jueves, 31 de marzo de 2011

ANTES DEL GÓTICO (I)

En arquitectura siento pasión por todo el período comprendido temporalmente entre la caída del Imperio Romano y la implantación del Gótico. ¿Por qué? No lo sé. Tal vez por el tamaño, reducido, por la contundencia de los edificios, por la "ingenuidad" de la pintura y la escultura que acompaña a la arquitectura, o por cierto halo de misterio, al menos así me lo parece, que rodea a este arte, especialmente al prerrománico.
Tras un período de esplendor en todas las artes, pareció ceñirse un período de olvido y reaprendizaje, que en pintura, escultura y arquitectura puede apreciarse de manera fehaciente.

Iglesia visigoda de San Pedro de la Nave, Campillo, Zamora.
 Esta iglesia fue traslada, piedra a piedra, de su ubicación original en 1931,
 para evitar que quedara anegada por las aguas de un pantano.



Detalle de capitel historiado de la Iglesia de San Pedro
de la Nave. En él se narra el martirio de San Daniel.
El hieratismo de las figuras,
así como la ausencia de perspectiva,
 anuncian una constante
 en la pintura y la escultura en los próximos siglos.
 No será hasta bien avanzado el Gótico
que desaparezca ese hieratismo
 y se produzca un cierto dominio de la perspectiva.
Otro capitel historiado del mismo templo,
esta vez el tema es el sacrifico de Isaac.

Como curiosidad puedo contar que la iglesia la descubrí de pura casualidad y que en la época en la que la frecuenté la llave de la misma la tenía una vecina. La custodia de la llave iba rotando anualmente entre los vecinos del pueblo.

Iglesia visigoda de San Juan de Baños, ubicada en Baños de Cerrato,
 Palencia.
 La única parte original de la iglesia es la nave central.


Detalle de la nave central de dicha iglesia. Las columnas, si mal no recuerdo,
se reutilizaron y salieron de una construcción romana anterior.
Sobre el altar se encuentra una réplica de un corona votiva,
la orginal se encuentra en el Museo Arqueológico,
 claro ejemplo del gran dominio que de la orfebrería
tenían nuestro predecesores.


Santa María del Naranco, Oviedo. Parece ser que pertenecía,
junto con San Miguel de Lillo,
a una especie de complejo vacacional de los reyes asturianos.

Expléndida fotografía nocturna, donde se puede contemplar la existencia
 de dos plantas
 y un precioso pórtico.
La iglesia se encuentra en la planta superior.
Se cree que en la planta inferior esperaba
 "el servicio"
 de la realeza y los nobles mientras éstos escuchaban misa.


Detalle del pórtico, en el que se pueden distinguir
las típicas columnas sogueadas del arte asturiano.



San Miguel de Lillo se encuentra
 a unos metros de la anterior iglesia.
 Su estado de conservación es algo peor,
aunque se puede visitar y,
al menos hasta hace unos años,
estaba en uso para ciertas ceremonias religiosas.


Preciosa ventana de San Miguel de Lillo.
Al igual que en el arte visigótico,
 las ventanitas, algunas con preciosas celosías,
 eran una de las especialidades de la casa.


Escasos, pero aún quedan restos de pintura
en dicha iglesia.

En el siglo X podemos encontrar joyas mozárabes como esta,
la iglesia del monasterio de San Miguel de la Escalada
 en Gradefes, León.
El uso de arcos de herradura,
sustentando unas columnas estilizadas con capiteles vegetales,
 y especialmente la luminosidad,
contrastando poderosamente con los edificios
visigóticos y románicos,
caracterizan este magnífico templo.

Más adelante publicaré la 2ª parte de esta entrada, no sé cuando, dedicada al Románico.
Un saludo.

1 comentario:

McVilla dijo...

Hola Paco, cuando vi la de Santa María del Naranco, me emocioné y cuando ví la de San Marcos, en Salamanca, de planta circular, muy pequeña y con un capellán muy agradable que me enseñó la Virgen de La Moreneta, también y es que las cosas pequeñas són más humildes`por aquello de ser más a la medida del hombre. Muy buen reportaje y fotografías detalladas. Un saludo.