DIARIO DE UN PENSIONISTA

3 DE FEBRERO DE 2050

Querido diario:

hoy es un gran día para mi, celebro dos momentos cruciales en mi vida: cumplo 75 años y, por fin, he podido prejubilarme. Tras décadas de madrugar, por primera vez en mucho tiempo no tengo que levantarme a las 6 de la mañana para acudir al trabajo.

Sé que mucha gente piensa que soy un privilegiado por acceder a esta situación laboral, que me acercará en puente de plata a la jubilación, pero las ocasiones hay que cogerlas al vuelo.

Ayer, cuando visité a mi médico a las 9 de la noche, único momento del día que tengo para realizar tal acción, es bien sabido que nos tienen prohibido enfermar, bajo pena de despido procedente inmediato, éste se alegró cuando le comenté la noticia y me dio a entender que era muy posible que mi calidad de vida aumentase, especialmente en lo referido a mi hernia discal (ahora es posible que saque tiempo para abordar dicho problemilla que me lleva fastidiando más de quince años).

Por otro lado, soy consciente de que mi vida cambiará. Ahora podré dedicar más tiempo a mis aficciones, casualmente hoy empieza la edición 134 de Gran Hermano, de la que no pienso perderme ripio. Espero con ansiedad que la presentadora se olvide de tomar los ansiolíticos y nos ofrezca ese espectáculo trufado de voces y descalificaciones que tanto deseamos los fieles espectadores.

Por lo demás, afortunadamente, mi hijo y su esposa esta vez si estarán en casa para celebrar mi onomástica. Mi hijo recientemente ha finalizado el último curso de soldadura, esta vez en Lituania, por aquello de abrirse al mercado europeo, subvencionado con fondos europeos destinados a la formación y búsqueda activa de empleo. Comentan mi hijo y su mujer, que aprovechando realizó otro curso en Lituania sobre tratamientos de calidad en la cría del caracol abisal, que los cursos que realizaron en Grecia e Italia hace unos años, pagados con los mismos fondos, eran más divertidos y útiles, al menos vinieron más morenos. Creo que es el decimonoveno título de soldadura que atesora mi hijo, que en los últimos cinco años ha realizado 7 de estos cursos y sólo ha trabajado tres meses. Con un poco de suerte se podrán independizar dentro de tres o cuatro años, alquilando una vivienda de 30 metros cuadrados. Creo que coincidirá con el momento en que termine de pagar la hipoteca de mi casa, que recuerdo firmé en 1998.

Aunque mi hijo y mi nuera son fuente de preocupación continua, que acrecienta el hecho de que vivan en mi casa, mis nietos nos proporcionan alegrías continuas. Su acertada visión del mercado laboral les ha llevado a emprender una exitosa carrera profesional. La mayor, tras años de denodado esfuerzo, ha conseguido un trabajo estable, ha  ascendendido en el sindicato y ahora no hay quien la tosa. La verdad es que desde pequeña nos pareció una chica lista. Creo que su cargo es algo así como: Coordinadora Medioambiental de Políticas de Igualdad Aplicadas a la Vida Social y Cultural del Entorno Rural más Desfavorecido en el Ámbito Interregional.

El pequeño también promete. Se está haciendo un nombre en la agrupación local del partido, concretamente en las juventudes del patido, y ya va a la capital del país a reuniones importantes. Creemos que en unos años se asegurará un oficio con futuro y bien remunerado, pero no lancemos las campanas al vuelo, la competencia es muy dura.

Estoy deseando tener bisnietos para poder cuidar de ellos al menos 12 horas al día, es lo bueno que tienen las políticas de conciliación familiar y laboral que ya desde principio de siglo emprendieron los partidos políticos, los pensionistas tenemos oportunidad de seguir durante 3 ó 4 diarias Gran Hermano, pues los padres pueden hacerse cargo de los hijos una o dos horas por la tarde-noche y otra hora antes de ir al trabajo. Además disponen de todo el domingo para disfrutar de ellos.

Esto es todo lo que tenía que contarte hoy, ¡qué no es poco!

Me despido hasta la próxima.

Un saludo.

P.D.: Mi agradecimiento a mi pareja, que al conocer el tema que iba a tratar me ha dado un par de ideas para desarrollarlo.