 300.000 euros al año ha visto reducir sus impuestos durante el periodo en que España estuvo gobernada por Aznar y por Zapatero un 37%, mientras que la gran mayoría de la población apenas notó esta bajada).
El supuesto apoyo popular a tales recortes no puede derivarse de la pregunta sesgada y tendenciosa de preguntarle a la población si para reducir el déficit prefieren los recortes en el Estado del bienestar o el aumento de los impuestos. La palabra “impuestos”, sin aclarar de quién, genera siempre una respuesta predecible de rechazo. Pero si, en lugar de utilizar el término genérico “impuestos”, se utilizara el aumento de impuestos citados en este artículo, que se centra primordialmente en las rentas superiores (revirtiendo las enormes reducciones que les beneficiaron) y que no afecta a la gran mayoría de la ciudadanía, la respuesta sería opuesta a la que aquella pregunta tendenciosa indica. Que estas alternativas no tengan la centralidad política o la exposición mediática que tienen los recortes se debe a que las rentas superiores, la banca y la gran patronal, tienen mucho más poder sobre el Estado español que las clases populares, que son las que están más afectadas por los recortes.

Sobran comentarios, o no. Tal vez este enlace sirva para afianzar lo expuesto por V. Navarro. En dicho enlace se hace referencia a un asunto tan poco publicitado  como el derroche demencial de dinero por parte del Ministerio de Defensa, derroche pasado, presente y futuro, sin que nadie se plantee la necesidad de cortar de raiz gastos que el número dos de Defensa califica como absurdos (en su comparecencia en el Congreso llegó a reconocer que se había adquirido armamento que jamás se iba a utilizar, por no adaptarse a las necesidades presentes y futuras del Ejército). Parece ser que en este aspecto los recortes no son tan necesarios, como mucho se pensará durante el mes que viene sobre ellos. 
Un saludo.

8 comentarios:

Claudia Baelo dijo...

Hola Paco: Está claro aquí lo que se pretende es quitar el Estado de Bienestar cueste lo que cueste.Hay por ahí algún grupito en el mundo .véase por ejemplo Los Bilderberg,diseñando lo que tienen que ser "las democracias" y los demás a obedecer con distintas excusas.Yo lo que me pregunto muchas veces es ¿a qué temen los políticos? ¿qué saben que nosotros no?,porque todo estos recortes y lo que vendrá viene diseñado desde fuera y no estoy exculpando con esto al partido en el poder,se comprendería de la derecha pero de un partido que entró y creó La Ley de Dependencia entre otros asuntos ,no se comprende bien ese giro hacia la banca y el poder económico si no es por algo más gordo que hay detrás.
Qué amenazas o chantajes habrán hecho al poder político????, ¡ojo! que no exculpo,sólo me hago estas preguntas.
Saludos!

Unknown dijo...

Nos hemos basado en el mismo artículo (que por cierto el pobre profesor ya debe de estar cansado de pregonar) para hacer la entrada del blog, si bien cada uno en forma diferente.
Los números están claros, pero la gente no lo tiene claro.
Un abrazo.

M.A.S dijo...

Lamentablemente muchos justifican todos estos recortes sociales que estamos viviendo con la excusa de esta puñetera crisis. Además si te das cuenta todos los políticos justifican esos tijeretazos pero ellos no se recortan ni dan ejemplo en nada sino todo lo contrario. ¿Te acuerdas cuando en el parlamento europeo se negaron a viajar en clase "turista" y seguir haciéndolo en "primera clase"?
Y no contentos con eso salen a diario contándonos que hay que seguir con los recortes para "calmar a los mercados", y esto lo repiten casi a diario pero no no se acuerdan de la gente que ha perdido su trabajo y su vivienda se pueden ver en los comedores de cáritas si quieren subsistir. Lo dicho una pena y una verguenza.

PACO dijo...

Gracias a todos por los comentarios.
Parece claro, los cuatro estamos de acuerdo, en que se quieren cepillar el estado de bienestar con excusas varias. Sin embargo, uno considera que, aunque ahora parece que van ganando, algo va a cambiar, está cambiando, y el resultado final de ésto no va a ser el que pretenden los neoliberales. Para ello me baso en dos cuestiones. Una ciertamente absurda: un análisis de la deriva de los hechos y una cierta intuición, la misma que hace dos o tres años me hizo comprender que iba a existir todo este ataque neoliberal. En segundo lugar, considero que los ciudadanos van a acabar saturados de tantas medidas absurdas que no sólo no acaban con la crisis, además empobrecen a los ciudadanos y uno puede aguantar un tiempo, pero la gente se harta de los fracasos continuos.
Respecto a lo que comenta Claudia Baelo, que no Baelo Claudia como la ciudad romana, uno considera que cuando los políticas llevan un tiempo, no mucho, en el cargo pierden la noción de la realidad y se crea una casta de amiguetes que están por encima del bien y del mal y de los propios ciudadanos. Ésto no le pasa sólo a los políticos, ocurre con mucha gente que asciende en el trabajo o socialmente. Tal vez sea la condición humana.
Un saludo.

Claudia Baelo dijo...

Pues gracias por darme tu visión.Es cierto que el poder despega de la realidad y otorga otra condición,y es parte de muchos problemas políticos y fuera de ellos en cualquier organización humana.Pero esa visita de los Bilderberg...a partir de ahí hubo cambios muy,muy sustanciales.No obstante se podría explicar parte del asunto pero no es por supuesto toda la explicación.
Sí Baelo Claudia es una ciudad romana del SUR,de donde soy yo.Por cierto muy desafortunadas las palabras de MAS,llevamos ya muchas los andaluces de este tipo.Al final todos los nacionalismos están llenos de catetadas y cómo dijo Albert Boadella "Es igual al que se tira un pedo,que se queda a gusto él pero habría que preguntarle al de al lado".¡Con lo bello que es saber! idiomas,culturas,formas...de cualquier sitio...En fin.
Saludos!

PACO dijo...

Claudia, te diré algo que seguro te agradará, la foto de la puesta de Sol y el barco, que encabeza el blog, está tomada a unas decenas de kilómetros de Algeciras, concretamente desde el Poblado de Sancti Petri.
Respecto a lo de Mas, hace tiempo que no escribo sobre el nacionalismo, el uno y el otro, la misma mierda, pero me ha entrado el gusanillo de repetir por enésima vez la misma historia.
Un saludo.

Claudia Baelo dijo...

Ya me sonaba a mi esa foto de algo..jajajajaj.El Viejo Sancti Petri,al lado de Chiclana de la Frontera,sí señor,sitio de viejos pescadores y donde se come las mejores tortillitas de camarones y albóndigas de choco (sepia).Bolonia como sabrás está al lado de Tarifa y esa playa de Bolonia está Baelo Claudia.La ciudad es del s.II a.C..Allí está la esfinge de mi primo Claudio :D . Por si no la conoces.

http://youtu.be/Kel3qFTSHeA

Pues gracias,y ¡¡Viva La Pepa!!
Un saludo!

PACO dijo...

Bonita zona, lo que vi.
De esa visita saqué, sacamos, mi pareja y yo, la necesidad de volver a Cádiz capital sin prisas para disfrutar de una ciudad que nos encantó y nos atrapó. Dentro de un tiempo, esperemos que prudencial, volveremos allí. Seguro.
Un saludo.