lunes, 24 de enero de 2011

NADA QUE VENDER

Personalmente, estoy un poco saturado de todo lo relacionado con la política la economía y otros aspectos de similar calado, que poco o nada aportan a mi vida, excepto cabreo y desilusión. Es más, a pesar de lo que pudiera parecer en este blog, me encuentro aposentado en una atalaya construida de escepticismo y de cierto pasotismo. No por que los materiales de dicha atalaya me atenacen e impidan que busque opciones a lo que ocurre a mi alrededor. No, no se trata de eso. Más bien, creo conocer que, de nuevo, descubro que los temas tan "trascendentales" (para las personas que no llegan a fin de mes lo son y mucho) enmascaran otra realidad, la verdadera. 
¿Cuál es esa realidad verdadera? La realidad verdadera es, ni más ni menos, que nos hemos olvidado de que somos seres humanos, que hemos fiado, en muchos casos, nuestras formas de relacionarnos a mediadores, léase el caso del dinero, del éxito, de la religión, a los que además nos hemos empeñado en dar vida propia (véase el ejemplo de la economia que se autorregula, parece tener vida, o el ejemplo aún más gracioso de unas personas que no deseaban aparecer en Google, cuestión a la que ponía trabas la empresa por ser su plataforma de búsqueda, únicamente les faltó defender la idea de que era un ser humano, con sentimientos y familiada, cuya finalidad en la vida era esa única y bendita misión, buscar datos y ordenarlos -yo pensaba que un buscador era un programa informático diseñado por el hombre y que como tal podía ser modificado por el hombre (cuando estudié, hace muchos años,  algo de programación informática, recuerdo que bastaba poner un comando "if" para alterar las condiciones  iniciales de funcionamiento del programa, imagino que la cosa no habrá variado tanto-).
Tal vez sea eso lo que me pase: estoy redescubriendo, de nuevo, que lo que prima en este mundo son las relaciones humanas, con sus excesos y sus virtudes, frente a un sistema cada vez más despersonalizado y absurdo, donde el Dios Progreso parece poder con todo y con todos. Tal vez, lo que heche de menos sea la libertad para ser hombre que nos están birlando de manera constante.
Tal vez por eso hace unos días sentía la necesidad de escribir en una entrada de este blog que se nos olvidaba mirar en el abismo que son las otras personas, que es mi alumno. 
Tal vez sea por eso, por lo que he decidido hacer un blog más mío, donde se me respire por todos los poros, esforzándome menos en impresionar al lector y pasando olímpicamente de tener muchos seguidores. Simplemente me interesa que la gente que lo siga se sienta  a gusto y se sienta  sobre todo eso mismo, persona. 
Tal vez sea eso lo que me pase.
Un saludo.


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