lunes, 28 de febrero de 2011

DE FIN DE SEMANA

Resumen de un fin de semana en Valladolid:
  1. Se puede vivir sin ordenador y sin ver o escuchar los informativos.
  2. Me sigue gustando meterme para el cuerpo, de vez en cuando, una cubatada a modo y más en buena compañía. Los efectos de tal desparrame son un desparrame para mi cuerpo cuarentón.
  3. Esperanza Aguirre padece cáncer de mama, creo que es de mama. Deseo una pronta recuperación de la buena señora, aunque eso no impide que piense que estamos ante una de las personas más deleznables de la vida política española.
  4. Me propone un miembro del grupo Adiós Mohtherfunkel (2º Lugar en el concurso que organiza Porta Caelli en Valladolid, uno de los más prestigiosos de la ciudad) que cuelgue, si lo deseo, un DVD del grupo o que hable de ellos, aunque sea para despellejarlos. Ni una cosa ni otra, no he escuchado la grabación y no puedo opinar, pero ahí queda el nombre del grupo (me comentó que se pueden encontrar actuaciones suyas en Youtube), la publicidad que Olmo me pedía y el detalle de un grupo, parece que suena como Jamiroquai , que prefiere ganar, al menos en un principio, menos pasta con el fin de darse a conocer. 
  5. El alcohol sigue provocándome pensamientos divergentes. El sábado por la noche, tras media docena de gin-tonics y algo de cerveza, encontré una sutil diferencia entre el término obrero, en desuso, y trabajador, diferencia que ahora, sereno,  me es difícil explicar. Por si acaso allá va. Obrero es aquella persona, al menos lo era en principio, que controlaba una parte significativa de su trabajo, pudiendo con ello comprender la utilidad de lo que hacía. En otras palabras comprobaba que parte de su trabajo contribuía, total o parcialmente, al producto final. Un trabajador se puede asociar al taylorismo. No es necesario que la persona vea su trabajo reflejado en el producto final. La despersonalización y monotonía del acto realizado, en muchos casos medido en tiempos necesarios para que la cadena funcione, impide que la persona se identifique con su aportación al producto final. Posiblemente sea una chorrada, pero ahí queda.
  6. Cada vez me encuentro más convencido de la existencia de personas que no aportan nada a mi vida, ni rechazo, con las que tengo que tratar, de manera tangencial, y que son totalmente prescindibles para mi. Por contra, ciertas personas se han convertido en una necesidad, constituyendo, de alguna manera, parte de mi núcleo existencial.
  7. Las nuevas medidas del gobierno para luchar contra la dependencia energética son una nuevo parche. Sin embargo, algunas de ellas aportan sensatez a un problema que debería estar regulado desde hace tiempo. El incremento de etanol en los carburantes o la bajada del precio de determinados transportes públicos son grandísimas medidas, que deberían haber sido implementadas mucho antes. Es evidente que se deberían acompañar de aspectos como: electrificación del sistema ferroviario español, potenciación, tal vez obligatoriedad, del uso de vehículos híbridos en el mundo del taxi (se puede conseguir que este colectivo cambie sus vehículos actuales por otros híbridos mediante incentivos, subvenciones...), peatonalización de los centros urbanos, especialmente de aquellos más contaminantes, reabrir líneas de tren cerradas por no considerarse eficientes, uno piensa en la Vía de la Plata, potenciar el transporte interurbano público en lugares como Extremadura o Castilla-León, lo que más conozco junto con Madrid, con frecuencias y horarios apropiados...
  8. Mi hijo encierra en su pequeño cuerpo toda la felicidad que este mundo me puede proporcionar.
  9. Curiosamente unos torreznos crujientes o una oreja rebozada encierran tanta o más calidad que la cocina más vanguardista.
  10. Los regalos más inesperados son aquellos que se encuentran delante de nuestras narices. El almendro en flor , las mimosas, igualmente en flor, o la superposición de montañas, que nos muestran una variedad cromática indescriptible: verdes, ocres, blancos, todos ellos barnizados por un Sol crepuscular, son un regalo gratuito que podemos conseguir con sólo fijar nuestra mirada.
  11. El color del cielo nocturno de Valladolid no ha variado un ápice en los últimos 20 años. Creo que sería capaz de distinguir la luz del oscuro firmamento pucelano entre mil ciudades distintas. 
  12. El mundo que nos quieren vender los prebostes del sistema actual es una mierda. Sin embargo, el mundo real, el de la vida con tu pareja, las amistades, la familia (no siempre) es una maravilla, de la que debemos disfrutar sin mesura. El bienestar emocional y afectivo no se compra, siendo lo más importante que poseemos.
  13. Me han entrado ganas de leer de nuevo. Amenazo con hacer referencia a libros, casi convencido de que a uno seguro, en breve.
  14. El padre de un amigo  parece iniciar un camino de mejoría en su enfermedad. Me alegro sinceramente de ello. Ánimo y ya sabes donde encontrarme.
Un saludo.


2 comentarios:

Octavio a Disgusto dijo...

Curioso.
Me ha gustado este post porque yo soy vallisoletano, aunque vivo en Extremadura...
Y sí, claro que sí, se puede estar sin encender el ordenador el fin de semana.
Un saludo.

PACO dijo...

Yo también vivo en Extremadura, en el Norte más concretamente.
Parece que tenemos algo más en común que los blogs.
Un saludo.