domingo, 6 de febrero de 2011

¡CÓMO ERES, ALMANZOR!

De vez en cuando se oyen estridentes declaraciones de Aznar, él que suscribe considera que de tal personaje poco más puede salir, sobre temas variopintos, bien sean de actualidad o no, que causan una impresión muy desfavorable a este humilde bloguero. Sin embargo sería falaz decir que siempre recibo las palabras del vigoréxico derechista con preocupación y cierto desdén, en ocasiones, las menos, sus discursos me generan hilaridad. Sus inexactitudes, especialmente las históricas, son dignas de figurar en cualquier antología del disparate. Uno recuerda especialmente una que, tras la indignación primera, me hizo reír a mandíbula batiente. El pequeño gran hombre de los pies en la mesa, espetó algo como lo que sigue: "¿quién llamo a los árabes para que invadieran España? Respuesta histórica, uno de los bandos, los visigodos seguidores de los hijos de Witiza, para derrocar al rey de los visigodos, Rodrigo, que también llegó al poder de aquella manera. No sólo eso, querido Chema, en la traición, si podemos llamarla así, tuvo influencia capital la iglesia, concretamente un tal obispo Opas.
Todo este rollo, uno más de los que largo en estas páginas casi a diario, viene a colación de la estupidez y desconocimiento que personajes partidarios calzan para defender sus ideas políticas, si es que los balbuceos intelectuales de unos y otros se pueden llamar así. Acabo de mencionar unos y otros. Sí, en esta historia hay dos bandos, pareciera una batalla, en la que ambos carecen igualmente de razón.
El lector asíduo tendrá identificado, casi con total seguridad, a ambos bandos: los seguidores de la mentalidad de Aznar, fachas retrógrados que anhelan un esplendor pasado, que a uno le parece tenía más agujeros que una red. Por otro lado identificamos a los gafapasta. Estos fulanos, a los que dediqué hace tiempo una entrada, son los tipos y tipas, no se me enfanden ni desmanden, políticamente correctos, que intentan explicar la historia con una visión del siglo XXI basada en el respeto a los derechos humanos, cosa que, por cierto, ellos no hacen cuando llegan al poder.
Voy a utilizar la figura de Almanzor para exponer el pensamiento de ambos bandos:
Versión Aznar, Interlobotomía. Almanzor, que era ladino, feo y putañero, se aprovechó de la desidia de los reyes peninsulares, que habían olvidado su misión divina, unificar España como unidad de destino en lo universal???, para saquear los diferentes reinos, debilitados por su la pérdida de la fe de sus monarcas. Este castigo del Señor sirvió para todos se dieran cuenta de su error y aunar fuerzas en un futuro contra el enemigo musulmán, los moros, vaya, y, con el apoyo de Dios, ir progresivamente expulsándolos de nuestras tierras católicas.
Versión gafapasta. Almanzor, tipo enrollado, patroneaba una caravana de furgonetas Volkswagen que tenían pintadas flores y símbolos de la paz por doquier. Llegaron a Barcelona y se cabrearon porque los reinos opresores cristianos les querían cobrar peaje en la autopista. Como respuesta, esgrimiendo su justo derecho a la protesta, montaron una manifa que dejó patas arriba la Ciudad Condal. Otro incidente reseñable ocurrió cuando la caravana llegó a Santiago, querían conocer el camino de dicho nombre. Como colofón a su excursión, tras celebrar una fiesta donde se pusieron hasta arriba de grifa, decidieron llevarse las campanas de la catedral como recuerdo de la confraternización de culturas que se había producido.
¿Cuál es la versión correcta? Obviamente, ninguna de las dos. Almanzor era hijo de su época. Un hábil político que se alzó con el poder de un Califato con serios problemas, mediante una política que mezclaba los gestos populistas, entre los que podemos incluir la quema de libros de filosofía, y la política del palo, no dudó en mandar la cabeza de su suegro, que se oponía  a su poder, a su propia mujer. Sin embargo, su capacidad organizativa le dio un respiro al Califato de Córdoba y muchos disgustos a los reinos cristianos. Como dato añadiré que estas incursiones fueron el inicio real de la creación de algún reino, condado, o lo que fuere en suelo patrio: el catalán.
¿Era Almanzor bueno o malo? Almanzor era un producto de la Alta Edad Media  y como tal hay que entenderlo, ni tan siquiera juzgarlo.
Señores, seamos serios, no vigoréxicos ni progres de postal, y tratemos con objetividad a todos aquelos tipos que , acertada o equivocadamente, han hecho que hoy seamos lo que somos. La historia de los pueblos debe servir para construir un futuro mejor, no para emponzoñar las relaciones en 2011.
Un saludo.

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