miércoles, 1 de diciembre de 2010

LESLIE NILSEN Y SUS AMORALES IMITADORES

Las informaciones de WikiLeaks están empezando a dar sus frutos, podridos, pero frutos al  fin y al cabo y en nuestro país, de otoño caliente y desangelado, no iba a suceder cosa distinta que en el resto del orbe.
Leo, con cierto asombro y repugnancia, los tejemanejes de los gobiernos español y estadounidense que de la mano de la Fiscalía General del Estado y de algún juezl llevaron a cabo para enterrar el caso del cámara José Couso. La indignidad de esta casta política y judicial que, sonrisa en ristre y alma negra como el carbón, se pliegan como esbirros, serviles y despersonalizados, a las peticiones del primo norteamericano no tiene límite. 
Él que lloraba el día de su despedida en el Congreso de los Diputados, atacado duramente por Reverte por tal acto (Reverte, al que yo criticaba por sus declaraciones y ahora, visto lo visto, considero que se quedó corto), el de la ceja,  María Teresa Fernández de la Vega, el Fiscal General del Estado todos unas marionetas en manos de Bush y de Obama. Todos serviles y encantandos de haberse conocido. El primo americando les tenía en cuenta, ¡qué honor!, aunque fuera para burlar a la verdad.
Alianza de Civilizaciones, Derechos Humanos, políticas progresistas, diálogo como forma de hacer política... Todo mentira.
¡Dios, que asco! La política exterior sometida al interés del más fuerte. La política interior sometida al interés del más fuerte. La justicia sometida al interés del más fuerte. La economía sometida al interés del más fuerte. 
¿Es necesario votar cada cuatro años a estos títeres descerebrados, genuflexos ante el amo, cuyo mayor mérito es su ambición desmedida por ocupar la poltrona?
¿Es necesario votar al leonés y su cuadrilla de profesionales de la  estulticia o al gallego y su banda de apandadores profesionales para qué los ciudadanos sigamos sufriendo las consecuencias de su miserable servidumbre?
¿Es necesario qué estos botarates nos sigan denigrando?
Para ellos la consigna está clara: "votad, votad malditos, que nosostros haremos lo que nos dé la gana o lo que nos diga el primo de Zumosol y los especuladores".
Hoy es uno de esos días en que me gustaría ser Islero para embestir hasta la extenuación.
Un saludo.


P.D.: hace unos días falleció el gran Leslie Nilsen. Vaya desde aquí mi más sentido pésame y más sincero agradecimiento por los buenos ratos pasados viendo sus películas. Parece ser que creó escuela y han surgido multitud de seguidores. Un recordatorio: Carlos Herrera no es seguidor del humor absurdo del genial canadiense, sus interpretaciones de la realidad no tienen nada que ver con el surrealismo de Leslie Nilsen, el andaluz es así por naturaleza y esas son sus interpretaciones reales de las cosas. Sugiero que nadie se equivoque, la capacidad de contradecirse una y mil veces no  es humor surrealista, es su forma de ser.

No hay comentarios: