sábado, 22 de diciembre de 2012

¡ VÁYANSE A LA MIERDA!

Uno empieza a estar harto, o algo peor, de escuchar a imbéciles de todo tipo y condición esa especie de mantra que reza que de esta saldremos con trabajo y todos juntos. 
Vamos a ver, queridos mentecatos, que copáis los medios de comunicación con el único afán de aportar más caudal a vuetras cuentas corrientes, resulta obsceno que habléis de trabajar más como solución a un problema(ellos lo llaman crisis, muchos sabemos que es una estafa). Sólo a un necio o a un tipos con una nivel de sensibilidad mínimo se le puede ocurrir lanzar la soberana majadería que acabo de escribir. En un país, donde la cifra del paro ronda el 25%, el mensaje que lanzan los "expertos" y los "optimistas" asegura que de esto se sale trabajando. ¡Estúpidos!, eso es lo que quiere hacer una parte significativa de la población española y no consigue hacerlo, por mucho empeño que pone en el asunto.
Uno, ante tal afirmación, no tiene duda de sus limitaciones y de sus certezas. Lo que traducido al román paladín viene a signficar algo como lo que sigue: no tengo un diagnóstico claro sobre muchos asuntos, pero sobre este sí: lo que sobra en este país son imbéciles que lanzan frases, tan rimbombantes como ofensivas para muchos de sus conciudadanos.



Aunque, tal vez, todo se reduzca al deseo de cuatro iluminados, que viven a cuerpo de rey, entre otras cosas gracias a largar este tipo de estupideces, y que sólo albergan un deseo: que los demás trabajemos como mulas a cambio de un jornal de subsistencia, lo que les permitiría seguir viviendo como marajás. Obviamente, no hace falta ser economista para determinar que cuanto más horas trabaje cada ciudadano, sin considerar la inmoralidad de los sueldos miserables, menos posibilidades existe de que una parte significativa de la población encuentre trabajo, pues ese "exceso" de horas resta posibilidades a los demás trabajadores.
Seguramente algún neoliberal defenderá que esa gran producción creará riqueza, más riqueza. Pero, como viene siendo tónica habitual, el que las empresas vean como aumentan sus ganancias, a costa del trabajador, no significa que se creen más puestos de trabajo, ni de mayor calidad. Más bien al contrario, se destruyen muchos puestos de trabajo, aumentando las ganancias y el fraude fiscal, en muchos casos en forma de evasión de dinero a paraísos fiscales.


Existe una tercera posibilidad de interpretación de este mantra que repiten hasta el hastío todos estos personajes. Tal vez, cuando hablan de que saldremos trabajando de esta estafa se quieran referir a que somos todos unos vagos y que debemos esforzarnos más. En cierto sentido tengo que darles la razón. Un país en el que no se ha cercenado de raíz un cáncer como el que suponen estos tipos que disparan disparates por doquier, necesita trabajar mucho más, aunque sólo sea para mandar a esa gentuza a Perejil, o un mucho más lejos a ser posible.
De igual forma, la coletilla: "de ésta saldremos todos juntos", me parece de un nivel intelectual rayano en lo reptiliano. Analicemos el porqué.
Estamos apoquinado dinero a espuertas a una banca que ha gestionado de puñetera pena su capital. Dicha "contribución", totalmente forzosa, nos está empobreciendo a la mayoría de ciudadanos. Resulta obsceno escuchar como unos botarates de tres al cuarto se permiten repetir, una y otra vez, que de ésta saldremos todos juntos, cuando el dinero de todos está sirviendo para paliar los desaguisados de unos pocos, a costa de que parte de nuestros jóvenes deban largarse de nuestro país y del empobrecimiento generalizado.
De nuevo los eslóganes fáciles y la imbecilidad de unos presuntos optimistas pretenden edulcorar una realidad bastante más cruda y descarnada de lo que nos presentan.

 http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article39928

Si estos paniguados desean hacer por su país, por todos nosotros, lo mejor que pueden hacer es comenzar por realizar un diagnóstico certero de todo aquello que nos ha llevado a esta situación: corrupción, evasión de impuestos, nepotismo, partitocracia... Para, una vez aclarada la etiología del mal que nos aqueja plantear dos vías de trabajo: hacer pagar a los culpables sus genocidas actuaciones y, en segundo lugar, corregir todo aquello que nos ha llevado y nos hace permanecer postrados ante la avaricia y las mentiras de un mínimo grupo que detenta el poder económico, sin olvidar, por supuesto a sus secuaces, políticos y mamporreros mediáticos. El resto, palabrería.


Imagine el amable lector que alguien tiene un problema de salud a causa de que sus hábitos de vida han sido un desastre absoluto y que la solución que proporciona el doctor consiste en ofrecer todo lo necesario al enfermo para su sanación, castigando al resto de personas de su entorno quitándoles lo que es suyo, con la excusa de que este robo sirve para solucionar la problématica del enfermo, de la que además pueden llegar a culparlos. Siga imaginando el amable lector que además de esa expropiación algún botarate defendiera en público que del problema, generado por un tipo con malos hábitos de vida y por un médico incompetente, saldremos todos juntos. Lo normal es que al fulano de la solución alguien le mandara a freír espárragos o le arreara, como poco, un capón. Pues hete que en este país de mangurrianes fulanos que hacen de la estupidez verbal su bandera son reclamados por los medios para difundir su nueva buena, como si nos halláramos ante un descubrimiento fabuloso, que ha de arreglar la sociedad de arriba a abajo.
A todos estos tipos, lo que defienden lo de trabajar más y los que abogan por salir todos juntos, les invito a que se vayan un rato, cien o dos cientos años, a tomar por saco y que dejen de soltar estupideces sin pudor alguno. La causa de la situación que vivimos es la aplicación de un capitalismo salvaje, defendido por los neoliberales, que ha demostrado ser inviable. La responsabilidad de lo que ocurre la tienen unos gobernantes que han claudicado ante el poder económico. El fraude y la corrupción constituyen otro de los problemas graves de las sociedades. Y, queridos predicadores de la estupidez, mientras no se arreglen esas cuestiones y exista un reparto más equitativo de la riqueza, ya podemos trabajar mucho y todos juntos que no va a servir para nada. Como mucho, trabajar todos juntos va a servir para estar más calentitos en invierno y que con el roce se haga el cariño. Lo demás estupideces y formas de hacerse intentar notar.
Parafreseando al anarquista y polifacético Fernando Fernán Gómez: "¡A la mierda! ¡Váyanse a la mierda!
Un saludo.

2 comentarios:

Piedra dijo...

Pues imagínate come me sentí yo cuando ayer mismo me dijeron algo parecido cara a cara. Además quien lo decía era un muerto de hambre que trabaja 12 horas al día por medio sueldo.
Ya ves que al final y aunque parezca increíble, estas cosas se las terminan creyendo determinados imbéciles.
Ah, por cierto, en 2013 me dijo que la cosa ya cambiaría por completo, creo que se lo escuchó decir a Marianico.

PACO dijo...

Hola Piedra.
Efectivamente, lo dicen para cierto tipo de público, que se cree las monsergas. Allá ellos.
Por cierto, él que te dijo eso ya habrá cambiado el mensaje, pues Marianico ya ha dicho que lo "bueno" empezará en 2014. Lo que no ha dicho es de si en el 2014 del calendario musulmán o de algún otro.
Un saludo.