lunes, 10 de septiembre de 2012

RECORDAR LES HACE DAÑO

Lo que a continuación va a escuchar, y/o leer, el amable lector pertenece a un programa de humor británico llamado The Last Laugh Show. A pesar que de que pueda parecer una parodia de los tiempos actuales, espléndida, por cierto, me gustaría que se tuviese en cuenta un "pequeño" dato sumamente esclarecedor: el programa se emitió el 14 de octubre de 2007, ANTES DE QUE SE HABLASE DE CRISIS, NI DIOS QUE LA FUNDÓ.


Creo importante situar en el tiempo esta parodia. Por aquellos entonces los economistas, la gran mayoría de ellos, no preveían una crisis, estafa, como la actual, ni por asomo.  Por ejemplo, el actual ministro de Economía del Reino de España, Luis de Guindos, ese hombre que sabe mucho de Economía según dicen algunos, y él mismo parece creer, andaba por aquella época hablando de aterrizajes suaves y zarandajas por el estilo (curiosamente en Google es muy difícil encontrar el enlace a FAES que contiene esas aseveraciones, enlace que colgué hace no mucho, y muy fácil encontrar uno posterior donde se habla de la crisis que sufríamos). Cosa curiosa pues personas como Nouriel Roubini (Doctor Catástrofe para los gurús de la Economía de la época) o el hindú Raghuram Rajan, consejero económico y director de investigación del F.M.I., ya habían predicho lo que se estaba gestando (en realidad la recesión ya había comenzado su proceso, pero la inercia del crecimiento, o la falsificación de balances, parecían indicar que ningún nubarrón, huracán más bien, se avecinaba). 
Otro dato para situarnos en el tiempo. Por aquellos entonces Mario Draghi llevaba ejerciendo el cargo de Gobernador del Banco de Italia año y medio. Este cargo lo ocupaba tras el abandono de la vicepresendencia de Goldman Sachs International en Europa; responsabilidad que ejerció en el periodo en que dicho ¿banco? asesoraba al gobierno de Grecia sobre como presentar las cuentas públicas para ocultar el abultadísimo déficit público, acción que ha conducido a Grecia al lugar donde está en la actualidad. (Invito a que el amable lector indague sobre Draghi y compruebe su entorno profesional está tiznado de escándalos).

Seguramente, el lector se preguntará a ton de que viene este recordatorio, incompleto a todas luces, de las actuaciones préteritas de personajes relevantes de nuestro entorno económico actual. Simplemente me apetecía recordar al amable lector que los seres que nos condujeron a este desastre, que ellos llaman crisis, y nosotros estafa, siguen dirigiendo los destinos político/económicos del orbe. Los mismos ineptos que crearon las condiciones para que las burbujas de diversos tipos nacieron, vivieran y explotaran ahora se autoproclaman los guías que nos han de conducir hacía la luz, aunque llegar a esta luz nos cueste media vida.
Los mismos políticos, los mismos economistas, los mismos profesores universitarios que adoraron al becerro de oro del neoliberalismos que nos ha conducido a esta situación se han autoproclamado los mesías que nos han de redimir de los pecados cometidos.
Este último aspecto resulta fundamental, la responsabilidad, o culpa, de lo que ocurre, para ubicar correctamente lo que estamos viviendo. Seguramente el lector recordará aquel dicho que reza: "la mejor defensa es un buen ataque", pues ésta se ha convertida en la estrategia de los culpables del desastre, o gran fraude, que vivimos. Los teóricos y prácticos del neoliberalismo, que han construído un monstruo que devora insaciable todo lo existente, lejos de reconocer su criminal fracaso optan por responsabilizar del mismo a la ciudadanía, especialmente a la clase trabajadora, la mayoría, por cuestiones tan inverosímiles como pedir una sanidad de calidad a cambio de impuestos o por demandar una educación de calidad y pública a cambio de esos mismos impuestos. Según los economistas patológicos ésas y otras cuestiones que pagamos con nuestros impuestos no nos las podemos permitir; aunque sí podamos rescatar bancos, dar subvenciones a grandes empresas o a pequeños empresarios y bajar los impuestos a los más ricos.
¡Curioso! La culpa, según los teóricos del desastre neoliberal, no son ellos, que desmontaron un sistema que en Occidente funcionaba medianamente bien o que han arrasado Latinoamérica con sus teorías. No. La culpa, ¡señoras y señores! es de los ciudadanos.


Tal vez tengan razón en una cosa a ese respecto: los ciudadanos tenemos la culpa de parte de lo que pasa por haber dejado con nuesra impasividiad que estos miserables copen el poder. Nuestra culpa no es otra que no haber actuado a tiempo y no hacerlo con contundencia en este momento. Pero hasta ahí llega nuestra responsabilidad. Los que han destrozado el sistema,  creando una crisis sistémica, han sido los economistas, teóricos y prácticos, neoliberales o patológicos. Sus tesis constituyen tal aberración que su aplicación conllevará a medio/largo plazo su desaparición.
Por tanto, los culpables de todo el desastre que vivimos, estafa, son ellos, los mismos que apostaron por una forma de entender la convivencia entre humanos que genera miseria, injusticia, represión, miedo y muerte.


Un saludo.

2 comentarios:

Piedra dijo...

lo presentas como si todo hubiera pasado de forma inesperada para quienes lo han provocado, no, todo está previsto desde siempre, este tipo de actuaciones se hacen a largo plazo y conociendo perfectamente sus consecuencias, aunque por supuesto, en su momento no se reconozcan de ese modo.
Y algo más, no somos responsables por no haberlo evitado, porque nunca hemos tenido esa posibilidad, no podíamos votar a una alternativa ni elegir a alguien que lo hubiera hecho de otro modo, tampoco podríamos revelarnos de forma efectiva contra estas injusticias, todo está planeado y previsto y como último recurso, si resultas incomodo o peligroso, te anulan 8en la cárcel por ejemplo) o te asesinan directamente.

PACO dijo...

Hola Piedra.
Desconozco si existía un plan preestablecido para que todo ocurriera, aunque tengo mis dudas de que, por ejemplo, una crisis, estafa, que genera tanta resistencia estuviera planificada, es más ciertas declaraciones como las de Friedman hacen pensar que no intuían lo que iban a pasar. Pero todo es posible.
Respecto a nuestra responsabilidad, en eso sí que creo que tenemos parte de culpa: los partidos incumplían sistemáticamente sus promesas, favoreciendo a los más poderosos, y, a pesar de todo, se les seguía votando. No hay peor ciego que aquél que no quiere ver.Tal vez culpables por omisión.
Un saludo.