viernes, 28 de enero de 2011

EL MEDIO AMBIENTE, ANTE TODO BENEFICIO SOCIAL

Se puede constatar fácilmente, a pesar de las diversas teorías antropocéntricas que pululan por este mundo de Dios, que el hombre es un ser vivo más en este bello planeta, por tanto forma parte del mismo como las hormigas, la jara o las bacterias extremófilas.
Sin embargo, nuestra voracidad nos separa de culaquier otra especie.  La necesidad de explotar los recursos del planeta que muestra la especie humana para conseguir un "mayor calidad de vida", está produciendo unos desajustes que están afectando seriamente a muchas especies y a nosotros mismos, aunque algunos lo nieguen.
Sobre el concepto calidad de vida se pueden hacer muchas puntualizaciones, pero es bien sabido por los lectores de este blog mi visión sobre el asunto: calidad de vida no es consumir a troche y moche; en el concepto calidad de vida va ímplicito la conservación de este mundo y el reparto de la riqueza entre todos los seres humanos de mismo. En otras palabras, la Teoría del Decrecimiento. 
Es por eso, aprovechando que esta semana he podido conocer algo más sobre el asunto de la producción de energía limpia, que mi entrada versará sobre el asunto del medio ambiente y alguna de las posibilidades posibles para que no se convierta en el tercio ambiente o el séptimo ambiente.
Tuve la ocasión esta semana de hacer una visita a dos tipos de centrales de generación de energía eléctrica por motivos laborales que no vienen al caso. A uno, tras esta experiencia, se le quedó cara de tonto al conocer la realidad de este mundo. Empecemos con un dato que permitirá al lector comprender mejor lo que he expuesto con anterioridad.
Tal vez sea necesario aclarar que la producción de energía se hacía a través de células fotoeléctricas, en el primero de los casos, y en el otro a través de uranio, energía nuclear.
Como dato curioso aportaré el siguiente: cerrar la obsoleta central nuclear de Garona no va a influir significativamente en el porcentaje total de energía eléctrica producidad en España por este tipo de ingenios. Se cierra una central, poco productiva, y se amplia la capacidad de generar electricidad de alguna otra, como ha sucedido ya, para que finalmente cantidad total de electricidad generada por las nucleares no varíe un ápice o aumente, como intuyo va a ocurrir. Si alguien está interesado que consulte que central ha vuelto ha poner esta semana en marcha uno de sus reactores y, seguramente, podrá comprobar que habrá aumentado su capacidad de producción energética de manera significativa.
Ya se sabe: "semos ecológicos, pero que no muevan mucho la mierda, por si acaso no lo semos tanto".
Pero, al menos desde mi punto de vista, lo más escandaloso es lo que ha ocurrido en este país con la energía fotoeléctrica. Veamos.
Todo el boom ecológico que llevó a tapizar parte del paisaje español de paneles fotovoltáicos no ha sido más que una gran operación de imagen y, de paso y como él que no quiera la cosa, especulativa (adjunto un enlace al final de la entrada donde se explica tal hecho).
Tal vez lo mejor sea conocer un par de datos ilustrativos.
Un conjunto de paneles solares de unos 60 metros cuadrados, de los que se instalaron durante el boom (actualmente son algo más eficientes), sirven para proveer a dos casas, no edificios, de electricidad, siempre que éstas no tengan calefacción eléctrica.
Un segundo dato. Contrariamente a lo que pudiera parecer, el Sol de justicia de este país, especialmente en el Sur y en verano, genera un menor rendimiento en estas placas fotovoltaicas. Su rendimiento óptimo se produce cuando la temperatura es de unos 23 grados, por eso en un país como Alemania el rendimiento que se obtiene de este tipo de instalaciones suele ser mayor.
Antes de seguir quiero hacer una matización: estoy hablando de la producción de energía eléctrica a través de placas fotovoltaicas, no de la energía termosolar, más eficiente.
Es evidente que este negocio sólo funcionó por una sencilla razón: la subvención que recibía la producción de este tipo de electricidad.
A uno ésto le hace mucha gracia y empieza a pensar que realmente lo que interesaba era salir, una vez más, en la foto, a ser posible vestido de verde. Sin embargo también le ha hecho pensar en otras aspectos mucho más interesantes y positivos.
Desde hace tiempo considero que igual que existe, al menos en nuestro país y hasta el momento, el derecho a la educación, a la sanidad o a una pensión (sin comentarios), debería existir un derecho que obligara a las administraciones a conservar nuestro hábitat. Es evidente, que además del papel de las administraciones cada uno de nosotros debe aportar su parte, pero esto ocurre también con la educación, hay personas que aprovechan más las posiblidades que el sistema le da, o con la sanidad, ciertas personas no van al médico hasta que es muy tarde, pero al menos existe una red educativa o sanitaria que favorece a todos los ciudadanos españoles.
¿Dónde quiero llegar con el enunciado del párrafo anterior? Veamos.
Uno considera que la Naturaleza es parte indisoluble de nuestro patrimonio como seres humanos. En otras palabras, su conservación nos permite no olvidar de dónde venimos, terer un mejor nivel de vida (baste ver la cantidad de enfermedades y muertes producidas por la contaminación) e, incluso, un acercamiento diferente a la vida (no es lo mismo llenar parte del tiempo de ocio andando por el campo que consumiendo como robots descerebrados en un gran centro comercial). Seguramente se puedieran aportar más ventajas, pero creo que éstas sirven para ilustrar lo que quiero transmitir.
Para intentar dar coherencia a mi razonamiento volveré al ejemplo de las centrales fotovoltaicas. Imaginemos que se decide que estratégicamente, tanto por un afan conservacionista de nuestro medio como para ser menos dependiente de energías compradas en el exterior, es interesante la creación de plantas de este tipo. Uno considera que en vez de subvencionar la producción de electridad mediante esta tecnología, que pagamos entre todos en nuestro recibo de la luz (ayer estuve ojeando el mío y comprobé que algo más del 40% del importe total del mismo iba destinado a pagar este tipo de "subvenciones" y otras de similar calado), sería mucho más lógico hacer una apuesta real que consistiría (tápense los ojos los neoliberales) en que las administraciones construyan este tipo de centrales y que vendan el producto obtenida en ellas bien a las eléctricas, bien directamente, utilizando las líneas de alta tensión de las mismas eléctricas, a los consumidores. Sería una forma estupenda de abastecer a pequeñas poblaciones e incluo de crear algún empleo (una central de este tipo genera muy pocos puestos de trabajo), ayudando a fijar la población. Es posible que el beneficio económico sea mínimo o nulo, pero el beneficio social, entendido por tal también el ecológico, es infinitamente superior. No sólo eso, si existiera rentabilidad, según me explicaron si que la hay pero es minima, ésta se podría invertir en proyectos de investigación dirigidos a mejorar la eficiencia de la renovables. Curiosamente, al final serviría para invertir en investigación, según muchos uno de los talones de aquiles de nuestro país, y crear más puestos de trabajo de esos que se llaman cualificados y que, parece ser (solemne majadería), que crean riqueza añadida.
Este modelo presentado, que chirría con el imperante, se podría aplicar a los transportes públicos, en determinados lugares las líneas de autobuses  urbanos están gestionadas por empresas privadas, por qué no hacérlas públicas, lo que conllevaría casi con total seguridad poder bajar los precios del transporte, presentando un aliciente más al ciudadano para usar esta forma de movilidad mucho más ecológica. ¿Qué como se bajan los precios? Uno intuye, aquí hablo utilizando la lógica, que la necesidad de tener un cierto margen de ganancias no es tan imperiosa en una empresa municipal, es decir en vez de ganar x se puede ganar x/2 y sin embargo todos ganamos: el ciudadano que utiliza el método de transporte se ahorra un dinero, nuestra atmósfera recibiría menos mierda, la polución en las ciudades sería menor... Es más, sigo proponiendo que si se registraran ganancias por parte de esas empresas de transportes una parte de ellas fuera destinada, de manera estructurada y transparente, a investigación. Se puede investigar sobre combustibles ecológicos, motores más ecológicos e incluso sobre formas de optimizar el transporte público, idoneidad del recorrido de las líneas...
No me resiste a contar un caso que he conocido hace poco al respecto. Hace unos meses llegó a mis oídos que un antiguo presidente de la CEOE, el único vivo, cuyas empresas, al menos una parte significativa de las mismas, han quebrado recientemente, persona cuyo nombre me resisto a poner negro sobre blanco, que gestionaba el transporte público de una ciudad había pedido, no recuerdo si un aval o un crédito al ayuntamiento de tal población, para poder seguir con el negocio de los autobuses municipales. Por supuesto, al menos esa es la última noticia que tuve, se lo denegaron. Parece que no todo lo privado funciona tan bien, pero eso es otra cuestión.
Resumiendo la entrada de hoy, que me ha salido un poco densa y tostón.
Considero que la protección del medio ambiente debe ser una obligacion de las administraciones, como el de proporcionar educación o sanidad a los ciudadanos. Conservar y mejorar la Naturaleza es una forma de inversión social, de mejorar nuestra calidad de vida, que transciende a lo meramente económico. Por ello las adminsitraciones deberían tener un papel fundamental en ello, interviniendo directamente en aquellos asuntos que pudiéramos considerar estratégicos para la conservación y mejora de nuestro hábitat (energía limpia, transporte público...), olvidándose de todas aquellas acciones de cara a la galería que no aportan un beneficio real al ciudadano.
La conservación del entorno también genera riqueza en términos económicos y puede ayudar, ya lo hace, a que los pequeños pueblos no desaparezcan. No sólo eso, bien gestionada es un campo idóneo para dar salida investigadores que actualmente están infrautilizados y que también son parte del patrimonio de este país.
El enlace sobre las fotovoltaicas que prometía al principio es:

Un saludo.

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