sábado, 5 de marzo de 2011

IDIOTARIO (XXXVII)

Aparato reproductor: dícese de un artefacto electrónico destinado a la reproducción de películas, canciones, etc. Cuando se utiliza suele producir mucho placer.

Cacofonía: dícese de aquella patología que afecta a los ladrones que se quedan sin voz.

La última (a veces se dice la penúltima): excusa que se utiliza para tomar una cerveza o una copa más. Se sabe de manera fehaciente que si es la última copa, que generalmente suele ser la sexta, la séptima..., siempre se elige para tal menester un bar que pone garrafón, pues dicha copa siempre es la que sienta mal debido a la mala calidad del alcohol, al menos éso es lo que dice el bebedor.

Libro de autoayuda: obra, presuntamente literaria, cuya finalidad es proporcionar claves para mejorar la vida de los lectores. Existen dudas sobre la utilidad en este sentido de tal tipo de obras. Sin embargo, es evidente que si que proporciona una gran autoayuda a los bolsillos de los autores de dichos libros.

Malos históricos: dícese de aquellos personajes que han pasado a la Historia por sus malas acciones. Entre ellos encontramos a: Judas Iscariote, Herodes, Atila, Hitler, Stalin, aquel amigo que te recomendó "El código da Vinci"...

Mamporrero: hombre que fuma porros.

Mercado medieval: situación considerada idónea por los gurús del neoliberalismo. Dicha situación se asienta sobre la base de que los trabajadores deberían ser siervos de la gleba y el empresario el caballero feudal.

Rato: porción indeterminada de tiempo, generalmente breve. Ante la necesidad científica de cuantificar todo, últimamente se considera que Rato es el espacio de tiempo que transcurre entre que Rodrigo llega a un cargo relacionado con la economía y el momento en que estalla  una crisis económica.

Revolución sexual: adolescencia.

Talento: no "ta" rápido.

Velocidad del sonido: velocidad con la que se propagan las ondas sonoras en los diferentes medios por los que circula. Los científicos descubrieron hace tiempo que la velocidad de propagación de dichas ondas varía en función del medio por el que se propaga, siendo, por ejemplo, mayor dicha variable en los sólidos. Prueba de ello la tenemos cotidianamente cuando un individuo recibe una orden que no es de su agrado, el espacio de tiempo transcurrido entre que el mensaje sale de la persona que ordena y el momento en que el individuo que recibe la orden actúa es bastante mayor que él que transcurre cuando el mensaje no es una orden y está relacionado, por ejemplo, con actividades sexuales.

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