lunes, 17 de enero de 2011

DE ARRIBA A ABAJO, ¿UNA SOLUCIÓN MÁGICA?

No tenía muy claro sobre que escribir hoy, pero tras leer el comentario de un amigo, un saludo Santos, todas las dudas se han disipado. 
Hace tres o cuatro días mi pareja me comentó que la Junta de Extremadura mediría la productividad en función del número de aprobados que los docentes repartiéramos entre los alumnos. El verbo repartir no aparece de manera aleatoria en la frase anterior, todo lo contrario. Parece ser, veamos como se concreta la idea, que lo importante no es el aspecto cualitativo, la calidad, sino el cuantitativo (las notas). A este concepto de productividad van a ir unidas las retribuciones económicas, o parte de ellas, de los docentes. A mayor número de aprobados más pasta.
Evidentemente, este concepto de productividad ha debido surgir de alguna mente iluminada, siguiendo la estrategia que hace un par de días denominaba de arriba a abajo. Consecuencias de dicha medida: todo va a depender de la ética del profesional o de las necesidades económicas. 
Lo de la ética va en cada uno y es difícilmente valorable, pero lo de las necesidades no. Imaginemos que yo soy docente y mi pareja lleva tres años en paro, no cobra un chavo y necesito dinero, qué voy a hacer, apruebo hasta el conserje y si hace falta con sobresaliente en todo. Posible consecuencia de todo ello: bajada, una vez más, de la calidad en el sistema educativa.
Una vez más la estulticia del sistema demuestra eso, que estamos regidos por iluminados con pocas luces.
Al principio hablé de dos aspectos básicos: el cuantitativo, la calidad, y el cuantitativo, las notas. La administración, no sólo en este caso y no sólo la extremeña, funciona basándose en estadísticas. Las estadísiticas, al menos tal como se utilizan en la administración, presentan una visión de los acontecimientos basados en números que miden medias, tendencias medias y que en general no representan la realidad de los hechos (¿alguien se cree qué el sueldo medio de un español es más de 1700 euros? Evidentemente, si juntamos el sueldo de Botín, Francisco González, Aznar and company y hacemos una media con el resto de humanos sale esa media, pero yo conozco a poca gente que gane eso, como dicen las estadísticas). Este es el aspecto cuantitativo de la vida que nos presentan las administraciones. Simplemente somos números que, generalmente, no nos representan.
Sin embargo, el aspecto cualilativo, aquel que defienden ciertas ciencias sociales como la educación, se obvia, como mucho se menciona de soslayo. El tema de hoy es un ejemplo más. No importan los conocimientos reales del alumnado, el meollo es el número de aprobados (la estadística). Por que ¿quién va a medir los conocimientos de los alumnos para valorar que esas notas se corresponden con los conocimientos adquiridos?
Por otra parte, este tipo de leyes va a encabronar a cierta parte del personal docente. ¿Qué va a pasar con los maestros de Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje u Orientadores de centros de secundaria? ¿Acaso ellos no hacen también su trabajo? ¿Les van a dejar poner notas para acceder a estos repartos pecuniarios? ¿Qué va a ocurrir con aquellos docentes que decidan que en una evaluación deben suspender un tercio de los alumnos por no llegar a los mínimos exigidos, con la consecuencia de la correspondiente merma económica, y vean que el compañero aprueba a todo quisque para llevárselo crudo?
Evidentemente, la estrategia arriba-abajo crea disfunciones muy grandes y tensiones innecesarias y más cuando los problemas que se trasladan desde los centros son otros, por ejemplo en algunos de ellos la falta de personal. 
He querido elegir este ejemplo, podría haber elegido otros muchos de los que he tenido noticia últimamente, pero hablar de ellos supondría, en ciertos casos, dar pistas sobre las personas que me lo han comentado y no me parece ético desvelar una conversación privada sin pedir permiso al otro interlocutor y, tal vez, pudiendo ponerle en algún aprieto a dicha persona.
Termino esta entrada, que ha pretendido reflejar con un ejemplo práctico que lo expuesto antes de ayer (el funcionamiento arriba-abajo) es el día a día en la administración, en cualquier administración. Sinceramente espero que antes de ponerse en marcha cualquier medida se consulte a los afectados, no exclusivamente a los sindicatos que dicen representarles, para, entre todos, estudiar y conseguir las mejores opciones que permitan optimizar tanto los recursos como el funcionamiento de cualquier instancia de la administración. Ésto redundará en beneficio de todos los ciudadanos.
Un saludo.


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