miércoles, 29 de diciembre de 2010

CUESTIÓN DE PRIORIDADES

Tras varios días casi desconectado del mundo de las "noticias serias", he tenido la feliz idea de pillar un gripe, herencia de mi hijo. Consecuencia: escuchar las estupideces de contertulios varios y locutores de tres al cuarto. Ni en Navidad permiten un descanso intelectual mínimo.
Entre las lindezas de comentaristas varios y afines escucho, con perplejidad, como se utiliza el ejemplo de unos abuelos que han de cuidar de su nieto de tres años, pues sus padres se dedican a trabajar mañana y tarde. No puedo evitar sentir pena por el nieto, los abuelos y, en menor medida, por los padres. Este modelo productivo de mierda, que nos quieren vender como el mejor posible, obliga a los pequeños a criarse con los abuelos, los que tienen suerte, o en guarderías en las los pequeños pasan una eternidad esperando que sus agotados progenitores puedan ir a recogerlos.
Lo curioso es que muchos de esos locutores, contertulios y sesudos analistas, que defienden la bondad del sistema económico que nos asfixia, no tienen ningún pudor a la hora de criticar la desatención que muchos niños sufren por parte de sus padres. La ausencia de valores transmitidos por los progenitores, que en muchos casos se ven abocados a pasar más de 10 horas fuera de sus casas para poder traer unos ingresos. rídiculos en muchos casos, para poder llegar a fin de mes, se convierte en arma arrojadiza por parte de unos tipos que no tienen ningún problema para llegar a fin de mes, viviendo del cuento y del verbo fácil y que por un lado defienden la bondad del sistema, pero achacan sus fallos a la estupidez intrínseca de unos curritos, que para ellos son poco menos que acémilas.
A uno le repatea que la explotación de los abuelos sea presentada como una dejadez o una desatención por parte de los padres, algunos hay que prefieren dinero a criar a los hijos, pero tengo para mi que son minoría estos casos, cuando en muchos casos no es más que el reflejo de un sistema donde las cabezas "pensantes" priorizan el PIB o el consumo a las interacciones humanas. 
Un sistema donde se prioriza consumir a criar hijos es un engendro, que sólo favorece a los que más poseen que se pueden permitir hacer lo que deseen, y que nos engaña en nombre de no se sabe bien qué. Bueno si se sabe bien: el lucro sin mesura de los acaparadores.
Yo tengo una pequeña terapia que me recuerda lo importante que es mi hijo y su crianza: verle sonreír. Nada en esta puñetera vida tiene un valor mayor que ese pequeño acto espontáneo.
Un saludo.

1 comentario:

Spaski dijo...

Y punto. Al final cada uno a preocuparse de lo suyo, es triste pero necesario.

FELIZ 2011 para ti y para tu hijo ;-)