sábado, 5 de febrero de 2011

EL COMPLEJO ROMPECABEZAS ÁRABE

Como dije hace una semana este blog debe ser un reflejo de mi estado de ánimo. Como tal, debo reconocer que, a pesar de ciertos incidentes pequeños, durante estos últimos días mi moral ha sido elevada y fruto de ello han sido entradas irónicas como la del domingo o las dos últimas, en las que retraté la asquerosa situación a la que nos conducen los politicatros que nos han tocado en desgracia. Sin embargo, voy a hacer un alto en este camino momentáneo (espero, deseo, anhelo que pronto llegue el momento real de hacer algo más que hablar para defender nuestros derechos y, sobre todo, los de nuestros hijos. La calle sigue siendo una formidable arma. Un espacio donde hablar, gritar, luchar sea la única consigna, la más temida por esta panda de hijos de puta que nos intentan engañar con consignas, repetidas hasta la saciedad, tan pueriles como su concepción de la ciudadanía. Ese día, pensando en mi hijo, estaré allí. Se acabó el concepto de ciudadano modélico y responsable, que agacha la cabeza como las ovejas ante el pasto. Se acabó el miedo.) para abordar un candente tema, también relacionado con la defensa de la libertad, con los movimientos ciudadanos y la resistencia a las dictaduras, bendecidas por Occidente. El asunto no podía ser otro: las revueltas en los países árabes.
En primer lugar me gustaría comentar que si no he tratado el tema antes ha sido porque necesitaba reflexionar sobre el tema, lo poquito que soy capaz, con calma y un poco de distancia, para no dejarme llevar por el primer impulso. Desde hace unos días poseo una idea global sobre el asunto, aunque aún reconozco que imperfecta, pero considero que esta percepción del asunto, aunque limitada,  es suficiente para desarrollar esta entrada.
Me gustaría resaltar la importancia que en todos estos sucesos han tenido los nuevos medios de comunicación, mal que les pese a algunos, especialmente Internet. No es ninguna novedad que las nuevas tecnologías (NN.TT.) ya han demostrado su validez para movilizar a los ciudadanos en la búsqueda de alternativas al poder o para manifestar su desacuerdo con situaciones: Ucrania, el 13-M en España (aunque en este caso, creo, que hubo un ligero tufo partidista)...
En el caso árabe, Facebook, junto con otros recursos de la Red, han contribuido a facilitar la movilización ciudadana sin necesidad de intermediarios, asunto nada desdeñable. Los políticos, que aunque lo parezcan generalmente, no son tontos, se han encontrado con un enemigo temible, la circulación libre de ideas al alcance de una gran mayoría de ciudadanos, que no deja de ser el concepto de Web 2.0. Estas ideas no están mediatizadas por los grandes medios de comunicación, afines al poder o al que va a ocupar el poder en un determinado momento no muy lejano, asunto éste que irrita al personal político, pues sus esquemas sobre como tratar a los ciudadanos, como niños obedientes a los que hay que suministrarle la información comprimida y mutilada, se está viniendo abajo. Esta revolución informativa, no es la primera que ocurre en nuestra sociedad, una de las grandes luchas durante los siglos XVIII, XIX y XX ha sido la libertad de imprenta, la libertad de difundir ideas e información sin pasar por la censura guberntativa, y, y como entonces, los gobiernos reaccionan de la misma manera, intentando limitar, con cualquier excusa, parte del potencial de la Red.
Hablando del tema de los medios de comunicación, a uno le hace mucha gracia, por no decir otra cosa, las excursiones que ciertos "afamados" periodistas han hecho a Egipto para contar en "directo" los sucesos que acaecen en tal país. Pareciera que tras escapárseles la caída del Muro, sienten la necesidad de poder contar a sus nietos que ellos estuvieron en Egipto cuando todo ocurrió, por que lo que es transmitir información, si les sacas del recuento de manifestantes, nada de nada. "Se oyen tiros a lo lejos", "nos cachean", "esta noche Mubarak saldrá en televisión haciendo unas declaraciones". En resumen: vacaciones pagadas para nada.
Obviamente, de nada hubiera servido este recurso si la gente no sintiera la necesidad de que las cosas debían cambiar y el hartazgo no se hubiera enseñoreado de una buena parte de los ciudadanos de esos países. Países en los que los sátrapas de turno ejercían su poder omnímodo de modo brutal, tanto policial como económicamente, sobre la mayoría de los ciudadanos. 
Uno considera que, desgraciadamente, los ciudadanos (utilizo mucho esta palabra, pero no encuentro otra mejor para transmitir lo que quiero definir) son capaces da aguantar la tiranía político-policial de gobiernos terroristas (aunque la ser aliados de Occidente no estén incluidos en las famosas listas de terroristas que circulan por el orbe), pero lo que, tarde o temprano, termina por encabronar al personal es el hambre y la miseria. Los ladridos del estómago generan la pérdida del miedo; no habiendo para comer no hay nada que perder.
Como he anticipado, la gran mayoría de los países en los que ha habido y hay movida son aliados de Occidente, la excepción es Siria, y los gobiernos de Occidente han actuado en consecuencia. Veamos.
En el caso de Tunez, la U.E., EE.UU. y el lucero del alba la intervención ha sido testimonial. Es más, uno diría que ese laissez faire que han puesto en práctica les ha servido a los gobiernos occidentales para lavar su conciencia, que majos somos y como apoyamos la democracia. Pero llegó Egipto. Egipto no es un país cualquiera perdido en el Magreb, cuyo interés radica en si podremos irnos de vacaciones a él o no. El país de las pirámides es uno de los más atractivos desde un punto de vista geoestratégico. ¿Por qué? Básicamente por cuatro causas:
  1. Petróleo.
  2. La existencia de un fuerte y organizado movimiento islámico, los Hermanos Musulmanes.
  3. Se trata del gran aliado de Israel en la zona.
  4. El Canal de Suez. No olvidemos que dicha obra de ingeniería estuvo a punto de enfrentar en una guerra abierta, en plena Guerra Fría,  a Reino Unido, Francia e Israel contra la U.R.S.S. Los tres primeros recularon, aunque al gobierno israelí le costó entender que debía parar, pareciera, aunque sus defensores digan que no, que Israel estaba interesado en tal conflicto bélico.
Es tal la importancia del país que, hasta hace unos días, el partido de Mubarak pertenecía a la Internacional Socialista. Es mejor tener al amigo, aunque sea un hijo de puta, contento que buscando la compañía de vete tú a saber quien.
Estos motivos han provocado que los gobiernos de Occidente, los aliados del octogenario asesino egipcio, empiecen a meter su zarpa en el asunto de manera descarada, véase el discurso de Obama. En este momento los pueblos son importantes y deben decidir, pero siguiendo los dictados del primo Obama y sus chimpances reunidos, no siendo que se los ciudadanos decidan preocuparse por ellos mismos y nos jodan el chiringuito.
Imagino que el lector se habrá dado cuenta de que lleva leyendo un buen rato sobre el asunto egipcio y no sobre el cambio de gobierno provocado por ese mismo moviento en Jordania (donde parece ser que el monarca, muy mona su mujer y muy pobres los ciudadanos de su país, ha elegido a un tipo con fama de honesto como presidente del gobierno), sobre las manifestaciones en Yemen, en Siria o sobre el resultado de lo ocurrido en Tunez. ¿Por qué? Por que lo que ocurra en Egipto será la llave de todo, al menos yo lo veo así.
La capacidad de manipular la situación de Egipto por parte de Occidente determinarán los próximos movimientos y su efectividad. Lo que ha comenzado con una acción suicida de protesta en Tunez puede virar hacia un cambio de caras en el poder, para ejercer el mismo tipo de políticas represoras y deshumanizadoras que aplicaban sus antecesores, eso sí, ahorra en nombre de la democaracia.
Uno considera que hay un hecho innegable: un gran número de ciudadanos de países árabes están hasta las pelotas de los tiranos que ostentan los gobiernos de sus países. También creo que estos movimientos espontáneos surgidos a modo de osasis, cada uno aislado del de al lado, en distintos países deberían articularse conjuntamente, ahí racidaría su fuerza. Se trataría de hacer una democracia árabe, un nuevo estilo, no basada exclusivamente en el voto hacia representantes que cuando llegan al poder desoyen sus propios programas electorales. Tal vez rescatar la idea de una organización panárabe, no tanto de corte militar, como económica, buscando que los magníficos recursos energéticos de los que disponen muchos países reviertan en la calidad de vida de sus ciudadanos. Es más esta forma de entender la situación, restaría poder a movimientos como Hamás, los Hermanos Musulmanes, Hezbolá... que adquieren una gran legitimidad entre los ciudadanos de sus países al convertirse en pequeños estados del bienestar para los ciudadanos más necesitados.
En definitiva, se trataría de que los ciudadanos de estos países pensaran en conjunto, aunque siguieran existiendo sus países como tal, para constituir una forma propia de entender y articular sus sociedades, considero que si cada país hace la guerra por su cuenta el estado de las cosas no va a cambiar nada o casi nada. Alguien podrá alegar que eso ya lo intentaron en los años 50 y que dio como resultados dictaduras amparadas en ideas socialistas??? y, en principio panarábicas, en Irak, Siria, Egipto, tiene razón, pero de los errores hay que aprender.
Igualmente se podrá decir que puede ser peligroso formar una confederación de países árabes, de todos o de algunos, ¡vete tú a saber quer serían capaces de hacer!. La unión de países europeos, eso que llamamos Unión Europea, tampoco es un ejemplo de libertades y respeto hacia sus propios ciudadanos y hacia los del resto del mundo, a no ser que estén forrados.
Esta es mi perspectiva a día de hoy sobre el asunto. No soy futurólogo, ni adivino y comtemplaré desde mi casa los acontecimientos.
Un saludo.

1 comentario:

Neufal dijo...

Hola Paco, encantado de que me hayas pasado tu blog, me parece muy bueno y estoy leyéndote, es bueno saner que aun hay personas que piensan como yo, pensé que yo era un bicho raro.
Un saludo y sigue en tu blog quizás algún día podamos hacer algo más por todo lo que ocurre.
Neufal,