viernes, 11 de febrero de 2011

HOY VOY A HACER UNOS CUANTOS AMIGOS

Vivimos inmersos en una pseudodemocracía que encuentra su acomodo legal, que no su legitimidad, en el hecho de que a los ciudadanos se nos convoca de tanto en tanto a acudir a las urnas para elegir a unos fulanos, desconocidos para nosostros en la mayoría de los casos, que, en teoría, nos representan.
Ésto, que para muchos es el súmmum de la democracia, se trata en el fondo de una mascarada para guardar las formas. Los fulanos que salen elegidos no representan al ciudadano, cada vez es más evidente, se representan a ellos mismos y a sus propios intereses.
Esta pseudodemocracia se asienta en tres pilares, cada uno de ellos más desligitimador que el otro, que provocan una distancia astronómica entre lo que significa democracia y lo que sucede realmente. Estos tres factores son: la partitocracia, la sumisión al poder económico y la corrupción generalizada.
Respecto a la partitocracia poco hay que decir que no se sepa. Los partidos políticos en este país son estructuradas piramidales, en los que él que está en la cima hace y deshace a voluntad. Las consecuencias son obvias: ausencia de democracia interna y ascenso de personajes tan estultos como los dos últimos presidentes del gobierno de este país, Mayor Oreja, la ex ministra de  Asuntos Exteriores, Loyola del Palacio, Zaplana, Pajín, Pepiño Blanco, Aído, Sebastián, Sinde y un largo número de personajillos de diverso pelaje a los que hemos sufrido y estamos sufriendo en nuestras carnes.
La sumisión de los gobiernos al poder económico cada vez es más claro, antes también existía, pero, como en teoría nos encontrábamos en una época de vacas gordas se notaba menos. La nuevas medidas neoliberales, cuyo único objetivo es recortar derechos a los ciudadanos, favoreciendo con ello a los que más dinero poseen, es un indicador claro de lo que expongo. 
Antes de seguir quiero contar una anécdota que ocurrió hace unas dos semanas, que ilustra lo dicho anteriormente. En una televisión venezolana debatían unos damnificados de una cooperativa, creo que era una cooperativa, que veían como su sueño de poseer una casa en propiedad se encontraba en peligro, entre otras cosas por la postura que había adoptado un banco, una filial venezolana del BBVA, negando a los cooperativistas un crédito. El oponente diacléctico de los afectados era el director de la citada entidad bancaria, que, utilizando el argot al uso, se cerraba en banda y se enrocaba en la postura de la negación del crédito. De repetente, vía telefónica, apareció Hugo Chaves, personaje que no me es especialmente simpático, y le inquirió al pollo del banco sobre el problema para conceder los créditos, acompañando está pregunta con otra: ¿cuánto vale el banco?. Resultado: problema solucionado para los cooperativistas. Tal vez sea populismo, no lo discuto, pero siento envidia sana cuando un político hace cuadrarse a los que ostentan el poder económico, conllevando esta forma de actuar un beneficio para el ciudadano.
Tras esta anécdota retomo lo anterior. La servidumbre de nuestra casta política hacia los poderes económicos, desvirtúa la democracia, priorizando el bien de unos pocos, los más adinerados, sobre el conjunto de los ciudadanos. Le propongo al lector que observe lo siguiente: cuando las medidas económicas emprendidas putean a los ciudadanos se habla del bien del España, o del bien del país, en ningún caso se habla del bien de los ciudadanos. Siempre se utilizan términos difusos , España, este país, para hablar de nosotros, jamás se habla de ciudadanos o del conjunto de las personas que vivimos en este país.
El tercer punto, la corrupción, es sobre él que más me voy a extender, realmente es el tema del día.
Que las estructuras políticas de este país están horadadas por la corrupción no es decir nada nuevo. Cada semana se descubren varios casos, últimamente tocamos a más de uno por semana, de este tipo de prácticas realizadas por tal o cual partido, aquí no se salva ni Dios. Los encontramos de todo tipo y en todas las instituciones: en ayuntamientos, ya detienen a los alcaldes de tres en tres, como  pasó en Galicia hace poco. Como era de esperar la corrupción también campa a sus anchas en las diversas autonomías: EREs en Andaluciá, trajes en Valencia, el 3% y el Palau en Cataluña, lo de las fotovoltáicas y las recalificaciones de parajes protegidos en Castilla y León, el ex Consejero de Educación asturiano, que tuvo que dimitir hace unos meses por haber sido pillado con las manos en la masa, que ha ingresado hace poco en la cárcel...  En la Administración del Estado también hay lugar para trapicheos y demás estratagemas para distraer el dinero público: hoy me desayuno con la noticia de que en el antiguo Ministerio de Igualdad, el Tribunal de Cuentas ha detectado contratos concedidos de manera arbitraria. Por último encontramos los que se montan tramas transversales que afectan por igual a ayuntamientos y comunidades autónomas, véase el caso del Correa y demás tropa.
Es evidente que los culpables de toda esta corrupción son los que se ensucian las manos, llenándose los bolsillos de paso, con este tipo de prácticas, sería absurdo y mezquino justificar sus actuaciones. Sin embargo, considero que existen otros cómplices, voluntarios o no, que cada cual juzgue tras leer lo que voy a exponer a continuación, de estos sinvergüenzas. ¿Quiénes son estos complices? Los adictos a lo que el otro día definí como tontocojonismo; los que para justificar que los suyos trincan, se empeñan en considerar que lo malo es lo que hace el vecino de enfrente, el del otro partido.
Cuando surge un caso nuevo de corrupción, cada media hora, hay que estar atentos a las siglas de los que han trincado, para saber en que medios de comunicación va a salir la noticia con derroche de medios y en que otros medios saldrá en la página 20, si sale. Si además sigues los periódicos digitales  es cuestión altamente instructiva, a veces también sonrojante, leerse los comentarios de la peña. Como el pillado sea del PSOE de las JONS, la avalancha de gente del PP Comunión Tradicionalista hurgando y echando sal en la herida es inmediata, los pesoistas achantan y como mucho alguno habla del Gurtell. Si el trincado es del PP Comunión Tradicionalista, las huestes furibundas del PSOE de las JONS se adueñarán del espacio de comentarios para golpear como un martillo pilón contra la grey pepera, que igualmente hace mutis por el foro, o, siempre hay algún sufridor, como mucho alguno menciona a Bono o a Chavez. No suelo leer períodicos vascos o catalanes, pero imagino que el esquema se repite.
Esta monotonía intelectual, yo meo colonía y tú eres una hez andante, que en el fondo no es más que la partitocracia aplicada a la corrupción, desde mi punto de vista se trata simple y llanamente de una complicidad con el corrupto. Complicidad con el corrupto que comparte partido político o ideología???
Puede que alguien le chirríe, me es indiferente, pero repito, todo aquel que sólo ve la paja en el ojo ajeno y, en cierta forma, justifica la corrupción de los suyos, bien obviándola, bien pensando que la de los demás es peor, es COMPLICE DE LOS CORRUPTOS. No existen corruptos de uno u otro partido, sólo hay corruptos que nos roban el dinero a todos los ciudadanos de este país, lo de las siglas es un accidente o un trampolín para trincar.
Creo que por hoy es suficiente, no deseo aburrir al paciente lector con más disertaciones que no van a aportar nada nuevo al tema.
Un saludo.
P.D.:Dejo un vídeo, muy corto, apenas dos minutos, en la que Punset le da un repasito a la Sinde, para deleite y disfrute de todos lo que pensamos que su ley es un estupidez fascistoide.




3 comentarios:

Octavio a Disgusto dijo...

He conocido este blog a través del diario Publico.

Coincido con tu planteamiento.

Así nos va.

Así va este país, con cada vez menos nivel cultural, ético...

Aquí tienes un enlace a mi blog.


http://octavioadisgusto.blogspot.com/

alex vazquez dijo...

Creo que tienes un 90% de razón en lo que dices. El 10% restante es por la sospecha que tengo de que en tus argumentos están las razones por las que la gente de izquierdas se queda en casa, cada vez más, a la hora de ir a votar. Y sobre todo en las municipales, donde la gestión política de los elegidos sí se nota día a día, deberíamos votar TODOS, aunque fuera con la nariz tapada. Saludos

PACO dijo...

Es bien cierto que la gente de izquierdas, que no progresistas, tiene, tenemos, facilidad para quedarnos en casa durante las elecciones. Sin embargo, como pedí en una entrada de meses pasados (donde explico que debemos pensar a largo plazo y no dejarnos vencer por el negro presente) creo que ha llegado el momento de largar al PSOE, yendo todos a votar masivamente.
Independientemente de ello, considero que la gente, a pesar de mi petición, es libre y soberana para no confiar en el sistema y quedarse en casa.
vazquez y en breve, hoy mismo con total seguridad, visitaré el blog que Octavio a Disgusto me ha sugerido.